La lateralidad es el proceso a través del
cual el niño llega a hacer un uso preferente de una parte del cuerpo sobre
otra, debido a la supremacía que
un hemisferio cerebral ejerce sobre el otro.
La lateralización es el proceso por el que se
desarrolla la lateralidad. Es importante una adecuada lateralización previa,
para el aprendizaje de la lectura-escritura y la completa madurez del lenguaje.
Esta definición de la lateralidad reviste
profunda importancia para la
relación del niño con el medio, para establecer las bases de la comunicación a
través del cuerpo y fundamentalmente de sus extremidades (los puntos corporales
claves en el manejo de elementos y en los desplazamientos son las manos y los
pies) con el mundo de los objetos y ajustarse a las prácticas socioculturales
establecidas en cuanto a la utilización de una y otra mano.
Cuando se habla de lateralidad, se debe
separar la corporal de la cerebral.
La lateralidad corporal, es la preferencia, y
por ende, el uso más frecuente y efectivo de una mitad lateral del cuerpo sobre
la otra, ejemplo: brazo, mano, pierna, pie, ojo… derecho o izquierdo.
La lateralidad cerebral, genera la
lateralidad corporal. Esto se debe a la especialización o predominio de un
hemisferio sobre el otro.
En cuanto al desarrollo de la lateralidad,
hasta casi los tres años, el niño va experimentando con ambos lados del cuerpo.
Entre los 2 y 3 años el niño reconoce y
nombra las diferentes partes del cuerpo, se define el predominio lateral y el
uso permanente y constante de la mano
o la pierna más hábil.
A los 4 años reconoce uno y otro lado de su
cuerpo y de las cosas.
Entre los 5 y 6 años reconoce su derecha e
izquierda con seguridad y en distintas posiciones y proyección de esas nociones
en las demás personas y objetos que se encuentran en el espacio.
Cuando un niño aún no ha logrado definir la
lateralidad se dice que es ambidiestro (desarrolla con ambas manos las mismas
habilidades). La mayoría de los niños pequeños van cambiado de mano o usan la
dos manos al mismo tiempo. Es alrededor de los 4 años cuando se establece la
preferencia sobre una u otra mano.
Alrededor de los 7 u 8 años es cuando se sabe
si el niño es diestro o zurdo, ya que es cuando opta por la mano de la
escritura y se produce la "lateralización definitiva".
Lateralización pura. Es cuando domina el
mismo lado en pie, mano y ojo.
Lateralización cruzada. Es cuando, por
ejemplo, se es diestro de mano y zurdo de ojo o viceversa.
Nuestro cuerpo y nuestro sistema nervioso
están compuestos por sistemas dobles: dos oídos, dos ojos, dos manos, dos pies,
etc.
Cada lado del cuerpo está controlado
preferentemente por un hemisferio cerebral, el del lado contrario. Por ejemplo,
la mano y el pie izquierdo están controlados por el hemisferio derecho. Cuando
damos una respuesta ésta tiene que ser única (al hablar, leer, escribir o
movernos). Sería difícil moverse si cada lado del cuerpo hiciera movimientos
hacia direcciones contrarias.
Por esto, entre los dos hemisferios
cerebrales tiene que haber uno que “domine” o mande sobre el otro y así poder
ejecutar una sola respuesta, sin necesidad de “pelear” cada vez entre ambos
hemisferios para ver cuál se impone.
Se debe estimular a los niños para que
realicen las actividades con ambas partes del cuerpo y con las dos manos, a fin
de que cuenten con los suficientes datos y experiencias, y poder así elegir la
mano preferente.
En general se sugiere incentivar o apoyar la
preferencia derecha, pero sin forzar o insistir. Si se fuerza al niño a
utilizar la mano contraria a su lado dominante, su sistema nervioso puede
desorganizarse, repercutiendo esto en una mala organización del espacio vital y
por ende, del espacio gráfico.
Según el predominio de las partes físicas
incluidas en la lateralidad (manos, ojos, oídos, brazos, piernas y pies), se
pueden establecer distintos tipos de lateralidad :
* Lateralidad diestra : se usan los miembros
del lado derecho
* Lateralidad zurda : se usan los miembros del
lado izquierdo
* Ambidextrismo : se usan miembros de ambos
lados
* Zurdería contrariada : el sujeto fue
obligado a usar la mano derecha para escribir por ejemplo, pero usa los
miembros izquierdos para otras actividades.
* Lateralidad cruzada : por ejemplo, diestro
de mano y zurdo de pie o de ojo.
Identificación de la lateralidad
Para conocer la dominancia de la mano se le
pide al niño que realice las siguientes actividades:
* Utilizar tijeras y escribir
* Para la dominancia de pie: saltar en un
solo pie, patear la pelota
* Dominancia de ojo: mirar un agujero,
telescopio
* Dominancia de oído: escuchar el tic-tac del
reloj.
Se analizará si se realizaron todas las
actividades con miembros u órganos del lado derecho o izquierdo, entonces se
puede saber si el niño es de dominancia definida. Si alternó derecha con
izquierda se dirá que tiene dominancia cruzada.
Es importante que se brinde al niño desde los
2 y 3 años, oportunidades varias para emplear la mano y la pierna más hábil y
reforzar su uso (tomar elementos, patear pompones, etc).
El dominar la lateralidad ayudará mucho al
niño a ubicarse con respecto a otros objetos. El no hacerlo podría repercutir
en las dificultades de aprendizaje de algunas materias. Por ejemplo en el caso
de las matemáticas se sabe que para sumar y restar varias cantidades se empieza
de derecha a izquierda y si no ha trabajado su lateralidad le será difícil
ubicarse frente al papel.
¿Como apoyar a los niños en la adecuada determinación de su lateralidad?
Es muy importante que, mientras los niños son
pequeños, se les de la oportunidad de definir por ellos mismos cuál será su
hemisferio dominante. Por ejemplo, dejarle las herramientas de dibujo o
escritura sobre la mesa, para que él las tome por sí mismo. No dárselas
directamente en la mano derecha. Realizar con los hijos actividades que
fomentan el uso de una mano en el papel dominante y la otra mano en el papel de
apoyo, como lavar platos, untar mermelada en un pan, servir agua en vasos,
ensartar cuentas en un collar, etc. Es mucho mejor ser un buen zurdo que un mal
diestro. Dicho de otra forma, un zurdo frustrado jamás será “diestro”, en todo
el sentido de la palabra.
* Identificar la mitad derecha e izquierda en su propio cuerpo, en el de su compañero y en su imagen frente a un espejo.
* Manipular, con su mano derecha, la mitad derecha de su cuerpo, iniciando en la cabeza, ojos, oreja, cuello y tronco.
* Llevar diariamente una cinta de color en la muñeca de la mano derecha.
* Señalar en su compañero, puesto de espaldas, partes de su lado derecho e izquierdo, esta misma actividad se realizará con el compañero puesto en frente.
* Frente a un espejo grande y dividido en dos partes iguales con cinta adhesiva, señalar su lado derecho e izquierdo.
* Hacer movimientos oculares de izquierda a derecha.
* Ejercicios unilaterales: con la mano derecha topar su pie derecho.
* Ejercicios simultáneos: con su mano izquierda topar su ojo derecho.
* Ejercicios con el brazo izquierdo y derecho: arriba, lateral, derecha.
* Lectura de carteles de imágenes: el niño debe identificar los dibujos del cartel, siempre de izquierda a derecha, esta misma actividad puede realizarse con colores.
* Dictado de dibujos: la maestra pedirá dibujar figuras geométricas, controlando que el niño realice esto de izquierda a derecha.
* Trazar líneas horizontales, verticales y con cambios de dirección.
* Hacer dibujos simultáneos: utilizando dos hojas de papel el niño hará círculos simultáneos en las dos hojas y con las dos manos.
Esta serie de ejercicios son pautas que para el maestro o padre de familia realice en el período preescolar, pero mucho juega la creatividad para encontrar otras alternativas. También se puede hacer uso de juegos y juguetes destinados a desarrollar la lateralidad de manera muy divertida.
¿Qué factores determinan que un niño sea diestro o zurdo?
Los factores que influyen en que un niño sea
diestro o zurdo pueden ser genéticos, pero también ambientales, puesto que la
preferencia por el uso de un lado u otro del cuerpo, a veces, viene determinada
por la manera en que el niño se acostumbra a realizar los movimientos. Es
importante que se experimente con ambos lados del cuerpo durante los primeros
años de vida.
Como causas o factores intervinientes,
algunos profesionales citan a los factores neurológicos (predominio de un
hemisferio sobre el otro), otros tienen en cuenta los factores familiares
(imitación de los modelos parentales o figuras significativas), sociales
(utilización de objetos e instrumental preparado para una mano determinada),
etc.
La mayoría de personas diestras (que usan más
su hemisferio izquierdo) procesan la información de manera “secuencial lineal”
en el que un esquema debe completar su procesamiento antes de que se pueda
comenzar con el siguiente.
En cambio, los individuos cuyo hemisferio
derecho es dominante, procesan la información con “simultaneidad visual“, modo
en el que varios esquemas se procesan simultáneamente.
Un efecto lateral de estos modos de procesar
la información es que los individuos de lateralidad cerebral izquierda
necesitan completar una tarea antes de empezar la siguiente. A los individuos
de lateralidad cerebral derecha, en contraste, les conforta cruzar varias
tareas, para lo que tienen mayor habilidad. Esto les hace aparecer a la
mayoría, lateral cerebral izquierda, como si no terminasen nada.
Alternativamente, los individuos de “simultaneidad visual” tienen una excelente
habilidad multi-tarea, lo que quizá esté en el origen de las anécdotas que
sugieren que son más creativos.
La mayoría de personas procesan la
información usando el “análisis”, que es el método de resolver un problema
descomponiéndolo en piezas y analizando estas una por una. Los individuos de
“simultaneidad visual” procesan la información usando la “capacidad de
síntesis”, en donde se resuelve un problema como un todo, intentando usar un
método de relaciones para resolver el problema.
Finalmente, nada es tan categórico. El estilo
de procesamiento tiene matices, donde algunas personas son más “visualmente
simultáneas” y otras son más “lineales secuenciales”, y dependiendo de las
circunstancias, se pueden alternar esas modalidades.
Niños diestros o zurdos
Que un niño sea diestro o zurdo no es
importante, lo esencial es que el niño tenga bien definida la lateralidad o
dominancia de un lado u otro del cuerpo y esto se consolida en torno a los 5
años de edad.
La lateralidad se manifiesta en la mano con
la que escribe el niño y también implica el pie con el que chuta el balón, el
ojo en el que tienen más agudeza visual o el oído que coloca más cerca de la
fuente de sonido para identificar qué es lo que oye. Esto es lo que se conoce
como dominancia lateral diestra o zurda y éste es el resultado de un proceso largo
y no siempre visible.
A partir de los 4 o 5 años lo importante es
que la lateralidad esté bien definida.
¿ Cómo se desarrolla la lateralidad en los niños ?
Lo más habitual es que la lateralidad aflore
de forma espontánea en torno a los 4 ó 5 años y, hasta entonces, está bien que
el niño explore y sea capaz de realizar la pinza entre el dedo pulgar e índice
con ambas manos.
Una vez que se define como diestro o zurdo se
puede potenciar esta preferencia y, sobre todo, intentar que sea homogénea con
las dominancias de ojo, oído y pie.
Si este proceso no da como resultado una
lateralidad bien definida pueden surgir problemas o retrasos en la adquisición
de la lectura-escritura y el aprendizaje. Incluso niños que aprenden a leer y
escribir con facilidad pero que no consiguen una buena velocidad lectora o de
escritura pueden estar experimentando una lateralidad mal definida. Es decir,
que el hemisferio cerebral que domina no sea siempre el mismo o que no esté muy
claro cuál es el dominante para determinadas funciones (leer, escribir, coger
cosas, hacer fuerza…).
Lateralización y aprendizaje escolar
No hay que angustiarse por
"conseguir" que el niño sea diestro o zurdo sino simplemente apoyarle
para que use aquella parte del cuerpo que le sale de forma espontánea o con más
soltura y observar si su mano dominante coincide con su ojo, oído y pierna
dominantes.
Sobre todo porque a la hora de leer o
escribir en el colegio el cerebro funciona de forma más eficiente si la
información que le llega está toda en un mismo hemisferio cerebral. Es decir,
lo que oye por el oído izquierdo llega con más facilidad a la mano izquierda
para escribirlo.
Así mismo, lo que escribe con la mano derecha
se contrasta más rápidamente con la información del ojo derecho y así poder
rectificar sobre la marcha aquello que escribe. La concordancia entre la mano,
el oído y el ojo preferente es la que más influye en el aprendizaje escolar
dado que ambos, ojo y oído, intervienen en la lectura y la mano se suma además
a la escritura. La dominancia de pie tiene menos relevancia en este sentido.
Persona zurda. En una exploración del cerebro, donde el amarillo y el rojo muestran un aumento la actividad, una persona zurda involucrada en el reconocimiento de palabras tiene ocupadas las áreas de la corteza derecha.
Persona zurda. En una exploración del cerebro, donde el amarillo y el rojo muestran un aumento la actividad, una persona zurda involucrada en el reconocimiento de palabras tiene ocupadas las áreas de la corteza derecha.
Persona diestra. En la misma prueba en un
sujeto diestro, el lado izquierdo de la corteza muestra un modelo similar, con
gran parte de la actividad en la región frontal y en las áreas temporales y
parietal.
La lateralidad es importante en la evolución del niño. Influye en la idea que el niño tiene de él mismo, en el establecimiento de su esquema corporal, en la percepción de la simetría de su cuerpo. Contribuye a establecer la estructuración espacial : al percibir el eje de su cuerpo, el niño percibe también su entorno con relación a este eje.
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