mayo 27, 2013

Ver la Televisión en Familia




Es difícil documentar los efectos que tiene la televisión en los niños. Sin embargo, los estudios indican que mirar la televisión puede relacionarse con el comportamiento violento o agresivo, con la obesidad, con los bajos resultados académicos, con la sexualidad precoz y con el uso de drogas o alcohol. Así pues, es importante que los padres ayuden a sus hijos a utilizar la televisión como una fuerza positiva y creativa, y a evitar las influencias negativas de la televisión.


Un equipo del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido (MRC), que estudió a más de 11.000 estudiantes en educación primaria, informó que el vínculo entre TV y comportamiento infantil es complejo y está influenciado por muchos otros factores sociales y ambientales.

Para el estudio del MRC, publicado en la revista Archives of Diseases in Childhood (marzo 2013), la doctora Alison Parkes y sus colegas le pidieron a madres de todos los estratos sociales, culturales y económicos que dieran detalles sobre los hábitos televisivos de sus hijos y sus comportamientos.

niños de cinco años que pasaron
más de tres horas frente a la
televisión presentaron problemas
de conducta a los siete años
Casi dos tercios de los 11.014 niños de cinco años (65%) que formaron parte del estudio miraron la TV entre una y tres horas al día, el 15% más de tres horas y menos del 2% no miró televisión.

Estar al frente de la pantalla durante más de tres horas al día a esa edad predijo un pequeño aumento en problemas de conducta al cumplir los siete años.

De acuerdo con la información proporcionada por las madres, después del séptimo cumpleaños, estos niños y niñas eran un poco más propensos de involucrarse en peleas, decir mentiras y atemorizar a sus compañeros.

No hubo asociación entre la TV o cualquier tiempo de pantalla con otros asuntos como la hiperactividad o problemas de interacción con amigos.


El número de horas que los niños y adolescentes ven la televisión, se asocia con :

Mayor número de quejas somáticas y estados de ansiedad y depresivos. Este hecho se produce por la propia frustración al comparar la realidad virtual y la forma de resolver los problemas la TV con la propia realidad diaria.

Mayores problemas sociales. Este hecho se asocia a la forma de resolver los conflictos la pantalla de televisión.

Problemas de atención. La emisión de estímulos a gran velocidad de estimulación visual y, en general, la gran cantidad de estímulos en tiempos cortos dificulta los procesos de atención.

Conductas delictivas. Son consecuencia de las escenas de violencia y la forma de resolver conflictos que ven en la televisión.

Alteraciones del sueño. Los niños y adolescentes pierden horas de sueño: se acuestan tarde y se levantan pronto para verlos dibujos animados; el sueño se altera, además, por el contenido de los mensajes televisivos.

Mayor nerviosismo. El contraste entre la pasividad de ver la televisión y los contenidos violentos genera inseguridad, irritabilidad y nerviosismo.



Recomendaciones

1. La cantidad de tiempo mirando la televisión. Cuando los niños pasan 3 a 5 horas diarias mirando la televisión, limitan bastante su tiempo para otras actividades. La niñez es un período para crecer y desarrollarse en el cual los niños necesitan jugar a solas y con otros niños. Necesitan leer y hablar con otros niños y también con adultos.

2. La violencia en la televisión. El porcentaje de violencia en la televisión está en aumento. Un estudio reciente del Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute of Mental Health) indica que la violencia en la televisión puede ser dañina para los niños pequeños. Los niños llegan a tener miedo, a preocuparse y a ser sospechosos como resultado de ver violencia en la televisión. Los investigadores también han notado que los niños que miran muchos programas violentos se vuelven más agresivos que los demás niños en la escuela. Los padres deberían darse cuenta de que mirar programas violentos puede fomentar esta tendencia hacia la agresión. También deben tener en cuenta que la televisión a menudo demuestra el comportamiento sexual y el uso del alcohol y las drogas de una manera realista y tentadora.

3. La tele y el aprendizaje. Muchos estudios recientes indican que mirar la televisión excesivamente puede afectar negativamente el aprendizaje y el comportamiento en la escuela. Las horas frente a la tele interrumpen la tarea y limitan el tiempo disponible para otras formas de aprender. Si un niño no está realizando su potencial académico, la tele puede ser un factor principal.

4. Los anuncios. Por lo general el niño ve más de 20,000 anuncios cada año. Los anunciantes gastan anualmente más o menos $700 millones para estar seguros de alcanzar a muchos niños. La mayoría de los anuncios de comida es de productos muy azucarados como dulces y cereales con azúcar. Los anuncios de carne, leche, pan y jugo suman solamente un 4% de los anuncios de comida dados por la tele durante las horas de audiencia infantil. Este énfasis puede dar a los niños una mala interpretación de cómo deberían comer. Una investigación reciente encontró una relación directa entre la obesidad y cuánto tiempo los niños miran la tele.


Anime a su hijo a mirar programas con personajes que cooperen y que se quieran.
Se ha mostrado que tales programas influyen a los niños de una manera positiva



 Sugerencias para los Padres

Aquí hay algunas ideas que ayudarán a los padres a controlar cómo sus hijos miran la televisión:

1. Imponga límites. Sepa cuántas horas diarias miran la tele sus hijos. Limite las horas de televisión a una o dos al día. No tenga miedo de reducir la proporción de tiempo que miran la televisión. Es posible que no les guste apartarse de la tele, pues es seductora. Los programas que sus hijos miran estarán llenos de anuncios sobre otros programas. Las conversaciones en los parques y cafeterías escolares son poderosas y penetrantes Sin embargo, establecer buenos hábitos en sus hijos vale la pena. Mirar la televisión es más un hábito que un gusto.

No se sorprenda de que sus hijos sufran algo cuando se les reduzca el tiempo delante de la tele. Usted puede facilitar el cambio animándolos a que participen en actividades alternativas tales como deportes, juegos, quehaceres, lecturas, conversaciones o pasatiempos. Puede ayudar acompañándolos en estas actividades. Por el hecho de que los niños modelan su comportamiento basándose en el ejemplo de sus padres, quizá también ayude que usted examine sus propios hábitos en cuanto a mirar la televisión. Sea usted mismo un buen modelo.

Elimine algunas horas delante de la tele con la ayuda de unas cuantas reglas básicas, tales como no ver televisión durante las comidas o antes de terminar los quehaceres de la casa y de la escuela.

2. Resista a los anuncios. No espere que sus hijos resistan a los anuncios de dulces y otros bocados sin su ayuda. La capacidad de ver y analizar un anuncio es difícil y se aprende bastante tarde. El hábito de comer mal se puede formar temprano y de manera fácil. Los anunciantes tienen investigadores, escritores, realizadores, campañas de promoción y presupuestos grandes. Cuando sus hijos pidan la comida y los juguetes anunciados por la tele, enséñeles que la televisión les hace desear lo que no necesitan e incluso lo que puede ser dañino. Ayude al niño a analizar los anuncios. Señale las declaraciones exageradas y el hecho de que son los propios fabricantes de los productos quienes pagan los anuncios.

3. Planee. Anime a los niños a planear lo que van a mirar usando la TV Guía o la guía del periódico en lugar de ir de canal en canal para escoger un programa. El aparato debe prenderse solamente para ciertos programas y debe apagarse al acabarse éstos. Piense en un programa de televisión como si fuera una película. Ayude a sus hijos a seleccionar un programa, y hable sobre él después de que termine. Escoja programas donde aparezcan niños de más o menos la misma edad que su niño. Intente equilibrar los programas cómicos, de arte, deportes o acción.

No utilice la televisión como premio y no la quite como castigo. Tales prácticas hacen que la televisión parezca aún más importante.

4. Participe. Sepa lo que miran sus hijos en la televisión. Mire con ellos y hablen sobre los programas. Ellos pueden ayudarle con temas difíciles tales como el sexo y la guerra. Complemente los programas interesantes con libros de la biblioteca. Explique situaciones confusas. Después de que haya terminado el programa pídale al niño su reacción. Discuta la diferencia entre la fantasía y la realidad. El peor programa puede ser una experiencia buena para sus hijos si usted está allí para ayudarles a sacar el mensaje correcto, mientras que el mejor programa pierde su valor por la falta de su ayuda para pensar, evaluar, y hacer preguntas.

Los padres que miran la televisión con sus hijos pueden asegurarles que la violencia vista en la televisión no es real y que el actor no ha sido herido ni muerto en el mundo real. También pueden mostrar su disgusto de los episodios violentos y afirmar que tal comportamiento no es la mejor manera de resolver un problema. Una conversación sobre la violencia en la tele, puede reducir el impacto de esa violencia.

La mejor solución, desde luego, es que los padres borren completamente los programas más violentos de los horarios de sus hijos. Recuerde que existen mecanismos para que ciertos canales no se vean. Si usted se ve ofendido por ciertos programas e intenta prohibir que sus hijos los miren, trate de darles las razones. Si sus hijos están mirando un programa y usted ve algún comportamiento negativo, dígaselos y explique sus oposiciones.


La publicación How Can I Guide My Child's TV Viewing?, (¿Cómo puedo controlar cómo mi hijo mira la tele?) de The Center for Early Education and Development, proporciona una lista de recomendaciones del psicólogo John Murray, de lo que pueden hacer los padres para tratar con los programas violentos:

* Mire por lo menos un episodio de cada programa que mira su hijo para saber cuan violento es.

* Cuando estén mirando juntos, discuta la violencia con su hijo. Hable de por qué ha ocurrido la violencia y de lo dolorosa que era. Pídale a su hijo que le cuente cómo se hubiera podido resolver el conflicto sin violencia.

* Explíquele a su hijo que la violencia dada por la televisión es fingida y dígale lo que podría ocurrir si otra gente casualmente intentara estos mismos trucos.

* Anime a su hijo a mirar programas con personajes que cooperen y que se quieran. Se ha mostrado que tales programas influyen a los niños de una manera positiva.




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