julio 06, 2019

Qué Son las Ataxias





La Ataxia de Friedreich resulta en la degeneración del tejido nervioso en la médula espinal y de los nervios que controlan los movimientos musculares en los brazos y en las piernas. La médula espinal se hace más delgada y las células nerviosas pierden algunos de sus cubrimientos de mielina  la capa de aislamiento en todas las células nerviosas que ayuda a transmitir los impulsos nerviosos.

Historia. Se le llama por el nombre del médico Nicholas Friedreich, que describió inicialmente la condición en la década de 1860. Las ataxias dominantes fueron descubiertas posteriormente, como la ataxia dominante, identificada en 1893 por Pierre Marie, u otras variedades descubiertas por Harding en 1982.

La ataxia describe una falta de control muscular o coordinación de los movimientos voluntarios, como caminar o levantar objetos. Como signo de una enfermedad no diagnosticada, la ataxia puede afectar varios movimientos y provocar dificultades para hablar, mover los ojos y tragar.

La ataxia persistente generalmente causa daño al cerebelo  la parte del cerebro que controla la coordinación muscular . Muchos trastornos pueden provocar ataxia, entre ellos, abuso de alcohol, determinados medicamentos, accidentes cerebro-vasculares, tumores, parálisis cerebral infantil, degeneración cerebral y esclerosis múltiple. La afección también puede deberse a genes defectuosos heredados.

Síntomas

Los síntomas comienzan comúnmente entre los 5 y 15 años, pero en raras ocasiones pueden aparecer tan pronto como a los 18 meses o tan tarde como a los 30 años de edad. El primer síntoma en aparecer es generalmente la dificultad en caminar o ataxia del caminar. La ataxia empeora gradualmente y se propaga lentamente a los brazos y, luego, al tronco.

Los signos iniciales incluyen deformidades de los pies tales como pie en forma de porra, flexión de los dedos de los pies (movimientos consistentes en doblar los dedos de los pies involuntariamente), dedos gruesos de los pies en forma de martillo e inversión de los pies (desvío hacia adentro). Con el tiempo, los músculos comienzan a debilitarse y a atrofiarse, en especial en los pies, las partes inferiores de las piernas y las manos y aparecen deformidades.

Otros síntomas incluyen pérdida de reflejos de los tendones, en especial en las rodillas y en las muñecas y los tobillos. A menudo hay una pérdida paulatina de sensación en las extremidades, que puede propagarse a otras partes del cuerpo. Aparece disartria  lentitud en la dicción o dicción indistinta  y la persona se cansa con facilidad. Son comunes los movimientos rítmicos, rápidos e involuntarios del globo ocular. La mayoría de las personas con ataxia de Friedreich adquieren escoliosis  encurvamiento de la espina dorsal hacia un lado  que, si es aguda, puede dificultar la acción de respirar.


Entre otros de los síntomas que pueden ocurrir figuran dolores de pecho, falta de respiración y palpitaciones cardíacas. Estos síntomas son el resultado de distintas formas de enfermedad cardíaca que a menudo acompañan a la ataxia de Friedreich, tales como la cardiomiopatía  alargamiento del corazón , la miocarditis  inflamación de las paredes del corazón , la fibrosis miocardial  formación de material parecido a fibras en los músculos del corazón  y el fallo cardíaco.

También son comunes anomalías rítmicas del corazón tales como taquicardia  latir rápido del corazón  y bloqueo del corazón  conducción dificultada de los impulsos cardíacos dentro del corazón .

Veinte por ciento, aproximadamente, de las personas con ataxia de Friedreich adquieren intolerancia a los carbohidratos y 10 por ciento de ellas adquiere diabetes mellitus. Algunas personas pierden la capacidad de oír o de ver.

La manera en que progresa la enfermedad varía de una persona a otra. Por lo general, dentro de 15 a 20 años después de aparecer los primeros síntomas, la persona queda recluida en una silla de ruedas y, en las etapas posteriores de la enfermedad, las personas quedan totalmente incapacitadas. La expectativa de vida se ve grandemente afectada y la mayoría de las personas con ataxia de Friedreich mueren en los primeros años de la vida adulta, si existe además enfermedad cardíaca seria, la causa más común de la muerte. No obstante, algunas personas con síntomas menos agudos de ataxia de Friedreich viven por mucho más tiempo.

La ataxia puede manifestarse con el tiempo o presentarse de forma repentina. Es un signo de diversos trastornos neurológicos que puede provocar:

* Falta de coordinación
* Andar inestable y tendencia a tropezar
* Dificultad con tareas de motricidad fina, como comer, escribir o abotonarse una camisa
* Cambios en el habla
* Movimientos involuntarios de los ojos hacia adelante y hacia atrás (nistagmo)
* Dificultad para tragar.


Causas

Cerebelo y tronco encefálico
El daño, la degeneración o pérdida de neuronas en el cerebelo causa ataxia. El cerebelo consta de dos partes de tejido doblado del tamaño de pelotas de tenis de mesa situadas en la base del cerebro, cerca del tronco encefálico.

La parte derecha del cerebelo controla la coordinación del lado derecho del cuerpo, mientras que la parte izquierda del cerebelo controla la coordinación del lado izquierdo.
Las enfermedades que dañan la médula espinal y los nervios periféricos que conectan el cerebelo con los músculos también pueden causar ataxia.

Las causas de la ataxia son:

Traumatismo craneal. El daño al cerebro o a la médula espinal a causa de un golpe en la cabeza, como puede suceder en un accidente automovilístico, puede ocasionar ataxia cerebelosa aguda, la cual aparece en forma repentina.


Accidente cerebrovascular. Cuando se interrumpe o se reduce gravemente el suministro de sangre a una parte del cerebro, el tejido cerebral no recibe oxígeno y nutrientes y, en consecuencia, mueren las células cerebrales.

Parálisis cerebral infantil. Este es un término general para un grupo de trastornos causados por el daño al cerebro de un niño durante el desarrollo precoz, antes, durante o poco después del nacimiento, que afecta la capacidad del niño de coordinar los movimientos corporales.

Enfermedades auto-inmunes. La esclerosis múltiple, la sarcoidosis, la celiaquía y otras afecciones auto-inmunes pueden provocar ataxia.

Infecciones. La ataxia puede ser una complicación poco frecuente de la varicela y otras infecciones virales. Puede aparecer en las etapas de curación de la infección y durar días o semanas. Normalmente, la ataxia se resuelve con el tiempo.

Síndromes paraneoplásicos. Estos son trastornos poco frecuentes y degenerativos provocados por la respuesta del sistema inmunitario a un tumor canceroso (neoplasma), con más frecuencia de cáncer de pulmón, de ovario, de mama o linfático. La ataxia puede aparecer meses o años antes del diagnóstico de cáncer.

Tumor. Un crecimiento en el cerebro, canceroso (maligno) o no canceroso (benigno), puede dañar el cerebelo.

Reacción tóxica. La ataxia es un efecto secundario posible de determinados medicamentos, en especial, los barbitúricos, como el fenobarbital, los sedantes, como las benzodiacepinas, y algunos tipos de quimioterapia. Es importante identificarlos porque, a menudo, los efectos son reversibles.

Además, algunos medicamentos que se estén tomando pueden provocar problemas a medida que se envejece, por lo que se debe reducir la dosis o interrumpir la medicación.

El alcohol y la intoxicación por drogas, el envenenamiento por metales pesados  como el plomo o el mercurio  y el envenenamiento por solventes  como los disolventes  también pueden causar ataxia.

Deficiencia de vitamina E, vitamina B-12 o tiamina. La falta de estos nutrientes por no poder absorber suficiente cantidad, por abuso de alcohol o por otros motivos puede provocar ataxia.


Ataxias hereditarias

Algunos tipos de ataxia y algunas enfermedades que causan la ataxia son hereditarias. Un gen con un defecto determinado produce proteínas anormales.

Las proteínas anormales dificultan la función de las neuronas, principalmente en el cerebelo y en la médula espinal, y hacen que se degeneren. A medida que la enfermedad avanza, los problemas de coordinación empeoran.

Los distintos defectos genéticos provocan distintos tipos de ataxia y la mayoría de ellos son progresivos. Cada tipo de defecto causa coordinación deficiente, pero cada uno de ellos manifiesta signos y síntomas específicos.


La Ataxia de Friedreich es una enfermedad recesiva autosomal, que significa que el paciente ha de heredar dos genes afectados, uno de cada uno de los padres, para que la enfermedad se desarrolle. Una persona que tiene sólo una copia anormal de un gen para una enfermedad genética recesiva, tal como la ataxia de Friedreich se denomina portador. Un portador no adquirirá la enfermedad pero podría transmitir el gen afectado a sus hijos. Si ambos padres son portadores del gen de la ataxia de Friedreich, sus hijos tendrán 1 en 4 posibilidades de poseer la enfermedad y 1 en 2 posibilidades de heredar un gen anormal que ellos, a su vez, podrían pasar a sus hijos.

Tipos. Aunque la ataxia de Friedreich es la más frecuente de todas, existen cerca de 200 tipos diferentes de ataxias. De todas ellas, en casi 160 se conoce su localización cromosómica. Los médicos las han dividido según su forma de heredarlas de modo que pueden ser autosómicas dominantes (como las ataxias espino-cerebelosas, también denominadas SCA), autosómicas recesivas (como la ataxia de Friedreich), ataxias en relación con una enfermedad mitocondrial y ligadas al cromosoma X.

Ataxias esporádicas

Por otra parte, hay pacientes con ataxias esporádicas, es decir sin historia familiar de síntomas similares. No todas las ataxias tienen una causa genética. Las causas principales de ataxias no hereditarias son el ictus, la esclerosis múltiple, tumores, alcoholismo, trastornos metabólicos o deficiencias vitamínicas.

No se encuentra la causa específica por la que algunos adultos padecen ataxia esporádica. La ataxia esporádica puede manifestarse de diferentes formas, como la atrofia multisistémica, que es un trastorno progresivo y degenerativo.



Tratamientos

Al igual que muchas enfermedades degenerativas del sistema nervioso, actualmente no hay una cura eficaz o tratamiento para las ataxias. Aproximadamente solo un 11% de las ataxias tiene un diagnóstico etiológico conocido. En los últimos años, gracias a los avances en medicina genómica y la neuroimagen se ha avanzado mucho en la identificación y la comprensión de las causas moleculares de las ataxias. Estas técnicas han abierto la puerta a nuevas investigaciones enfocadas en la búsqueda de tratamientos adecuados.

Pero si bien en el diagnóstico se han logrado avances gracias al desarrollo de la genética  lo que ha permitido que se conozcan alrededor de unos 200 tipos de ataxia hereditaria , apenas se han producido cambios decisivos en el área de terapias, exceptuando algunas pocas ataxias con algún tratamiento específico  por ejemplo, algunas ataxias de causa metabólica . Por lo que para la mayoría de los pacientes con ataxia, el núcleo principal del tratamiento se centra en tratar de mejorar o paliar los síntomas. Con esto se consigue, en muchos casos, mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Muchos de los síntomas y complicaciones asociados a esta enfermedad pueden ser tratados con el fin de ayudar a los pacientes a mantener un funcionamiento óptimo por el mayor tiempo que sea posible. La diabetes, si se halla presente, puede tratarse con dieta y medicamentos tales como la insulina, y algunos de los problemas cardíacos pueden tratarse con medicamentos también. Los problemas ortopédicos tales como las deformaciones de los pies y la escoliosis pueden tratarse con soportes o cirugía. La terapia física puede prolongar el uso de los brazos y las piernas.

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Avances en la investigación para encontrar un tratamiento contra la ataxia telangiectasia

Investigadores de la Clínica Universidad de Navarra, de las universidades de Harvard y Stanford han confirmado tras su estudio preclínico en animales de laboratorio que se podría realizar un trasplante de células madre hematopoyéticas que daría solución a dos de las complicaciones más urgentes relacionadas con la ataxia telangiectasia: la inmunodeficiencia primaria y la predisposición al desarrollo de tumores hematológicos. El estudio se publicó en la publicación 'on line' Nature Communications, editada por la revista Nature de enero 2019.

La ataxia telangiectasia es una enfermedad rara y neurodegenerativa que aún no tiene cura. Se manifiesta habitualmente antes de los dos años de edad, y afecta a las funciones de diferentes órganos y provoca incapacidad de coordinar movimientos, pérdida progresiva de movilidad  hacia los 9 años se necesita silla de ruedas , dificultad en el habla, estancamiento en el crecimiento, inmunodeficiencia, envejecimiento prematuro, dificultades.

El proceso se realizaría aplicando a los afectados un fármaco para provocar que las células madre salgan de la médula y circulen por el torrente sanguíneo, y así poder aislar dichas células mediante una extracción de sangre.

El objetivo es corregir las mutaciones  o errores en la secuencia de ADN  del gen ATM, causante de la enfermedad en dichas células madre hematopoyéticas. Como consecuencia, se solventaría el problema de la inmunodeficiencia primaria de los afectados limitando la predisposición a infecciones recurrentes y al desarrollo de tumores hematológicos.


Molécula de nuevo diseño podría beneficiar a las personas con Ataxia de Friedrich

Una investigación, dirigida por científicos de la Universidad de Bath, King’s College London y Brunel University London, publicada en el Journal of The Royal Society of Chemistry de febrero 2019, muestra que las células de la piel tomadas de pacientes con un trastorno genético raro son hasta diez veces más sensibles al daño de la radiación ultravioleta A (UVA) en las pruebas de laboratorio que las de una población sana.

Los científicos han creado una molécula que actúa como una garra para recoger el exceso de partículas de hierro dentro de las mitocondrias, evitando que amplifiquen el daño inducido por los rayos UVA. El objetivo de los investigadores es ver esta molécula agregada a las cremas solares para mejorar su efecto protector contra los rayos UVA.

Desafortunadamente, debido a que las mitocondrias son tan importantes como la principal fuente de energía, cuando algo sale mal con ellas, las consecuencias pueden ser graves. La disfunción de las mitocondrias se encuentra en el corazón de un número creciente de enfermedades.

Se espera que el trabajo, que ha involucrado el diseño de una nueva molécula con potencial para agregarse a la crema solar, pueda beneficiar a quienes tienen ataxia de Friedrich, así como a aquellos con otros trastornos caracterizados por una sobrecarga de hierro mitocondrial, especialmente el Síndrome de Wolfram y la enfermedad de Parkinson, donde los rayos UVA del sol pueden plantear desafíos particulares.

El equipo ahora está buscando continuar la investigación sobre el quelante de la enfermedad, con un modelo de ratón in vivo.


La estimulación eléctrica del cerebro puede ayudar a tratar las ataxias neurodegenerativas

Según un estudio de la Universidad de Brescia, publicado en la edición en línea de la revista Neurology de agosto 2018, la estimulación eléctrica del cerebro y la médula espinal puede ayudar a tratar los síntomas de los trastornos del movimiento raros de las ataxias neurodegenerativas.

La estimulación eléctrica se llama estimulación transcraneal de corriente directa (tDCS), una terapia no invasiva que administra una pequeña corriente eléctrica a través de electrodos colocados en la cabeza y a lo largo de la columna vertebral.

Para su estudio, los investigadores reclutaron a más de 20 individuos con varios tipos de ataxias que afectaban el área cerebelosa del cerebro; la población de pacientes tenía una edad promedio de 55 años con un historial de tener la enfermedad durante un promedio de 13 años. Los pacientes se dividieron en 2 grupos de tratamiento. En un grupo, los investigadores administraron estimulación eléctrica del cerebro y la médula espinal 5 días a la semana durante 2 semanas. En el otro grupo, los pacientes recibieron una estimulación simulada en la que los electrodos se colocaron sobre el participante, pero la corriente eléctrica se apagó después de 5 segundos.

Antes del inicio del estudio, a las 2 semanas, 1 mes y 3 meses después del tratamiento, los participantes fueron evaluados con pruebas generales de ataxia, pruebas de destreza en brazos y manos, y qué tan rápido podían caminar, así como también pruebas sobre cómo sus cerebros respondían al tratamiento. Esto fue seguido de un período de “lavado” en el que los participantes esperaron durante la duración de 3 meses antes de recibir el tratamiento opuesto y tomar las pruebas de nuevo.

Se observaron mejoras para cada prueba en los participantes a los que se les administró el tratamiento de estimulación, mientras que no se observó mejoría en ninguna prueba en los que recibieron la estimulación simulada. Por ejemplo, antes del inicio del estudio, se descubrió que los participantes tardaban aproximadamente 9,4 segundos en caminar 8 metros, pero después de un mes de tratamiento de estimulación eléctrica, se descubrió que solo demoraron aproximadamente 7,8 segundos para completar la misma tarea. No se notaron cambios en los tiempos en aquellos que recibieron la estimulación simulada.


Otra prueba evaluó cuánto tiempo tardarían los participantes en colocar y quitar clavijas de un tablero de clavijas para medir la coordinación de manos y brazos. Antes del inicio del estudio, se observó que los participantes tomaban 53 segundos para completar la tarea, en promedio. El tiempo para completar la tarea se redujo a 47 segundos en aquellos que habían recibido la estimulación durante 1 mes; aquellos que recibieron la estimulación simulada no experimentaron ninguna mejora.

Los investigadores informan que los resultados prometedores duraron un mínimo de 3 meses para los participantes. Las personas que tenían los síntomas más leves de su enfermedad mostraron la mayor mejoría en los puntajes de las pruebas, lo que sugiere que esta estimulación se debe administrar en una etapa temprana de la enfermedad para que sea más efectiva.

Como estas enfermedades causan una gran cantidad de problemas de coordinación, memoria y cognitivos, la terapia no invasiva puede ofrecer una opción de tratamiento potencial y novedosa para los pacientes que los tienen.

Los investigadores admiten que el estudio tenía sus limitaciones; uno fue el pequeño número de participantes. Además, los incluidos en el estudio tenían varios tipos de ataxias neurodegenerativas. Como tal, los resultados pueden no ser aplicables a todas las personas con estos trastornos.


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