La oxitocina silencia el cerebro fetal durante el proceso del parto
y reduce su vulnerabilidad a la falta de oxígeno
y reduce su vulnerabilidad a la falta de oxígeno
La oxitocina es una molécula generada de forma natural en el hipotálamo, en la base del cerebro y se almacena en el lóbulo posterior de la pituitaria, la “glándula maestra” del sistema endocrino (hormonal), de donde es liberada por pulsaciones.
Descubrimiento. La palabra oxitocina se deriva
del griego Oxys y Tokos, que significa "nacimiento
rápido", después de que sus propiedades uterino-contractantes fueron
descubiertas por el farmacólogo británico Sir Henry Hallett Dale en 1906. La
propiedad de eyección de leche por la oxitocina fue descrita por Ott y Scott en
1910 y por Schafer y Mackenzie en 1911.
La secuencia de nueve aminoácidos de la oxitocina
fue aclarada por Vincent du Vigneaud y colaboradores y por Tuppy en 1953 y
sintetizados bioquímicamente poco después por Vigneaud y colaboradores en 1953.
La oxitocina fue la primera hormona polipeptídica secuenciada y sintetizada.
La oxitocina se forma en el cerebro de la madre
cuando el embarazo está llegando a su fin. Es capaz de aumentar el número de
las contracciones y su intensidad, por eso se utiliza como medicamento para
estimular el parto.
Su función consiste en ese momento en aumentar la
dilatación cervical y las contracciones del útero. Cruzando la placenta, la
oxitocina materna llega al cerebro fetal e induce un cambio en la acción del
neurotransmisor GABA de excitador a inhibidor en las neuronas corticales
fetales. Esto silencia al cerebro fetal durante el proceso del parto y reduce
su vulnerabilidad a la hipoxia (falta de oxígeno).
Normalmente está involucrada en la regulación de
varios procesos fisiológicos, entre ellos las emociones, en el reconocimiento y
establecimiento de las relaciones sociales, especialmente las de empatía,
confianza y generosidad.
Preparación
de las neuronas fetales para el parto
Investigadores de la unidad INSERM 29 del Instituto
Mediterráneo de Neurobiología de Marsella (INMED) demostraron en un estudio publicado en Science en 2006, que la
madre informa y prepara al feto para el parto gracias a la oxitocina, hormona
natural responsable de las contracciones.
Realizaron un estudio con ratas midiendo los niveles
de oxitocina, justo antes y después del nacimiento. Descubrieron que en ese
momento las neuronas están extremadamente “inhibidas”, como si hubieran estado
sometidas a una fuerte anestesia. Observaron
que esta hormona – cuya concentración sube significativamente durante el parto – se ancla en los receptores cerebrales del feto, actuando funcionalmente de
modo análogo al de un tranquilizante, llegando a producir una fuerte inhibición
neural.
Comprobaron que el cerebro del recién nacido es
mucho más resistente a los episodios de anoxia (falta de oxígeno) cuando sus
neuronas están “dormidas” bajo el efecto de la oxitocina materna. En otras
palabras, la hormona oxitocina que libera a madre prepara al bebé para el
parto, aumentando su resistencia a la falta de oxígeno y a otros traumatismos
del nacimiento.
Las complicaciones durante el parto son una de las
mayores causas de secuelas neurológicas graves: epilepsia, retraso mental, etc.
Una de las causas es el choque traumático y/o la falta de oxígeno en el momento
del nacimiento, que afecta al desarrollo del cerebro del bebé.
Unas horas antes del parto el hipotálamo materno fabrica y libera la oxitocina. Esta hormona actúa sobre el útero, favoreciendo el inicio de las contracciones y sobre el pecho, en los canales lácteos.
Bajo la acción de esta hormona que segrega la madre,
las neuronas fetales son anestesiadas, y gracias a ello se preparan para
afrontar el traumatismo o la falta de oxígeno inherente al parto. Esta hormona
también prepara al bebé para su vida fuera del útero, favoreciendo su función
pulmonar; aumentan los fluidos metabólicos; y activa el sistema
termorregulador del recién nacido, dándole calor.
Hormona del
comportamiento maternal
La protección, el cuidado, la ternura y el cariño de una madre por su bebé, común en todas las mujeres con sus hijos, así como la capacidad de crear, mantener y fortalecer esta relación es la obra de la oxitocina.
En la gestación, en el parto y durante las primeras
interacciones materno-filiales, se producen cambios estructurales, funcionales
y neuroendocrinos en el cerebro materno que predisponen a la madre hacia el
cuidado y atención de su bebé, llegando a afectar al cerebro infantil y su
desarrollo en los años infantiles y en los posteriores, siendo incluso
transgeneracionales los efectos de estas primeras interacciones materno-filiales
sobre el cerebro y desarrollo infantil.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario