Los bebés siempre han sido
considerados como seres con habilidades limitadas y un comportamiento
principalmente automático, casi reflejo, que no se acompaña de una experiencia
subjetiva consciente. Si bien los bebés reciben estímulos e información desde
su vida intrauterina, no se sabía desde cuando comienzan a procesar esos
estímulos.
Un estudio sobre percepción visual, realizado por investigadores del Centro Nacional de
Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia, publicado en la revista Science
de abril 2013, revela una gran
capacidad de comprensión del entorno en niños muy pequeños.
Los
investigadores
afirman que los niños poseen desde los cinco meses una forma de consciencia
similar a la de los adultos. Detectaron una señal en el sistema nervioso de los
bebés que marca el inicio de la consciencia visual, esto es la
capacidad de ver y recordar. En algunos casos se ha observado que eso puede
ocurrir desde un tiempo tan temprano como los 5 meses de nacido.
La investigación, supera el
desafío de demostrar la percepción de la consciencia en bebés, que no tienen
manera de aclarar si han visto una escena visual previa. Los expertos usaron un
nuevo enfoque para determinar si el marcador neuronal de la consciencia
observado en los adultos también podría estar presente en los bebés.
La ‘firma’ de la consciencia adulta – Marcador neuronal
Los estudios más recientes en adultos muestran que el cerebro responde en dos etapas a la percepción de un evento externo.
Primera etapa – durante los primeros 200 y 300 milisegundos (ms), el procesamiento perceptivo es completamente no consciente y está acompañado de una actividad neuronal que aumenta linealmente, es decir, con una amplitud que crece de forma constante con el tiempo de visión de determinados objetos.
Segunda etapa – después de los 300 ms, se caracteriza por una respuesta no lineal correspondiente al umbral de la consciencia. Según los autores, sólo los períodos de visión suficientemente largos dan lugar a una respuesta tardía y se acompañan de una percepción consciente. Esa respuesta lenta y no lineal del cerebro se considera como un marcador neuronal de la consciencia.
Bebés muy conscientes
Hasta este hallazgo se presumía
que los bebés reaccionaban a los estímulos por reflejo; que había algún tipo de
procesamiento automático inconsciente y que si algo les interesaba, lo seguían
por su atractivo, pero no porque experimentaran algo. No obstante, este estudio
revela que a una temprana edad los bebés pueden procesar la información que
reciben, pudiendo incluso retener esa información en su mente. Esto significa
que si un estímulo desaparece de la vista, los bebés aún pueden estar pensando
en ello.
Para llegar a estos resultados, Los
autores estudiaron la presencia de este marcador neuronal de la consciencia en 80 niños de
entre 5, 12 y 15 meses. Para ello, se les mostraron caras durante diferentes
intervalos de tiempo mientras se registraban las respuestas eléctricas
cerebrales por electroencefalografía, con la ayuda de gorros con electrodos.
A estos infantes les mostraron
en una pantalla la imagen de un rostro que aparecía en una fracción de segundo
y observaron las oscilaciones de la actividad cerebral. En el caso de los
bebés menores a 1 año, se detectaron patrones similares a los de un adulto,
aunque 3 veces más lento. Sin embargo, lo que más sorprendió a los
investigadores es que incluso a edad tan pequeña como tan sólo a los 5 meses
los bebés son capaces de procesar la información, aunque si bien de una manera
más débil que en el caso de los bebés de 12 meses.
Estos resultados indican que los
mecanismos cerebrales que subyacen a la consciencia perceptiva ya están
presentes en los bebés, pero son relativamente lentos y se someten a una aceleración
gradual en el desarrollo.
Para los autores, estos
resultados podrían ayudar además a entender la percepción del dolor y el efecto
de la anestesia en bebés, muy poco conocidos por el momento.
Esta investigación permitirá a
los científicos conocer más de los distintos mecanismos que permiten
desarrollar la conciencia de los bebés.
Estos estudios podrían ser
usados como base para el diagnóstico temprano de autismo, ya que las personas
autistas tienen dificultades para ser conscientes de lo que les
rodea.
Información visual
Un estudio previo, realizado en 2005 por científicos de la Universidad de Bonn, en
Alemania, en la que un equipo de psicólogos había revelado por otra parte que los niños de cinco meses comprenden
también la información visual sobre profundidad de campo. Se demostró
que a los cinco meses de edad los bebés ya pueden ser engañados en lo que a
información compleja sobre perspectiva se refiere.
En el estudio fueron fijadas dos
figuras de goma en una imagen con un patrón de tablero de ajedrez que parecía
alejarse de los bebés. Los pequeños trataron de coger los juguetes que parecían
más cercanos a ellos, según indicaba la información engañosa sobre distancias
de la imagen.
Los resultados obtenidos también
apuntaron a la existencia de un proceso continuo de desarrollo de la conciencia
infantil en este sentido: aunque los bebés demostraron ser conscientes de la
información sobre profundidad de campo a una edad muy temprana, a medida que su
edad aumentaba necesitaron menos señales evidentes para comprender dicha
información.
Visión-Percepción
Es uno de los aspectos del
neurodesarrollo infantil. El recién nacido puede discriminar caras de otros
estímulos visuales, incluidos patrones de caras invertidas.
A los 3 días de vida pueden
discriminar la cara de la madre de otra información visual aislada. Esta
discriminación, que en ese período temprano se basa en el contorno de la cara y
de la línea del pelo, no en los rasgos faciales en sí, se pierde entre el mes y
los 2 meses para dar lugar a una discriminación más sofisticada, basada en los
rasgos propios de la cara, lo que implica una reorganización en los sistemas de
procesamiento de la información visual, probablemente basada inicialmente en
estructuras subcorticales y posteriormente, en la corteza fusiforme.
A los 2 meses, el lactante puede
distinguir diferencias entre el color rojo y el verde y un tiempo más tarde,
entre el azul y el amarillo.
En los primeros 6 meses de vida
ocurren cambios notables en las capacidades visuales del niño, con incremento
de su agudeza visual, su campo visual, la sensibilidad a los contrastes
cromáticos, a los cambios de orientación y a la captación del movimiento en
velocidad y dirección.
Antes de los 6 meses los niños
son capaces de discriminar con precisión los límites entre objetos y el espacio
tridimensional, adquirir la capacidad de anticipar cambios en una presentación
móvil.
Entre los 3 y 9 meses, son
capaces de sintetizar un patrón total a partir de detalles locales separados.
Entre los 6 y 10 meses logran reconocer objetos como miembros de una categoría.
Ver :
Desarrollo cerebral del feto
Actividad cerebral en el feto
El cerebro del niño pequeño
Desarrollo cerebral en la primera infancia
Actividad cerebral en el feto
El cerebro del niño pequeño
Desarrollo cerebral en la primera infancia
Desarrollo cerebral diferente entre niños y niñas
La música favorece el desarrollo cerebral infantil
La música favorece el desarrollo cerebral infantil
La leche materna nutre el cerebro del bebé
El ejercicio durante el embarazo favorece el desarrollo cerebral del bebé
Lenguaje de signos para bebés y niños pequeños
El lenguaje – Función cognitiva
Cerebro bilingüe
El ejercicio durante el embarazo favorece el desarrollo cerebral del bebé
Lenguaje de signos para bebés y niños pequeños
El lenguaje – Función cognitiva
Cerebro bilingüe
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