octubre 06, 2013

Intoxicación por Metales Pesados





El envenenamiento por metales pesados es la acumulación tóxica
de metales pesados en los tejidos blandos del cuerpo


Desde la época de la revolución industrial los niveles de contaminación han ido en aumento de forma notable. Entre los contaminantes más importantes se encuentran los metales pesados. Estos no se degradan con facilidad una vez emitidos, permaneciendo en el medio ambiente durante cientos de años en algunos casos, contaminando el agua, la tierra y los alimentos.

Los metales pesados y otras toxinas amenazan cada día más nuestra salud. En estudios recientes se ha comprobado que hoy en día tenemos de 400 a 1.000 veces más plomo en los huesos que hace 400 años. Esto en concreto tiene graves efectos en el cerebro y en la evolución mental de los niños, especialmente en la formación de la inteligencia.

La acumulación de metales pesados en el organismo, vuelve muy vulnerables a aquellos órganos en los que se depositan. Es un hecho cada vez más extendido por el modo de vida moderna que llevamos, y a pesar de que son altamente tóxicos, son muy difíciles de detectar. Permanecen en la sangre y adheridos a los órganos durante 30 años, van destruyéndolos lentamente.

El contacto humano con los metales pesados y su posterior intoxicación se produce a través de las aguas contaminadas, los alimentos que comemos, el aire que respiramos, la exposición profesional. Se encuentran en los edificios, ropa, maquinaria, agua del grifo, empastes dentales,  utensilios de cocina, afectando de forma definitiva la salud del ser humano.

Los metales pesados son perjudiciales  porque compiten con los minerales sanos (zinc, selenio, hierro…) y esto afecta a la forma de aprovechar los nutrientes que ingerimos y a las reacciones químicas. Se van acumulando de forma lenta en distintos órganos alterando su correcto funcionamiento.

Se puede sospechar de una intoxicación por metales pesados en casi todos los pacientes que no responden a los distintos tratamientos (suponen el 75% de los problemas de  salud) y mientras no se eliminen estos, la mejoría será sólo transitoria y al poco tiempo volverán a encontrarse con el mismo problema u otro distinto sin obtener una mejoría  duradera.

Los niños son especialmente susceptibles a la exposición a metales pesados. Incluso pequeñas cantidades de plomo, mercurio y otros metales pesados pueden ser una amenaza para el desarrollo del cerebro de un niño.

Diagnóstico

Las cantidades de metales pesados en el cuerpo no se pueden medir mediante análisis de sangre; estos se fijan rápidamente a las distintas partes del cuerpo (hígado, riñón, intestino, nervio vago …) y ahí se quedan; y no se ven cantidades elevadas ni en las heces ni en la orina, la sangre o el vello (principales métodos de diagnósticos habituales).

Para medir los metales es necesario utilizar sustancias que los atraigan y los movilicen para expulsarlos del cuerpo, para lo que se utiliza  una serie de productos llamados quelantes.

La palabra quelación deriva del griego chele, que significa garra, puesto que la molécula rodea y agarra como una garra a toxinas metálicas como el mercurio, plomo y arsénico y las expulsa del cuerpo a través de los riñones y finalmente la orina.

Prueba DMPS (dimercaptopropano-1-sulfonato). Uno de los quelantes más utilizados es el DMPS, una sal a la que se adhieren los metales para excretarse a través de la orina y las heces. A los 60 minutos de haberlo inyectado se analiza la orina en busca de metales pesados. Es una  forma rápida de diagnóstico y eficaz para eliminarlos de los tejidos, aunque no del sistema nervioso, pero no exenta de efectos secundarios.

Otros métodos utilizados

Análisis del cabello. Se analiza el cabello en busca de metales pesados,  pero sólo daría positivo si el cuerpo los estuviera eliminando.
Prueba del chicle. Se emplea para demostrar que se desprende mercurio de los empastes de amalgama.
Kinesiología. Con esta  técnica  se puede saber  la contaminación del cuerpo y de los distintos órganos afectados o dañados, así como el tratamiento más adecuado.
Análisis del tejido con una tomografía. Sirve para descubrir si el tejido está contaminado con metales pesados. En los portadores de amalgamas suelen ser la corteza cerebral, la hipófisis y la mandíbula.


Tratamiento


El tratamiento primario para la mayoría de los metales pesados es la terapia de quelación. (Esta no se realiza para el cadmio). Los agentes de quelación son sustancias que viajan a través del cuerpo para atraer y atar los metales pesados. Los metales son excretados. Los agentes de quelación se administran mediante píldoras pero también pueden ser dados por inyección.

La terapia de desintoxicación debe ser individual para cada paciente según el nivel de intoxicación y los órganos implicados. Así mismo la duración de la terapia que puede variar desde pocas semanas a varios meses.


Prevención

Evitar la exposición a cantidades tóxicas de metales pesados puede prevenir el envenenamiento.

En el trabajo

* Usar ropa y equipo protectores

* No llevar a casa ropa ni equipo de trabajo

En el hogar

* Revisar, retirar o reparar las fuentes que contengan plomo, tales como: paredes, luces o focos ahorradores, marcos de las ventanas, etc. que contengan pintura a base de plomo

* Mantener a los niños alejados de las potenciales fuentes de metales pesados

* Evitar el agua y los alimentos contaminados con exceso de metales pesados

* No fumar (con frecuencia, el tabaco contiene metales pesados)

* Evitar los remedios caseros que contengan metales pesados

* Mantener los suplementos vitamínicos o alimenticios fuera del alcance de los niños


Fuentes de metales pesados y vías de absorción

En el ámbito laboral, un gran número de actividades laborales implica el contacto y la manipulación de metales, con el  consiguiente riesgo de intoxicación. Algunos ejemplos son: la minería, las industrias de la transformación, fundiciones y metalurgia en general, y los dentistas por su exposición al mercurio y níquel.

Pero la población en general entra en contacto con ellos a través del aire (insecticidas, aerosoles…), el agua (a través del cloro y otros productos para potabilizarla), el pescado (tiene un alto índice de mercurio), los conservantes que se le añaden a los distintos alimentos, los empastes dentales (una de las fuentes mas importantes de intoxicación ) así como distintos medicamentos, sobre todo, aquellos que se usan para mejorar las digestiones y las vacunas…

En cuanto a la absorción, ésta se hace por distintas vías: respiratoria, digestiva y cutánea y los metales se acumulan en el organismo en distintos órganos y sistemas creando diversas patologías que, de no tratarse correctamente, pueden mantenerse durante un tiempo prolongado.

El envenenamiento ocurre cuando las cantidades tóxicas de los metales pesados, son:

* Inhaladas como polvo, gases o vapores

* Ingeridas a través de la comida o bebida

* Ingeridas en sobredosis (accidental o intencional) o suplementos/vitaminas alimenticios (por ejemplo, sobredosis de hierro)

El envenenamiento puede tener lugar a lo largo de los años (por ejemplo, el envenenamiento por plomo) o en cuestión de minutos (por ejemplo, inhalación de vapores de mercurio de los focos ahorradores).

Aluminio

Fuentes

* Conservantes, aditivos, agentes emulsionantes

* Utensilios de cocina

* En la potabilización del agua se emplean formas químicas de aluminio. Dependiendo del PH de la tierra las plantas pueden absorberlas por sus raíces

* Distintos métodos de envasado de alimentos

* medicamentos: antiácidos, suplementos de calcio, antidiarreicos líquidos para diálisis, soluciones nutritivas, las vacunas (tienen como adyuvante compuestos de aluminio).

* Cosmética, en  cremas dentales, desodorantes antitranspirantes


Efectos

* Pérdidas de memoria

* Alzheimer y otros trastornos mentales propios de la vejez

* Debilidad de la mucosa digestiva

* Reduce la absorción de selenio y fósforo


Las víctimas más vulnerables a la intoxicación aguda son los neonatos prematuros alimentados por vía intravenosa y los pacientes sometidos a alimentación parenteral (suministro de nutrientes).

Arsénico

Este metal pesado es un gran inductor de tumores.

Fuentes

* Compuestos del arsénico empleados como plaguicidas en la agricultura
* Conservantes de la madera
* En la industria del vidrio y de la cerámica
* En los alimentos marinos, especialmente en los moluscos
* En el aire, se instala por la combustión del carbón y la fundición de los metales.


Efectos

* Es un agente carcinogénico : piel y pulmón
* Altera e inhibe distintas enzimas
* Puede provocar anorexia, pérdida de peso, debilidad y malestar general
* Alteraciones gastrointestinales
* Dermatitis
* Insuficiencia hepática
* Alteraciones en la cantidad de glóbulos rojos y blancos
* Problemas neurológicos.


Mercurio


El mercurio es uno de los más tóxicos  y que más afecta a la salud del ser humano aun antes de haber nacido. Si una  madre tiene amalgamas o las ha tenido, es muy fácil que el bebé venga con una gran intoxicación de mercurio.

Fuentes

* El pescado, debido a la contaminación de los mares

* Los insecticidas

* Algunos medicamentos que regulan la presión sanguínea

* Las vacunas

* El traspaso de la madre al feto a través de la placenta y al bebé a través de la leche materna

* Los empastes. Es la más grave. En la masticación se sueltan iones de mercurio por lo que después de comer el mercurio está más elevado (durante unas dos horas hasta 100 veces más). Actualmente ya no se permite el uso de estos empastes, pero tampoco se ha hecho un llamamiento para advertir las personas que aún los mantiene, que sí podrían sustituirlos por otros.

La barrera hemato-encefálica  situada entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central actúa de filtro ante las sustancias tóxicas que intentan llegar a él, pero el mercurio la traspasa sin dificultad y llega así directamente al cerebro. La mayoría de las enfermedades del sistema nervioso está provocada por el mercurio y demás tóxicos que lo alcanzan, por la debilidad de esta barrera que se debilita frente al  mercurio.

El mercurio también se difunde a través de las encías, las raíces dentales y la mandíbula hasta el sistema nervioso central.

Efectos

* Psíquicos: ansiedad, inestabilidad emocional, cansancio crónico, disminución de la memoria, depresiones, hiperactividad de los niños, esclerosis múltiple, Parkinson

* Físicos: dolores crónicos, pérdida de pelo, manos y pies fríos, problemas de infertilidad, anemia, cándidas, alergias, perturbaciones hormonales, sabor metálico en la boca, sangrado de encías, etc.

* Estructurales: muchas de las dolencias músculo-esqueléticas están relacionadas con la intoxicación por mercurio: ciáticas, lumbalgias, dolores de espalda generalizados.


Plomo


Fuentes
Ciertas pinturas 
* Algunos envases 
* Insecticidas 
* Tuberías de abastecimiento de agua

Efectos

* Desplaza en procesos enzimáticos minerales como calcio, cobre, zinc y manganeso. Las consecuencias son especialmente para la química cerebral y del sistema  nervioso
* Baja la inmunidad reduciendo la resistencia a los virus y bacterias.
Puede causar dolor de cabeza y muscular, estreñimiento, dificultad para concentrarse, anemia.

Cadmio

La deficiencia de zinc y el alto consumo de azúcar refinada incrementa la absorción de cadmio y puede afectar la inteligencia y el rendimiento académico. A través del tabaco, se puede llegar a absorber un microgramo de cadmio al día.

Fuentes
* Humo de tabaco
* Pinturas
* Agua contenida en recipientes viejos que contienen cadmio.

Efectos
* Osteoporosis
* Impotencia y afectación testicular
* Insuficiencia renal
* Dientes cádmicos (ribete amarillento alrededor de los dientes).



Contaminación ambiental y los metales pesados



El ambiente es todo lo que rodea a un organismo; lo constituyen componentes como el agua, el aire, los animales, las personas, el suelo, los cuales se relacionan entre si.

Hay una serie de fenómenos naturales y procesos antropogénicos, que de alguna manera pueden alterar la presencia y concentración de ellos en un determinado lugar, como industrias, procesos productivos, mineras, contaminación urbana, combustión de componentes de la basura no orgánica y combustibles, entre otros, que pueden generar un serio problema medioambiental, es por esto que comúnmente se les denomina "metales pesados".

El río Rímac presenta contaminación
por metales pesados desde la parte alta
de Chinchán hasta la desembocadura
Debido a su movilidad en los ecosistemas acuáticos naturales y a su toxicidad para las formas superiores de vida, a los iones de metales pesados presentes en los abastecimientos de agua superficiales y subterráneos, se les ha dado prioridad como los contaminantes inorgánicos más importantes en el ambiente; además de su acumulación por períodos largos de tiempo y fácil acceso a las cadenas alimenticias. Los metales pesados no son química ni biológicamente degradables y una vez emitidos pueden permanecer en el ambiente durante cientos de años.

Contaminación ambiental hay prácticamente en todas partes, y es difícil toparse con una ciudad en la que alguna de sus partes no esté al menos mínimamente contaminada. Sin embargo, algunas ciudades alcanzan niveles de contaminación realmente preocupantes que alertan a la  ecología y a las organizaciones medioambientales.

Green Cross Switzerland y el Instituto Blacksmith difundió su ránking anual (agosto 2013) de las ciudades más contaminadas del mundo. Elaboraron una lista de las diez ciudades con mayor contaminación ambiental. Y al igual que en años anteriores, La Oroya ha sido catalogada como la quinta ciudad menos recomendable para vivir en el planeta. Este puesto lo ocupa desde el 2007, aunque su triste y máximo récord fue en el 2011, en que quedó segunda en el ránking de las que tienen el aire más tóxico en el orbe.

Única sudamericana en la lista, pero nada desestimable. Contaminada por dióxido sulfúrico, cobre, plomo y zinc, La Oroya sufre las causas de la industria minera y de la del procesamiento de metales.

En esta ciudad peruana, situada a 3.750 m.s.n.m., viven 20 mil personas. Y según datos anteriores, su población vulnerable  el 97% de menores de 6 meses a 6 años y el 98% de niños de 7 a 12 años  muestran niveles altos de plomo en la sangre.





La vulnerabilidad de los niños


Es muy importante destacar que los efectos tóxicos de todas estas sustancias afectan especialmente a los niños porque, en primer lugar, están expuestos desde la concepción. Además tienen menos habilidad detoxificante, ingieren más agua y alimento y consumen más aire en relación a un adulto. Juegan en el suelo, alfombras y pasto en permanente contacto con tóxicos. Habitan edificios públicos, como escuelas, que son tratados con sustancias químicas, y en general no disciernen cuándo están en peligro y muchas veces no están capacitados para evitarlo.

En los niños hiperactivos se han encontrado altos niveles de metales pesados tales como el plomo, cobre, mercurio, y cadmio, que interfieren y desplazan minerales esenciales como: zinc, hierro, manganeso y potasio. Tal interferencia bloquea el suplemento de energía al cerebro, con la consecuente anormalidad  en el funcionamiento cerebral.

El Dr. Carl Pfeiffer del Brain Bio Center de Princeton explica el porqué de la vulnerabilidad de los niños ante tales elementos:

1) la barrera protectora de la sangre que llega al cerebro aún no ha madurado y, por lo tanto, los elementos venenosos (como el plomo y otros metales pesados) afectan directamente al cerebro.

2) Los niños absorben el plomo más fácilmente que los adultos y lo retienen más. Además, los adultos almacenan el plomo sobre todo en los huesos, mientras que los niños lo retienen en los tejidos suaves.

Otra investigación afirma que la acumulación de plomo es más evidente cuando un niño tiene deficiencia de calcio; y como el azúcar refinada inhibe la absorción de calcio, es necesario disminuir, también por este motivo, el consumo de azúcar refinada. En cambio, la combinación de vitamina C, zinc, y calcio en la dieta, ayuda a eliminar en el cuerpo los metales pesados.


Metales pesados en pintura facial para niños


Investigación realizada por Campaing for Safe Cosmetics para detectar metales pesados en pinturas faciales para niños.

La FDA no requiere que las compañías listen metales pesados u otros contaminantes perjudiciales en las etiquetas de los ingredientes, a pesar de que estos se encuentran en una amplia gama de productos cosméticos.

La única forma de saber si un cosmético contiene plomo o algún otro metal pesado es analizando el producto en un laboratorio. Se envió 10 productos de pintura facial, incluyendo productos comercializados como pintura facial para teatro, a Analytical Sciences, un laboratorio independiente ubicado en Petaluma, California, para ser analizados para un amplio rango de metales nocivos. Se  encontró plomo en todos los productos analizados. Tres de los metales encontrados en los análisis presentados en este informe  níquel, cobalto y cromo  son bien conocidos por desencadenar dermatitis de contacto.

Estos metales no deberían tener lugar en productos que los niños se ponen en su piel, a menudo de manera repetida y por muchas horas. Cuatro de los productos analizados no contenían níquel, cromo ni cobalto, demostrando así que es posible hacer pintura para rostros sin estos peligrosos metales.

Los metales encontrados no están listados como ingredientes en ningún producto. Debido a la ausencia de pruebas realizadas por los fabricantes y de la supervisión normativa, es posible que las compañías ni siquiera estén conscientes de que los productos estén contaminados.

Estos contaminantes tienen más probabilidades de llegar a los productos cuando se utilizan ingredientes de mala calidad. Los metales tienen incluso más probabilidades de ser contaminantes de uno o más materiales de base inorgánicos (por ejemplo minerales). Debido a que todos los metales se encuentran en una variedad de ambientes, los fabricantes deberían realizar pruebas en las materias primas antes de que sean introducidos en el producto final para así poder rastrear el origen de estos contaminantes.

Útiles escolares tóxicos


Está comprobado que diversos útiles escolares de colores fuertes o fosforescentes que se venden a bajos precios son tóxicos. Estos tendrían metales pesados como el plomo, cromo, cadmio, selenio y mercurio.

Se pueden fijar en el tejido nervioso del niño produciendo diversas alteraciones a nivel neurológico y cerebral, como el deterioro de sus funciones cognitivas, deterioro de la memoria, problemas en la conducta e irritabilidad. Además de afectar su desarrollo y crecimiento.

Por ejemplo, en el caso del plomo, se encuentra principalmente en juguetes para educación inicial, bisutería infantil, rompecabezas, témperas, cosméticos infantiles, crayones o plumones, pegamentos, correctores, que en su mayoría presentan un color llamativo y de fuerte olor.

Cómo identificarlos


Lo primero que tienen que hacer los padres de familia es identificar el registro sanitario, y autorizaciones de importación correspondiente en el caso de productos importados.

Identificar además los útiles escolares tóxicos que se caracterizan por tener colores vivos, llamativos e intensos (amarillos, verde, rojo y negros en todas sus tonalidades), dorados plateados, cromados, estos últimos con cantidades considerables de  bronce.

Usar borradores en barra ya que algunos que vienen adherido a los lápices tienen al cadmio como su componente. Los correctores líquidos y algunos pegamentos contienen solventes químicos que al ser inhalados causan sintomatología y son considerados alucinógenos.



Metales pesados en los Alimentos

Muchos nos preocupamos seriamente por lo que comemos, pero lo que no siempre podemos controlar es el nivel de metales pesados y pesticidas de los alimentos que tenemos en el mercado. Estos se ven afectados durante la recolección, transporte, manipulación, envasado o cocinado, ya sea de origen vegetal o animal. Así como también a los metales que están presentes en herramientas y utensilios.

Los metales pesados están en los alimentos y provienen de diversas fuentes, las más importantes son:

* El suelo contaminado en el que se producen los alimentos para el hombre y los animales

* Los lodos residuales

* Los fertilizantes químicos y plaguicidas empleados en agricultura

* El Pescado. Fuente principal del mercurio, a causa de la contaminación de los mares

* La leche. El uso de materiales durante el ordeño, almacenamiento y transporte de la leche, así como la contaminación por metales pesados de los alimentos y el agua que ingieren los bovinos afectan la calidad de la leche. La presencia de metales pesados en alimentos y particularmente en productos lácteos, constituye un tema de actualidad debido a la contaminación de la cadena trófica involucrada y a los daños que ocasionan a la salud pública.

Es necesario enfatizar que los riesgos a la salud de la población infantil necesitan ser evaluados de una manera integral, considerando la exposición crónica de metales pesados en alimentos que por lo regular se presenta asintomática durante un tiempo prolongado de vida.

¿ Cómo pueden incorporarse los metales en los alimentos ?

Los alimentos tienen cada vez menos valor nutricional y cada día contienen más tóxicos. Algunos de los alimentos que más se han degradado por la presencia de metales pesados y otros contaminantes:

El arroz, uno de los cereales más nobles para el organismo por su nivel de alcalinidad, está contaminado con arsénico.

Parte inferior de la imagen: el arroz es propenso a acumular arsénico porque confunde las dos formas inorgánicas del arsénico  arsenito y arseniato  con el  silicio y los compuestos fosforosos que son esenciales para la integridad estructural y la salud de la planta.

Parte superior de la imagen: el arsénico inorgánico se acumula en las capas más externas del grano de arroz.

El trigo es uno de los cereales más limpios, pero muchos de los aditivos que se utilizan al preparar harinas contienen aluminio.

El maíz es uno de los alimentos que, después de los mariscos, más contiene mercurio. Se han encontrado niveles importantes de mercurio en el jarabe de maíz de alta fructosa, un sustituto económico y nada nutritivo del azúcar en los alimentos procesados.

Todos los cereales están expuestos a contaminación por cadmio, que proviene de las zonas industriales.

Un ejemplo. Un tomate cultivado cerca de una autopista de mucho tráfico incorporará plomo (aunque la gasolina con plomo esté prohibida en algunos países, sus efectos contaminantes aún perdurarán por mucho tiempo). Si además, el agua de riego que se emplea proviene de un río que cruza una antigua zona minera o a la que se vierten residuos de una fundición, y si además el suelo agrícola ya era de por sí muy rico en cobre y fue tratado tiempo atrás con plaguicidas mercuriales, ya tenemos algunos metales más incorporados.

Si de aquel tomate se hace una salsa y se envasa en una lata de hojalata, también van a aparecer estaño e igual algo de hierro. Y si finalmente el consumidor abre la lata y hierve el contenido en una cazuela de aluminio, invariablemente algo de este metal ligero va a disolverse en la salsa, favorecida por la propia acidez del tomate y por el calor del fuego.


¿ Necesitamos los metales ?

Los metales no son malos por definición, pues muchos resultan esenciales en nuestra dieta. Pero estando presentes en el medio ambiente de manera natural o por la acción del hombre, nuestra exposición a través de los alimentos difícilmente puede evitarse.

Metales esenciales. En cantidades pequeñas algunos metales pesados son nutricionalmente esenciales para una vida sana, por ejemplo: 


hierro, cobre, manganeso, zinc, sodio, potasio, calcio

Su ausencia o su insuficiencia en la dieta humana induce después de cierto tiempo algunas modificaciones a los procesos metabólicos y entonces aparecerán algunas enfermedades.

Metales no esenciales como el plomo, cadmio, mercurio, aluminio entre otros.

Cuando estos metales son absorbidos en pequeñas cantidades existe la posibilidad de eliminarlos a través de la orina, jugos gástricos, etc. El incremento en la concentración de los metales pesados en los alimentos puede causar un efecto tóxico a quien los consume, la gravedad de este efecto dependerá de la naturaleza, cantidad y forma química de los metales, de la concentración del metal en el alimento y de la resistencia del organismo a los efectos sinérgicos o antagónicos a otros contaminantes químicos.


Desintoxicación con quelantes naturales

Alga Chlorella

La chlorella tiene dos efectos: moviliza metales pesados y radioactivos y otras toxinas, como por ejemplo la dioxina, especialmente en los espacios extracelulares, para echarlas después del cuerpo con las heces.

La habilidad desintoxicante de la Chlorella fue revelado gracias a un experimento en el cual se administró una dosis letal de cuatro sustancias altamente tóxicas a un cultivo de levadura de cerveza: mercurio, cobre, cadmio y BPC (bifenilos policlorados).

Cuando se adicionó Chlorella a estos venenos la levadura permaneció viva. La Chlorella también puede neutralizar el efecto venenoso del uranio y el plomo. Se ha llevado a cabo muchos otros estudios que comprueban la habilidad de la Chlorella para liberar al cuerpo de sustancias venenosas.

Se considera que el efecto desintoxicante de esta alga se debe tanto a su contenido clorofílico como a la estructura de su membrana celular. Por esta razón las membranas de las células se incluyen en la preparación de la Chlorella para la venta.

Las paredes celulares de la Chlorella contienen tres capas. Entre ellas, la del medio – que es la más gruesa – contiene microfibrillas de celulosa, mientras que la capa externa muestra un material carotenoide polimerizado. Este material celular es el que fija a sí mismo el elemento tóxico y luego lo elimina del cuerpo. Además se sospecha una alta actividad enzimática capaz de hacer que, incluso los más poderosos venenos no solo se eliminen sino que se utilicen por el cuerpo.

La ingesta recomendada es de 3 gramos al día, pero puede aumentarse dependiendo de sus necesidades energéticas y nutricionales. Las personas que consuman chlorella por primera vez deben incrementar la dosis gradualmente. A aquellas personas que les resulte difícil tragar las tabletas se les sugiere que mastiquen o las trituren hasta convertirlas en un polvo fino antes de ingerirlas.


Cilantro

Es capaz de movilizar muchos tóxicos del espacio intracelular, especialmente de las células nerviosas y de los huesos. Estudios recientes con animales demuestran que el cilantro efectúa una movilización rápida de aluminio y plomo del cerebro y del esqueleto, superior que con cualquier otro remedio. Aunque el animal fue envenenado constantemente con aluminio el contenido de este metal en los huesos disminuía significativamente durante el periodo de observación.

Para una eliminación de las toxinas movilizadas por el cilantro es imprescindible tomar también la Chlorella en cantidades suficientes para inhibir una reabsorción de las sustancias liberadas.

Ajo

Contiene azufre que se combina con el metal y facilita su expulsión. Protege los glóbulos rojos y blancos de la sangre contra daños por oxidación, provocados por los metales pesados en su camino hacia fuera. Además contiene el mineral más importante en la protección contra la toxicidad del mercurio: el selenio bioactivo.


Desintoxicación con quelantes químicos

Algunos agentes quelantes comunes son EDTA, DMPS, TTFD, y DMSA. Estos fármacos se unen a los metales pesados en el cuerpo y evitan que se unan a otros agentes. A continuación, se excretan del cuerpo.

El DMSA, también llamado chemet o sucímero, es un agente quelante extracelular. Aumenta la excreción de mercurio y plomo en la orina. Está aprobado por la FDA para la quelación de plomo en niños.


El DMPS es un agente quelante extracelular para tratar la intoxicación por mercurio. Se puede administrar vía oral, además de por vía intravenosa. Su tiempo de vida en la sangre es de unas 8 horas. Aumenta la excreción de mercurio en la orina. No es útil para extraer el mercurio del interior de los órganos.

Suplementos naturales que nos ayudan a eliminar los metales pesados acumulados en nuestro organismo




Vitamina B6. Ayuda a eliminar el aluminio

Vitamina C (Ácido ascórbico). en dosis altas estimula el sistema enzimático del hígado, por lo que la sangre se detoxifica, y tóxicos como los metales pesados y los pesticidas son eliminados. Además protege contra el elevado estrés oxidativo, derivado de la intoxicación de metales pesados.

Vitamina E. Protege del aluminio tóxico. También evita la acumulación de plomo en nuestro tejido conjuntivo y reduce la toxicidad de nuestras células.

Calcio. Niveles insuficientes de calcio facilitan la absorción de aluminio en nuestro cuerpo. También reduce la absorción de plomo en el tracto digestivo.

Selenio. Tiene un efecto protector contra el aluminio y el cadmio, además de reducir la toxicidad y el daño oxidativo causado por el mercurio.

Zinc. Reduce la toxicidad del aluminio y el daño celular causado por estrés. Además ejerce una función protectora contra el plomo, evitando que penetre y perjudique las reacciones enzimáticas. La presencia de cadmio, a menudo, causa déficit de zinc.

Ácido alfa lipoico. También conocido como ácido tiótico. Es un ácido graso saturado que contiene en su estructura 2 átomos de azufre. Tiene un efecto quelante como el MSM, pero es una molécula liposoluble que tiene acceso a casi todos los tejidos del cuerpo y trabaja también a nivel celular.

Cisteína y metionina. Son aminoácidos que contienen azufre en su estructura química. Los metales pesados reaccionan con el azufre y únicamente de esta forma se hacen solubles, pudiendo así ser eliminados por hígado y riñones .

MSM: (metil-sulfonil-metano). Es una forma orgánica de azufre. Representa una fuente de azufre quelante de metales pesados que los hace solubles. El MSM trabaja principalmente a nivel extra celular.







El grado de intoxicación es directamente proporcional al nivel de toxicidad en el cuerpo. Y no lo define el valor del tóxico sino la resistencia y posibilidad de desintoxificación del cuerpo. Ante mismas cantidades de metales pesados, organismos con un sistema desintoxicante correcto no acumulan tóxicos, mientras que los dañados no dejan de hacerlo, generando retroalimentación. El metal pesado dificulta el sistema desintoxicante, anula las capacidades de los minerales y sigue acumulándose. Genera fallos metabólicos que no pueden ser solucionados sin ayuda exterior.

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