mayo 27, 2019

¿ En qué Parte del Cerebro se Toman las Decisiones ?



En nuestra vida diaria somos capaces de tomar miles de decisiones,
 que pueden tener mayor o menor relevancia


Si hay algo que caracteriza a los seres humanos es que toda su vida discurre por una continua toma de decisiones, que abarcan no sólo necesidades o situaciones básicas y con efectos a corto plazo  qué comer, qué ropa ponerse, etcétera  sino también otras más complejas  qué formación política votar, dónde invertir los ahorros, aceptar o no una oferta de empleo, someterse a una intervención quirúrgica, por ejemplo  cuyas consecuencias dejan huella durante mucho tiempo, a veces, de manera permanente e irreversible.

Durante casi 20 siglos imperó la fórmula clásica de Platón, según la cual el hombre tiene un alma en constante conflicto, dividido entre la razón y las emociones consideradas responsables de los errores. Sin embargo, la ciencia moderna, sobre todo a partir del siglo XX  con el desarrollo de la psicología y las neurociencias  ha puesto de manifiesto que, en realidad, el proceso es bastante más complejo.

Según el neurocientífico Lehrer no hay que menospreciar, como hacían los filósofos clásicos, las emociones, pues éstas cobran un gran protagonismo en el proceso del pensamiento. Son positivas, incluso, cuando se cometen errores, puesto que a menos que uno experimente los desagradables síntomas de estar equivocado, el cerebro jamás revisará sus modelos.

¿Cómo tomar una decisión rápida y receptiva en un entorno complejo y cambiante? Esta es una pregunta que todos enfrentamos, atrapados en el flujo de información a veces contradictorio específico de la vida moderna.

Más pragmáticamente, es una cuestión de supervivencia para todos los organismos vivos que navegan entre la necesidad de buscar recursos y evitar a los depredadores. Por lo tanto, parece razonable postular que la evolución ha favorecido el desarrollo de una arquitectura cerebral que permite una toma de decisiones rápida y adaptada. La identificación de los principios funcionales es un gran desafío para la neurociencia contemporánea.

¿Cómo actúan el cerebro y los circuitos neuronales para procesar la información y elegir de manera adecuada?

Debemos elegir qué hacer, y aunque las decisiones son lógicamente muy diferentes, nuestros circuitos neuronales han de trabajar para procesar todos los datos y elegir de manera adecuada. La ciencia lleva años preguntándose exactamente cómo funcionan los grupos de neuronas encargados de tomar decisiones. Antes de tomar una decisión, debemos analizar las condiciones que rodean. El cerebro, de manera previa a la elección, ha de procesar esta información, para luego ser capaz de decidir correctamente.

Hasta el momento los científicos creían que existían dos grupos de neuronas: una primera red de células nerviosas se encargaría de filtrar si el movimiento o el color era más relevante para tomar la decisión, mientras que el segundo grupo neuronal tendría que considerar únicamente la información sensorial previamente filtrada para elegir qué hacíamos.

En otras palabras, la investigación suponía que que éramos incapaces de procesar toda la información de manera global, y que por lo tanto necesitábamos dos puertas de entrada neuronales, que nos ayudaran en el filtrado de esos datos.

Evolución de algunos estudios científicos respecto a la toma de decisiones

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Descubren una zona del cerebro relacionada con la toma de decisiones

Un grupo de investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela, cuyo estudio se publicó en Proceedings of the Academy of the United States of America (PNAS) en octubre 2009, ha descubierto una zona del cerebro, la denominada corteza premotora, encargada de supervisar y analizar las consecuencias de las decisiones.

Para ajustar las decisiones a las necesidades del ambiente, el ser humano necesita valorar sus actos y saber si las respuestas realizadas fueron correctas, lo que se logra a través de la introspección, la memoria y la toma de decisiones, funciones que dependen de la corteza premotora.

Los investigadores demostraron que las neuronas de esta parte del cerebro realizan todas las operaciones necesarias que permiten tomar decisiones, evaluar su resultado y, por tanto, cambiar los criterios para ajustar la conducta.

Destacaron, en un comunicado, que se trata de un descubrimiento de gran importancia, ya que estas funciones están alteradas en muchos trastornos de conducta, por lo que pueden ser dianas terapéuticas para estas enfermedades.


Localizan el lugar del cerebro donde se toman las decisiones

Según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Stanford, publicado en la revista Nature de noviembre 2013, existe una única zona del cerebro donde se toman las decisiones. Y el mismo estaría en la corteza prefrontal  lóbulo frontal , una zona donde un único grupo neuronal integra la información para posteriormente tomar una decisión al respecto. Se trata de un descubrimiento que, de confirmarse, podría cambiar varios conceptos que se daban por hechos en la neurociencia, ya que hasta ahora se pensaba que en la toma de decisiones entraban en juego dos grupos neuronales, no uno como se ha comprobado ahora.

La línea de investigación, en la que han utilizado monos como modelos animales y complejos programas computacionales, ha concluido que existe un punto específico de la corteza prefrontal encargado de este tipo de procesamiento de datos y de toma de decisiones.

En otras palabras, no existirían dos circuitos neuronales  de filtrado de información y de elección final . Al contrario, las decisiones se tomarían por un único grupo de neuronal, situadas en el lóbulo frontal, que integrarían la información para luego tomar una única elección.

Su trabajo, que consistió en experimentos biológicos y en el uso de modelos computacionales, cambiaría buena parte de los conceptos que se conocen actualmente en neurociencia. Este estudio, al igual que otros relacionados con proyectos neurobiológicos, demuestra una vez más lo desconocido que resulta al día de hoy el cerebro, en pleno siglo XXI.


Área del cerebro para la toma de decisiones y la planificación es “exclusivamente humana”

Científicos de la Universidad de Oxford, cuyos hallazgos se publicaron en la revista Neuron de enero 2014, descubrieron un área del cerebro que parece ser exclusiva de los humanos, y que muy probablemente tiene algo que ver con los poderes cognitivos.

La zona del tamaño de una nuez, ubicada dentro de la corteza frontal, se llama polo frontal lateral. Es responsable de la planificación y la toma de decisiones y, de acuerdo con los nuevos hallazgos, no tiene equivalente en el cerebro de un mono. Por lo tanto los investigadores creen que esta región del cerebro podría ser responsable de la superioridad de los seres humanos en aquellas tareas que requieren planificación estratégica, toma de decisiones y realización de varias tareas simultáneamente.

Los investigadores compararon las imágenes de resonancia magnética de la corteza frontal ventrolateral de los seres humanos y los macacos, una región del cerebro que controla el lenguaje y los procesos de pensamiento complejos. Sorprendentemente, se encontró que, en gran parte, la región estaba conectada de la misma manera entre las especies. Pero la notable diferencia era el polo frontal lateral.

Las partes de la gran corteza frontal ventrolateral están implicadas en enfermedades como el TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad), la drogadicción y los trastornos compulsivos. El lenguaje se ve afectado cuando las partes de la zona están dañadas debido a un accidente cerebrovascular o enfermedades neurológicas.

Por lo tanto, una comprensión más profunda de esta zona ayudará a los científicos a aprender más sobre los cambios que se producen en el cerebro debido a la enfermedad y el daño.


La toma de decisiones involucra un área del cerebro hasta ahora desconocida

Científicos del Instituto de Neurociencia Cognitiva e Integrativa de Aquitania (INCIA, CNRS / Universidad de Burdeos), cuyo trabajo se publicó en The Journal of Neuroscience de setiembre 2015, descubrieron que un área del cerebro ubicada en el tálamo también desempeña un papel clave en la implementación de una arquitectura cerebral que permite una toma de decisiones rápida y adaptada.

Clásicamente, se ha argumentado que las funciones cognitivas más avanzadas, como la capacidad de razonar, planificar o desarrollar estrategias para resolver un problema, deben estar necesariamente incorporadas en las regiones cerebrales más avanzadas. De este razonamiento surge un gran interés de los neurocientíficos por la corteza, y más particularmente por su parte llamada prefrontal. Este entusiasmo, si es comprensible, tiene la desventaja de ocultar la contribución funcional de otras regiones del cerebro.


En humanos (izquierda) y roedores (derecha), la corteza prefrontal (en verde) es la parte más anterior del cerebro. En estas dos especies, el tálamo (en azul) corresponde a una región profunda, llamada subcortical.

Una región subcortical tiene una atención particular: el tálamo, la principal fuente de inervación de la corteza entera, y particularmente de su subdivisión prefrontal.

El tálamo debe concebirse como una estructura fuertemente diferenciada que consiste en una multitud de "núcleos"  grupos de neuronas , cada uno con una conectividad cortical propia.

Inicialmente, el papel del tálamo se concibió como el de una transferencia de información pasiva a la etapa cortical superior, donde se supone que actúan operaciones mentales complejas. A principios de la década de 1980, sin embargo, se reconoció el papel del tálamo en la memoria. Unos años más tarde, algunas concepciones teóricas de la neurofisiología han argumentado que la corteza también envía proyecciones al tálamo y, por lo tanto, que esta última región no puede limitarse a un papel de relevo.

Sin embargo, hay que esperar los últimos años y la disponibilidad de nuevas técnicas en neurobiología para abordar realmente los principios funcionales que operan en los "bucles" formados por las proyecciones recíprocas que unen la corteza y el tálamo.

Las neuronas de la corteza prefrontal
que inervan al tálamo aparecen en rojo
Los científicos ahora pueden estudiar de una manera específica los elementos constitutivos de estos famosos bucles: las vías del tálamo-cortical (desde el tálamo hasta la corteza) y las vías cortico-tálamicas (desde la corteza hasta el tálamo).

Para ello, llevaron a cabo dos experimentos complementarios con ratas para inhibir de forma transitoria y específica, mediante el método fármaco-genético, las neuronas talámicas que inervan la corteza prefrontal o, por el contrario, las neuronas corticales que inervan el tálamo.

Examinaron la elección de los animales al evaluar el valor actual de la recompensa o el vínculo causal entre la acción y su efecto.

Los resultados obtenidos permiten establecer que estas vías tienen un papel complementario pero diferente: la inhibición de la vía cortico-tálamica evita que los animales basen su elección en el valor actual de la recompensa, pero no en el efecto esperado de la acción. La inhibición de la vía tálamo-cortical, por otro lado, es esencialmente deletérea para basar la elección en el vínculo causal entre la acción y su efecto.

Esquema del cerebro de rata que muestra que los dos atributos principales de la toma de decisiones, el valor de la acción y la contingencia se implementan de manera diferencial por las vías talamocortical y corticotalámico.

Estos resultados son claramente contrarios a la visión clásica del tálamo como un relevo, ya que, en cambio, muestran la corteza prefrontal y el tálamo como dos compañeros, cada uno con una partitura a respetar para una toma de decisiones adaptada. Por lo tanto, la dirección de propagación de la información aparece como una característica funcional importante de los circuitos tálamo-corticales.

Esta característica abre nuevas perspectivas para comprender mejor los principios de funcionamiento de los circuitos neuronales. Muchas regiones del cerebro están conectadas recíprocamente y experimentan la generalidad del principio de dirección de la información que aparece como un objetivo importante.

Este estudio permite identificar la existencia de un circuito entre el tálamo y la corteza que es esencial en la toma de decisiones adaptadas al entorno. La originalidad de este descubrimiento proviene del papel fundamental que los investigadores atribuyen al tálamo submediano, una estructura hasta ahora ignorada en el campo de los comportamientos adaptativos. Este resultado sugiere que muchos circuitos funcionales subyacentes a este tipo de comportamiento implicarían una contribución del tálamo. Los investigadores planean continuar explorando estos circuitos tálamo-corticales, cuya comprensión podría mejorar nuestro conocimiento de muchas patologías, como la esquizofrenia o la adicción.


Hallan zona del cerebro que genera decisiones "casi automáticas"

Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra y el Hospital Clinic de Barcelona ( España), de la de Bournemouth (Reino Unido) y la Universidad de Harvard (EE.UU.), cuyo estudio se publicó en la revista Nature Communications de marzo 2017, han descubierto la zona del cerebro, el córtex orbitofrontal, donde se originan las decisiones en función de las experiencias recientes, lo que permitiría predecir el comportamiento humano incluso antes de darse el estímulo.

El estudio ha demostrado que el córtex orbitofrontal podría estar mucho más involucrado en la toma de decisiones de lo que se creía hasta ahora.

Esta región, según las investigación, podría ser la responsable de integrar la información sensorial con la experiencia reciente para generar una decisión que tenga en cuenta toda la información accesible y, de esta manera, maximizar su probabilidad de acierto.

Para los seres vivos obtener una correcta información del mundo exterior  a través de los sentidos  es un proceso de vital importancia para poder tomar la decisión más adecuada en cada situación particular.

Los investigadores trabajaron con ratas entrenadas en resolver una tarea de discriminación auditiva, a fin de comenzar a entender el proceso de toma de decisiones a nivel neuronal y las regiones del cerebro involucradas en ello. Las ratas tuvieron la capacidad de combinar información sensorial que se les dio con los datos que disponían de su pasado cercano.

Encontraron que neuronas del córtex orbitofrontal codifican el conjunto de variables relevantes para la correcta realización de la tarea: el pasado reciente, la información sensorial actual y, sorprendentemente, pusieron de manifiesto por primera vez actividad predictiva de la decisión, incluso antes de que la información sensorial sea presentada.

De acuerdo a sus autores, se trata de uno de los primeros estudios en analizar, con base al comportamiento y las neuronas, a las cuales tuvieron que leerles su actividad, para poder ser capaces de predecir su decisión antes de que el estímulo se presentara.

Otro avance más ocurrió al realizar registros electro-fisiológicos en el córtex orbitofrontal, que les dio acceso a la actividad de un pequeño grupo de neuronas con una resolución temporal muy alta.

Una inquietud más de la ciencia es la de distinguir el cerebro femenino del masculino. Ahora se sabe que, más allá del sexo de la persona, la interacción de hormonas sexuales feminiza o masculiniza el cerebro.

El “sexo del cerebro” lo determina la exposición hormonal que tuvo el bebé antes de nacer, que no tiene relación alguna con que el humano tenga testículos u ovarios, o la simetría que posee entre ambos hemisferios el cerebro de una mujer.

Una combinación de las experiencias recientes y las del momento son las que evalúa el córtex orbitofrontal del cerebro para tomar una decisión, hallazgo que científicos creen abriría la puerta para predecir el comportamiento humano.

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La corteza prefrontal

La corteza prefrontal es el reflejo más sofisticado de nuestra evolución. Desde un punto de vista evolutivo, ésta es la última región cortical en desarrollarse. Su desarrollo está realmente completo solo a la edad de 20 o 25 años.

Se la identifica fácilmente porque se trata de esta zona rugosa y arrugada, ubicada en la zona más cercana a nuestra cara, donde se encuentran los procesos mentales y cognitivos más complejos.

Es la región del cerebro asociada con la planificación de conductas cognitivamente complejas y la expresión de la personalidad. Los científicos llaman "funciones ejecutivas" a todas aquellas tareas sofisticadas realizadas por la corteza prefrontal.

Partes de la corteza prefrontal

La corteza prefrontal es este centro de control sofisticado y al mismo tiempo extremadamente complejo que tiene múltiples conexiones con diferentes regiones del cerebro. Por lo tanto, estructuras como el hipocampo, el tálamo y el resto de los lóbulos cerebrales comparten con ella vías directas, canales donde la información va y viene casi sin cesar.

Las funciones de la corteza prefrontal

* Coordina y ajusta nuestro comportamiento social.

* Nos ayuda a controlar los impulsos y a manejar nuestras emociones.

* Es en esta área que implementamos los procesos relacionados con nuestra personalidad (ser más tímido, más audaz, más abierto a la experiencia ...).

* La motivación, la capacidad de tener suficiente ilusión e impulso para alcanzar una meta, también se encuentra en la corteza prefrontal.

* Enfocamos la atención, organizamos la información compleja y planificamos.

* Es aquí donde también se encuentra la memoria de trabajo, esas habilidades cognitivas gracias a las cuales almacenamos información cuando experimentamos o hacemos cosas.


La corteza orbitofrontal

La corteza orbitofrontal es una de las áreas del cerebro más interesantes. Está relacionada con nuestra personalidad, nuestras emociones y especialmente con el comportamiento social.

La corteza orbitofrontal se encuentra en la parte frontal del cerebro. Está justo por encima de las cuencas de nuestros ojos, o cavidades oculares, y también tiene conexiones directas con las áreas sensoriales y las estructuras del sistema límbico relacionadas con la emoción y la memoria.

Funciones de la corteza orbitofrontal

Tratamiento de las emociones sociales. Esta zona está conectada al sistema límbico, así como a la amígdala. Ahora bien, la particularidad de esta región es que articula las emociones relacionadas con nuestros comportamientos sociales: agresividad, falta de respeto, saber cómo vivir juntos al fomentar interacciones apropiadas con otros...

Esta estructura también alberga un "sistema de vigilancia". En otras palabras, gracias a ella tratamos de comportarnos de acuerdo con un contexto, adaptándonos a un equilibrio social donde controlamos nuestros impulsos más básicos.

Sistema de recompensa. La corteza orbitofrontal también está relacionada con los comportamientos que nosotros, los humanos, realizamos de acuerdo con las recompensas o los castigos que recibimos.

Toma de decisiones. Esta área de nuestra corteza frontal tiene una relación estrecha con este comportamiento complejo que es el acto de tomar una decisión. En esta estructura se encuentra nuestra motivación cuando tomamos la iniciativa de un determinado comportamiento o acción. Las personas con una lesión de la corteza orbitofrontal pueden mostrar una gran apatía, inhibición o incluso un mutismo al tomar decisiones. Si se deciden e inician un tipo de acción basada en un problema, no podrán evaluar qué opción es la menos riesgosa, la más prudente y la que se adapta a las expectativas del contexto social más cercano.



mayo 17, 2019

MDMA-Éxtasis : Droga Sintética





Las drogas sintéticas hacen referencia a un conjunto muy amplio de sustancias psicoestimulantes que son fabricadas a través de procesos químicos. A diferencia de los otros tipos de sustancias psicoactivas, estas drogas no se obtienen de un producto natural, sino que son sintetizadas a partir de cambios moleculares realizados en laboratorios. La mayoría de ellas son derivadas de las anfetaminas, suelen consumirse por vía oral y se presentan en comprimidos con colores, formas y dibujos llamativos.

La MDMA es una droga sintética que actúa como estimulante y alucinógeno. Produce un efecto energizante, distorsiona la percepción sensorial y temporal y hace que las experiencias sensoriales se disfruten más profundamente. También se la ha descrito como un entactógeno: una droga que puede aumentar la conciencia de uno mismo y la empatía.

El éxtasis (o extasy), cuyo ingrediente activo es la MDMA (para 3,4-metilen-dioxi-n-metil-anfetamina) es una molécula de la familia de las anfetaminas, que también está cerca del alucinógeno de la mescalina.

Éxtasis es el nombre común por el que se conoce la droga MDMA. Otro tipo de nomenclaturas que recibe esta sustancia psicoactiva son Adán, XTC, X, E, pastillas o pirulas.

Sintetizado por los laboratorios Merck en 1914, este derivado de la anfetamina es distribuido durante la Primera Guerra Mundial a los soldados alemanes. Combinando ciertos efectos de los estimulantes y los alucinógenos, se suponía que la MDMA aliviaría la fatiga, el hambre y la moral de los soldados. Los Estados Unidos también lo utilizaron con fines militares en la década de 1950 para interrogatorios.

A fines de la década de 2000, tras una disminución en la accesibilidad de los precursores de MDMA, la pureza promedio de las muestras de éxtasis disminuyó. Desde 2014, con la competencia de nuevas drogas sintéticas, hay una mayor cantidad de comprimidos de masa con una concentración más importante de MDMA.

Aspecto

En el estado crudo, el éxtasis se ve como cristales blancos, pero puede venir en muchas formas. La palabra "éxtasis" se usa a menudo para referirse a la MDMA en tabletas o cápsulas, que es la forma más común de consumir la droga. Los investigadores han determinado que muchas tabletas de éxtasis contienen no solo MDMA en concentraciones variadas, sino también varias otras drogas o combinaciones de drogas que pueden ser perjudiciales.

Cristales de MDMA
En tabletas de éxtasis compradas en la calle se han encontrado adulterantes que incluyen metanfetamina, el anestésico ketamina, cafeína, la droga dietética efedrina, el antitusivo (supresor de la tos) de venta libre dextrometorfano, heroína, fenciclidina (PCP) y cocaína.

Molly  el término callejero de “molecular”  se refiere a la MDMA en forma de polvo cristalino, que generalmente se vende en polvo o en cápsulas. Algunas personas piensan, equivocadamente, que la Molly no contiene los contaminantes que se encuentran con frecuencia en el éxtasis. En realidad, el análisis químico de drogas vendidas como Molly y confiscadas por la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (U.S. Drug Enforcement Administration, DEA) ha demostrado que a menudo contienen otros tipos de drogas y hasta es posible que no contengan MDMA. Esto subraya el hecho de que quienes consumen Molly con frecuencia no saben qué están consumiendo, y las sustancias que se venden como Molly pueden representar riesgos graves para la salud.

El producto contiene dosis variables de ingrediente activo, desde unos pocos miligramos hasta más de 200 mg de MDMA. También sucede que no contenga MDMA sino otras sustancias activas que pueden ser medicamentos o drogas sintéticas.

Muchos medicamentos se venden a veces como éxtasis. Los más comunes son los antipalúdicos, corticosteroides, hipotensivos, bloqueadores beta, antiparkinsonianos, pero también los antidepresivos y varios sedantes que pueden provocar efectos psicoactivos, malestar general, interacciones con diversos trastornos. Durante los teknivals, se encuentran muchas cajas vacías de Nivaquine®, Celestamine®, Effexor®, Lepticur®, Defanyl®, Celectol®, Loftyl®, etc. todas las cuales tienen la distinción de tener logotipos que pueden sugerir que sería éxtasis.

Procedencia de los productos químicos que componen la MDMA

Casi todos los productos químicos de Molly y otras drogas sintéticas provienen de laboratorios en China. Los químicos chinos venden la droga a través de internet, y los intermediarios en los Estados Unidos y en todo el mundo la cortan con otras sustancias, y, o bien la colocan en cápsulas o la venden en polvo.

Otros tipos de drogas sintéticas se pueden pulverizar sobre el material vegetal y ahumado, como la marihuana sintética. Pero es difícil llevar un registro de todas las sustancias químicas que las componen. Tan pronto como un compuesto se descubre y se prohibe, otro es creado para ocupar su lugar.

Pruebas de detección

La MDMA y su principal metabolito, MDA, pueden identificarse y cuantificarse durante 24 horas en medios biológicos como sangre, saliva y sudor, y 72 horas en orina.

El éxtasis es detectable:
* hasta 12 horas en saliva,
* hasta 72 horas en la orina,
* hasta 8 horas en la sangre.

El examen de orina o saliva de MDMA es el de una amplia Familia de sustancias. Por lo tanto, hay muchas posibilidades de falsos positivos (por ejemplo, después de una ingesta de medicamentos).

Patrones de consumo

* En forma de cápsula o tableta. El éxtasis se traga. Los usuarios a menudo usan el término "engullir".

* Polvo y cristales. Se pueden tomar en “paracaídas”: se envuelven en papel de liar y luego se ingieren.

* El polvo también se puede colocar en papel de aluminio, se calienta desde abajo y luego se inhala el vapor. Este modo de consumo se denomina “caza del dragón”.

* Finalmente, más raramente el polvo se puede diluir y luego inyectar.


Efectos de la MDMA

Quien consume MDMA puede experimentar los efectos embriagadores de la droga alrededor de 45 minutos después de tomar una sola dosis. Esos efectos incluyen una intensificada sensación de bienestar, mayor extroversión, calidez emocional, empatía hacia otros y la disposición a conversar sobre recuerdos con gran carga emocional. Además, la gente reporta la intensificación de la percepción sensorial como una marca distintiva de la experiencia con MDMA.

Estos efectos alcanzan el punto máximo entre 15 y 30 minutos después de que comienzan a sentirse y tienen una duración promedio de tres horas, si bien los efectos secundarios se pueden sentir hasta días más tarde. Por lo general, la gente toma una o dos tabletas en cada ingesta, y normalmente cada tableta contiene entre 50 y 150 miligramos de MDMA. A menudo la persona toma una segunda dosis de la droga cuando los efectos de la primera comienzan a desaparecer, lo que aumenta el riesgo de que aparezcan efectos secundarios adversos debido a la combinación de ambas dosis.

La intensidad de los efectos varía según la persona, el contexto en el que consume, la cantidad consumida y la concentración del producto MDMA.

Efectos agudos

Sin embargo, la MDMA también puede causar varios efectos secundarios agudos. Por ejemplo, si bien las sobredosis letales de MDMA no son comunes, pueden potencialmente poner en riesgo la vida, con síntomas como presión arterial alta (hipertensión), desfallecimiento o mareos, ataques de pánico y, en casos graves, pérdida del conocimiento y convulsiones.


A causa de sus propiedades estimulantes y las situaciones en las que frecuentemente se consume, la MDMA está asociada con la actividad física vigorosa por períodos extendidos en ambientes calurosos. Esto puede causar uno de los efectos secundarios agudos más importantes, si bien poco común: un marcado aumento de la temperatura del cuerpo (hipertermia). Los resultados de investigaciones con ratas demuestran que aun una dosis moderada de MDMA interfiere con la capacidad del cuerpo para regular su temperatura, lo que potencialmente puede tener consecuencias fatales en ambientes calurosos. El tratamiento de la hipertermia requiere atención médica inmediata, ya que puede llevar rápidamente a la descomposición del tejido muscular o a un desequilibrio de electrolitos (sodio), que a su vez pueden causar insuficiencia renal o una inflamación mortal del cerebro, particularmente en las mujeres.

El consumo de MDMA en combinación con el ejercicio vigoroso causa deshidratación, lo que lleva a algunas personas a beber gran cantidad de líquido. Sin embargo, esto podría aumentar el desequilibrio de electrolitos o la inflamación del cerebro porque la MDMA hace que el organismo retenga agua. Una dosis moderada de MDMA también puede reducir la eficacia de bombeo del corazón en personas que la consumen regularmente, lo cual es una preocupación especial durante los períodos de intensa actividad física.

La MDMA también puede causar efectos secundarios adversos, entre ellos, tensión involuntaria de la mandíbula, pérdida del apetito, leve distanciamiento de uno mismo (despersonalización), pensamientos ilógicos o desorganizados, piernas inquietas, náuseas, bochornos o escalofríos, dolor de cabeza, sudor y rigidez muscular o articular.

En las horas siguientes al consumo, la MDMA produce una reducción importante de la percepción y predicción del movimiento, por ejemplo, la capacidad de evaluar si un conductor está en peligro de chocar con otro vehículo. Esto destaca los peligros de realizar actividades complejas o que requieren habilidades específicas, como conducir un automóvil, mientras se está bajo la influencia de esta droga.

Una vez que la MDMA se metaboliza o descompone en el organismo, sus derivados interfieren con la capacidad del cuerpo para metabolizar la droga. En consecuencia, dosis adicionales de MDMA pueden producir niveles de sangre inesperadamente altos, lo que puede agravar los efectos tóxicos de la droga. Además, la combinación de MDMA con otras sustancias tales como cafeína, anfetaminas, mefedrona  una droga similar a las anfetaminas , marihuana o alcohol puede aumentar el riesgo de que se produzcan efectos secundarios adversos relacionados con la MDMA.

Efectos subagudos

El consumo recreativo de MDMA a menudo se caracteriza por tomar la droga repetidamente durante varios días (atracones) y luego no consumirla por un tiempo. En un estudio con animales, esta pauta de consumo produjo latidos irregulares del corazón (arritmia) y lesiones cardíacas. En las semanas siguientes al consumo de la droga, muchas personas reportan depresión, deterioro de la memoria y la atención, ansiedad, agresividad e irritabilidad.

Efectos del consumo regular de MDMA

El consumo regular de MDMA ha sido asociado con problemas para dormir, pérdida del apetito, dificultad para concentrarse, depresión, cardiopatías e impulsividad. Además, el consumo intenso de MDMA durante un período de dos años está asociado con una disminución de la función cognitiva.


Algunos de estos problemas pueden no ser directamente atribuibles a la MDMA, sino que pueden estar relacionados con algunas de las otras drogas que se consumen en combinación con la MDMA, como cocaína, alcohol o marihuana, o con los adulterantes que comúnmente se encuentran en las tabletas de MDMA. Es necesario realizar más investigaciones para comprender cuáles son los efectos específicos del consumo regular de MDMA.

Duración de los efectos. Los efectos se sienten rápidamente, aproximadamente media hora después de la toma y duran entre 2 y 3 horas. Hay una fase de descenso que dura de una a dos horas, pero se pueden sentir efectos indeseables por hasta 48 horas.

Algunos efectos secundarios son sistemáticos



* aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial acompañados de palpitaciones,
* sofocos Y fuerte transpiración.

También pueden producirse otros efectos

* boca seca,
* tensión muscular o dolor, especialmente en la mandíbula,
* dolor de cabeza,
* pupilas dilatadas, visión borrosa, tendencia a bizquear,
* retención urinaria o, por el contrario, necesidad para orinar,
* náuseas y vómitos,
* vértigos, pérdida del equilibrio.


Riesgos y complicaciones

Independientemente de la frecuencia de consumo, incluso durante una primera dosis

* El éxtasis puede causar un fuerte aumento de la temperatura corporal (hipertermia) acompañado de deshidratación. Estos síntomas, que están asociados con una actividad intensa, pueden provocar insuficiencia renal y, en casos raros, la muerte.

* La MDMA puede ser tóxica para el hígado y causar hepatitis aguda, inmediatamente después del uso o dentro de los 15 días.

* Actividad continua, desconectada y anormal de los ventrículos del corazón que puede provocar un paro cardíaco (fibrilación ventricular).

* Trastornos del comportamiento que pueden ocurrir durante, inmediatamente después o, más raramente, varios días después del consumo en forma de ataque de pánico o paranoia, fases de depresión y ansiedad reforzadas por fatiga intensa.

Uso regular y riesgos a largo plazo

* Trastornos de la memoria y la concentración
* Trastornos del sueño (insomnio)

Efectos a largo plazo

La MDMA es neurotóxica: en caso de uso repetido, los efectos a largo plazo del consumo de éxtasis pueden ser pérdida de peso, debilidad, irritabilidad, insomnio, ansiedad, adicción o incluso trastornos de la personalidad y anomalías de las válvulas cardíacas (como el mediador). En el mediano y largo plazo, actualmente no sabemos si los niveles de serotonina y dopamina están regresando a los niveles normales y, de ser así, en cuánto tiempo. También hay evidencia creciente de que la MDMA es hepatotóxica.

La interacción entre el éxtasis y Ritonavir® (medicamento recetado para el tratamiento de la infección por VIH) puede aumentar la concentración de ambas sustancias en dos o tres y exponer al usuario a una sobredosis potencialmente mortal.

Riesgos de sobredosis. Las náuseas y los vómitos asociados con mareos y dolor de cabeza severo son signos de sobredosis que pueden provocar problemas cardíacos, coma o incluso la muerte.

El bad trip. Al igual que con el LSD, es posible hacer un bad trip con MDMA, que puede dejar secuelas psicológicas. Puede suceder que uno se sienta abrumado por el 'ascenso'. La persona se siente abrumada, especialmente si es su primera experiencia. La modificación de la conciencia puede llegar hasta una pérdida de contacto con la realidad.


La MDMA afecta el cerebro

La MDMA afecta el cerebro al aumentar la actividad de al menos tres neurotransmisores  los mensajeros químicos de las células cerebrales : serotonina, dopamina y norepinefrina (NE). Al igual que otras anfetaminas, la MDMA aumenta la liberación de estos neurotransmisores y/o bloquea su reabsorción, lo que produce niveles más altos de neurotransmisores en la hendidura sináptica (el espacio entre neuronas en la sinapsis).


La MDMA genera una mayor liberación de serotonina y norepinefrina (NE) que de dopamina. La serotonina es un neurotransmisor que cumple una función importante en la regulación del estado de ánimo, el sueño, el dolor, el apetito y otros comportamientos. La liberación excesiva de serotonina que genera la MDMA es la causa probable de la estimulación del estado de ánimo que experimenta quien consume la droga. Sin embargo, al liberar grandes cantidades de serotonina, la MDMA hace que el cerebro quede significativamente privado de este neurotransmisor importante, lo que contribuye a los efectos psicológicos negativos que la persona puede experimentar durante varios días luego de consumir MDMA.

Sujeto de control, un usuario reciente de MDMA y un ex-MDMA
Un bajo nivel de serotonina está asociado con mala memoria y un estado de ánimo depresivo, por lo que estos resultados coinciden con los estudios en seres humanos que demostraron que algunas personas que consumen MDMA regularmente experimentan confusión, depresión, ansiedad, paranoia y deterioro de los procesos de atención y memoria. Los estudios también demuestran que la dimensión del consumo de MDMA en el ser humano tiene una relación directa con la disminución de los metabolitos de la serotonina y otros indicadores de la función serotoninérgica y el grado de deterioro de la memoria. Además, los efectos de la MDMA sobre la norepinefrina (NE) contribuyen al deterioro cognitivo, la excitación emocional y la euforia que acompañan al consumo de MDMA.

Otro aspecto es la posible aparición de "flashbacks", es decir, el resurgimiento de los síntomas experimentados durante la toma de la droga, días o incluso meses después de la toma. El mecanismo neurobiológico aún no está claro.

El síndrome de serotonina

La MDMA actúa sobre la serotonina. Puede, sola o en combinación con otras drogas o medicamentos, desencadenar un síndrome de serotonina, que puede ser mortal. Este síndrome no es dependiente de la dosis. Asocia trastornos neuropsiquiátricos, neurovegetativos y neuromusculares que aparecen menos de 24 horas después de la ingesta. Los síntomas son, por ejemplo, hipertensión, hiperactividad, confusión, hipertermia, taquicardia, temblor.

El golpe de calor es principalmente un síndrome de serotonina. La MDMA causa un calentamiento excesivo del cuerpo, que se compensa con la sudoración. Si se olvida beber, especialmente en un lugar recalentado, y haciendo un esfuerzo físico, como bailar, el cuerpo se deshidrata. Esto se llama 'golpe de calor'. Éste puede ir acompañado de un ataque cardíaco o agotamiento  pérdida de la conciencia, coma . Esta deshidratación puede ser mortal.

El descenso

Uno de los reveses del consumo de éxtasis es el descenso que se produce inmediatamente después y puede durar algunos días: el cerebro carece de serotonina, lo que corresponde a una depresión real. Algunos usuarios usan opiáceos, benzodiazepinas o cannabis para disminuir los efectos de la fase de depresión. Puede tener un efecto traicionero, porque se desea consumir para sentirse bien, y se espera el próximo fin de semana, pensando solo en eso.

La MDMA es adictiva

Datos de estudios con seres humanos y el animal sugieren que el consumo regular de MDMA produce adaptaciones en los sistemas de dopamina y serotonina que están asociadas con el trastorno por consumo de sustancias y las conductas relacionadas, como por ejemplo, mayor impulsividad.

Se encontró que el aumento artificial de un neurotransmisor ejerce una retroalimentación negativa sobre la enzima responsable de producirlo. Resultado: cuando cesa la ingesta externa de la droga, el exceso se traduce en abstinencia.

El uso regular de éxtasis requiere aumentar las dosis para obtener los mismos efectos estimulantes. También puede causar, al interrumpir el consumo, un estado de agotamiento y depresión acompañado de ansiedad que puede durar desde unos pocos días hasta algunas semanas y puede ser difícil de vivir o incluso representar un verdadero obstáculo para la interrupción. En este caso, se puede necesitar ayuda externa para lograrla.


Contraindicaciones para el consumo de MDMA-Éxtasis

* El éxtasis es tóxico para el hígado y puede desencadenar una cirrosis fulminante. No se debe tomar si se tiene hepatitis.

* La MDMA atraviesa la barrera placentaria y pasa a la leche materna. Por lo tanto, es muy peligrosa para las mujeres embarazadas o lactantes. El efecto vaso-constrictor de la MDMA afecta adversamente los intercambios entre la madre y el feto que pueden conducir a un retraso del crecimiento intrauterino. Los niños expuestos a estimulantes nacen con más frecuencia antes del término. Las investigaciones sugieren que la MDMA puede tener efectos secundarios adversos en el feto en desarrollo. Un estudio con seres humanos demostró que la exposición prenatal a la MDMA estaba asociada con demoras motrices en el bebé hasta dos años después de nacer.

* La MDMA puede desencadenar ataques epilépticos. Las personas propensas a tales convulsiones no deben tomar MDMA.

* El uso del éxtasis es especialmente peligroso en casos de trastornos del ritmo cardíaco, asma, epilepsia, diabetes, problemas renales y astenia.

* El uso de MDMA al mismo tiempo que los antidepresivos de tipo MAOI puede conducir a un síndrome de serotonina deletéreo.


Prevenir el consumo de MDMA

Para reducir los efectos negativos asociados con el consumo de esta droga es importante brindar información científica precisa sobre los efectos que tiene. Los jóvenes que consumen MDMA indican que sus amigos, los programas de tratamiento de trastornos por consumo de sustancias y los médicos son sus fuentes más confiables de información sobre la MDMA. Muchos también declaran que consideran Internet como una fuente importante de información, lo cual sugiere que los sitios de prevención deberían estar diseñados para responder a las necesidades de este sector de la población.

Asimismo, el uso de programas de prevención de consumo de drogas y la promoción de la abstinencia liderada por jóvenes semejantes pueden ser un método prometedor para reducir el consumo de MDMA entre los adolescentes y jóvenes.

Las nuevas tecnologías también podrían contribuir a transmitir mensajes a los estudiantes de escuelas secundarias y universidades sobre los efectos del consumo de MDMA. Por ejemplo, un estudio demostró que un programa de prevención creado por una escuela en Internet redujo la intención de los estudiantes de consumir MDMA y otras drogas.


Consejos para la reducción del riesgo


Todo consumo es riesgoso. Siempre es mejor abstenerse, en cualquier caso, posponer el consumo cuando se siente cansado, estresado, mal o aprensivo. También es mejor consumir con personas de confianza, en un contexto tranquilizante.

* Tener cuidado con las dosis (especialmente la primera vez), esperar a conocer sus efectos antes de intentar consumir más o más a menudo, por ejemplo, tomar solo una media tableta, en cualquier caso, no tomar varias tabletas al mismo tiempo.

* No mezclar varios productos juntos, con respecto al éxtasis, especialmente evitar el alcohol y medicamentos como los antidepresivos y las benzodiacepinas.

* Para evitar la hipertermia y la deshidratación, es recomendable beber agua regularmente en cantidades razonables, usar ropa suelta que permita una buena ventilación del cuerpo.

* Prever la posibilidad de descansar los días siguientes a la ingesta de éxtasis.

* Limitar la frecuencia de consumo.