Si se regula el desorden
sensorial de la persona con autismo,
se cambia su vida a mejor, y por
extensión la de su familia
El trastorno sensorial es
una falta de sincronización y/o regulación de los diferentes sentidos, ya sea
de forma individual o de forma conjunta. De manera que la información sensorial
no se procesa de forma adecuada y las interacciones entre los diferentes
sentidos están alteradas. Esto provoca que ya sea por exceso o por defecto, la
información no se procesa de forma adecuada y la respuesta es por tanto
incorrecta.
El Trastorno del
Procesamiento Sensorial (TPS) en el autismo impacta de diversas maneras en la
persona. Saber identificar los signos del TPS ayudará a preparar una mejor
intervención, a reducir estereotipias, conductas problemáticas y a mejorar la
calidad de vida de la persona.
El trastorno en el
procesamiento sensorial es frecuentemente la causa de problemas de aprendizaje,
conducta y coordinación motriz en niños. Puede afectar a las relaciones
sociales, al desarrollo de las pautas de juego, habilidades de cuidado y
autonomía personal y a la comunicación.
Esta disfunción en la integración
sensorial, puede explicar por qué algunos niños tienen problemas para aprender
nuevas habilidades, para auto-organizarse, regular su atención, participar en
las actividades y juegos en la escuela o en experiencias sociales positivas.
El TPS es un trastorno
complejo del cerebro que afecta la manera en que se experimentan las
sensaciones (vista, sonido, tacto, olfato, gusto y movimiento) y su
organización dentro de un comportamiento. El
TPS
puede
afectar
a
uno
o
varios
sentidos
(vista, gusto, tacto, olfato, oído, propiocepción y/o
sentido vestibular/equilibrio). Algunos niños con este trastorno se sienten
bombardeados por la información sensorial y la evitan. Otros, al contrario,
parece que no se dieran cuenta de los estímulos que los rodean y se muestran
indiferentes.
Los problemas sensoriales en el autismo se dividen
en los siguientes grupos :
* Auditivos : Hipersensibilidad a sonidos por ejemplo.
* Visuales : El 80% de los estímulos que recibimos tienen un
origen visual. La disincronía existente entre la visión y la audición (por
ejemplo) en el autismo son habituales. También los aspectos relacionados con la
ubicación espacial o con los aspectos relativos a la visión focal.
* Táctiles : No se dejan tocar o abrazar o presentan
reacciones exageradas ante determinadas texturas.
* Olfativos : Determinados olores cotidianos les causan un
fuerte rechazo.
* Gustativos : Problemas para reaccionar adecuadamente ante
sabores cotidianos, o buscar sabores fuertes o picantes.
* Vestibulares : Por ejemplo, realizando un balanceo para poder
mejorar el equilibrio.
* Propioceptivos : Problemas con la
ubicación espacial, de motricidad o incluso sinestesia (asimilación conjunta o
interferencia de varios tipos de sensaciones de diferentes sentidos en un mismo
acto perceptivo).
Impacto del trastorno sensorial en el autismo
Cada vez adquiere más
fuerza el postulado de que el autismo es un desorden sensorial de gran impacto.
Ya que las áreas más afectadas en el autismo están fuertemente relacionadas con
aspectos ligados al procesamiento sensorial.
Comunicación y el
lenguaje
Son uno de los aspectos más rápidamente detectables, junto con el de
conductas y baja interacción social. El lenguaje es sensorial y motriz, y en el
autismo la recepción y procesamiento de los estímulos visuales y auditivos del
lenguaje no se procesan de forma adecuada. Estos problemas de comunicación
infieren directamente en la conducta. A su vez, muchos otros problemas de
conducta típicos en autismo también tienen un origen puramente sensorial. Esto
no significa que el 100% de los problemas de conducta tengan un origen
sensorial, pero si un porcentaje significativo.
En la actualidad se estima que entre un 20 y 30% de niños y adolescentes
con autismo no desarrollan lenguaje verbal, o tienen un muy bajo nivel de
expresión oral. Este aspecto preocupa mucho a las familias que ven como sus
hijos tienen un muy bajo nivel de comunicación, hecho que en muchas ocasiones
está relacionado con mayor nivel de ensimismamiento o incluso de conductas
inadecuadas.
Se considera que el lenguaje es movimiento, y que entra dentro de
las habilidades motrices, que, combinadas con la interacción social componen la
base del ser social. Y este aspecto es uno de los grandes afectados en el
autismo.
Motricidad
Respecto a la motricidad – tanto fina como gruesa – es habitual también el tópico del niño o niña torpe motrizmente. Del tipo del niño que se tropieza con una raya de lápiz pintada en
el suelo. A eso podemos también sumarle hipotonía muscular. Y tenemos un niño
que a nivel motriz y de coordinación es generalmente malo.
Estos retrasos en el desarrollo motriz están relacionados con el
sistema motor central y sus mediadores, incluida la corteza cerebral, el
circuito frontoestriatal, el cerebelo, las regiones visuales que intervienen en
la percepción, y el sistema de integración sensorio-motriz.
Dentro de los criterios diagnósticos de los Trastornos del
Espectro del Autismo (TEA), los únicos aspectos relacionados con problemas
motrices están ligados a conductas repetitivas y estereotipias motoras, tales
como: aleteos, movimientos rítmicos (mecerse), movimientos de manos. Pero estos
no son los únicos aspectos relacionados con los aspectos motrices, también se encuentran
anomalías posturales, caminar errático o rígido, andar de puntillas.
Muchas estereotipias motoras tienen un fuerte
componente sensorial, se usan como un estabilizador o regulador, en algunos
casos para controlar hiperestímulos, en otros – como los balanceos – para
mejorar la sensación espacial o corporal.
Audición
Los aspectos
relacionados con la audición son bastante frecuentes y normalmente visibles. El
signo más evidente es el de la hipersensibilidad, donde el niño entra en pánico
ante determinados sonidos (aspiradoras, ambulancias, licuadoras, batidoras, la
sirena del colegio…), a su vez no regula adecuadamente su tono de voz, o se
expresan vocalmente a gritos o en puros susurros. Uno de los signos del autismo
es el hecho de que el niño no atienda a su nombre.
La respuesta
hipersensible al sonido es quizá la más habitual. Muchas personas con TEA se
tapan los oídos ante determinados sonidos o lugares ruidosos. Incluso algunos
se golpean la cabeza para reducir ese impacto sensorial auditivo. Este desorden
puede desembocar en ansiedad e irritabilidad.
Visión
Existe una respuesta
inadecuada del sistema vestíbulo-visual, relacionada con un mal procesamiento
del sistema central de visión.
El niño con autismo
puede presentar cierta predilección por la visión de tipo focal, es habitual
verlos como toman un objeto y lo miran fijamente, como grabando todos y cada
uno de los detalles del mismo, fijándose en pequeños detalles que para
cualquier otro pueden pasar desapercibidos. Pero sin embargo, parece no poder
procesar adecuadamente una visión general de una habitación. Debe hacer un
barrido zona por zona de la habitación para poder reconocer y procesar la
información visual que está recibiendo. La visión espacial del conjunto le
genera mucha confusión e incapacidad de poder reconocer adecuadamente lo que el
niño ve.
Además se estima que
alrededor del 30% de las personas con TEA tienen foto-sensibilidad. Hay niños
que no pueden soportar los fluorescentes, ese parpadeo (teóricamente
imperceptible) los saca de quicio. Algunos no soportan la luz intensa, por
ejemplo la luz del sol, y experimentan un dolor real ante esa visión de luces
intensas.
El establecimiento de las
conexiones entre ojos, cerebro y el cuerpo se establecen de forma secuencial
incluso antes del nacimiento y se desarrollan durante los primeros años de vida
del niño. El desarrollo motor del niño se secuencia con la visión y los
sistemas vestibular y propioceptivo, y a su vez, este correcto desarrollo
permite al niño desarrollar de forma adecuada el resto de sus sentidos.
Podría decirse que
aprendemos a usar nuestra visión en combinación con el movimiento. En los
primeros días de vida el bebé presenta movimientos de tipo reflejo, como si
estuviesen marcados por improntas genéticas, a medida que el bebé crece toma un
mayor control de sus movimientos, en estos momentos el sistema motor es quien
toma las riendas y potencia los aspectos visuales. La visión acompaña o sigue a
el sistema motriz.
Llega un momento en que
la visión del bebé empieza a tomar mayor relevancia, en los primeros meses de
vida ha sido el sistema motriz quien impulsaba al sistema visual, pero entre
los 4 y los 6 meses aproximadamente, el niño empieza a usar su visión de forma
más eficaz, y dirige sus movimientos, por ejemplo, para alcanzar los juguetes que cuelgan en su cuna, la instrucción de movimiento ha sido dirigida por el
sistema visual.
Los aspectos motores
adquieren un mayor nivel de desarrollo, el niño refuerza su musculatura y le
permite moverse con mayor facilidad (desde voltearse, gatear y finalmente
andar), pero todos estos movimientos son coordinados y dirigidos por el sistema
visual. Este es un momento cumbre, implica ubicarse espacialmente.
Muchos niños con autismo
superan de forma muy básica este momento, su orientación espacial asociada a
los aspectos motrices es pobre. Esta circunstancia afectará posteriormente en
muchos de los aspectos fundamentales del desarrollo. A medida que el niño crece
usa su sistema visual de una forma muy diferente, debido a esta disfunción su
forma de usar la visión le condiciona un sinnúmero de aspectos relacionados con
el desarrollo.
Tacto
Los problemas táctiles
no afectan solo a las yemas de los dedos. La piel es un órgano táctil por
excelencia. Y la lengua también tiene una gran capacidad táctil. Los estímulos
táctiles pueden ser muy extremos en casos de hipersensibilidad.
Esta hipersensibilidad
táctil puede complicar tareas de lo más habituales y simples. Los niños que
presentan hipersensibilidad estarán en un estado de alerta muy elevado, y eso
les conducirá también a fuertes estados de ansiedad.
En niños con hiposensibilidad
táctil es frecuente que también sean niños hiporresponsivos a nivel
proprioceptivo. No son capaces de detectar espacialmente una sensación táctil en
su cuerpo. Es normal que en niños con baja respuesta táctil su respuesta motriz
sea baja también, incluyendo el control de la fuerza a la hora de manipular
objetos. Esa torpeza se puede manifestar de formas diferentes, por ejemplo
lentitud a la hora de aprender a vestirse y desvestirse solo.
Olfato y gusto
Los niños que tienen una
alteración olfativa puede o bien ignorar olores fuertes, oler todo de forma
compulsiva, llevarse a la boca cosas extrañas (hiporreactivos), o justo lo
contrario, evitar olores y alimentos, olores habituales le producen reacciones
de asco, y suelen ser super-selectivos con la comida (hiperreactivos). Y con lo
relativo al gusto sucede algo muy similar.
Desde niveles de
hipo-sensibilidad, que hacen que se lleven cualquier cosa a la boca a los niños
que no dejan ni que les toquen la zona orofacial.
Estos dos aspectos
suelen complicar mucho aspectos vitales como la alimentación, que es uno de los
problemas habituales en el TEA. Desde niños con hiperselectividad alimenticia
(lo más habitual), a niños que desarrollan Pica (ansia persistente y compulsiva de ingerir sustancias no comestibles).
Muchos niños tocan y
huelen los alimentos antes de llevárselos a la boca. Son muy sensibles a
texturas y temperaturas. Y a veces algo que huele bien no tiene la temperatura
adecuada, o la sensación táctil no le gusta. Aspectos que combinados complican
mucho el momento de la comida.
Vestibular
El sistema vestibular se
encuentra en el oído interno y se encarga de la orientación espacial y el
equilibrio. Nuestro cerebro utiliza el sistema vestibular y el propioceptivo
para procesar los efectos de la dinámica – evolución en el tiempo
de un sistema físico – y la cinemática – leyes del movimiento de los cuerpos –, lo que en conjunto nos
permite el movimiento de forma coordinada en las tres dimensiones. Y a su vez
existe una relación directa con la visión, en lo que se denomina como reflejo
vestíbulo-ocular (RVO). El sentido del equilibrio o equilibriocepción está
ligado por tanto al sistema vestibular.
En el caso de la
hiperreactividad vestibular el niño vive en una especie de estado de alerta
permanente. Y nuevamente, tanto por exceso como por defecto, el niño pierde
innumerables oportunidades de disfrutar de situaciones cotidianas que nos
ayudan en nuestro proceso de desarrollo social.
Un problema en la
gestión del equilibrio y el control espacial puede hacer que el niño ande de
puntillas en un intento por poder ubicarse espacialmente. Una mala gestión del
sistema propioceptivo, quien debe regular nuestras acciones motoras, produce
una sensación extraña al caminar erguido, y esta sensación desagradable se
compensa caminando de puntillas. Muchos niños con autismo adoran el movimiento,
columpiarse, que los balanceen, ya que este movimiento produce una sensación
agradable y estimulante para el niño, es un ejemplo de que existe una
disfunción de la integración sensorial, relacionada con un problema del sistema
proprioceptivo y vestibular.
Esta forma de caminar de
puntillas, forzando la postura, parece generar un mayor nivel de estímulos a
nivel proprioceptivo que generan una sensación agradable, como podría ser el
caminar sobre arena.
Los niños con
hiporrespuesta proprioceptiva–vestibular muestran una elevada actividad motriz,
una impulsividad que en muchos casos se confunde con hiperactividad, y además
suele ser habitual que el niño presente acciones cuando menos peligrosas por
una carencia del sentido del peligro.
Tanto la hipo como la
hiperreactividad vestibular complican el desarrollo del niño, provocan estados
de miedo, ansiedad, alerta, que obviamente dificultan su capacidad de
aprendizaje. También puede provocar conductas impulsivas, en una especie de
necesidad imperiosa de regular y obtener la respuesta sensorial que el niño
necesita. Existe una fuerte interrelación entre lo vestibular, lo visual y lo
propioceptivo.
Proprioceptivo
La propriocepción es la
capacidad de nuestro organismo para informarnos adecuadamente de nuestra
posición, dirección, movimiento en relación a nuestro propio cuerpo. Interviene
de forma activa en nuestra planificación motora y en nuestro esquema corporal.
El procesamiento adecuado de esta información nos permite que nuestra
coordinación motora sea adecuada. Los proprioceptores están localizados en los
músculos, articulaciones, tendones y en el aparato vestibular.
Los
niños con somatodispraxia presentan un déficit en el procesamiento de la
información somatosensorial (táctil – proprioceptiva) y problemas funcionales
relacionados con dificultades en la ejecución de tareas que requieren actos
motrices inusuales, como la imitación de movimientos corporales, no saber qué
hacer en situaciones sin consignas especificas, deportes, escritura,
actividades de construcción, vestido e higiene, utilización de herramientas y
utensilios, saltar a la cuerda. Todo esto va a generar una serie de problemas que
afectan incluso a la escritura.
Estereotipias
Son actos que el niño se repite indefinidamente. Pueden ser verbales, gestuales, posturales... Las estereotipias de voz son comunes, el niño siempre emite el mismo sonido con la misma intensidad. Es para el niño una manera de resistir el cambio.

El niño utiliza a menudo las estereotipias para defenderse de un aprendizaje, una nueva tarea, es para él una posición de comodidad. Permiten al niño expresar sus emociones, su aburrimiento y funcionan a falta lenguaje.
La mayoría de las estereotipias expresadas por el niño con autismo se refieren a auto-estímulos sensoriales. La estereotipia tiene a menudo una función de evacuación del estrés o de la ansiedad.
Algunos síntomas
Un niño con un perfil neuro-sensorial alterado puede tener uno o más síntomas.
* hipo o hipersensibilidad en un campo sensorial,
* comportamiento de aislamiento, frustración o agresividad inusuales,
* se distrae con facilidad,
* dificultades para adaptarse a nuevas situaciones,
* se cansa rápidamente,
* trastornos del lenguaje,
* retraso en la adquisiciones motrices,
* dificultades de aprendizaje,
* mala coordinación de movimientos y un equilibrio insuficiente.
Investigación
Una molécula podría regular los trastornos sensoriales
Investigadores del Instituto
nacional de Salud e Investigación médica (Inserm) en un estudio publicado en la
revista científica Nature Neuroscience en noviembre 2014, explican haber descubierto una manera de
tratar la alteración de la percepción sensorial que sufren los pacientes
autistas.
Estudiaron en ratones
otra enfermedad del desarrollo neurológico: el síndrome del cromosoma X frágil.
Esta patología también tiene anomalías en el procesamiento de la información
sensorial por el neocórtex, la parte del cerebro responsable de la percepción
sensorial. En este caso, el neocórtex de estos ratones está hiper-excitado en
contacto con estímulos sensoriales táctiles.
Los investigadores
encontraron que ciertos canales de iones – moléculas que determinan cómo las
neuronas procesan las señales eléctricas – "no funcionan" en el compartimiento dendrítico, una estructura que integra la información dentro de las neuronas.
Una molécula ha logrado
imitar los canales iónicos. Esto ayudó a corregir la hiperexcitabilidad de las
neuronas y anomalías de la integración neuronal y la hipersensibilidad a los
estímulos sensoriales.
Este descubrimiento realizado
en el ratón ofrece una nueva esperanza para un tratamiento personalizado de los
aspectos sensoriales de los trastornos del espectro del autismo y el síndrome
de X frágil.
Funcionamiento de la hipersensibilidad sensorial en personas con trastornos del espectro autista
Investigadores del Neurocentre Magendie en Burdeos
(Inserm), en un estudio publicado en Science Advances en noviembre de 2015, han encontrado
diferencias en las conexiones neuronales lo cual explica parcialmente la forma
atípica del tratamiento de la información visual por las personas con
trastornos del espectro autista.
El cerebro de las personas con
trastornos del espectro autista (TEA) presenta en un nivel local una
hiper-conexión de las neuronas en algunas partes del cerebro. Por el contrario,
una visión general del cerebro muestra que las diferentes áreas de la corteza
se desconectan parcialmente unas de otras. No obstante, la comunicación entre
las diferentes áreas del cerebro son las que permiten integrar informaciones más complejas procedentes de las partes
del cerebro que frecuentemente abordan aspectos diferentes.
 |
Reorganización neuronal de conexiones locales y de larga distancia en un ratón modelo (derecha) y un ratón salvaje (izquierda) |
Los nuevos datos obtenidos por
los investigadores ayudan a identificar lo que está sucediendo en el cerebro de
las personas con síndrome de X frágil. Se trata de una enfermedad genética
responsable de los trastornos del espectro autista. El estudio se basa en las observaciones de IRM
(imágenes por resonancia magnética) realizadas en modelo murino de síndrome de
X frágil. Se muestra cómo las conexiones alteradas entre las diferentes
regiones del cerebro están involucradas en los síntomas de este trastorno, en
particular los de orden sensorial.
El neocortex es el área
estudiada por los investigadores, particularmente implicado en la percepción
sensorial, los mandos motores voluntarios o el razonamiento espacial.
Los
investigadores explican que el conjunto de funciones de las conexiones del
cerebro funciona como una autopista, permitiendo la distribución del tráfico hacia
diferentes partes de una zona urbana, y también a otras ciudades y pueblos externos. Pero en el caso de X frágil,
es como si las pequeñas comunidades fueran desconectadas unas de otras por
falta de autopistas que hagan la conexión. Una red defectuosa conduciendo a una
interpretación atípica de la información sensorial: un procesamiento aumentado de detalles finos o de estructuras en detrimento
de la imagen completa.
Trasladados a los seres humanos, estos resultados podrían ayudar a cambiar la manera de evaluar nuevos enfoques terapéuticos para el tratamiento de personas con X frágil o trastornos del espectro autista.
Alteraciones en la corteza insular relacionadas
con el desorden sensorial en el autismo
Un equipo de
investigadores de la Universidad de Harvard y el Instituto Max-Planck de
Neurobiología de Martinsried, en un estudio publicado en la revista Neuron en julio 2014 han realizado
un hallazgo – trabajando en modelos de ratones modificados genéticamente – relacionado en cómo las alteraciones en la corteza insular del cerebro pueden
estar directamente relacionadas con las alteraciones de tipo sensorial
presentes en el autismo.
Los investigadores han
buscado alteraciones comunes de circuitos neuronales en modelos de ratones con
autismo inducido. Se concentraron en la corteza insular, una estructura del
cerebro que contribuye a las funciones sociales, emocionales y cognitivas.
 |
La corteza insular del ratón
modelo ya está tan fuertemente activada por una sola modalidad sensorial (aquí
un sonido), que es incapaz de cumplir su función en la integración de informaciones provenientes de múltiples fuentes
|
La corteza insular de
los ratones sanos integra estímulos de diferentes modalidades sensoriales y
reacciona más fuertemente cuando dos estímulos diferentes se presentan de forma
concomitante (por ejemplo, un sonido y un toque). Esta capacidad de combinar
los estímulos sensoriales se vio afectado de manera consistente en todos los
modelos de ratones con autismo. Curiosamente, en muchas ocasiones, un sentido
solo provocó una fuerte respuesta, de tal manera que la adición de un segundo
estímulo no añadió más información, es decir, un solo estímulo sensorial
sobrecargó tanto el “sistema” que no se procesó el siguiente estímulo de forma
adecuada.
Esto es muy similar a la reminiscencia de la hiperreactividad
sensorial experimentada por muchas personas con autismo. Los científicos
descubrieron, además, que la corteza insular de ratones adultos con autismo
inducido se parecía a los patrones de activación observados en los ratones de
control (sin autismo) de muy corta edad, como si la corteza insular de los
ratones con autismo no hubiese madurado debidamente después del nacimiento.
La corteza insular se
puede comparar a un concentrador que combina información de tipo sensorial,
emocional y cognitivo. De hecho, alteraciones en la ínsula han sido reportados
también en personas con ansiedad, depresión, adicciones y en los Trastornos del
Espectro del Autismo.
Para que este
procesamiento sensorial múltiple funcione de forma adecuada, es necesario que
la función cerebral encargada de controlar los aspectos excitatorios e
inhibitorios se halle en equilibrio. Y es precisamente esto lo que en el
estudio se ha encontrado alterado.
Dificultad de las personas con autismo para
procesar simultáneamente sonidos e imágenes
Según un estudio del
Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, Estados Unidos, publicado en The Journal of Neuroscience en enero
2014, los niños con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) tienen problemas
para integrar simultáneamente la información de sus ojos y de sus oídos.
El trabajo es el primero
en mostrar la relación y sugiere fuertemente que los déficits en los bloques de
construcción sensoriales para el lenguaje y la comunicación en última instancia
pueden obstaculizar las habilidades sociales y de comunicación en los niños con
autismo.
Los científicos
compararon 32 niños con desarrollo típico de entre 6 y 18 años de edad con 32
niños de alto funcionamiento con autismo, haciendo coincidir los grupos en
prácticamente todas las formas posibles, incluyendo el cociente intelectual.
Los participantes del
estudio trabajaron a través de una batería de tareas diferentes. Los
investigadores usaron diferentes tipos de estímulos visuales, como destellos
simples y sonidos; estímulos ambientales más complejos, como un martillo
golpeando un clavo, y estímulos del habla y se pidió a los participantes que
dijeran si los acontecimientos visuales y auditivos ocurrieron al mismo tiempo.
El estudio encontró que
los niños con autismo tienen un agrandamiento en un área conocida como la
ventana de la unión temporal, es decir, el cerebro presenta problemas para
asociar los acontecimientos visuales y auditivos que suceden en un cierto
periodo de tiempo.
Los niños con autismo
tienen dificultades para procesar la entrada simultánea por los canales de
audio y visuales. Es decir, que se encuentran con problemas para integrar la
información simultánea de sus ojos y sus oídos.
En una segunda parte del
estudio, los científicos encontraron que los niños con autismo también muestran
debilidades en cómo de fuertes estaban consolidados o asociados los estímulos
del lenguaje audiovisual. Una de las imágenes clásicas de los niños con autismo
es que tienen sus manos sobre sus oídos. Se observa una situación de una mala
“sintonización” de los diferentes canales sensoriales, generando por tanto un
procesamiento erróneo de esta información.
El mal procesamiento
sensorial puede generar un efecto en cascada que altere el funcionamiento de
otras tareas relacionadas y por tanto dificultar también los procesos de
aprendizaje de lenguaje, la dificultad de asociar de forma coherente los
sonidos con las imágenes, en una especie de disociación de ambos estímulos,
genera a su vez una problemática a la hora de cohesionar adecuadamente la
información, generando situaciones de saturación sensorial que pueden
desembocar en estados de ansiedad.
Los resultados de la
investigación podrían tener aplicaciones mucho más amplias debido a que el
funcionamiento sensorial también cambia en discapacidades del desarrollo como la
dislexia y la esquizofrenia.
Este nuevo estudio viene
a dar una mayor fortaleza al Trastorno del Procesamiento Sensorial como una
comorbilidad en los Trastornos del Espectro Autismo y de la relación directa
con el desarrollo del lenguaje.
Terapia de integración sensorial
La terapia de integración sensorial está diseñada
para ayudar a los niños que tienen problemas para procesar la información
sensorial. Esta terapia utiliza ejercicios repetitivos para ayudar a los niños
a experimentar el tacto y otras sensaciones de una manera más precisa.
La terapia de integración sensorial está basada en
la idea de que algunos niños experimentan una “sobrecarga sensorial” y son
demasiado sensibles a ciertos tipos de estimulación. Cuando los niños tienen
esa sobrecarga sensorial, sus cerebros tienen problemas para procesar o filtrar
muchas de estas sensaciones al mismo tiempo.
La terapia expone a los niños a la estimulación
sensorial de una manera estructurada y repetitiva. La teoría detrás de este
enfoque de tratamiento es que, con el tiempo, el cerebro se adaptará y les
permitirá procesar y reaccionar a las sensaciones con mayor eficacia.
La
intervención temprana es básica y fundamental para el desarrollo integral del
niño con autismo. Las diferentes técnicas y metodologías que se están llevando
a cabo, presentan un fuerte componente sensorio-motriz, y los resultados de la
combinación entre aspectos sensoriales, motrices y conductuales, mejoran
sustancialmente la capacidad de aprendizaje y avances significativos en el área
de lenguaje y la comunicación, y por tanto, se mejora de forma sustancial la
calidad de la interacción social del niño.
Lengua de signos versus SAAC
 |
Izquierda: lenguaje de signos Derecha: Picture Exchange Communication System |
En el aspecto relacionado con la intervención dirigida al
desarrollo del lenguaje, el uso de SAAC (Sistemas Alternativos y/o Aumentativos
de la Comunicación) producen un mayor efecto que el uso de la lengua de signos.
De forma que se provoca no solo un mayor vocabulario, también una mejor
comprensión de los aspectos semánticos y pragmáticos del lenguaje. Diversos
autores explican también que la dificultad de los niños con autismo para poder
aprender el lenguaje de signos se debe también a los problemas motrices. El uso
de los SAAC promueve de forma mucho más fácil y rica el desarrollo de una
comunicación funcional y del desarrollo del lenguaje y el habla.
El lenguaje signado no es una intervención adecuada para potenciar
el desarrollo de la comunicación y el uso de SAAC es mucho más adecuado y
eficaz.
Modelos motóricos
Prompts for Restructuring Oral Muscular Phonetic Targets. Una intervención dirigida a los fundamentos neuromotor de la
producción del habla es el modelo PROMPT, va más allá de la entrada auditiva y
visual, integrando principios neuromotrices con conciencia social, cinestésica,
propioceptiva y para facilitar la producción de sonidos claros, el habla y el
lenguaje. Además de la manipulación de las estructuras de producción de
sonidos, PROMPT da mucha importancia al movimiento del cuerpo y la estabilidad.
Una sesión típica PROMPT incluye actividades basadas en el juego o
de origen natural que pueden alentar a las iniciaciones de interacción por
parte del niño. Tales manipulaciones incluyen el tacto, la presión, la posición
y el movimiento para promover la integración estructural dentro del aparato
vocal del niño.
Auditory-Motor Mapping Training. Es
otro tipo de intervención. El sistema se basa en la combinación de una
entonación determinada acompañada por el sonido de un par de tambores, de esta
forma se facilita el mapeo audio-motor. Esto es muy similar al sistema usado
por los bebés para la creación de estadísticas y patrones de lenguaje. El
terapeuta introduce las palabras o frases en forma de canción mientras toca los
tambores de forma acompasada. Este acto se realiza de manera muy estructurada y
repetitiva. Esta respuesta positiva está relacionada con el interés y calidad
empática del niño con autismo hacia la música, y convierte la terapia en algo
agradable para el niño.
El binomio canto-percusión activa las regiones cerebrales
involucradas en los aspectos visuales, auditivos, motores y representaciones
mentales de tales acciones. Esta involucración afecta al lóbulo temporal, las
regiones frontal, posterior y media, las cuales se presume son las relacionadas
con las neuronas espejo. La zona frontoparietal está relacionada con la parte
motora, que según la teoría de las neuronas espejo, se activa no solo cuando
ejecutamos la acción, sino cuando la vemos u oímos.
Estimulación electromagnética
Se analizan dos técnicas diferentes: Transcranial Direct
Current Stimulation (tDCS) y Transcranial Magnetic Stimulation (TMS
– Estimulación Magnética Transcraneal).
Son técnicas no invasivas. Una corriente eléctrica de baja
intensidad intracraneal se aplica a la corteza cerebral. Son relativamente nuevas y aun se encuentran en
fase de experimentación. Ambas técnicas en pequeños ensayos han reportado
resultados positivos, aunque es importante destacar que solo parece ser
efectivo en autismo de alto funcionamiento y Asperger.
Intervenciones dirigidas a actividades de sincronización motora
Estos métodos basan la intervención en modelos de juego dirigido.
Los objetivos están dirigidos a la comunicación, actividades sociales,
interacción con pares y desarrollo del lenguaje.
Investigaciones extensas y de gran escala han demostrado que estas
intervenciones pueden aumentar las habilidades de lenguaje y comunicación
generalizadas y espontáneas, mejorar las condiciones sociales y habilidades de
juego, disminuir la conducta inapropiada y mejorar la motivación y el
rendimiento académico.
Early Start Denver Model (ESDM)
El Early Start Denver
Model tiene un componente basado también en el juego, pero orientado a
la motivación del niño para aumentar las relaciones sociales. La intervención
para cada niño se basa en una lista de verificación: Curriculum estructurado,
dirigido específicamente a las habilidades basadas en el desarrollo
socio-interactivo, habilidades sociales comunicativas, habilidades cognitivas,
lenguaje, imitación, habilidades motoras finas y gruesas, habilidades de
auto-ayuda, y conductas adaptativas. Los estudios llevados a cabo demostraron
mejoras significativas en las puntuaciones de la conducta adaptativa y el
coeficiente intelectual.
Intervención de imitación recíproca
Reciprocal Imitation Training. (RIT
– Intervención de imitación recíproca) Es una intervención desarrollada
recientemente cuyos principales objetivos se basan en gestos de acción/imitación
en niños con autismo. Siguiendo los mismos principios básicos como el Pivotal
Response Treatment (PRT) y el ESDM, pero dirigido por el niño e incorpora
estrategias de motivación para facilitar la participación y el aprendizaje.
Fue desarrollado sobre la base de que la imitación naturalista de
acciones es una herramienta de aprendizaje social crítica que contribuye a los
avances en el desarrollo social y cognitivo de los lactantes y niños, y se
deteriora de manera significativa en los niños con autismo. En esencia, las
sesiones de intervención RIT están diseñadas para crear situaciones de toma de
turnos en curso mediante el cual el terapeuta y el niño se imitan mutuamente.
Dado el carácter dinámico y eficaz de estos métodos basados en el
juego, la acción recíproca y las intervenciones orientadas sincronía, la ESDM y
RIT parecen aumentar la sincronía terapeuta-niño y aspectos motóricos y
sociales (por ejemplo, la coordinación temporal de los movimientos) y el
compromiso social. Este aumento de la coordinación motora y compromiso social
también puede aumentar la atención social y los mecanismos de resonancia motora
(imitación motora inducida) en estos niños.
Los resultados de los estudios son muy prometedores en cuanto
presentan metodologías efectivas y que generan avances significativos y
duraderos. Asímismo, cada vez adquiere más relevancia el hecho de que los
problemas motrices y sensoriales, son parte del problema, pero también de la
solución. Y que cada vez más, las técnicas de trabajo se alejan de modelos
puramente conductuales, para pasar a ser modelos combinados de intervención.