El Tai Chi, una rama del Qigong, se ha practicado por más de 2000 años. Aunque se creó originalmente como un arte de autodefensa, el Tai Chi o Tai Chi Chuan actualmente es una agradable manera de ejercitarse. Gracias a sus suaves movimientos resulta muy útil para aliviar el estrés y la ansiedad, al tiempo que aumenta la flexibilidad y el equilibrio.
Este antiguo arte
marcial, que hoy en día es practicado por millones de personas en el mundo,
tiene su origen en el imperio chino. No se sabe exactamente cuándo y por quién
fue inventado. La leyenda cuenta que, en 1200, el sacerdote taoista Chang San
Feng, viendo una pelea entre una serpiente y una grulla se dio cuenta de cómo
los movimientos lentos y suaves de la serpiente lograban esquivar los golpes
secos y precisos del pico de la grulla.
Tai Chi – la meditación en movimiento
El verdadero espíritu
de Tai Chi es la unión entre el cuerpo y la mente: los movimientos corporales
suaves son guiados por la concentración interna de energía (Chi).
Es la ejecución,
memorización y repetición de movimientos que fortalecen el ‘Chi’ – energía
interna – promoviendo la salud, el bienestar y el equilibrio físico, mental y
espiritual del ser humano.
Es un sistema no
competitivo de ritmo personal en el cual se realiza ejercicio físico y
estiramientos suaves. Cada postura fluye a la siguiente sin pausa, garantizando
que el cuerpo se mantenga en movimiento constante. Hombros, brazos, codos,
muñecas, manos, espalda, cadera, piernas, rodillas, pies y tobillos están
siempre en continuo movimiento.
Uno de los atractivos
del Tai Chi es que no requiere de equipo o indumentaria especial, de ahí que
basta usar ropa y calzado cómodo, y de preferencia de fibras naturales.
A través de esta
práctica se disminuye el riesgo de sufrir enfermedades neuro cerebrales, ya que
las redes neuronales se activan para favorecer el desarrollo de la memoria, la
coordinación y el enfoque de la atención.
Cuando se repite un
movimiento, como ocurre en la práctica del Tai Chi, se está estimulando la
interconexión neuronal. Durante esta práctica, la meditación está incluida
durante la ejecución de la forma, además de enfocar la atención, promover los
procesos de memoria y la coordinación de los movimientos con la respiración.
Lo anterior lleva a
que las actividades cerebrales se centren en una actividad total y de esta
manera se genera un estado de paz interna, que facilita y reorganiza las
funciones cerebrales, mejorando la actividad neuronal y por consiguiente
promoviendo la salud del cerebro.
A través de la
práctica del Tai Chi, la mente es “anclada”, extasiada por un movimiento muy
lento y específico, al que se debe prestar atención.
La respiración
Entre los diferentes
aspectos de este arte, el principal es la técnica de respiración, la cual
oxigena los órganos y relaja los músculos, fortaleciendo la salud general. Por
otra parte, la respiración consciente mejora el funcionamiento del sistema nervioso,
siendo de gran utilidad en casos de ansiedad, angustia, depresión, pánico,
falta de atención, memoria, etc.
El Tai Chi, a la luz
de los últimos descubrimientos de la ciencia occidental actúa sobre la
estructura del cerebro. El cerebro está dividido en tres partes: el neocórtex,
el cerebro límbico y el cerebro reptiliano. El neocórtex o cerebro humano,
última parte del cerebro a desarrollarse, se divide en dos mitades: el asiento
del hemisferio izquierdo del razonamiento lógico, racional y el derecho, el
asiento de la creatividad, de la intuición.
La práctica de tai chi
durante más de 10 años da lugar a cambios neuroplásticos en el cerebro
adulto relacionados con una mayor capacidad de integración funcional en zonas
sensoriales y motoras y un mejor rendimiento en pruebas cognitivas de capacidad
de atención.
La relación entre el
Tai Chi y la salud
En el Tai Chi se aprenden unos movimientos muy
suaves, muy lentos que, combinados con la respiración adecuada, generan más
energía consiguiendo un equilibrio total del cuerpo.
Es un arma ideal para recuperar la salud, un
método de acupuntura natural y un arte marcial de defensa no competitivo. En
definitiva, un sentimiento de totalidad.
Para aprender a utilizar la energía no es
necesario utilizar la fuerza, sino repetir cada movimiento del Tai Chi hasta
hacerlo propio. Se trata de educar al cuerpo en el aprovechamiento de su propia
energía, algo que a los occidentales nos cuesta bastante, ya que nuestra
filosofía de vida es totalmente diferente a la de un oriental.
Cuanto más tiempo se puede retener el aliento,
mayor será el volumen de aire inspirado. Este incremento representa un aumento
del poder del chi (energía). El método para concentrar el chi es una
característica que identifica al Tai Chi y es lo que la diferencia de otros
tipos de ejercicios.
El Tai Chi es una gimnasia terapéutica que
conserva la salud, reunifica toda la energía que habitualmente está dispersa y
se malgasta. El primer efecto será una sensación de bienestar en todo el cuerpo,
los músculos trabajarán sin rigideces produciendo una verdadera descontracción
muscular que hará desaparecer poco a poco las tensiones nerviosas, favoreciendo
el buen funcionamiento de las glándulas internas.
Aumenta y procura una respiración profunda y
abdominal, que produce un efecto benéfico sobre los órganos internos. La
rotación continua de las caderas y la cintura, aporta gran elasticidad a los
músculos abdominales que, al contraerse, efectúan un verdadero masaje sobre el
hígado, bazo, intestinos, etc. lo que trae aparejado un mejoramiento de los
procesos nutritivos y digestivos, previniendo la aparición de úlceras.
Los beneficios que la
práctica del Tai Chi aporta al organismo se deben a las características propias
de sus movimientos coordinados, suaves, lentos y armónicos, que producen un
masaje interno de articulaciones y tendones que, combinados con la respiración
abdominal, el sistema de la mirada y la alta concentración mental que requiere,
hace que se estimule la corteza cerebral, excitando ciertas regiones e
inhibiendo otras, así el cerebro descansa y se ayuda a curar también algunos
desórdenes nerviosos y trastornos mentales.
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Investigación
Practicar Tai Chi aumenta el tamaño del cerebro
Científicos de la Universidad del Sur de
Florida y de la Universidad Fudan de Shanghai, cuyos resultados se publicaron
en la revista Journal of Alzheimer’s Disease en 2012, han demostrado que los adultos que practican Tai Chi tres veces por semana tienen mayor
volumen cerebral y mejores resultados en test de memoria y razonamiento.
Para la investigación, se dio seguimiento
durante 40 semanas a 120 adultos de entre 60 y 70 años. Los participantes
fueron divididos en cuatro grupos: un grupo tomó clases de Tai Chi tres veces
por semana; otro hacía caminatas con la misma frecuencia; el tercero participó
en debates y discusiones también tres veces por semana, y el último no llevó a
cabo ninguna actividad especial.
Los participantes fueron evaluados con
escáneres cerebrales y exámenes de habilidad mental al comienzo y al final de
la investigación.
Observaron que quienes habían tomado clases de
Tai Chi tenían un cerebro un poco más grande luego de 40 semanas, y tenían
también una mayor habilidad cognitiva y una mejor memoria; el beneficio fue similar,
aunque menor, para quienes participaron en los debates y en las caminatas.
Por su parte, quienes no habían participado en
ninguna de estas actividades presentaban un pequeño encogimiento del cerebro,
así como un mayor desgaste de sus habilidades cognitivas.
Los investigadores sostienen que el ejercicio
aeróbico está asociado con la producción de factores del crecimiento en el
cerebro. Tras los resultados obtenidos, les queda confirmar si actividades como
el Tai Chi, que incluyen un componente de ejercicio mental, pueden tener
efectos similares o incluso superiores a otras formas de ejercicio físico,
ayudándonos a mantenernos tanto física como intelectualmente activos a medida
que envejecemos.
Sus hallazgos sugieren que la razón de que
diversos estudios epidemiológicos muestren que los sujetos que practican más
ejercicio o son socialmente más activos tengan menor riesgo de padecer Alzhéimer
es que estas actividades hacen crecer
regiones críticas del cerebro humano.
De acuerdo con los investigadores, los
beneficios del Tai Chi se deberían a la combinación de actividad física y
meditación que esta práctica implica: se sabe que tanto el ejercicio físico
como la meditación mejoran el flujo sanguíneo al cerebro y estimulan la
producción de sustancias relacionadas con el crecimiento del mismo.
Esta investigación revela que con el Tai Chi se
pueden preservar regiones críticas del cerebro y
evitar enfermedades crónico-degenerativas como el Alzheimer, la demencia o Parkinson.
El Tai Chi sería útil para controlar el síndrome
metabólico y la diabetes
Dos
investigaciones, publicadas en la edición en internet de British Journal of Sports Medicine en 2008, sugieren que el Tai Chi
ayudaría a controlar la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico, que es un
conjunto de factores de riesgo de la diabetes, la enfermedad cardíaca y el
accidente cerebrovascular.
Para el primer
estudio, investigadores del Hospital Chang Gung siguieron a adultos de 35 años
o más con diabetes tipo 2, a los que compararon con personas de la misma edad y
sexo sin la condición metabólica. Durante 12 semanas, los participantes
asistieron a clases de una hora de Tai Chi tres veces por semana.
Al final del estudio,
el equipo halló que los pacientes diabéticos mostraban una disminución de su
nivel promedio de HbA1c, que es una medición del control de azúcar en sangre a
largo plazo.
En la segunda
investigación, el equipo de la University of Queensland, observó los efectos de
un programa especialmente diseñado de Tai Chi en 11 adultos de mediana edad con
niveles altos de glucosa.
Siete de esos
participantes tenían además síndrome metabólico, que incluye presión arterial
elevada, obesidad abdominal, niveles poco saludables de colesterol y
triglicéridos y mal control de azúcar en sangre.
Los expertos
descubrieron que, después de 12 semanas, los participantes mostraban una mejora
en sus niveles promedio de presión arterial y tamaño de cintura. También había
una mejora leve en el control de la glucosa.
Los investigadores,
agregaron, sin embargo, que éste es sólo un estudio piloto. Lo que se necesita
son ensayos controlados, donde los participantes sean asignados al azar a un
programa de Tai Chi o a un grupo de comparación.
Tai Chi es tan eficaz como la fisioterapia para
la osteo-artritis de rodilla
Según un estudio aleatorio
realizado por investigadores del Tufts Medical Center de Boston, publicado en la revista científica Annals of
Internal Medicine de mayo 2016, el Tai Chi es al menos tan eficaz como la
terapia física para el tratamiento de la artrosis de rodilla.
Unos 200 adultos de
40 años o mayores con osteo-artritis de rodilla fueron asignados al azar a Tai
Chi o terapia física. Tai Chi incluyó dos sesiones de grupo semanales durante 12
semanas, mientras que la terapia física involucraba dos sesiones ambulatorias
semanales durante 6 semanas, seguido de ejercicios en casa durante 6 semanas.
A las 12 semanas,
ambos grupos registraron reducciones significativas en la medición de un dolor
índice de artrosis de 500 puntos (descensos medios de 167 puntos con el Tai Chi
y 143 con la terapia física); la diferencia entre los grupos no fue
significativa. El grupo de Tai Chi tuvo mejoras significativas en la depresión
y las puntuaciones de calidad de vida. En ambos grupos, los efectos del
tratamiento persistieron a 52 semanas.
Ambas terapias
permitieron a los participantes reducir sus dosis de medicación para el dolor.
Sin embargo, el grupo que practicó Tai Chi no solo experimentó como extra una
mejora importante de su estado físico, sino también de su estado mental, por lo
que los investigadores creen que la conexión mente-cuerpo que ofrece la práctica del Tai Chi es altamente beneficiosa y debería ser tomada en cuenta como alternativa con un enorme potencial
frente a los tratamientos basados en medicación o fisioterapia tradicional.
Tai Chi puede Beneficiar a Pacientes con
Fibromialgia
Según un estudio realizado
por investigadores de la Facultad de medicina de Harvard, publicado en el New England Journal of Medicine de 2010,
las personas con fibromialgia pueden beneficiarse de la práctica de Tai Chi.
La fibromialgia es un
trastorno que se caracteriza por dolor muscular, fatiga y otros síntomas. Las
personas con fibromialgia tienen dolor crónico generalizado, así como
"puntos sensibles" en las áreas del cuerpo, lo que duele cuando se
aplica una ligera presión. Aunque el ejercicio parece ser una parte importante
del tratamiento de la fibromialgia, muchas personas con fibromialgia necesitan
medicamentos para controlar los síntomas y no son capaces de mantener la fuerza
muscular, la flexibilidad y la condición física general.
Los investigadores
evaluaron los beneficios físicos y psicológicos de Tai Chi en 66 personas con
fibromialgia. Los participantes fueron asignados a uno de dos grupos: un grupo
control de la atención que recibió educación para el bienestar y practicó
ejercicios de estiramiento, o un grupo de Tai Chi que recibió instrucción en
los principios y técnicas de Tai Chi. Ambos grupos se reunieron en sesiones de
1 hora dos veces por semana durante 12 semanas y también practicaron
diariamente en casa.
En comparación con el
grupo control de la atención, el grupo de Tai Chi tuvo una reducción
significativamente mayor en la puntuación total en el Cuestionario de Impacto
de Fibromialgia a las 12 semanas. Además, el grupo de Tai Chi demostró una
mayor mejoría en la calidad del sueño, estado de ánimo y calidad de vida. Las
mejoras siguieron presentes a las 24 semanas. No se informaron eventos
adversos.
Los investigadores
concluyeron que estos hallazgos apoyan investigaciones anteriores que indican
los beneficios del Tai Chi para el dolor músculo-esquelético, depresión y
calidad de vida. Los mecanismos subyacentes son desconocidos, y los
investigadores señalaron que se necesitan estudios más amplios, a más largo
plazo para evaluar los beneficios potenciales de Tai Chi para los pacientes con
fibromialgia.
Tai Chi – células madre y envejecimiento
Un equipo de investigación del Hospital Médico
Universitario de China en Taiwán en un estudio, publicado en la Revista Médica
Cell Transplantation de junio 2014,
encontró que el Tai Chi puede aumentar el número de células madre en los
participantes.
Para evaluar el potencial efecto del Tai Chi en
alargar la vida, se realizó un estudio de tres años, transversal retrospectivo
comparando el rejuvenecimiento y los efectos anti-envejecimiento entre los tres
grupos de voluntarios menores de 25 años que realizaron Tai Chi, caminaron a
paso ligero o no hicieron ningún ejercicio.
En comparación con el grupo que no practicó
ejercicio, las personas que hicieron Tai Chi presentaban un número
significativamente mayor de células CD34 (+) – una célula madre relevante para un
gran número de funciones y estructuras del cuerpo –.
Las células CD34 (+) expresan la proteína CD34 y son "marcadores de grupo" de las células madre hematopoyéticas – las de la sangre – que participan en la auto-renovación celular, la diferenciación y la proliferación.
Ejercicios de Tai Chi regular ayudó a los
sujetos con la función del corazón, revitalizaron las células nerviosas en el
cerebro, la emoción equilibrada y controles de inhibición, y ayudaron con
trauma mental y el agotamiento nervioso.
Según los investigadores es posible que el Tai
Chi pueda inducir la vasodilatación y aumentar el flujo de sangre. Teniendo en
cuenta que caminar a paso ligero puede requerir un espacio más grande a más
gente, el Tai Chi parece ser una opción más fácil y más conveniente de
ejercicio anti-envejecimiento.
El Tai Chi puede ser
una alternativa para la rehabilitación cardiaca
Según muestra un estudio llevado a cabo por
investigadores de la Facultad de Medicina Warren Alpert de la Universidad Brown
en Providence (EE.UU.), publicado en la revista American Heart Journal de octubre 2017, el Tai Chi puede suponer
una alternativa interesante para la rehabilitación cardiaca de los pacientes
que han sufrido un infarto agudo de miocardio y que, por la razón que sea,
renuncian a someterse a los métodos de rehabilitación convencionales.
Entonces, la práctica del Tai Chi, que puede
llevarse a cabo en el domicilio y, además de gratuita, no requiere un esfuerzo
físico considerable y puede constituir una alternativa válida a esta
rehabilitación cardiaca convencional.
Los autores contaron con la participación de 29
pacientes cardiacos – 8 mujeres y 21 varones – que, con una edad promedio de
67,9 años y físicamente inactivos, se sometieron a una rutina de ejercicios de
Tai Chi específicamente diseñada para personas con problemas cardiovasculares.
Fueron divididos según un criterio aleatorio en dos regímenes de tratamiento:
‘LITE’ – o ‘ligero’–, en el que se llevaban a cabo 24 sesiones de ejercicios a
lo largo de 12 semanas; y ‘PLUS’ – o ‘avanzado’ –, con un total de 52 clases
repartidas en 24 semanas.
La práctica del Tai
Chi aumentó el nivel de actividad física de moderada a vigorosa a los tres y
los seis meses, si bien únicamente en el caso de los participantes del programa
‘PLUS’ – no así en el
‘LITE’ –.
Por sí solo, el Tai
Chi no puede sustituir a otros componentes de la rehabilitación cardiaca
tradicional, caso de la
educación sobre factores de riesgo, la dieta o la adherencia a los tratamientos
farmacológicos. Sin embargo, y de confirmarse su efecto protector en ulteriores
estudios, podría ofrecerse como opción en un centro de rehabilitación como
puente para un ejercicio más exigente, o en un entorno comunitario con los
componentes educativos de la rehabilitación ofrecida fuera de un entorno
médico.
Tai Chi en la escuela mejora
el bienestar de los alumnos
Según un estudio del Instituto de Medicina
Social, Epidemiología y Economía de la Salud, Centro Médico Universitario de la
Caridad, Berlín, publicado en Journal of Alternative and Complementary
Medicine en 2005, La práctica del Tai Chi en el aula podría ayudar a
mejorar el rendimiento de la escuela primaria y secundaria.
Los resultados de una prueba piloto realizada
en Alemania con 40 estudiantes de primaria – con una edad promedio de 7,4 años – y 50 estudiantes de secundaria – la edad media de 13 – indican que Tai Chi ha
mejorado el comportamiento en el aula, así como el rendimiento estudiantil.
En esta prueba, se utilizaron estudiantes de
dos clases de primaria (20 estudiantes por clase) y dos clases de escuela
secundaria (25 estudiantes por clase). En cada nivel de instrucción, los
estudiantes de una clase realizaron movimientos de Tai Chi durante 15 a 25
minutos, al menos dos veces por semana durante un período de 6 meses, mientras
que los de la otra clase sirvieron del grupo control. Los maestros en ambas
clases de práctica habían recibido previamente un entrenamiento intensivo de
ocho semanas de Tai Chi. Las sesiones se llevaron a cabo al principio o al
final del día.
Según la evaluación de los maestros, el
comportamiento de los estudiantes que practicaban Tai Chi fue
significativamente mejor que el de los estudiantes en las clases de control.
Dado que en Alemania los estudiantes de escuela primaria no están calificados,
los efectos específicos de la práctica solo se podrían medir en los estudiantes
de escuela secundaria calificados. Los adolescentes que habían practicado Tai
Chi obtuvieron mejores resultados que los de la clase de control.
En los últimos años, la práctica del Tai Chi en
clase ha tenido cierto éxito en Alemania, pero parece que ésta es la primera
vez que se intenta medir sus efectos en el contexto de un ensayo clínico. Los
expertos creen que este enfoque puede ayudar a mitigar los efectos negativos
del estrés asociado con el aprendizaje escolar.
Sin embargo, los autores del estudio creen que,
debido al muestreo limitado de los ensayos, el tiempo limitado y la falta de
una intervención con placebo, se necesitarían ensayos más grandes para
confirmar Efectos positivos de la práctica del Tai Chi en la escuela.
* *
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Tai Chi y sus numerosos beneficios
La práctica regular
de Tai Chi ayuda en el tratamiento de numerosas enfermedades y alteraciones, al
tiempo que proporciona diversos beneficios a la salud corporal, mental y
emocional, que aumentan según va aumentando también el nivel.
Sistema nervioso
central
El sistema nervioso, en especial el cerebro,
rige y controla todos los órganos y sistemas del cuerpo. Al iniciarse la
práctica del Tai Chi es necesario agudizar la concentración y no utilizar la
fuerza para lograr un buen entrenamiento de las células cerebrales y los
movimientos.
El trabajo relajado y alerta del cerebro hace que
el sistema nervioso tenga una buena influencia sobre el resto del organismo. Se
tendrá una sensación de plenitud y bienestar en todo el cuerpo que producirá un
mejoramiento de la circulación de la sangre y una mayor facilidad en la
inspiración del aire.
Se educa el nervio
óptico gracias al sistema de mirada que va siguiendo a los movimientos.
Sistema cardiovascular
La práctica de Tai Chi demuestra que al
introducir y al exhalar mayor cantidad de aire en cada ciclo respiratorio se
incrementa el cambio de presiones dentro del tórax. De esta manera la
circulación coronaria es más libre y eficaz; aumenta la capacidad de los
capilares y se refuerza el proceso de oxigenación y de reducción del anhídrido
carbónico en el cuerpo. Así se mejora la nutrición del músculo cardíaco y se previene
la arteriosclerosis y las distintas enfermedades cardíacas.
Sistema respiratorio
La respiración es nuestra fuente de vitalidad,
a través de ella la naturaleza nos brinda la energía más rica. El dominio de
una buena técnica respiratoria, no tiene como única meta el control y dominio
del ritmo y frecuencia respiratoria, sino muy especialmente conseguir una carga
energética del organismo.
La forma de
respiración en Tai Chi es abdominal – más profunda, lenta y suave –, en vez de
pulmonar y superficial: se inspira por la nariz y se dirige el aire al Tan
Tien, sintiendo cómo va bajando hasta este punto que se sitúa a unos tres dedos
por debajo del ombligo, en el bajo vientre, y se expira igualmente por la nariz
con la boca cerrada.
El Tai Chi exige una suave y profunda
respiración, con la atención concentrada en que el aire llegue al hipogastrio.
Las contracciones y relajaciones del diafragma y de los músculos abdominales,
además de realizar un verdadero masaje de los órganos contenidos en el abdomen,
también asegura una buena circulación favoreciendo los procesos digestivos y
una correcta evacuación intestinal.
Esta forma de
respiración mantiene la elasticidad del tejido pulmonar, aumentando su
capacidad, se desarrollan los músculos que intervienen en la respiración y se
mejora el intercambio de oxígeno por dióxido de carbono en los pulmones, lo que
aumenta la oxigenación de los tejidos mejorando sus funciones.
La utilización de los pulmones en forma
completa es la mejor manera de mantenerlos sanos y fuertes sin permitir su
prematura degeneración por un defecto. El aumento en la capacidad respiratoria,
o sea de la cantidad de aire que se moviliza en cada ciclo respiratorio, mejora
la función pulmonar de oxigenación de la sangre y en consecuencia la de todos
los tejidos y órganos, lo que trae aparejado un aumento de la resistencia
corporal, la disminución de la fatiga y mejoras en la fisiología orgánica.
Sistema digestivo y
metabolismo
Muchas enfermedades de la vejez están
relacionadas con la reducción del metabolismo. Por ejemplo la arteriosclerosis
es causada por una dificultad en el proceso de oxidación celular y en el
aumento de los lípidos y en colesterol.
Se produce un suave
auto masaje abdominal – al hígado, estómago e intestinos – durante los
movimientos, que son dirigidos desde la cintura, mejorando la digestión y el
tránsito, lo que mejora el apetito y disminuye el estreñimiento. Aumenta la
secreción de la glándula suprarrenal, mejorando el metabolismo, disminuyendo el
colesterol en sangre y aumentando las proteínas, como la albúmina, siendo así
un eficaz medio de prevenir y controlar la arteriosclerosis.
Sistema motor – huesos, músculos y
articulaciones
Gracias a la
circularidad en los movimientos todos los músculos y tejidos participan en el
ejercicio y se tonifican. Al alternar la tensión y la relajación se consiguen
músculos y tendones más elásticos, proporcionados y armoniosos. Los huesos y
articulaciones se tornan más resistentes y flexibles, con lo que se evitan
fracturas y deformaciones óseas, al tiempo que se gana en agilidad y
coordinación en los movimientos. El fortalecimiento de los músculos dorsales es
fundamental para la estabilidad. Previene y combate la osteoporosis, la
artritis reumatoide y el dolor de espalda. La alineación cráneo-sacral con la
que se deben realizar los movimientos, implica la corrección postural y
fortalecimiento de toda la columna vertebral, ayudando a la colocación de los
órganos internos, con lo que se mejora su función orgánica. La tensión acumulada
en los hombros se reduce significativamente.
Fuerza muscular. Esta práctica puede
mejorar la fuerza de la parte inferior y superior del cuerpo. Cuando se
practica regularmente puede ser comparable al entrenamiento de resistencia y
caminar rápido. Aunque no se trabaja con pesas o bandas de resistencia, el
ejercicio de los brazos fortalece la parte superior del cuerpo. Fortalece las
extremidades inferiores y superiores y también los músculos centrales de la
espalda y el abdomen.
Flexibilidad. El Tai Chi puede
aumentar la flexibilidad de la parte superior e inferior del cuerpo, así como
la fuerza.
Equilibrio. Se produce una
importante mejora del equilibrio y, según algunos estudios, reduce las caídas.
La propriocepción, que es la capacidad de detectar la posición del cuerpo en el
espacio, disminuye con la edad. Pero el Tai Chi ayuda a entrenar este sentido,
que es una función de las neuronas sensoriales en el oído interno y en los
receptores de estiramiento en los músculos y ligamentos. El miedo a caerse puede
hacer caer más fácilmente; algunos estudios han encontrado que el entrenamiento
de Tai Chi ayuda a reducir ese miedo.
Acondicionamiento aeróbico. Dependiendo
de la velocidad y el tamaño de los movimientos, la ejecución del Tai Chi puede
proporcionar algunos beneficios aeróbicos.
Alivio del estrés
El estrés y la
ansiedad, son los desencadenantes más comunes de ataques de asma y enfermedad
pulmonar. Los expertos en Salud están de acuerdo en que los problemas
psicológicos y físicos pueden ser la causa de la mayoría de las enfermedades
respiratorias. Los estudios demuestran que existe una relación entre las
emociones y el funcionamiento físico. Cuando el paciente está en dificultades,
el cuerpo responde con respiración anormal. Esto conduce a inflamación de las
vías respiratorias, causando problemas respiratorios, peor aún, los músculos
que rodean los pulmones pierden su flexibilidad con el tiempo, dando lugar a
problemas respiratorios frecuentes.
El Tai Chi ayuda a
aliviar el estrés, la ansiedad y reducir el riesgo de la depresión. Consiste en
respiración rítmica, que calma los nervios y mejora la coordinación entre los
ojos y las manos, todo esto promueve la calma. Cuando la Mente está en paz el
cuerpo sigue.
Sistema reproductor
Mejora la salud
sexual en su conjunto. Se han obtenido muy buenos resultados en el tratamiento
de enfermedades y disfunciones del sistema reproductor masculino
(espermatorrea, eyaculación precoz, impotencia…) En el femenino, al
fortalecerse la zona abdominal se retrasa su envejecimiento, se mantienen sus
órganos en la posición correcta, además de obtenerse resultados en el
tratamiento de la esterilidad y la frigidez.
Gracias al movimiento suave y lento, junto con la relajación mental es altamente idóneo y recomendable para las mujeres embarazadas, ya que incide positivamente tanto en el período de gestación, como en el parto y post-parto ayudando a la recuperación.
Gracias al movimiento suave y lento, junto con la relajación mental es altamente idóneo y recomendable para las mujeres embarazadas, ya que incide positivamente tanto en el período de gestación, como en el parto y post-parto ayudando a la recuperación.
En resumen, la práctica habitual del Tai Chi
contribuye a
* Aumentar la agilidad, el equilibrio, la resistencia
y la flexibilidad.
* Fortalecer los músculos, especialmente los de
las piernas y mejorar su elasticidad.
* Mejorar el bienestar general y la sensación
de armonía y equilibrio mental.
* Reducir la depresión, el estrés y la ansiedad.
* Reducir la presión arterial alta.
* Mejorar la salud cardiovascular.
* Aliviar el dolor crónico, especialmente el de las articulaciones.
* Aumentar la capacidad aeróbica.
* Aliviar dolencias en la zona lumbar y en la columna vertebral.
* Mejorar nuestro sueño.
Por esta razón y con base
en las investigaciones realizadas, se puede promover
la práctica del Tai Chi
para desarrollar un equilibrio y armonía interior
que se vea reflejado en seres
humanos más conscientes de sí mismos,
emocionalmente más estables y
cerebralmente más sanos.
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