agosto 11, 2013

Las Toxinas en el Hogar



Todo lo que usamos en casa parece inofensivo, pero el metabolismo, el sistema nervioso, el cerebro y el
funcionamiento hormonal se ven afectados por la presencia de metales pesados, cierto tipo de plásticos y el teflón en las ollas.



Toxinas Químicas en el Aire

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (Environmental Protection Agency) ha demostrado que el aire en espacios cerrados puede estar incluso más contaminado que el que está en exteriores.

Aunque nuestras casas deben representar este sitio seguro para nosotros, con frecuencia respiramos aire tóxico, lleno de químicos dentro de nuestro hogar, sin que nos demos cuenta de ello.

Esto se debe, en gran medida, a la cantidad de químicos tóxicos en los productos que usamos, al igual que a nuestros malos hábitos. Las grandes cantidades de plomo, brea y radón son solo unos cuantos ejemplos de los contaminantes tóxicos que se encuentran en el aire, en espacios cerrados.

Debido al incremento en el monto de químicos en nuestro aire y en espacios cerrados, nuestro cuerpo puede padecer una saturación tóxica. De los alimentos que comemos a las cosas que tocamos y el aire que respiramos, las toxinas hacen que nuestro cuerpo trabaje demasiado para mantenernos equilibrados. Desde los aditivos de la gasolina al formaldehído, la exposición diaria a las toxinas químicas del aire puede ser uno de los principales factores que aumentan la posibilidad de desarrollar cáncer, enfermedades pulmonares, alergias, problemas respiratorios y trastornos del sistema nervioso.

Los químicos tóxicos en el aire interior pueden tener concentraciones hasta 100 veces superiores que el aire en espacios externos. Esto es por el hecho de que nuestras casas y negocios son creados para no tener fugas; lo que significa que las toxinas están selladas y el aire fresco no puede entrar.

Irónicamente, las toxinas químicas en el aire provienen de productos que usamos para mejorar nuestra vida. Esto incluye pegamento, pintura, la tapicería de los muebles, las cubiertas plásticas de los estéreos, los iPods, los celulares y los juguetes, las telas sintéticas, los pesticidas, los fumigadores, los productos de limpieza, los desinfectantes, los detergentes, el jabón, los productos de belleza, los perfumes, las lociones, el champú, los lubricantes, la alfombra, la cama de espuma, la fibra de vidrio y hasta un filete de pescado pueden tener tóxicos que afecten el organismo.

Cada uno de estos artículos libera ciertas cantidades de contaminantes tóxicos. A esto se le conoce como el “gas expulsado” del producto.

También hay tóxicos biológicos en el aire. Esto incluye: ácaros del polvo, pelo de mascotas, moho.


Productos químicos más utilizados, los cuales deberían ser evitados en la medida de lo posible

Muchos científicos y doctores están vinculando el dramático incremento en la cantidad de niños con asma y problemas de aprendizaje, el síndrome de deficiencia de atención y el síndrome de deficiencia de atención e hiperactividad y el autismo, con una mayor exposición tanto en niños, y sus madres, a los productos comunes de limpieza que contienen muchos químicos y son altamente tóxicos, además de los aditivos químicos y los colorantes de los alimentos.

PVC. Se trata de un plástico sólido, rígido e inofensivo. Sin embrago, en algunos casos, para que el PVC sea flexible se le agrega una sustancia química llamada ftalatos (compuestos químicos principalmente empleados como plastificadores). Estos plastificantes pueden filtrarse con el tiempo. En los seres humanos pueden interferir en las funciones hormonales.

El cloruro de vinilo es el plástico interior de un auto nuevo. Es un conocido carcinógeno.

Los ftalatos se encuentran en:
Paquetes de alimentos procesados
Lubricantes y adhesivos
Mangueras
Detergentes
Impermeables
Productos de belleza como esmalte de uñas, spray para el cabello, champú, desodorantes y perfumes
Cortinas para la bañera
Productos cosméticos
Pisos de vinil y recubrimiento de paredes
Juguetes


Bisfenol A. Esta toxina altamente frecuente y desagradable que se esconde en casi todos los hogares, está vinculada a un mayor riesgo de cáncer de mama y cáncer de próstata, diabetes, enfermedades del corazón y la obesidad. 


El bisfenol A se encuentra comúnmente en:
Botellas de agua de plástico transparente
Selladores dentales
Botellas de plástico para envasar la leche
Alimentos enlatados y latas de soda (la mayoría tienen recubrimiento de plástico en los envases)
Placas de plástico para microondas, utensilios de cocina y para hornear
Juguetes para bebés, biberones, chupones.

Pero existen alternativas que ofrecen opciones libres de BPA. Busque "BPA libre" en las etiquetas de las fuentes mencionadas.

PFOA (Teflón). Los utensilios de cocina antiadherente son la principal fuente de los peligrosos productos químicos perfluorados (PFOA). Las sartenes antiadherentes alcanzan rápidamente temperaturas que hacen que el recubrimiento se empiece a romper, liberando toxinas en el aire de su cocina que se han relacionado con el cáncer, defectos congénitos y enfermedades de la tiroides. Es recomendable desechar este tipo de utensilios de cocina y reemplazarlos con utensilios de cerámica o de vidrio. Los utensilios para cocinar de cerámica son muy resistentes y fáciles de limpiar, y no hay prácticamente ningún riesgo de exposición a sustancias químicas nocivas.

Formaldehído. El formaldehído es uno de los compuestos orgánicos volátiles más comunes. Sirve para varios propósitos en los productos de fabricación. Es frecuentemente utilizado en las telas para darles una variedad de "propiedades de fácil cuidado", además de ser un componente común de los productos de madera prensada. Entre estos materiales están la madera aglomerada que se utiliza en contra pisos o estanterías, la fibra de madera prensada usada en armarios y mobiliario. El formaldehído ha demostrado causar cáncer en animales, y puede causar cáncer en los seres humanos. Otros efectos adversos comunes en la salud incluyen fatiga, erupciones cutáneas y reacciones alérgicas. Elegir materiales naturales para la ropa y muebles, puede ayudar a reducir su exposición.




Los productos que contienen aspartame y los jugos de fruta embotellados o en lata tienen metanol, el cual es convertido en formaldehído. Esto es aún más peligroso que el formaldehído en los productos, ya que el cuerpo transporta el metanol en los tejidos delicados, en el cerebro, una enzima lo convierte en formaldehído.

PBDE (polibromodifenil). Estos productos químicos retardantes de flamas han sido relacionados con niveles alterados en la tiroides, disminución de fertilidad y numerosos problemas con el desarrollo cuando la exposición se produce en el útero. Los PBDE se encuentran comúnmente en artículos para el hogar como las alfombras y armazones de televisión y computadoras.

Otra fuente común de PBDE es el colchón. Los fabricantes de colchones no están obligados a etiquetar los productos químicos o revelar los químicos contenidos en los colchones. Se recomienda adquirir los colchones 100 por ciento de lana, libres de toxinas. Otra opción viable es el colchón que utiliza un Kevlar, material tipo antibalas en lugar de productos químicos a prueba de incendios.

Radón. Es un gas radioactivo natural que se filtra en los hogares a través de las grietas en el sótano, en torno a la fundación y en el agua de pozo. Entra en el cuerpo en silencio a través de las vías respiratoriasEl gas radón es, según la Organización Mundial de la Salud, la segunda causa de muerte por cáncer de pulmón y el responsable de entre el 3 y el 14% de este tipo de cánceres en todo el mundo.

Fluoruro. El fluoruro se ha añadido al suministro de agua durante décadas, sin embargo la investigación ha sugerido que se debe cesar para el tratamiento de 'enriquecimiento' del agua, dado que esta agua, como en las versiones sintéticas con flúor,  están relacionados con el cáncer, alteraciones de tiroides y problemas neurológicos. Nuestra piel es nuestro órgano más grande, por lo tanto se debe tener en cuenta el agua que se usa al bañarse o ducharse. Asegúrese de revisar su pasta de dientes y cambiar a un producto no fluorado.



Los metales pesados


Aunque los metales pesados provienen de la naturaleza, están concentrados en casi todos los objetos artificiales que nos rodean. Su acumulación en el cuerpo tiene efectos peligrosos. Por ejemplo, el plomo y mercurio suelen adherirse a los átomos de azufre en las proteínas, dañando la molécula de la proteína y afectando sus funciones. El metabolismo y el funcionamiento del cerebro y memoria pueden afectarse. El daño crónico está relacionado con la actividad cerebral en adultos y el desarrollo en los niños.

Mercurio. Los altos niveles de mercurio pueden dañar los nervios en los adultos y afectar el desarrollo nervioso en niños y bebés. No es un secreto que el pescado además de proteínas, aceites benéficos y oligoelementos tiene un nivel bajo de mercurio. Sin embargo, quienes consumen gran cantidad, acumulan mercurio en el organismo a lo largo de su vida. Los peces con mayor nivel de mercurio son el pez espada, el atún y pez gato.

Plomo. El plomo es una toxina conocida, sin embargo, muchos no saben que esta potente neurotoxina se esconde en su propia casa. El plomo se puede encontrar en las tuberías de agua. Este metal pesado no está únicamente en la pintura de algunas casas antiguas. El caso más reciente es el medio millón de juguetes chinos con pintura de plomo. Por esta razón, se comercializa un kit de prueba para detectar el metal. Funciona poniendo a prueba la superficie del objeto con diferentes sustancias. El plomo tiene las mismas consecuencias en el organismo que el mercurio.

Aluminio. El aluminio está presente en algunos utensilios de cocina. El peligro surge cuando alimentos ácidos, sales y restos de cobre destruyen la capa que los protege. Este metal también está en aditivos legales que son usados en algunos alimentos. El aluminio tiene efectos negativos en el sistema nervioso central y puede causar demencia, pérdida de la memoria y temblores.


Pertubadores endocrinos vinculados con enfermedades humanas

Algunas de las sustancias más penetrantes son utilizadas en productos de plástico, y son conocidas como pertubadores endocrinos. Estos productos químicos son de estructura similar a las hormonas sexuales naturales, lo que interfiere con sus funciones normales.

En febrero 2013, la Organización Mundial de la Salud anunció un nuevo informe co-producido con el Programa Ambiental de las Naciones Unidas, titulado: State of the Science of Endocrine Disrupting Chemicals.

En el informe conjunto se pide que se siga investigando para entender plenamente las relaciones entre esos denominados perturbadores endocrinos (PE) — presentes en muchos productos domésticos e industriales — y determinadas enfermedades y trastornos.

La salud humana depende del buen funcionamiento del sistema endocrino, que regula la liberación de hormonas esenciales para funciones tales como el metabolismo, el crecimiento y desarrollo, el sueño o el estado de ánimo.

Los PE pueden alterar el funcionamiento normal de este sistema hormonal y aumentar el riesgo de efectos adversos para la salud. 

El informe sugiere que la eliminación de los pertubadores endocrinos (EDC) puede ser necesaria para proteger la salud de las generaciones futuras. El estudio se promociona como el informe más completo sobre los EDC hasta la fecha, destacando una gran variedad de problemas de salud asociados con la exposición :

* Efectos sobre el desarrollo del sistema nervioso en los niños

Déficit de atención con hiperactividad en niños

Descenso testicular en los hombres jóvenes

Cáncer de mama en las mujeres

Cáncer de próstata en hombres

Cáncer de tiroides

Los diversos sistemas afectados por productos pertubadores endocrinos, probablemente incluyen todos los sistemas hormonales y varían desde el control del desarrollo y función de los órganos reproductores hasta los tejidos y órganos que regulan el metabolismo y la saciedad. Los efectos en estos sistemas pueden conducir a la obesidad, infertilidad o fertilidad reducida, dificultades de aprendizaje y memoria, desarrollo de diabetes en edad adulta o enfermedad cardiovascular, así como una variedad de otras enfermedades.

El estudio mencionó varios de los culpables más comunes, incluyendo el Bisfenol-A (BPA),  PCB (policlorobifenilos), los ftalatos y los pesticidas agrícolas. Estudios en animales han demostrado que existe una "fuerte evidencia" de que los BPA pueden interferir con las hormonas tiroideas. También se descubrió que el daño cerebral, la inteligencia disminuida, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y el autismo son potenciales efectos secundarios.

Muchos fabricantes han sustituido simplemente el BPA por bisfenol-S (BPS), un producto químico con la misma toxicidad. Los estudios muestran que el BPS está apareciendo en las concentraciones de orina de los humanos a niveles similares de BPA  una indicación de que los fabricantes están simplemente cambiando el uno por el otro, mientras que aún continúan comercializando sus productos como "libres de BPA". Un estudio realizado en el 2012 descubrió que el 81 por ciento de las personas que fueron evaluadas en los Estados Unidos y en otros siete de países asiáticos tuvieron BPS en la orina.

Los BPS ejercen, según otro estudio, una actividad estrogénica química comparada al estradiol  el estrógeno humano más potente. También se encontró que es capaz de aumentar la señalización celular mediada por el estradiol, convirtiéndolo en un disruptor endocrino particularmente potente. Además, el estudio mostró que el BPS puede inducir la apoptosis (muerte celular) e interferir con la secreción celular de la prolactina – una hormona que regula cientos de funciones biológicas, incluyendo el metabolismo, la reproducción y la lactancia.

La Unión Europea ya ha prohibido el uso de BPA en biberones y hay organizaciones que piden que se prohiba su uso también en plásticos alimentarios.

La Asamblea nacional en Francia da un paso concreto al prohibir en octubre 2012 el uso del bisfenol A en cualquier producto alimenticio. La prohibición entrará en vigor, para todos los envases alimentarios, el 1 de enero de 2014, excepto para los envases alimentarios destinados a niños menores de tres años: en ese caso la prohibición rige desde el 1 de enero de 2013. El parlamento francés se ha basado en un informe reciente de ANSES, la Agencia nacional de seguridad sanitaria de la alimentación, el medio ambiente y el trabajo.

Otro producto químico utilizado en la fabricación de plásticos es el ftalato o PVC, que hace que los plásticos sean como el cloruro de polivinilo, más flexible y más  resistente. Hasta la fecha, es también uno de los disruptores endocrinos más penetrantes. Estos productos químicos se están asociando cada vez más con los cambios en el desarrollo del cerebro masculino, así como con defectos en los genitales, anomalías metabólicas y testosterona reducida en bebés y adultos.

El informe de la Organización Mundial de la Salud destaca unos 800 productos químicos que se han confirmado o que son sospechosos de interferir con los receptores de hormonas, la síntesis hormonal o la conversión, y que sólo una pequeña cantidad de estos químicos ha sido adecuadamente estudiada para determinar sus efectos negativos sobre los organismos. Es decir “la gran mayoría de los productos químicos de uso comercial actual no se han evaluado en absoluto”, admite el estudio.

En el informe se detalla que los productos químicos como el DDT, los PCB, dietilestilbestrol (DES) y éteres de difenilo polibromado (PBDE), de uso frecuente en los pesticidas y herbicidas, o para controlar la reproducción de plagas, son los culpables del cáncer de mama, cáncer de próstata, y del no desarrollo de los testículos en humanos.



Los niños son más susceptibles a las toxinas


De la infancia en adelante, los niños ingieren más alimentos, toman más líquidos y respiran más aire que los adultos. Kilo por kilo, una bebé menor de doce meses de edad consumirá el doble de alimento que una niña de siete a doce años y cuatro veces lo que come una mujer joven de diecinueve años. Además, los niños respiran más rápidamente y toman un volumen relativamente mayor de aire por minuto en comparación a los adultos. Los niños no sólo tienen una mayor velocidad basal de respiración, sino también respiran rápidamente con mayor frecuencia, especialmente mientras juegan.

Los niños recién emprenden el viaje de la vida. Exploran constantemente su mundo a través del oído y la vista, como lo hacen  usualmente los adultos, pero también a través del gusto, el olfato y el tacto. Mientras más jóvenes sean, más tiempo pasan sobre el suelo, en donde las toxinas tienden a asentarse y acumularse.

Por mucho tiempo se ha sabido que los órganos y tejidos que aún están en desarrollo son más sensibles a dañarse por influencia de toxinas. La inmadurez del tracto gastrointestinal y de la barrera sanguínea del cerebro en los niños permite una mayor absorción de tóxicos. Y sus funciones hepáticas y renales aún no desarrolladas son menos eficientes en el metabolismo y excreción de toxinas. Los niños también tienen menos protección debido a su sistema inmunitario inmaduro.

Los niños tienen una vida más prolongada por delante para acumular las grandes cantidades de tóxicos de hoy en día y están desarrollando enfermedades degenerativas más temprano en la vida. La exposición aumentada a toxinas, en combinación con su mayor vulnerabilidad, forman la base de la predicción de que los niños hoy en día tendrán una expectativa de vida menor que sus padres.


Toxina Bt transgénica aparece en embarazadas y fetos

Las toxinas que se implantan en los cultivos de alimentos transgénicos para matar plagas están llegando al torrente sanguíneo de las mujeres y a los bebés no nacidos. La toxina Bt es un pesticida que deshace el estómago de ciertos insectos y los mata.

Un estudio publicado por la revista científica Reproductive Toxicology, en marzo 2011, muestra la presencia en la sangre de mujeres, mujeres embarazadas, y fetos, de diferentes toxinas derivadas de los cultivos transgénicos. El estudio desarrollado en Quebec (Canadá) muestra que la toxina Bt (producida por maíz transgénico) aparece con una muy alta frecuencia, ya que se encontró en un 93% de las muestras de sangre de mujeres embarazadas, en un 80% de las de fetos, y en un 69% de las de mujeres no embarazadas. Ninguna de las mujeres ni sus compañeros habían trabajado con insecticidas. Las toxinas para matar plagas de los cultivos están llegando a los seres humanos y a los bebés en el vientre materno. Los autores del estudio sugieren que la ruta de exposición principal de la medida BT fue el consumo humano, probablemente en la dieta normal de la clase media de Canadá, presente en los alimentos procesados y bebidas en forma de jarabe de maíz de alta fructosa, productos lácteos producidos por animales alimentados con maíz BT.

Los hallazgos de la investigación han demostrado que el maíz BT no es seguro para el organismo humano.

No se sabe el daño que esto causa, pero se especula que podría llevar a las alergias, anomalías de cáncer o incluso aborto involuntario.

Las empresas de biotecnología han insistido en que la toxina BT no se une o interactúa con las paredes intestinales de los mamíferos ni de los seres humanos.

La mayor parte de la investigación mundial que se ha utilizado para demostrar la seguridad de los cultivos transgénicos ha sido financiada por la propia industria.

El nuevo estudio fue llevado a cabo por médicos independientes en el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Sherbrooke Centro Hospitalario en Quebec, Canadá.


¿ Qué se puede hacer para reducir la exposición innecesaria de químicos de su familia ?

1. En la medida de lo posible, compre y coma productos orgánicos y provenientes de animales que comen pasto, con la finalidad de reducir la exposición a los pesticidas y fertilizantes.

2. En lugar de comer pescado convencional o de criadero, que a menudo están altamente contaminados con PCB y mercurio, tome un suplemento de aceite de kril (ácidos grasos omega-3, fosfolípidos y antioxidantes) de alta calidad, o coma pescado silvestre el cual haya sido aprobado por un laboratorio.

3. Coma principalmente alimentos frescos, alejándose de los alimentos procesados, envasados ​​de todo tipo. De esta manera usted automáticamente evitará aditivos artificiales, incluyendo edulcorantes artificiales, colorantes alimentarios peligrosos y GMS (glutamato monosódico).


4. Almacene sus alimentos y bebidas en contenedores de vidrio en lugar de contenedores de  plástico, y evite el uso de plástico y alimentos enlatados (que a menudo contienen revestimiento de BPA).

5. Haga una prueba de análisis al agua de su grifo, en caso de tener contaminantes, instale un filtro de agua apropiado en todos sus grifos (incluso en el de su ducha o bañera).

6. Utilice en su hogar productos de limpieza únicamente naturales.

7. Elija sus artículos de aseo de marcas naturales, tales como champú, pasta de dientes, desodorantes y cosméticos. El Grupo de Trabajo Ambiental (EWG por sus siglas en inglés) tiene una base de datos que le ayudará a encontrar los productos de cuidado personal que son libres de ftalatos y otras sustancias químicas potencialmente peligrosas.

8. Evite el uso de ambientadores artificiales, hojas secas, suavizantes u otros aromas sintéticos.

9. Reemplace sus ollas y sartenes antiadherentes por artículos de cerámica.

10. Cuando repare o re-diseñe su hogar, busque alternativas "verdes," libres de toxinas en lugar de pintura normal y revestimientos de vinil.

11. Reemplace su cortina de ducha de vinil por una de tela, o instale una puerta de ducha de vidrio. La mayoría de los plásticos flexibles, como las cortinas de ducha, contienen plastificantes peligrosos como los ftalatos.

12. Limite tanto como sea posible el uso de medicamentos (con receta y de venta libre). Los medicamentos son también sustancias químicas, y con el tiempo ellos dejan residuos y se acumulan en su cuerpo.

13. Evite rociar pesticidas en su hogar o repelentes de insectos que contengan DEET. Existen en el mercado alternativas seguras, eficaces y naturales.

Las plantas limpian y absorben las toxinas en el aire
Las plantas comunes de interior pueden ayudarnos a combatir la  contaminación atmosférica de nuestro hogar. Son purificadores conocidos del aire tanto en espacios cerrados y externos.

Un estudio realizado por la NASA, ha identificado 50 plantas domésticas que eliminan  muchos de los contaminantes y los gases mencionados anteriormente. El Dr. B. C. Wolverton quien lideró la investigación valoró estas plantas teniendo en cuenta: la facilidad para quitar vapores químicos, la facilidad del crecimiento, la resistencia a problemas de insectos, y a la transpiración (la cantidad de agua que exhalan en el aire).

Estas plantas son especialmente buenas para limpiar y absorber toxinas en el aire: Lirio de Paz, Palmeras Areca, Helecho de Boston, Espatifilo, Margarita Gerbera, Crisantemos, Filodendro, ArecaRhapis excelsa, Chamaedorea seifrizii, Ficus robusta, Dracaena deremensis y el “Golden Pothos”. El estudio determinó que las plantas succionan los químicos tóxicos a través de sus hojas, y de las raíces y las bacterias de la tierra eliminan hasta los niveles de vapores tóxicos que pueden rastrearse.


Limitar la exposición química es importante para una salud óptima

Es importante hacer estos cambios positivos y graduales hacia la disminución de riesgo químico a través de un estilo de vida saludable. Mientras que hace el cambio para eliminar y reducir los productos químicos en su hogar, recuerde que una de las formas para reducir significativamente su carga tóxica es prestar mucha atención a lo que come.

Los alimentos cultivados orgánicamente, biodinámicos e integrales son realmente la clave del éxito aquí, y como un bono adicional, cuando usted coma bien, también estará optimizando su sistema de desintoxicación natural de su cuerpo, lo que puede ayudar a eliminar las toxinas de su cuerpo encontradas en otras fuentes.

Limpiadores ecológicos 

Básicos para la casa cuyos beneficios son:
* Libres de compuestos tóxicos
* Fáciles de hacer
Más baratos que los comerciales

Limpiador multiusos. Este limpiador puede utilizarse para limpiar superficies de la cocina, el baño y los vidrios.

Ingredientes:

* ½ taza de vinagre blanco
* ¼ taza de bicarbonato de sodio
* 2 litros de agua
* ¼ taza de jugo de limón
* 20 gotas de aceite de Tea Tree (opcional). El Tea Tree es una planta con propiedades antibacterianas y fungicidas.

Preparación: mezclar todos los ingredientes en un aspersor.

Jabón lava vajilla

Ingredientes:

* ½ tz jabón de castilla líquido
* 1/8 tz agua
* 4 gotas de esencia de naranja
* 1 cucharadita de vinagre blanco

Preparación: mezclar todos los ingredientes en una botella de plástico.  Pueden guardar la misma del jabón que actualmente usen y rellenarla.

Limpiador para pisos

Ingredientes:

* Vinagre blanco
* Agua

Preparación: mezclar a partes iguales agua y vinagre blanco en una cubeta.  Usar para trapear y limpiar pisos y escaleras.


La contaminación ambiental es un problema grave, pero para la mayoría de las personas no existen muchas soluciones inmediatas para remediarlo. Invierta mejor su tiempo centrándose en su entorno inmediato, su casa, todos los productos que usa o con los que tiene contacto regularmente. La eliminación de ellos puede ayudar a reducir su carga tóxica, y por lo tanto disminuir el riesgo de problemas de salud inducidos por productos químicos. El precio por la inactividad y la falta de regulación y eliminación de estas toxinas perniciosas de nuestra vida será un precio duradero de salud, ambiental y económico.

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