mayo 01, 2013

Internet y Redes sociales causantes de Adicciones





El síndrome de la adicción a Internet y a las redes sociales es cada día más latente en una sociedad donde la tecnología avanza a pasos agigantados y se pasa muchas horas del día frente a una computadora, y donde la familia pasa a un segundo lugar.

Quizá las personas se sienten estimuladas al visitar tales redes, al encontrar amigos, al observar las fotografías de otros, al compartir con los demás, al exponer su vida (especialmente sus logros) y recibir respuestas inmediatas de ellos, lo que refuerza su conducta, lo gratificante que puede ser un comentario, un saludo de cumpleaños, un cumplido, etc. Algunas personas pueden desinhibirse más rápidamente, pueden llegar a ser populares, sentirse importantes, compartir sueños y momentos vividos, crear perfiles idealizados, proyectándose a lo que desean ser y no lo que son en realidad, decir a todos que existen. En este contexto es importante analizar el uso que se le dé al medio virtual para que no se torne peligroso, ya que existe una línea muy fina entre la diversión y la adicción.

Las personas más vulnerables de hacer que su vida social gire en torno a las redes sociales son los adolescentes, por su flexibilidad en la adaptación, porque en esta edad es importante sentirse aprobados, y por su deseo de interactuar de alguna forma con otra gente; igualmente las amas de casa, que encuentran en la red un alivio frente al cansancio y rutina a la que se ven sometidas día a día; así como también las personas que no tienen fijadas metas a largo plazo, con miedo al fracaso personal, con baja autoestima, y quienes sienten una necesidad de aparentar y publicar indiscriminadamente su intimidad.

Esta es una de las adicciones que está afectando a cientos de familias en el mundo y que sin darse cuenta, está alejando a los padres de sus hijos o viceversa. Una problemática que se suma negativamente a las ya conocidas de alcohol y alucinógenos.


Adicciones a Internet


Los usuarios no dependientes usan Internet para encontrar información y mantener relaciones preexistentes, mientras que los dependientes la usan para socializarse y conocer nueva gente, para implicarse en un grupo.

Internet permite crear una personalidad virtual modificando las propias características físicas que en el mundo real son inamovibles. Es una forma de reinventarse a sí mismo, de cubrir necesidades psicológicas previamente no afrontadas enmascarando la inseguridad interpersonal.


Se incluye una serie de desórdenes psicológicos relacionados:

* Compulsión por actividades en línea : las subastas, la navegación web, el juego de azar, los juegos.

* Adicción a tener sexo virtual : la búsqueda compulsiva de sexo y relaciones disfuncionales.

* Adicción a los encuentros amorosos en la red o cyber-romances.


Adicciones a Facebook y Twitter

Los síntomas más comunes son:

* Estar siempre pensando en lo que se está haciendo o se va a hacer en las redes.
* Estar pendiente de qué hacen o dicen los amigos.
* Revisar la lista de contactos para ver si ya están en las redes sociales o buscarlos permanentemente para que hagan parte de la misma.
* Comprar un equipo portátil, Iphone, Smartphone, Tablet o similar, únicamente para estar conectado todo el tiempo a las redes sociales.
* Mantener revisando constantemente la cuenta de Facebook o publicando en Twitter comentarios antes de hacer cualquier otra tarea regular.
* Actualizar el estado con frecuencia y etiquetar a los amigos en las fotos publicadas.
* Pasar horas y horas sin darse cuenta que no se ha hecho nada, excepto navegar en Facebook o publicar trinos en Twitter y buscar interacción en las mismas.
* El sueño deja de ser importante y las horas de dormir se han reducido y se está durmiendo menos que de costumbre, solo por estar conectado.
* Navegar permanentemente en los perfiles de los amigos haciendo clic continuo en “me gusta”



La adicción de los adolescentes a Internet disminuye la conectividad del cerebro

Investigadores de la Universidad de Seul en Corea del Sur, cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Frontiers in Human Neuroscience en 2013, han estudiado el modo en que se relaciona esta conducta adictiva con el cerebro, como por ejemplo sobre qué es lo que sucede en los circuitos que unen la corteza con esas áreas estriadas.


Concretamente parece que la corteza prefrontal y el cuerpo estriado muestran diferencias tanto en su estructura como en su funcionamiento cuando se comparan con los de personas sin adicción a internet.

El experimento ha contado con la participación de 14 adolescentes con trastorno de adicción a internet y de 15 adolescentes sanos como grupo de control. Los investigadores han empleado resonancia magnética funcional en reposo y han realizado evaluaciones neuropsicológicas a todos los participantes, incluyendo variables como la impulsividad, la gestión del tiempo o los trastornos emocionales relacionados con la ansiedad.

Los resultados mostraron que existen patrones de conexión diferentes entre en los circuitos que unen diferentes áreas del cerebro. Se encontró una menor conectividad entre distintas zonas de estructuras como el núcleo estriado o el núcleo caudado con áreas del cíngulo, el tálamo o el giro frontal inferior. También se registró mayor conectividad entre una estructura conocida como putamen y una zona de la corteza cingulada.



Encontraron que hay conexiones alteradas entre las estructuras dedicadas al procesamiento de las emociones, de la motivación y de procesos mentales como el control cognitivo. Además, las alteraciones en la conectividad neural correlacionaron significativamente con el resultado en los test neuropsicológicos, mostrando una relación entre lo observado a nivel neural y el comportamiento de los adolescentes con adicción a internet.

Estos resultados muestran que adicciones sin productos, la adicción a Internet es un ejemplo, van a alterar el carácter funcional de las conexiones cerebrales. Hasta ahora se encontraban estas anomalías sólo en sujetos dependientes de la heroína o de la cocaína.

Por otra parte la adolescencia representa un momento privilegiado para el densificación y la estabilización de las conexiones cerebrales. Si los circuitos son alterados de forma duradera, las consecuencias estarán presentes en la edad adulta.



Consejos para dejar la dependencia de facebook

1. Desactivar las notificaciones por email
Al impedir que Facebook nos avise cada vez que alguien nos ha mencionado o etiquetado en una foto, evitaremos la tentación de entrar en momentos de trabajo y a cada rato a la red social. Mejor es no saber que esta pasando en Facebook hasta que entres al llegar a casa. Anular las suscripciones a grupos que son realmente innecesarios. Otro punto a favor es que nuestra bandeja de correo no estará tan cargada y nos va a ser mas fácil encontrar los correos buscados.

2. Borrar el muro
Esto si puede ser radical para la mayoría de viciosos. Las opciones de privacidad de Facebook permiten al usuario impedir que el contenido de su muro sea visto por otras personas. De todos modos puedes estar en contacto con tus amigos vía inbox.

3. Instalar un plugin de limitación de tiempo
Chrome Nanny, es un plugin del navegador Google Chrome que permite al usuario limitar el tiempo de conexión a Facebook u otros websites a las horas o minutos que éste especifique previamente. Tal vez una hora al día sea suficiente.

4. Usar grupos privados de Facebook con los amigos y la familia
Esta medida es lo mínimo que deberíamos hacer para no desarrollar o para controlar una adicción. Creando grupos privados podemos diferenciar la información que es realmente significativa. Pero hay que tener verdadera determinación para mantenerse fiel a esta política.

5. Borrar a algunos “amigos”
Con la mayoría de nuestros contactos no tenemos una verdadera relación o sencillamente son meros desconocidos.

6. Desconectarse del chat
De este modo nadie nos va a hablar y distraer. Además, Facebook aun no logra hacerlo funcionar bien. Es frustrante cuando se le desactiva a una de las partes en plena conversación.

Facebook no es sólo una herramienta para el entretenimiento sino que también puede ser una herramienta muy útil de información. Sólo hay que aprovecharlo adecuadamente.


La adicción a Internet puede ocultar profundas depresiones

Perder la noción del tiempo en la red, conectarse a altas horas de la noche o sentirse ansioso cuando no se navega pueden ser síntomas de que una persona es adicta a Internet, pero además en algunos casos esa adicción puede enmascarar una profunda depresión.

En opinión de Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, autor de ¿Adicciones sin drogas? Las nuevas adicciones y Adicción a las nuevas tecnologías en adolescentes y jóvenes, esta adicción se diagnostica por señales de alarma, como perder la noción del tiempo, levantarse al baño a media noche y conectarse a Internet, o reaccionar negativamente si un familiar sugiere que tiene un problema. La red permite crear un mundo de fantasía, una identidad ficticia y un tipo de relaciones sociales que mejoran el estado de ánimo de la persona con baja autoestima, hasta el punto de que puede llegar a sentirse "eufórica".

 El perfil más frecuente de estos adictos es el de una persona que se rechaza a sí misma y que es solitaria o aburrida o con relaciones sociales o familiares pobres, que se ha divorciado o no se lleva bien con sus hijos. Las aplicaciones más interactivas actúan como vía de escape de estos problemas: videojuegos multijugador, redes sociales y chats son las que crean más adicción.

Autoterapia a corto plazo

Sin embargo, este problema puede ocultar una depresión. En este sentido, el experto cree que Internet puede funcionar como una "autoterapia a corto plazo" que mejora el estado de ánimo del paciente, pero que, con el tiempo, empeora su situación.

En algunos casos, la dependencia de Internet puede ser resultado de una depresión previa, mientras que en otras ocasiones, conectarse de una forma abusiva puede degenerar en una depresión.

De una forma u otra, el paciente termina percatándose de que se ha convertido en un "esclavo de la red" y que ese mundo que ha construido es ficticio, lo que le genera un sentimiento de culpa o vergüenza. Y es precisamente este remordimiento el que le impide pedir ayuda.

Cuando los adictos por fin acuden a la consulta ya sufren un nivel de deterioro muy grande: su pareja les ha abandonado, han perdido su trabajo o se han metido en un problema económico serio.

Promover nuevos hábitos

Como el resto de las adicciones, el reconocimiento del problema es el primer paso del tratamiento. Para ello, se recomienda a los familiares que no les recriminen esa conducta, sino que les ayuden a ver que tienen un problema, señalándoles los datos objetivos.

El tratamiento consiste en generar nuevos hábitos en el adicto, como fomentar la realización de otras actividades en los horarios en los que solía conectarse; entre ellas ir al gimnasio o inscribirse en un taller.

En el caso de que la adicción aparezca con una depresión, los expertos recomiendan tratar primero la depresión y prevenir consecuencias dramáticas como el suicidio, y afrontar la adicción cuando el estado de ánimo del paciente vaya mejorando.

Test de adicción a Internet desarrollado por el Dr Young del Center for Internet Addiction (en inglés) : 

http://netaddiction.com/internet-addiction-test/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario