diciembre 29, 2022

Importancia de la Inteligencia Emocional – Lectura Emocional Dentro de Nuestro Cerebro


Identificar y manejar las propias emociones ayuda a tener
 mejores relaciones con los demás y una mejor calidad de vida


¿Qué es una emoción?

Una emoción es un proceso fisiológico que nos prepara para adaptarnos y responder al entorno siendo su función principal la adaptación, es decir, la supervivencia. Cuando surge una emoción es porque el equilibrio que la mente mantiene se ha roto, por diversos motivos. Es una alarma interna que nos informa que este equilibrio se ha quebrado, siendo la mayoría de las veces por factores externos, muchos de ellos de nuestro día a día. Unos ejemplos: un camarero no nos atiende en un bar; un amigo/a hace algo que no es de nuestro agrado; un padre le regaña a su hijo; la muerte de un familiar…

Las emociones vienen siempre acompañadas por nuestros pensamientos. Estos son los que le dan el carácter positivo o negativo a las emociones, ya que éstas no son ni negativas ni positivas, ni buenas ni malas. Miedo, enfado, tristeza, sorpresa, asco y alegría son, según diferentes autores, las seis emociones que tiene el ser humano, y es de destacar que depende del pensamiento que se le asocie a cada emoción, lo que va a dar lugar a un sentimiento el cual va a determinar nuestro estado de ánimo. Esto nos lleva a pensar que una emoción al producirse por un proceso fisiológico no puede ser controlada, sin embargo, nuestro pensamiento sí que podemos gestionarlo, y generar el sentimiento que nosotros necesitemos en cada momento.

Por lo tanto, el gestionar nuestros pensamientos en diferentes situaciones de desequilibrio interno/externo, según la intensidad, el lugar y el contexto, es lo que conocemos como inteligencia emocional.


Inteligencia emocional



La inteligencia emocional es la habilidad de reconocer, regular y comprender las emociones, tanto en si mismo como en los demás. Una inteligencia emocional alta ayuda a conectar con otras personas, forjar relaciones empáticas, comunicar de manera efectiva, resolver conflictos y expresar sentimientos.

Se refiere a la capacidad de los individuos para reconocer sus propias emociones y las de los demás, diferenciar entre diferentes sentimientos y etiquetarlos apropiadamente, utilizar información emocional para guiar el pensamiento y la conducta, y administrar o ajustar las emociones para adaptarse al ambiente o conseguir objetivos. Es decir, saber manejar nuestras emociones.

Por tanto, esta habilidad puede significar la diferencia entre comportarse de una manera socialmente aceptable y estar fuera de lugar en una situación social determinada.

La inteligencia emocional nos ayuda a entender de qué manera podemos influir de un modo adaptativo e inteligente tanto sobre nuestras emociones, como en nuestra interpretación de los estados emocionales de los demás. Este aspecto de la dimensión psicológica humana tiene un papel fundamental en nuestra manera de socializar y en las estrategias de adaptación al medio que seguimos.

Historia de la inteligencia emocional

Los psicólogos han estudiado la inteligencia emocional desde que el concepto de inteligencia social fue introducido por Edward Thorndike en 1920. Luego, Howard Gardner se basó en esta teoría y agregó la idea de que más de un tipo de inteligencia contribuye a la habilidad cognitiva. En su libro de 1983 Estructuras de la mente: La teoría de las inteligencias múltiples, Gardner introdujo el concepto de inteligencia interpersonal e intrapersonal.

Sin embargo, el término “inteligencia emocional” no obtuvo popularidad sino hasta la publicación en 1995 del libro La inteligencia emocional, escrito por el periodista científico Daniel Goleman. En su libro, Goleman define la inteligencia emocional y establece la importancia del coeficiente emocional para el liderazgo.

Luego, en 2004, Peter Salovey y John Mayer ampliaron el alcance y comprensión de la inteligencia emocional. Ellos desarrollaron la teoría del rasgo para desarrollar y medir la inteligencia emocional. Esto derivó en la primera prueba de inteligencia emocional, el test de inteligencia emocional Mayer-Salovey-Caruso (MSCEIT).

Hoy en día, la inteligencia emocional es estudiada por una gran variedad de psicólogos que buscan entender las diferentes competencias emocionales, las habilidades interpersonales que contribuyen a la inteligencia emocional, y la diferencia entre el coeficiente emocional y el coeficiente intelectual. Aunque muchos psicólogos no estén de acuerdo en los detalles exactos de la inteligencia emocional, la mayoría coincide en que es una habilidad que puede desarrollarse con práctica y entrenamiento.

En contra de lo que pueda parecer, teniendo en cuenta que el término se ha incorporado al lenguaje general, no es sencillo alcanzarla ni conseguirla. No obstante, a nuestro favor existe el hecho de que somos seres emocionales que aprendimos a pensar, no máquinas pensantes que aprendimos a sentir.

Los verdaderos espectadores empáticos pueden oír incluso lo que se dice en silencio. Lo más importante en la comunicación es oír lo que no se está diciendo.

Características de la inteligencia emocional

Autoconocimiento

Conocerse a sí mismo, así como estar en capacidad para comprender sus estados de ánimos, las causas que los originaron y las consecuencias que estas sensaciones pueden tener sobre otras personas, es una de las claves esenciales de la inteligencia emocional.

Empatía

Una de las bases para entender la importancia de la inteligencia emocional es que ésta ayuda a generar más empatía para estar en capacidad de ponerse en el lugar de lo que sienten las otras personas, entendiendo por qué se comportan de alguna manera en particular, pero sin que dichas circunstancias le afecten de una forma personal.

Autorregulación

Esta característica es una de las que permite entender la importancia de la inteligencia emocional, debido a que hace alusión al propio control de las emociones, impulsos y la habilidad de poder pensar antes de actuar. Además, la misma implica la capacidad para ser asertivos, flexibles y recibir ideas nuevas.

Auto-motivación

Al respecto de la interrogante acerca de para qué sirve la inteligencia emocional, mediante ésta los seres humanos pueden auto-motivarse y buscar dentro de sí diferentes razones para seguir adelante en su vida sin la necesidad de que otros tengan que reconocerlas o premiarlas.

Habilidades sociales

Tener habilidades sociales es uno de los ejemplos de inteligencia emocional que se puede ver en aquellas personas que saben de qué modo gestionan sus habilidades sociales con la finalidad de poder estar en contacto con diversas clases de personas y generar confianza.

Las personas que poseen estas cualidades, suelen ser personas socialmente equilibradas, extrovertidas, alegres y que en lugar de preocuparse ven los problemas como oportunidad de crecimiento y mejora.

Aquellas personas que poseen un alto nivel de inteligencia emocional son más abiertas a trabajar y conocer mejor las emociones de los demás, tanto aquellas que tienen que ver con la alegría como con la tristeza. Este tipo de inteligencia no significa ser solamente expresivo respecto a las propias emociones sino saber cómo manejarlas para el beneficio propio y de los demás que a uno lo rodean.

Una buena relación con otras personas es necesario para nuestra felicidad personal e incluso para desempeñarnos como deseamos dentro de nuestros trabajos y en nuestras familias. El saber cómo relacionarse con las demás personas muestra inteligencia emocional, reconociendo el nivel de cercanía o incluso de utilidad.

Mantener relaciones con personas positivas siempre es lo más aconsejable y mantener una buena relación con personas poco positivas que se desarrollan en nuestro mismo entorno también es aconsejable.

Importancia de la inteligencia emocional

En la medida que los seres humanos puedan comprender la importancia de la inteligencia emocional, estarán en la capacidad para manejar sus diferentes sentimientos y emociones, sabiendo de qué forma dirigirlos con el propósito de establecer mejores relaciones consigo mismos y otras personas.

Una alta inteligencia emocional favorece el desarrollo de relaciones tanto con uno mismo como con los demás, además de aumentar el sentimiento de bienestar ya que permite que tomemos decisiones de la mejor forma posible.

La inteligencia emocional implica el desarrollo de habilidades sociales que nos permiten relacionarnos de la mejor forma posible tanto con personas con las que nos sentimos bien, ya sea por concordancia de gustos, aficiones, etc. como con personas con las que no conectamos tan fácilmente o por las que no sentimos simpatía.

No siempre vamos a encontrarnos con gente que sea acorde a nosotros, ni en el trabajo, ni en la familia, ni siquiera en un grupo grande de “amigos”. Saber llevar estas situaciones facilitan sentirse bien en situaciones en las que no se comparte ciertos puntos de vista con otras personas.

Las situaciones que implican una alta emocionalidad, ya sea en un estado de euforia como de tristeza, normalmente llevan a actuar o a tomar una decisión en base a un estado emocional. Si somos conscientes que esto ocurre, postergaremos la decisión a un momento en el que nos encontremos más calmados y podamos hacer una evaluación objetiva sobre lo que ocurre y, así, tomar el camino correcto hacia aquello que queremos conseguir.

Ventajas de una inteligencia emocional desarrollada

Según un estudio escrito por el psicólogo de la Universidad de New Hampshire John D. Mayer y publicado en el Annual Review of Psychology, la inteligencia emocional está relacionada con :

* Mejores relaciones interpersonales en niños y adolescentes y menor incidencia de comportamientos antisociales o desviación de la normativa social.

* Mejores relaciones en adultos, una mejor auto-percepción, mayor seguridad en las habilidades sociales y menor agresividad y problemas de inter-relación social y de pareja.

* Las personas con mayor inteligencia emocional son percibidas positivamente por los otros. Son personas más agradables, con mayores habilidades sociales y empáticas.

* Mejor desempeño y resultados académicos.

* Mejor capacidad de negociación y habilidades relacionales en el trabajo. Dinámicas sociales más productivas y positivas.

* Mayor salud mental. Mayor satisfacción con la propia vida, mejor autoestima, menor grado de inseguridad y menores tasas de depresión. Se le relaciona, además, con menos tendencia a comportamientos riesgosos, abuso de sustancias y mayor cuidado personal.

* Mayor capacidad de adaptación a las circunstancias actuales.

Falta de Inteligencia Emocional

Las situaciones de estrés son las mejores para identificar si se carece de inteligencia emocional presentando comportamientos como :

Estresarse con facilidad.
El estrés, la ansiedad y la tensión puede acumularse y dificultar la toma de decisiones y no identificar a tiempo situaciones agobiantes para tratarlas a tiempo.

Vocabulario emocional limitado. Comúnmente cuando suelen preguntar nuestro estado de ánimo las respuestas suelen ser bien o mal, sin embargo; cuando se es inteligente emocionalmente es posible identificar el sentimiento y obteniendo repuestas como frustrado, irritable, temeroso, entre otras.

Rencor.
Es mejor soltar que vivir con ello, se ha comprobado que guardar rencor no solo afecta emocionalmente, sino también físicamente ya que contribuye a padecer enfermedades del corazón y presión alta.

Enojo mal empleado. No es que se tenga que estar siempre contento, sino mostrase enojado en las situaciones correctas evitando culpar a otros por lo que hacen sentir, además de tener la capacidad de identificar los detonantes.

No saber decir no. Con frecuencia pasa esta situación en todos los ámbitos ocasionando que se termine haciendo actividades no deseadas.


Desarrollar la inteligencia emocional

Mejorar la empatía


La empatía es la habilidad de conectar con los demás. Es la piedra angular del desarrollo de la inteligencia emocional.

Entender a los demás. La empatía consiste a conectarse con las emociones de otras personas. Para comenzar, concentrarnos en desarrollar la forma en que entendemos a los demás. Si toman una decisión que no hubiéramos tomado, nos apoyamos en la curiosidad y la empatía para entender por qué lo hicieron.

No juzgar. Todos tenemos una pequeña voz en nuestra mente que realiza suposiciones y juicios automáticamente. El hecho de no juzgar no se trata tan solo de dejar de hacer esas suposiciones inmediatas, sino de aprender a ignorarlas a favor del pensamiento a largo plazo.

Ponerse en el lugar de la otra persona. Dado que la empatía consiste a conectarse, una buena manera de crear conexiones es ponerse en el lugar de otra persona. A veces, puede que tomen una decisión que no nos guste o con la que estamos en desacuerdo, pero en vez de reaccionar, intentemos imaginar la situación desde su punto de vista.

Practicar la escucha activa



La escucha activa es la práctica de escuchar para entender. En lugar de pensar en lo que se dirá a continuación, llevar toda la atención a lo que la otra persona está diciendo.

La escucha activa sirve para desarrollar la empatía, la conexión y la confianza entre yo y otra persona.

Otro elemento clave de la escucha activa es la comunicación no verbal y el lenguaje corporal. Tomar nota de lo que se está haciendo cuando otra persona está hablando. Incluso si se está interesado, cruzar sus brazos o mirar a lo lejos hace parecer que no lo está. Intentar mantener el contacto visual y una expresión facial cortés e interesada para demostrar que se está prestando atención.

Consejos para mejorar la inteligencia emocional

* Observar las propias reacciones en diversas circunstancias y frente a diferentes personas. ¿Escucho? ¿Me guío por estereotipos? ¿Prejuzgo? ¿Quiero llamar la atención?

* Autoevaluarse. Los quiz de inteligencia emocional pueden ser una forma de comenzar a conocerse.

* Aceptarse honestamente con las propias fortalezas y debilidades. Todo es susceptible de mejoría.

* Observarse en las situaciones estresantes. ¿Cómo reacciono? ¿Por qué reacciono? ¿Mis reacciones ayudan a mejorar la situación o la empeoran?

* Dejar de culpar a los demás y responsabilizarse de sí mismo. Se trata de evitar las auto-excusas y las justificaciones, aceptar nuestra parte de responsabilidad en lo que ocurre y enmendar aquello que hemos hecho mal.

* Observar cómo los propios comportamientos y palabras afectan a los demás. ¿Positivamente? ¿Negativamente? Pensar cómo se sentiría uno mismo en esa situación.

* Aprender de los errores. Porque de cualquier situación, por dura o negativa que sea, lo mejor que se puede extraer es experiencia. Aprender de uno mismo evita caer una y otra vez en los mismos comportamientos.

* Dejar el pasado atrás. Los errores son grandes maestros.

* Aprender y trabajar sobre las emociones para ser adultos con capacidad de enfrentar las dificultades, los retos y reinventarse de ser necesario.

* Aprender a ser asertivos, expresar las propias emociones con criterio. Se tiene el derecho de decir lo que se siente, pero se tiene el deber de reconocer si es el momento apropiado para el otro.

* Saber decir “no”, poner límites y hacerse valer cuando la situación lo requiera.

* Pasar tiempo con personas no tóxicas. Esto oxigena y permite crecer.

***

El aprendizaje emocional es la base del desarrollo de la empatía

Nuestros primeros contactos emocionales nos enseñan qué ver y qué no ver en el mundo de los sentimientos y de las emociones. Así, nuestro aprendizaje empático conforma en sí mismo varias premisas:

El primer aprendizaje empático se basa en que tenemos que poner empeño en lograr percibir las emociones de los demás. Es decir, tenemos que sintonizar con los sentimientos y emociones ajenos para favorecer la comprensión de su mundo interior.

El segundo aprendizaje mantiene que actuar empáticamente no implica en absoluto adoptar la perspectiva ajena sino ver el mundo con otros ojos, lo cual nos ayuda a comprender por qué una persona actúa de cierta manera.

La comprensión empática contiene en sí misma una respuesta emocional hacia la persona en cuestión que trata de comprender los motivos que le llevan a ciertos sentimientos y acciones.

Además de eso tenemos que entender que no es suficiente percibir y comprender lo que otro siente, sino que debemos saber transmitirle que está siendo comprendido, de manera que se cierre el circuito y que los beneficios de ser empáticos se hagan patentes.

O sea que se trata de coordinar actuaciones a nivel cognitivo, conductual y sentimental.

Empatía – Lectura emocional dentro de nuestro cerebro

No es fácil dibujar un mapa en el que aparezcan correctamente identificadas las emociones propias y las ajenas, pero el esfuerzo por conseguirlo merece la pena. Si lo logramos tendremos una estupenda referencia que influirá de manera positiva en el tipo de vínculos que establecemos, en la mano que somos capaces de tender y en la alegría que seamos capaces de experimentar a partir de la generosidad.

Porque lograr ponernos el traje de la tristeza de otra persona, por ejemplo, es una maravillosa destreza que nos ayuda a movernos por el mundo acompañados de una valiosa e inteligente capacidad emocional.

Con buena disposición podemos alcanzar el clima emocional que nos permite alcanzar esta sintonía y descifrar deseos, anhelos, mensajes profundamente enterrados, necesidades, etc. Todo este proceso maravilloso que a veces puede parecer casi mágico se desarrolla en nuestro cerebro, el cual realiza hábilmente una intensa lectura emocional.

La siguiente cuestión a responder es, inevitablemente, cómo lo hace. La ciencia va obteniendo respuestas y está consiguiendo localizar numerosas zonas en las que reside nuestra capacidad emocional.

Uno de los más hallazgos más importantes de la neurociencia ha sido el de las neuronas espejo, las cuales se encuentran presentes en nuestros circuitos emocionales. Éstas son unas células cerebrales que cumplen la misión de reflejar en nuestro cerebro aquello que estamos observando.

Los hemisferios cerebrales. En términos generales podemos afirmar que nuestro hemisferio izquierdo domina la capacidad para reflexionar sobre las emociones mientras que en el hemisferio derecho el sistema límbico tiene más peso.


Aunque a nivel individual las diferencias cerebrales pueden llegar a ser abismales, se ha encontrado que en los hombres predomina una actividad cerebral ejecutiva en cuanto a las emociones, mientras que en las mujeres el sistema límbico ha adquirido más importancia.

Esto nos ayuda a apoyar la creencia popular de que el mundo femenino tiende a ser más emocional, entendiéndose así que las mujeres suelen tener mayor capacidad empática.

Sea como sea, la empatía puede ser desarrollada tanto por hombres como por mujeres de la misma manera. Es importante, por lo tanto, que alfabeticemos nuestro cerebro emocional y que nos esforcemos por mirar el mundo desde los ojos ajenos.





La importancia de la inteligencia emocional en todos los ámbitos de la vida es clave para que las personas 
puedan tener una mejor relación consigo mismos y quienes les rodean, debido a que tendrán mayor 
capacidad de comprender sus sentimientos y emociones, pudiendo aplicar la alteridad. Entendemos
 la alteridad como el principio filosófico de "alternar" o cambiar la propia perspectiva por la del "otro".


    

Ver :


diciembre 01, 2022

Desarrollo Neuronal de Bebés Muy Prematuros






El parto prematuro, que representa aproximadamente 15 millones de casos anuales en todo el mundo, es preocupante debido a que está asociado con una variedad de complicaciones a largo plazo y en particular trastornos del neuro-desarrollo. El parto prematuro interrumpe la maduración normal del cerebro durante un período crítico del crecimiento cerebral fetal, exponiendo al cerebro en desarrollo a diferentes eventos estresantes en la unidad de cuidados intensivos neonatales, y privando a los bebés de entradas sensoriales importantes para el desarrollo de la actividad normal del cerebro.

Los bebés prematuros son aquellos que nacen antes de las 37 semanas de gestación, y presentan alteraciones del comportamiento, caracterizadas por falta de atención, ansiedad y problemas socioemocionales, donde el 25% de ellos tienen un mayor riesgo de desarrollar trastorno de déficit de atención e hiperactividad, trastornos del espectro autista y depresión. Más aún si son muy prematuros, es decir, los nacidos antes de la semana 32.

Estos trastornos aparecen porque cuando nacen su cerebro no está formado y debe construirse fuera del útero materno, y sin los estímulos que reciben en él, las conexiones neuronales y la mielinización – proceso por el cual las neuronas se cubren de mielina, una grasa hace que los mensajes lleguen más rápidos – lo cual influye en el desarrollo neuronal.

En particular, se ha descrito desde 2015 por investigadores suizos que los bebés prematuros presentan alteraciones cerebrales estructurales en regiones que se cree sirven al procesamiento emocional y que se relacionan con déficits socioemocionales posteriores, que por ejemplo les dificulta procesar o entender el miedo. Estas alteraciones incluyen volúmenes reducidos de amígdala, hipocampo, corteza orbitofrontal, ínsula y corteza cingulada posterior. S e trata de las “zonas cerebrales de la socio-emoción”.

A edades más avanzadas como la niñez y la edad adulta, el cerebro de un individuo que nació prematuramente es estructuralmente diferente al de un individuo nacido a término.

Escuchar música podría tener el potencial de modular las redes neuronales que se ven afectadas por la prematuridad en las primeras etapas del desarrollo, en particular, las involucradas en el procesamiento socioemocional.



La música ayuda al desarrollo cerebral de los bebés muy prematuros




Investigadores de los Hospitales Universitarios de Ginebra (HUG), en colaboración con hospitales y universidades inglesas y norteamericanas, han realizado un experimento con muy buenos resultados para favorecer el desarrollo neuronal de los bebés muy prematuros, al ponerles música expresamente compuesta para ellos. Los resultados se han publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) de mayo 2019.

Los bebés que nacen prematuros deben pasar un tiempo ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Aunque se intenta que sean lugares silenciosos – como lo es el interior del útero materno –, suele haber estímulos como ruidos (alarmas, puertas…) y luces para los que el sistema sensorial de estos pequeños no está preparado.

Exponer a los bebés muy prematuros a música especialmente compuesta para ellos refuerza el desarrollo de sus redes cerebrales y podría limitar los frecuentes retrasos del desarrollo neurológico que sufren estos bebés.

Los investigadores realizaron el experimento a doble ciego (ni los padres ni los investigadores sabían qué bebé estaba escuchando la música) con 30 bebés prematuros, de los cuales solo la mitad recibieron música con previa autorización de sus padres, y sus resultados fueron comparados con 15 bebés que si llegaron a término antes de nacer. Lo más interesante es que la música colocada en la unidad de cuidados intensivos neonatales, iba en consonancia con el estado de vigilia del bebé. Si estaban dormidos era una pieza musical tranquila y muy parecida a una canción de cuna, mientras que cuando estaban despiertos o conciliando el sueño eran melodías distintas. Las sesiones no duraban más de 8 minutos, una vez al día y 5 días por semana.

Los investigadores comprobaron con técnicas de imagen que las conexiones neuronales de los bebés nacidos entre las 24 y 32 semanas de embarazo – es decir, casi cuatro meses antes de lo previsto para algunos de ellos – que habían escuchado esta música se desarrollaban mucho mejor, sobre todo la zona que afecta a las funciones sensoriales y cognitivas.

Según los investigadores suizos, como el menor desarrollo neuronal de los bebés pre-término se debe en parte a esas percepciones tan estresantes mientras están en la incubadora, y a la falta de estímulos sensoriales adecuados para su inmadura fisiología cerebral, se les ocurrió ofrecer otro tipo de estímulos a los prematuros, pero adaptados a ese menor número de neuronas y de conexiones entre ellas. Pensaron que la música, dado que el oído es uno de los sentidos que antes empieza a funcionar, podría ser la mejor forma de ayudarles.

Para su objetivo, pidieron al compositor musical Andreas Vollenweider que compusiera para estos pequeños unas canciones específicas para cuando están despiertos, otra para dormir y una tercera para interactuar con ellos, de ocho minutos cada una.

Los instrumentos elegidos para interpretarlas fueron el arpa, las campanas y el punji – la flauta procedente de la India que suele aparecer en las escenas de encantadores de serpientes –, dado que observaron que su sonido era el que más les calmaba y les permitía centrarse en la música.

Las piezas musicales comprenden una armonía entre sonidos de arpa, flauta de serpiente encantadora y campanas, que en conjunto crean una melodía interactiva y de tonos sutiles que pueden escuchar haciendo click ici.

La resonancia magnética multimodal, imágenes de tensor de difusión y tractografía de región de interés, técnicas no invasivas que permiten al investigador medir el volumen de estructuras cerebrales, medir el desarrollo neuronal y verificar la conectividad funcional entre distintos puntos del cerebro, fueron usadas en conjunto para estudiar las zonas cerebrales de la socio-emoción.

El equipo examinó 20 lugares distintos usando la técnica de tensor de difusión, para cuantificar cuantas moléculas de agua podían atravesar la materia blanca – un tipo de tejido neuronal del cerebro –, donde a través de un sin fin de ecuaciones físicas y matemáticas se logra evaluar el crecimiento neuronal y el desarrollo de características tan importantes como la mielina, una sustancia que envuelve y protege los axones de las neuronas y cuya función principal es la de aumentar la velocidad de transmisión del impulso nervioso.

Lo que encontraron fue que los bebés prematuros muestran una maduración disminuida de la materia blanca en general en comparación con los recién nacidos en varias regiones de la socio-emoción y la audición, donde se encontró que las moléculas de agua atravesaban con mayor facilidad la materia blanca en bebés prematuros en comparación a bebés llegados a término.

Esto se relaciona directamente con la maduración de estas zonas, ya que el crecimiento de neuronas dificulta el paso de las moléculas de agua a través del tejido, puesto que una mayor facilidad en el paso de agua significa una menor cantidad de neuronas o neuronas más pequeñas y por tanto, menor crecimiento neuronal.

Sin embargo, lo sorprendente fue que los niños prematuros expuestos a las sesiones musicales presentaron una difusión de agua más parecida al de los niños llegados a término y por tanto a una maduración funcional más parecida. Fue la falta de mielina en el desarrollo de las neuronas de la materia blanca (la cual se caracteriza por tener solo fibras mielinizadas) lo que afectó a la maduración de las zonas de la socio-emoción en niños prematuros.

En cuanto a la amígdala, una estructura cerebral clásicamente asociada con la coordinación de emociones y que se ha descrito que en bebés prematuros presenta un menor volumen, podría relacionarse con ciertas dificultades encontradas para estos bebés a lo largo de su crecimiento, como por ejemplo dificultad para regular el miedo y la ira a los 12 meses de edad, dificultad en reconocer expresiones faciales de las emociones a los 24 meses y mayores dificultades para reconocer el contenido emocional y regular el comportamiento social a los 5-7 años.

Además, en ellos se incrementaron las conexiones entre la red cerebral de prominencia – aquella que permite discernir la importancia de los estímulos – y las redes auditivas, sensorio-motoras, frontal, tálamo y el precúneo – una parte del cerebro que permite relacionar la información exterior con la de los sentidos –. Tanto, que la organización de las redes neuronales era muy similar a la de los bebés nacidos a término. Quizás porque oír las tres canciones les permitió centrase en su ritmo fisiológico, de manera muy similar a la sintonía que tiene el feto con el de su madre. En cambio, los bebés prematuros que no escucharon esa música especial no vinculaban un estímulo, como el pitido de una alarma, con un contexto fisiológico específico.

Se encontró en este estudio que los bebés prematuros tratados con música tuvieron un volumen amigdalino más parecido a un bebé llegado a término, y aunque el volumen per se no es un indicativo de mejor conectividad neuronal, se abre un nuevo e interesante campo de investigación.

En conclusión, estos resultados sugieren un efecto de maduración estructural de la intervención musical propuesta en las vías neuronales de procesamiento auditivo y socioemocional de los bebés prematuros durante un período clave del desarrollo cerebral.

Los primeros bebés que escucharon esta música personalizada hoy tienen 6 años, que es normalmente la edad en la que algunos de los problemas cognitivos empiezan a ser evidentes. Por eso los investigadores tienen previsto realizar en ellos una evaluación cognitiva y socioemocional para comprobar si los efectos positivos se han mantenido en el tiempo.


Recién nacidos muy prematuros: la supervivencia de estos bebés está mejorando




Investigadores de un equipo estadounidense, en un estudio publicado en la revista JAMA Network en enero 2022, revelaron que los bebés muy prematuros, es decir, los bebés nacidos antes de la semana 28 de embarazo, tienen más probabilidades de sobrevivir hoy.

Para llegar a esta conclusión, los científicos se basaron en datos de 19 centros médicos recopilados entre el 1 de enero de 2013 y el 31 de diciembre de 2018. Analizaron información de 10.877 bebés nacidos entre las semanas 22 y 28 de embarazo. Los datos se compararon con una cohorte similar de bebés nacidos entre 2008 y 2012.

Un aumento en las tasas de supervivencia en bebés muy prematuros

Según los resultados, el 78,3% de los bebés muy prematuros sobrevivieron hasta que fueron dados de alta del hospital. Esta cifra pasó de una tasa histórica de 76% para los nacidos entre 2008 y 2012. Según el trabajo, la supervivencia al alta del establecimiento de salud fue del 10,9% para los nacidos en la semana 22 de embarazo y del 94% para los nacidos en la semana 28. La supervivencia en los recién nacidos tratados activamente fue del 30% en la semana 22 del embarazo y del 55,8% en la semana 23. Entre los bebés nacidos antes de la semana 27 de embarazo que sobrevivieron y fueron seguidos durante dos años, el 49,9% fue re-hospitalizado y el 21,2% presentó trastornos graves del neurodesarrollo.

Una mejora colectiva de la atención

Los investigadores declararon que esta mejora en los resultados de los bebés muy prematuros se puede atribuir a múltiples factores. Los centros médicos universitarios han adoptado las mejores prácticas, las han aplicado y las han compartido con un grupo cada vez mayor en todo el país. Hay áreas en las que colectivamente han mejorado, como la ventilación, la nutrición y la hidratación. El nacimiento inminente de un niño extremadamente prematuro es un factor de estrés intenso para las familias. Para ayudar a los padres a lidiar con esta situación, es importante presentarles los datos que tienen y hacerles saber qué esperar a largo plazo.


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Los avances en medicina han mejorado drásticamente las tasas de supervivencia de los bebés prematuros, incluso en bebés muy prematuros (menos de 28 semanas), pero la transición a la alimentación digestiva al nacer plantea un desafío importante para el tracto digestivo de estos bebés debido a sus funciones digestiva e inmunológica inmaduras.

Oligosacáridos
Esta inmadurez expone a complicaciones neonatales como sepsis y enterocolitis necrotizante, que es una enfermedad inflamatoria intestinal que puede provocar necrosis y perforación del intestino. Estas complicaciones también pueden dar lugar a diferentes enfermedades más adelante en la vida, incluido el deterioro del desarrollo neurológico, las enfermedades alérgicas y la retinopatía.

En los bebés prematuros, la alimentación con leche materna es esencial para la adaptación del tracto digestivo a la alimentación, pero todas las leches maternas probablemente no sean iguales.

Los oligosacáridos contenidos en la leche materna serían importantes para la dieta de los niños prematuros porque ayudan a prevenir trastornos digestivos y posteriores problemas de salud.

Prematuridad e inmadurez intestinal

La inmadurez intestinal en los recién nacidos prematuros conduce a frecuentes dificultades para tolerar la alimentación por vía digestiva – alimentación enteral – con fórmula infantil. Por otro lado, la colonización bacteriana fisiológica en esta etapa puede ocurrir de manera anormal con un alto riesgo de enterocolitis necrotizante, especialmente cuando la leche materna es insuficiente.

Beneficio de los oligosacáridos

Los oligosacáridos de la leche materna se han acreditado en varios estudios con un beneficio en la prevención de estos trastornos. Estos beneficios para la salud de la lactancia materna se explican en parte por la abundancia y, sobre todo, la variedad de oligosacáridos en la leche materna, que sirven como prebióticos e inmuno-moduladores. La concentración de oligosacáridos en la leche materna es muy variable y la microbiota intestinal también es muy variable tras un parto prematuro. La suplementación con oligosacáridos de la leche materna puede volverse importante para la protección intestinal en los bebés prematuros, especialmente cuando el intestino ha alcanzado una etapa más madura.



Bebés prematuros: leche materna y sus oligosacáridos contra trastornos digestivos y problemas de salud




Según investigadores de la Facultad de Ciencias Médicas y de la Salud de la Universidad de Copenhague, cuyo estudio apareció en Nutrients de octubre 2018, la diferencia en la composición de los oligosacáridos en la leche materna podría explicar en parte por qué algunos recién nacidos prematuros desarrollan enterocolitis necrotizante cuando se alimentan exclusivamente con leche materna.

El interés de los oligosacáridos de la leche materna parece estar bien fundamentado para estimular la adaptación intestinal de los bebés prematuros a los alimentos y reducir la frecuencia de enterocolitis necrotizante.

El objetivo de este estudio fue medir la concentración de 15 oligosacáridos de la leche humana (HMO) dominantes en la leche materna durante el período neonatal e investigar las correlaciones entre sus niveles y la aparición de enterocolitis, sepsis y retraso del crecimiento en 106 bebés prematuros, con bajo peso al nacer (menos de 1000 g), alimentados exclusivamente con leche materna.

Parece que la diversidad de oligosacáridos de la leche humana y los niveles de lacto-N-difucohexaosa I fueron menores en las muestras de madres con enterocolitis, en comparación con los bebés prematuros que no tenían enterocolitis. No obstante, la lacto-N-difucohexaosa I solo es producida por madres Lewis positivas, es decir, aquellas que están genéticamente programadas para hacerlo.




Ver :