La depresión afecta a personas de todos los
colores, razas, posición económica y edad; sin embargo, pareciera afectar más a
mujeres que a hombres durante la adolescencia y la edad adulta. Afecta a uno de
cada ocho adolescentes. Las adolescentes presentan el doble de posibilidades de
experimentar depresión que los adolescentes.
La depresión en los adolescentes se presenta
en un momento de grandes cambios personales, cuando hombres y mujeres están
definiendo una identidad distinta a la de sus padres, lidiando con asuntos de
género y su sexualidad emergente, y tomando decisiones por primera vez en sus
vidas.
La depresión en la adolescencia a menudo
coexiste con otros trastornos tales como ansiedad, comportamiento perturbador,
trastornos alimenticios, o abuso de sustancias.
La depresión puede ser leve o severa. En el
peor de los casos, la depresión puede generar sentimientos de desesperación tan
profundos que la persona piensa en el suicidio.
La depresión también puede provocar síntomas
físicos. Cuando están deprimidas, algunas personas sienten malestar estomacal,
falta de apetito, aumento o pérdida de peso, dolores de cabeza y problemas para
dormir.
La depresión afecta a las cuatro áreas del
adolescente :
psicológica, afectiva, conductual y física. Cada área presenta sus propios
síntomas y no siempre se ven afectadas las cuatro áreas al mismo tiempo.
Además, cada síntoma dependerá de su frecuencia (cada cuanto se presenta) e
intensidad (con qué tanta fuerza) con que se presente para poder saber en qué
nivel de depresión se encuentra (leve, moderada o severa) y poder diagnosticar
el tipo exacto de depresión (depresión reactiva, trastorno depresivo mayor,
distimia y bipolar I y II) y descubrir si hay o no factores ambientales que lo
estén provocando.
Área psicológica
* Pérdida de interés (apatía) en actividades
que anteriormente disfrutaba.
* Aburrimiento; ideas de fracaso,
inferioridad; auto reproches, pesimismo.
* Preocupación por sí mismo y por su futuro.
* Dificultades para concentrarse o poner
atención, para tomar decisiones, por muy sencillas que éstas parezcan. En un
estado de depresión, se recomienda que lo mejor espere a recuperarse para tomar
una decisión.
* Episodios de pérdida de memoria.
* Se muestra más callado de lo habitual.
* Ideas de muerte o suicidio.
Área afectiva
* Sentimientos de tristeza; sin embargo, la
mayoría de los adolescentes, por su misma situación de vida, difícilmente la manifestarán.
* Sentimiento de enojo o irritación.
* Sentimientos de culpa, soledad, inutilidad,
desesperanza, inseguridad, desamparo, impotencia.
* Se muestran distantes, y con amor propio disminuido.
* Se muestran distantes, y con amor propio disminuido.
Área conductual
* Bajo rendimiento académico.
* Comportamiento agresivo, desafiante e
irresponsable.
* Conductas de alto riesgo, como conducir a
alta velocidad en estado de ebriedad o la promiscuidad.
* Conductas antisociales o delictivas como
podría ser el robo en una tienda departamental o pelearse en la calle.
* Se realiza lesiones, principalmente
pequeñas marcas en los brazos con una navaja, o tal vez comience a tener
“pequeños” accidentes de manera constante como el tropezarse, caerse, cortarse,
etc.
* Comienza a regalar sus pertenencias más
preciadas a sus amigos o hermanos (este comportamiento es como si se estuviera
despidiendo y dejando herencias pues piensa que pronto morirá).
* Intento de suicidio (en ocasiones lo
logra).
Área física
Esta se refiere particularmente a signos y
síntomas que comprometen la salud :
* Agitación, palpitaciones (podría estar
asociada a la ansiedad).
* Disminución psicomotriz (sus movimientos
son lentos y torpes).
* Cansancio o fatiga, disminución de energía.
* Problemas digestivos o gástricos.
* Tensiones musculares.
* Dolores de cabeza o en varias partes de
cuerpo sin una explicación médica. Para diagnosticar depresión, primero hay que
descartar causas orgánicas o enfermedades.
* Lesiones ocasionadas por accidentes o por
ellos mismos.
* Alteraciones del sueño. Le cuesta trabajo
conciliarlo, se despierta a media noche, no puede dormir o duerme demasiado.
* Alteraciones del apetito. Come mucho más de
lo que antes lo hacía, o come mucho menos).
* Deficiencias de vitaminas, minerales y / o
proteínas (anemia), y trastornos alimenticios (bulimia y/o anorexia).
Causas
La depresión no tiene una única causa. Son muchos los factores que desempeñan un papel, incluidos la genética, el entorno, el estado de salud, los sucesos de la vida y determinados patrones de pensamiento que afectan las reacciones de las personas frente a los acontecimientos.
En la depresión, está involucrada la delicada
química del cerebro: específicamente, están involucradas unas sustancias
químicas llamadas neurotransmisores. Estas sustancias químicas contribuyen a la
transmisión de mensajes entre las células nerviosas del cerebro.
Algunos neurotransmisores regulan el estado
de ánimo. Cuando no están disponibles en las cantidades necesarias, el
resultado puede ser la depresión.
La respuesta del cerebro a los
acontecimientos estresantes puede alterar el equilibrio de los
neurotransmisores y provocar una depresión.
Algunas veces, una persona puede experimentar
una depresión sin poder identificar ningún acontecimiento triste o estresante
responsable de ello. Las personas con una predisposición genética a la
depresión pueden ser más propensas al desequilibrio en la actividad de los
neurotransmisores que forma parte de la depresión.
Los siguientes eventos o situaciones
pueden causar depresión
* Agresión o acoso en la escuela o en otra
parte.
* Abuso o maltrato infantil, tanto físico
como sexual.
* Falta de destrezas sociales.
* Dificultades de aprendizaje.
* Enfermedad crónica.
* Crianza o cuidados deficientes.
* Acontecimientos estresantes de la vida,
como la pérdida de uno de los padres por muerte o por divorcio.
En algunos adolescentes, los problemas de
aprendizaje no diagnosticados pueden impedir un buen desempeño escolar, los
cambios hormonales pueden afectar su estado de ánimo, o los problemas de salud
pueden resultar un desafío o un revés. Con o sin los genes para la depresión,
cualquiera de estos elementos puede preparar el contexto para que una persona
se deprima.
El estado anímico depresivo es común
debido a
* El proceso normal de maduración y el estrés
que se presenta con éste.
* La influencia de las hormonas sexuales.
* Los conflictos de independencia con los
padres.
Factores que causan la depresión
Factores genéticos o hereditarios. El riesgo de que los
adolescentes presenten depresión, principalmente de tipo endógena (problema de
la química del cerebro) aumenta cuando algún miembro de la familia,
principalmente los padres, la padecen o la padecieron por algún tiempo.
Factores conductuales. Estos factores de riesgo se
presentan cuando, especialmente uno de los padres ha padecido depresión
(endógena o exógena) por un tiempo prolongado y coincide con el nacimiento y
niñez del adolescente, haciendo que éste poco a poco vaya aprendiendo los
comportamientos propios de una persona depresiva.
Factores ambientales. Estos son por lo general
situacionales desde problemas escolares, con los amigos o familiares, hasta la
pérdida de un ser querido, ya sea porque murió o se tuvo que ir, como en el
caso del divorcio, haciendo que puedan sentirse abandonados. También involucra
a la historia de vida desde que nació. El maltrato, abuso infantil, la
violencia intrafamiliar y la educación sumamente rígida, pueden ser las
principales causas de la depresión.
Otras enfermedades. Algunas enfermedades pueden
afectar el equilibrio hormonal y, por lo tanto, influir en el estado de ánimo.
El tener diagnosticada otra enfermedad, especialmente una en la cual se lleve
un tratamiento médico muy agresivo o enfermedad crónica degenerativa que pueda acarrear la
muerte, como el cáncer o el sida, el adolescente tiende a deprimirse a un grado
severo. Algunas afecciones, como el hipotiroidismo, generan un estado anímico
depresivo en algunas personas. También una enfermedad neurológica o de las
glándulas endocrinas que afecte considerablemente a la química del cerebro y /
o a la liberación de las hormonas.
Cuando estas afecciones son diagnosticadas y
tratadas por un médico, la depresión suele desaparecer.
Uso de drogas o alcohol. El abuso de sustancias
adictivas puede provocar cambios químicos en el cerebro que quizás afecten el
ánimo (se sabe que el alcohol y algunas drogas tienen efectos depresivos). Las
consecuencias negativas, tanto sociales como personales, del abuso de
sustancias adictivas también pueden derivar en una profunda desdicha y
depresión.
Síntomas
La depresión puede cambiar la forma como los
adolescentes se ven a sí mismos y a sus vidas, así como las personas en torno a
ellos. Los adolescentes con depresión por lo general ven todo más negativamente
y son incapaces de imaginar que cualquier problema o situación se puede
resolver de un modo positivo.
Todos o algunos de estos síntomas de
depresión pueden estar presentes
* Cambios en el apetito (por lo general
pérdida del apetito pero a veces aumento).
* Dificultad para concentrarse.
* Dificultad para tomar decisiones.
* Episodios de pérdida de la memoria.
* Sentimiento de agitación, inquietud e
irritabilidad.
* Sentimientos de minusvalía, desesperanza,
tristeza u odio hacia sí mismo.
* Pérdida del interés o el placer en
actividades que alguna vez eran divertidas.
* Pensar o hablar acerca del suicidio o la
muerte.
* Problemas para dormir, sueño excesivo o
somnolencia diurna.
* Comportamiento inadecuado (actitud
desafiante poco común).
* Conducta delictiva (como el hurto).
* Comportamiento irresponsable.
* Rendimiento escolar deficiente; baja en las
calificaciones.
* Distanciamiento de la familia y los amigos
(pasar más tiempo solo).
* Consumo de alcohol u otras sustancias
ilegales.
Algunas veces, el comportamiento de una
persona puede cambiar o puede haber problemas en el hogar o en la escuela sin
ningún síntoma de depresión.
Si estos síntomas duran por lo menos dos
semanas y afectan el estado de ánimo o la capacidad para desempeñarse, se debe
conseguir tratamiento.
Cuando el adolescente tiene cinco o más de estos
síntomas la mayor parte del tiempo durante dos o más semanas, esa persona
probablemente está deprimida. A veces, las personas atraviesan ataques en los
que estos síntomas son realmente intensos; otras veces, estos mismos
sentimientos pueden estar presentes a una menor escala todo el tiempo durante
años. Algunas personas sólo tienen un episodio depresivo, o pueden llegar a
tener más de uno después de haberse sentido mejor por un tiempo. Cuando una
persona tuvo más de un ataque de depresión severa, un médico le diagnosticará
un trastorno depresivo mayor.
Los adolescentes que están deprimidos también
pueden manifestar otras señales de advertencia o síntomas. Pueden aumentar sus
problemas escolares debido a inasistencias, falta de interés o motivación, o
concentración deficiente y baja energía mental a causa de la depresión. Algunos
adolescentes directamente abandonan la escuela, ya que suponen que van a
fracasar a causa de sus problemas.
Para los adolescentes deprimidos que ya de
por sí son autocríticos y sufren de baja autoestima, un fracaso escolar puede
llegar a ser algo intolerable. Quizá no se den cuenta de que la depresión les
está causando problemas de concentración y sus pensamientos negativos
probablemente los están llevando a suponer erróneamente que son tontos.
Algunos adolescentes con depresión también
tienen otros problemas que pueden intensificar sus sentimientos de inutilidad o
sufrimiento. Los adolescentes que se cortan a sí mismos, los que tienen marcados
sentimientos de fealdad y los que sufren trastornos de la alimentación pueden
llegar a estar sufriendo una depresión no reconocida que requiere atención.
Diagnóstico
La verdadera depresión en adolescentes a
menudo es difícil de diagnosticar, dado que los adolescentes normales tienen
altibajos en su estado anímico, los cuales pueden alternar en períodos de horas
o días.
A veces, cuando se les pregunta, los niños o
los adolescentes dirán que no son felices o están tristes. Los médicos siempre
deben preguntarle a los niños o adolescentes sobre síntomas de depresión.
El médico llevará a cabo un examen físico y
ordenará exámenes de sangre para descartar causas médicas de los síntomas.
Igualmente evaluará al adolescente en búsqueda de signos de drogadicción.
El médico también revisará
* Los antecedentes de tristeza,
irritabilidad, al igual que pérdida del interés y placer del paciente en
actividades normales.
* Signos de otros problemas psiquiátricos,
como ansiedad, manía o esquizofrenia.
* Riesgos de suicidio u homicidio, es decir,
si el adolescente es un peligro para sí mismo o para los demás.
La información de familiares o profesores con
frecuencia puede ayudar a identificar la depresión en los adolescentes.
Tratamiento
Debido a que la depresión es una enfermedad
tanto física como psicológica, dependiendo del caso específico, se puede tomar
el tratamiento psiquiátrico (antidepresivos), el psicológico (psicoterapia), o
ambos de manera alterna.
Las opciones para los adolescentes con
depresión abarcan
* Tratamiento complementario por parte de un
médico
* Medicamentos antidepresivos (posiblemente)
* Psicoterapia
El tratamiento se debe acomodar al
adolescente y a los síntomas. Las familias con frecuencia ayudan en el
tratamiento de la depresión del adolescente.
Psicoterapia
Casi todos los adolescentes con depresión se benefician de algún tipo de psicoterapia. La psicoterapia es un buen espacio para hablar de sus sentimientos y preocupaciones y aprender formas de manejarlos.
Los tipos de psicoterapia abarcan
* La terapia cognitiva conductista le enseña
a las personas deprimidas formas de combatir los pensamientos negativos. Esto
hace que estas personas sean más conscientes de sus síntomas, les ayuda a
conocer qué es lo que hace empeorar su depresión y les enseña habilidades de
resolución de problemas.
* La terapia de familia puede ser de ayuda si
el conflicto de familia está contribuyendo a la depresión. El apoyo de la
familia o los profesores puede ayudar con los problemas escolares.
* La terapia psicológica (psicoterapia) puede
ayudar a adolescentes a entender cuestiones que pueden estar causando su
comportamiento, pensamientos, o sentimientos.
* Unirse a un grupo de apoyo de personas que están
experimentando problemas como el suyo también puede ayudar. El terapeuta o al
médico pueden hacer recomendaciones.
Las personas con depresión grave o que están
en riesgo de suicidio pueden requerir hospitalización para recibir tratamiento.
Fármacos
Algunas veces, a la persona con depresión se le pueden recetar medicamentos. Cuando un médico recete un medicamento, controlará cuidadosamente que la persona tome la dosis adecuada. El médico adaptará la dosis según sea necesario. Los medicamentos pueden tardar algunas semanas en hacer efecto. Debido a que el cerebro de cada persona es diferente, lo que funciona para una persona puede no ser bueno para otra.
Los medicamentos que se utilizan para tratar
la depresión actúan ayudando a restablecer el equilibrio adecuado de los
neurotransmisores.
El primer medicamento que se ensaya
normalmente es un tipo de antidepresivo llamado inhibidor selectivo de la
recaptación de la serotonina (ISRS). Fluoxetina (Prozac) y escitalopram (Lexapro)
son los únicos aprobados por la FDA para tratar la depresión mayor en
adolescentes (edades de 12 a 17 años). La fluoxetina también está aprobada para
niños de 8 años en adelante.
No todos los antidepresivos están aprobados
para su uso en niños y adolescentes. Por ejemplo, los antidepresivos
tricíclicos no están aprobados para su uso en adolescentes.
Los ISRS y otros antidepresivos portan una
advertencia de que pueden aumentar el riesgo de pensamientos y acciones
suicidas en niños y adolescentes.
Precauciones en la toma de cualquier antidepresivo
* Los niños y los adolescentes que toman
medicamentos deben asistir a control con un médico en busca de efectos
secundarios.
* Los padres o cuidadores deben estar atentos
a pensamientos o comportamientos suicidas, nerviosismo, agitación,
irritabilidad, malhumor o insomnio que estén empeorando. Consiga ayuda médica
para estos síntomas de inmediato.
* No dejar de tomar estos medicamentos sin
hablar primero con el médico.
Los adolescentes con depresión deben aprender a
* Tomar los medicamentos correctamente y
manejar sus efectos secundarios.
* Estar atentos a signos tempranos que
indiquen que la depresión está empeorando y reaccionar cuando esto suceda.
* Hacer más ejercicio y buscar otras
actividades que disfrute.
* Evitar el alcohol o fármacos (sea que se
los hayan recetado o no). Estas sustancias afectan el cerebro y empeoran la
depresión con el tiempo y también pueden alterar su capacidad de discernimiento
respecto al suicidio.
* Hablar con alguien de confianza respecto a
lo que está sintiendo. Rodearse de personas que sean afectuosas y positivas.
Expectativas (pronóstico)
La depresión generalmente responde al
tratamiento. Conseguir el tratamiento apropiado lo más pronto posible puede
prevenir episodios posteriores. Sin embargo, cerca de la mitad de los
adolescentes muy deprimidos seguirán teniendo problemas de depresión como
adultos.
Posibles complicaciones
* Efectos sobre el desempeño escolar y las
relaciones interpersonales.
* Otros problemas de salud mental, como
trastornos de ansiedad.
* Suicidio en adolescentes.
* Violencia y comportamiento imprudente.
* Trastornos de ansiedad.
* Trastorno de déficit de atención con
hiperactividad (TDAH).
* Trastorno bipolar.
* Trastornos alimentarios (bulimia y
anorexia).
Por lo general, los adolescentes con otros
problemas de salud mental requieren un tratamiento más prolongado y más
intensivo.
Cuándo contactar a un profesional médico
* Depresión que no está mejorando o que está
empeorando.
* Nerviosismo, irritabilidad, mal humor o
insomnio que es nuevo o empeora.
* Efectos secundarios de medicamentos.
Llamar al médico de inmediato si se nota
* Cambios de personalidad.
* Comportamiento de asumir riesgos.
* Amenaza de suicidio o planes para
lastimarse.
* Retraimiento, ganas de estar solo,
aislamiento.
Efectos de la depresión en adolescentes
Problemas en la escuela. La depresión puede causar una pérdida de energía y dificultad para concentrarse. Esto puede resultar en una falta de atención en la escuela, notas bajas, dificultades para hacer sus deberes.
Fugas, huir de la casa. Muchos jóvenes en estado de depresión huyen de casa o hablan de una fuga. Estos intentos suelen ser una llamada de socorro.
Abuso de alcohol o drogas. Los adolescentes pueden utilizar alcohol o drogas con la idea de curar su depresión. Desafortunadamente, el uso de este tipo de sustancia sólo empeora las cosas.
Poca autoestima. La depresión puede intensificar la falta de confianza en sí mismo y sensación de no servir a nada.
Trastornos de la alimentación. Anorexia, bulimia nerviosa y el efecto yoyo son a menudo signos de una depresión latente.
Adicción a Internet. Los adolescentes pueden pasar su día en Internet para escapar de su problema. Sin embargo, el uso intensivo de la computadora sólo refuerza su aislamiento y finalmente agrava la depresión.
El peligro de las redes sociales. El acoso potencial está presente en las redes sociales. Los jóvenes que son víctimas tienen tres veces más probabilidades de intentar el suicidio.
Auto-mutilación. Cortarse o quemarse o cualquier otro tipo de auto-mutilación están casi siempre asociados con la depresión.
Comportamiento imprudente. La depresión a menudo puede tomar la forma de un comportamiento peligroso o inconsciente. Por ejemplo, esto incluye la conducción a alta velocidad o sexo voluntariamente no protegido.
Violencia. Los adolescentes depresivos – generalmente los chicos en este caso –hacen prueba de violencia.
Suicidio. Los adolescentes que se ven seriamente afectados por la depresión piensan o hablan de intentos de suicidio. Los pensamientos suicidas o el comportamiento suicida siempre se deben tomar muy en serio, son también llamadas de socorro.
Algunos factores pueden proteger contra la depresión y el suicidio entre los adolescentes
* adaptación personal;
* tolerancia a la frustración;
* autocontrol;
* capacidad para hacer frente a situaciones;
* expectativas positivas para el futuro;
* sentido del humor;
* relaciones familiares sanas y positivas;
* la educación e información son importantes para tratar la depresión.
Efectos de la depresión en adolescentes
Problemas en la escuela. La depresión puede causar una pérdida de energía y dificultad para concentrarse. Esto puede resultar en una falta de atención en la escuela, notas bajas, dificultades para hacer sus deberes.
Fugas, huir de la casa. Muchos jóvenes en estado de depresión huyen de casa o hablan de una fuga. Estos intentos suelen ser una llamada de socorro.
Abuso de alcohol o drogas. Los adolescentes pueden utilizar alcohol o drogas con la idea de curar su depresión. Desafortunadamente, el uso de este tipo de sustancia sólo empeora las cosas.
Poca autoestima. La depresión puede intensificar la falta de confianza en sí mismo y sensación de no servir a nada.
Trastornos de la alimentación. Anorexia, bulimia nerviosa y el efecto yoyo son a menudo signos de una depresión latente.
Adicción a Internet. Los adolescentes pueden pasar su día en Internet para escapar de su problema. Sin embargo, el uso intensivo de la computadora sólo refuerza su aislamiento y finalmente agrava la depresión.
El peligro de las redes sociales. El acoso potencial está presente en las redes sociales. Los jóvenes que son víctimas tienen tres veces más probabilidades de intentar el suicidio.
Auto-mutilación. Cortarse o quemarse o cualquier otro tipo de auto-mutilación están casi siempre asociados con la depresión.
Comportamiento imprudente. La depresión a menudo puede tomar la forma de un comportamiento peligroso o inconsciente. Por ejemplo, esto incluye la conducción a alta velocidad o sexo voluntariamente no protegido.
Violencia. Los adolescentes depresivos – generalmente los chicos en este caso –hacen prueba de violencia.
Suicidio. Los adolescentes que se ven seriamente afectados por la depresión piensan o hablan de intentos de suicidio. Los pensamientos suicidas o el comportamiento suicida siempre se deben tomar muy en serio, son también llamadas de socorro.
Algunos factores pueden proteger contra la depresión y el suicidio entre los adolescentes
* adaptación personal;
* tolerancia a la frustración;
* autocontrol;
* capacidad para hacer frente a situaciones;
* expectativas positivas para el futuro;
* sentido del humor;
* relaciones familiares sanas y positivas;
* la educación e información son importantes para tratar la depresión.
Prevención
Los padres deben hablar de manera constante
con sus hijos, de tal manera que se sientan comprendidos en la etapa por la que
están pasando. Así, se sentirán apoyados y el riesgo de que padezcan depresión
será menor. En caso de que ya se haya detectado la depresión, se evitarán que
avance a un nivel mayor.
Algo que ayudará en gran medida a los
adolescentes deprimidos y que favorecerá al máximo su tratamiento,
definitivamente es el amor y la comprensión de la familia, el mantenimiento y
la expansión de sus redes sociales. Hay que animarlos a que sigan frecuentando
a sus amigos, que no se aíslen. Que la mayor parte del tiempo estén
acompañados.
Nadie comprende mi sufrimiento, ya no quiero vivir... |
Animar a sus hijos a que participen en algún
grupo donde puedan interactuar con personas de su edad. También es muy
favorecedor el que puedan entrar en un club deportivo o de arte, según el
gusto, pues así harán nuevos amigos.
Es importante que dediquen algún tiempo (20
minutos) al ejercicio, que mantenga una dieta balanceada (pueden complementar
con algunos vitamínicos), y dormir las 8 horas.
La mayoría de los adolescentes se sienten muy
tristes algunas veces. Tener apoyo y habilidades de adaptación puede ayudar a
evitar que dichos períodos de tristeza conduzcan síntomas depresivos más
graves. La comunicación abierta con el adolescente puede ayudar a identificar
la depresión oportunamente.
En hogares con adolescentes
* No guardar alcohol en la casa o hacerlo
bajo llave.
* Guardar bajo llave las armas de fuego y
almacenar las municiones por separado.
* Guardar bajo llave todos los medicamentos
recetados.
En general, siempre se debe tener presente
que una detección a tiempo facilitará en gran medida su recuperación, además de
evitar que la depresión se vuelva una enfermedad crónica de meses, incluso
años, en donde se vea impedido su desarrollo psicológico, afectivo y social.
Técnica de meditación : Mindfullness
Científicos de la Universidad Católica de
Leuven en Bélgica, han realizado un estudio que consistió en enseñar a más de
408 estudiantes de cinco escuelas de secundaria de Flandes, con edades
comprendidas entre los 13 y los 20 años, a meditar siguiendo una técnica que
tiene su origen en la tradición budista, el mindfulnsess.
Mindfulness y el cerebro |
El resultado fue una reducción de los
síntomas de depresión, ansiedad y estrés en los jóvenes, tanto de manera
inmediata como seis meses después del desarrollo del programa.
Antes del inicio del programa, el grupo de
prueba y el grupo de control presentaron un porcentaje similar de estudiantes
con síntomas de depresión (un 21% y un 24%, respectivamente).
Sin embargo, tras el entrenamiento en mindfulness, el porcentaje fue
significativamente menor en el grupo de prueba: un 15% frente al 27% del grupo
control.
Esta diferencia se mantuvo seis meses después
del programa. Entonces, dichos síntomas aparecieron en el 16% de los individuos
del grupo de prueba, y en un 31% de los participantes del grupo de control.
Según los investigadores, estos resultados
sugieren que la atención consciente puede propiciar una disminución de los
síntomas asociados con la depresión y, por otra parte, proteger contra el
desarrollo de dichos síntomas.
En psicología, se denomina mindfulness (atención y conciencia plena) a
la actitud de atención completa a la experiencia actual (emociones,
pensamientos o sensaciones), sin juicio.
Es un método de meditación que implica una
auto-regulación de la atención – para centrarla en la experiencia inmediata y
permitir así un incremento del reconocimiento de los eventos mentales del
momento – y la adopción de una orientación particular hacia la experiencia
individual, con una actitud de curiosidad, apertura y aceptación.
SPARX, un videojuego para tratar la depresión
en los adolescentes
Investigadores de la Universidad de Auckland,
en Nueva Zelanda son los creadores. El estudio fue publicado en junio 2012 en
el British Medical Journal y señala que el videojuego es tan efectivo como la terapia
tradicional en la que paciente y psicólogo están cara a cara a la hora de
tratar la depresión y las crisis de ansiedad.
El tratamiento psicológico convencional
involucra el contacto cara a cara entre paciente y psicólogo, tema que suele
aterrar a los adolescentes. La investigación fue realizada en 24 centros
primarios de atención psicológica de Nueva Zelanda. Participaron en el
experimento 187 adolescentes de entre 12 y 19 años. Todos habían pedido ayuda
para superar la depresión. Un grupo fue tratado con el videojuego SPARX y otro
grupo con un tratamiento convencional.
El experimento duró tres meses. Durante ese
tiempo, se fue analizando la evolución de los jóvenes. Finalmente, se llegó a
la conclusión de que SPARX es tan efectivo como el tratamiento psicológico
convencional. En poco tiempo, se redujeron los síntomas de depresión y de
ansiedad. En total, 31 de los 69 adolescentes que jugaron al SPARX se
recuperaron completamente de la enfermedad.
SPARX son las siglas, en inglés, de
inteligente, positivo, activo, realista y otros factores. Se trata de un
videojuego que funciona como una terapia de comportamiento cognitivo para
adolescentes que podría reducir la depresión de forma mucho más efectiva que
los tratamientos habituales.
Los desarrolladores del videojuego han creado
un mundo virtual en tres dimensiones con un ambiente sonoro que envuelve y
engancha a los adolescentes. En fin, como cualquier otro videojuego. La idea es
que el usuario realice ese viaje virtual sin ayuda de nadie (ni del psicólogo,
ni de los padres o profesores), ya que es una edad en la que, a menudo, se
rechaza cualquier ayuda de otros, especialmente sin son personas de otras
generaciones. En la adolescencia, uno cree que lo sabe todo y que nadie le
comprende. Cuando, en realidad, todos hemos pasado por esa etapa y hemos
sentido eso mismo en mayor o menor grado.
El juego guía al usuario-paciente en una
aventura gráfica que irá planteando algunos retos al jugador. En realidad,
aunque estos retos o pruebas están inmersos en un mundo de fantasía, tienen una
analogía con el mundo real y, quizá más importante, con emociones que el
adolescente siente en situaciones habituales en su día a día. Parece una
aventura digna de El Señor de los Anillos, pero, en realidad, es un
entrenamiento para la vida.
Para que el jugador pueda sentir más empatía
con el personaje protagonista de la historia (una de las claves de la terapia y
del éxito del juego), tiene la posibilidad de crear el avatar a su gusto. Una
vez creado el personaje espejo del paciente, éste lo tendrá que guiar a través
de siete provincias, cada una de ellas con sus propios retos.
Las provincias que tiene que recorrer el
jugador tienen un nombre geográfico o físico y un título que resume la
aventura. La provincia de la caverna se recorre para encontrar esperanza, la
provincia del hielo para aprender a ser activo, la del volcán para tratar con
las emociones, la región montañosa ayudará a superar los problemas, viajando
por la región de las ciénagas se logrará reconocer los pensamientos negativos,
los puentes ayudarán a superar esos pensamientos y la provincia del cañón trata
de desarrollar la cooperación con otras personas.
Finalmente, se llega a la Isla Central, al
equilibrio emocional. Como se observa, las metáforas son muy claras.
La clave está en que el jugador debe resolver
las pruebas del mismo modo en que debería comportarse en el mundo real. Así,
las pruebas que hay que superar no distan mucho de los ejercicios que se
realizan en terapias para combatir la depresión, cómo enfrentarse a
pensamientos negativos, resolver problemas personales, programar actividades o
aprender a relajarse.
¿Por qué un videojuego puede ser más efectivo
que una terapia? Quizá porque el adolescente no es tan consciente de estar
siendo tratado. Aparte de que un videojuego es divertido y una terapia, además
de no serlo, siempre produce un instintivo rechazo.
Afortunadamente, la mayoría de los adolescentes que obtienen ayuda para su depresión logran llevar adelante una adolescencia y una adultez feliz y satisfactoria. Lo más importante, pueden disfrutar de la vida y sentirse mejor con respecto a sí mismos.
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