septiembre 15, 2013

Obesidad y Sobrepeso en los Adolescentes






La obesidad entre los adolescentes, además de tener un impacto incontestable sobre la salud,
es un motivo importante de exclusión social


El exceso de grasa corporal, sea obesidad o sobrepeso, está considerado como una de las epidemias de nuestra sociedad. Millones de adultos, niños y adolescentes padecen este mal que tiene consecuencias muy negativas para la salud. En el caso de los adolescentes, además de los riesgos para su organismo existe también el peligro de que afecte gravemente a su salud emocional.

Prevenir la obesidad en los adolescentes es un problema complejo. La adolescencia es un período de una fuerte presión de pares: el sobrepeso puede ser causa de bromas y exigencias sociales, mientras que lo que se considera la imagen corporal ideal, en especial para las chicas, crea expectativas poco realistas. La presencia en aumento de la obesidad en adolescentes provoca la aparición de diabetes, enfermedades cardíacas y otros problemas de salud cada vez más temprano en la vida adulta. El precio emocional a pagar incluye pérdida de la autoestima, depresión y desórdenes alimenticios.


Qué es el sobrepeso

El sobrepeso es un exceso de grasa corporal que no llega a ser obesidad. En el caso de los adolescentes, como en el de los niños, a veces es difícil evaluar cuándo lo padecen porque están aún en periodo de crecimiento.


Los médicos utilizan una medida llamada Índice de Masa Corporal (IMC) para medir el sobrepeso. En el caso de los adolescentes se considera que cuando un chico o una chica tienen un IMC por encima del 95% de la media de chicos o chicas de su sexo y edad, son obesos. Cuando el índice está por encima del 85% se considera que tienen sobrepeso.

La obesidad puede ir desde el grado I (sobrepeso) hasta el grado IV (obesidad severa o mórbida). En este grado la obesidad puede afectar casi todos los órganos del cuerpo pudiendo causar enfermedades graves y algunas hasta llevar a la muerte del individuo.





Las causas de la obesidad en la adolescencia

Tanto en los adolescentes como en el resto de las personas, el sobrepeso se produce cuando se ingieren más calorías que las que se consumen. Y ello puede deberse tanto a que continuamente se coman alimentos muy ricos en calorías como por la falta de ejercicio físico o ambos factores unidos. El consumo excesivo de los llamados “Alimentos chatarra” como son las golosinas, refrescos y frituras, es un factor importante en la aparición del problema.

La causa de la obesidad es compleja y está todavía por esclarecer, debido a los múltiples factores implicados en ella, como son los factores genéticos, ambientales, neuroendocrinos, metabólicos, conductuales y de estilo de vida.

Son numerosos los factores externos al adolescente que están en la patogénesis de la obesidad. Entre ellos destacan:

* El exceso de alimentación durante el período prenatal y de lactancia.
* La malnutrición materna.
* El tipo de estructura familiar (hijo único, hijos adoptados, el único hijo de una gran familia, padres separados, familia monoparental, familia numerosa).
* El nivel socioeconómico (clase baja en los países desarrollados y clase social alta en países en vías de desarrollo).
* Factores relacionados con el clima.
* Consumo excesivo de alimentos y calorías en una dieta poco saludable.
* Falta de actividad física.
* Herencia genética.
* Problemas neuro endocrinológicos.
* Uso de medicamentos.
* Condiciones sociales.

El desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético que facilita el cúmulo de grasa parece estar influido por una predisposición genética de cada individuo y sus interacciones con el estilo de vida. El patrón de distribución de la grasa corporal (central o periférica) sigue también la misma tendencia que el observado en los padres. Existe de este modo una base genética que puede actuar a través de diferentes mecanismos como son la preferencia por determinados tipos de comidas, la modulación del gasto energético, el patrón de distribución de la grasa y el grado de actividad física.

Un factor ambiental que se ha relacionado con un aumento de la obesidad en nuestra sociedad es ver la televisión durante muchas horas.



Consecuencias del sobrepeso

Las consecuencias de la obesidad o el sobrepeso para la salud son muchas y muy graves:

* Diabetes tipo 2. Un exceso de grasa corporal dificulta el trabajo de la hormona insulina fundamental para el buen funcionamiento de las células. Esa dificultad puede evolucionar en algunos adolescentes con diabetes.

* Artrosis. Obligar a cargar a las articulaciones de un cuerpo con muchos kilos de más les causa un desgaste temprano o inflamaciones muy dolorosas.

* Asma. La obesidad también está asociada a problemas respiratorios como el asma.

* Apnea del sueño. El exceso de peso puede ocasionar problemas respiratorios durante el sueño que, en ocasiones, son tan graves que acaban provocando trastornos cardíacos.

Colesterol malo. La acumulación de grasa en la sangre puede ocasionar un aumento del colesterol malo que puede provocar trastornos cardíacos o cerebrales en la edad adulta.

* Hipertensión. La acumulación de grasa en las arterias hace que el espacio que tiene la sangre para circular se reduzca y eso obliga al corazón a bombear con más esfuerzo. La hipertensión es muy rara en niños y adolescentes pero cuando se produce es mucho más frecuente en niños o adolescentes obesos.

* Problemas óseos. Hay varias enfermedades de los huesos que también están asociadas al exceso de peso corporal. Cargar a los huesos en proceso de crecimiento con mayor peso del que es sano puede provocar que estos acaben enfermos.

* Depresión. Diversos estudios han demostrado que la depresión es más común en adolescentes que padecen exceso de peso.



Imagen Corporal

Determinar dónde está la línea entre prevenir que su hijo adolescente gane peso extra y promover una imagen corporal saludable es difícil, en especial en las jóvenes adolescentes. A pesar de que muchas revistas para adolescentes ya cubren el abismo entre un tamaño corporal saludable y los ideales demasiado delgados de la cultura popular, las adolescentes continúan bajo una enorme presión de ser lo más delgadas posible. Los desórdenes alimenticios son la triste consecuencia de estas expectativas poco realistas.


En estos casos, la educación es fundamental. Debe advertirse a los adolescentes acerca de las representaciones y actitudes hacia la imagen corporal de los medios de comunicación y de la cultura popular y acerca de lo poco realistas que son. A pesar de que las adolescentes son más propensas a verse afectadas por la imagen corporal, los varones también corren el mismo riesgo. El “ideal” masculino de la cultura popular se ha vuelto cada vez más musculoso con el paso de los años. La necesidad de verse grandes y poderosos impulsa a un número cada vez mayor de varones a comer de más para ganar masa corporal, a levantar pesas en exceso y a abusar de los esteroides.


Investigación


La obesidad en los adolescentes afecta al cerebro

La Academia Estadunidense de Pediatría (AAP), con sede en Chicago, publicó en su revista Pediatrics (en setiembre 2012) el estudio "La obesidad y el síndrome metabólico, impedimentos cerebrales funcionales y estructurales en la adolescencia", coordinado por Po Lai Yau, de la universidad de Nueva York. Este estudio muestra que adolescentes obesos y con síndrome metabólico sufren un deterioro cognitivo.

El equipo de investigadores documentó en este estudio alteraciones cerebrales más extensas y problemas cognitivos en jóvenes con síndrome metabólico asociado a obesidad infantil, relación vinculada a una disminución del potencial académico y profesional.


En la investigación participaron 49 adolescentes con síndrome metabólico en comparación con 62 que no tenían ese trastorno, agrupados por edad, nivel socioeconómico, grado escolar, género y etnia, que recibieron evaluaciones neuropsicológicas, entre otras.

Los participantes con síndrome metabólico mostraron de forma significativa más bajo rendimiento en aritmética, ortografía, atención y flexibilidad mental, así como una tendencia a la baja inteligencia en general.

También mostraron menores volúmenes del hipocampo, aumento de líquido céfalo-raquídeo del cerebro, y reducción en la integración micro-estructural de la materia blanca cerebral.

El menor rendimiento cognitivo y la reducción de la integridad estructural del cerebro de los adolescentes con síndrome metabólico, sugiere que incluso en un corto plazo alteraciones en el metabolismo pueden dar lugar a complicaciones cerebrales.

Los autores concluyeron que la obesidad asociada a la desregulación metabólica, puede causar complicaciones del cerebro durante la adolescencia, lo que requiere de una temprana e integral intervención médica.

Recomendaron que la función cerebral se incluya entre los parámetros que deben ser evaluados cuando se considere el tratamiento temprano de la obesidad infantil.

Advirtieron que se requiere de una investigación adicional para determinar si las reducciones en el rendimiento cognitivo y anormalidades estructurales del cerebro son reversibles con una pérdida de peso significativa.


La obesidad agrava las lesiones cerebrales asociadas a la enfermedad de Alzheimer

Según estudio del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (INSERM), publicado en enero 2013, la obesidad agravaría el déficit cognitivo y las lesiones cerebrales. El trabajo refuerza la idea de que las anomalías metabólicas podrían desempeñar un papel en el desarrollo de la demencia, dijo David Blum, responsable de este estudio.

El estudio demostró que las alteraciones cognitivas observadas son el resultado de dos tipos de lesiones, las "placas" amiloides en el exterior de las neuronas, y la acumulación de proteínas Tau anormales en el interior de las neuronas.

Aunque ya se sabía que la obesidad interviene en la formación de las placas amiloides, su impacto en la acumulación de las proteínas Tau anormales en las neuronas no era conocido claramente.

Para la investigación los científicos utilizaron ratones transgénicos concebidos para desarrollar progresivamente con la edad una degeneración del cerebro relacionado a las proteínas Tau. Durante cinco meses, los ratones recibieron un régimen rico en grasas, para inducir una obesidad progresiva. Con el régimen, los ratones obesos desarrollaron una patología agravada tanto desde el punto de vista de la memoria como en las modificaciones de la proteína Tau (esencial para la estabilidad de las células, especialmente las neuronas).



Las adolescentes obesas tienen mayor riesgo de esclerosis múltiple (EM)

Según un estudio realizado por investigadores de la Harvard Public Schoolpublicado en noviembre de 2012 en la revista Neurology en la edición en línea de enero 2013los niños y adolescentes que son obesos son más propensos a desarrollar esclerosis múltiple (EM) en comparación con aquellos con peso normal.

Aunque es una condición rara, la esclerosis múltiple parece ser más común entre las niñas con sobrepeso y obesidad, hasta el punto en que las niñas extremadamente obesas tienen casi cuatro veces más riesgo de desarrollar la enfermedad neurológica, o su precursor, el síndrome clínicamente aislado (CIS).

El estudio incluyó a 75 niños y adolescentes con EM que fueron diagnosticados entre los 2 y los 18 años. Los investigadores compararon a esos niños con más de 900,000 pares sanos inscritos en un estudio de salud de mayor tamaño. Ligeramente más del 50 por ciento de los niños con EM tenían sobrepeso o eran obesos antes del diagnóstico. En contraste, poco menos del 37 por ciento de los niños sin EM tenían sobrepeso o eran obesos.

Ese riesgo fue incluso más pronunciado entre las chicas con sobrepeso, mostró el estudio. Lo mismo no sucedió entre los chicos.

Esclerosis Múltiple. Esta enfermedad autoinmune ocurre cuando el cuerpo ataca por equivocación a una parte de su sistema nervioso central: el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos. Los síntomas, que varían en gravedad y tienden a ser intermitentes, incluyen entumecimiento, problemas de la vista, y problemas con el paso y el equilibrio. Actualmente no existe cura para la EM.

Síndrome clínicamente aislado (CIS). Es un término que describe un primer episodio clínico (que dura al menos 24 horas) con características sugestivas de EM. Aunque los pacientes generalmente se recuperan, es a menudo el primer síntoma de la EM.

El estrógeno en la grasa produce sustancias pro inflamatorias, y se sabe que la obesidad es un estado inflamatorio de bajo grado. Tras pasar por la pubertad, las chicas tienen unos niveles de estrógeno más altos que los chicos, así que las chicas con sobrepeso reciben un golpe doble.

Esto podría ayudar a explicar por qué el riesgo era más pronunciado en las chicas con sobrepeso u obesas del estudio.

El nuevo estudio sólo muestra que la EM y la obesidad infantil se asocian entre sí. No se ha establecido una causalidad clara, pero algunas teorías vinculan ambas afecciones.



Los adolescentes con riesgo de obesidad muestran mayor actividad cerebral en respuesta a la comida

Estudio del Instituto de Investigación de Oregón en Estados Unidos publicado en la revista  The Journal of Neuroscience en marzo 2011

Los investigadores explican que el consumo de alimentos produce la liberación de dopamina y que el grado de placer derivado de comer se correlaciona con la cantidad de dopamina liberada. Los resultados de estudios anteriores muestran que los humanos obesos en relación a los delgados tienen menos receptores de dopamina en el cerebro y se piensa que los individuos obesos comen en exceso para compensar el déficit de recompensa.



Emplearon imágenes de resonancia magnética para comparar la respuesta neural a las recompensas de comida y económicas en adolescentes delgados con riesgo de obesidad en comparación con adolescentes delgados sin este riesgo. Los resultados sugieren que la vulnerabilidad inicial que da lugar a la obesidad podría elevarse en vez de mitigarse en el circuito de recompensa cerebral.

Los resultados son sorprendentes, sugieren que la vulnerabilidad inicial a comer en exceso podría ser una respuesta elevada del circuito de recompensa ante el consumo de alimentos.




Impacto de la obesidad y del sobrepeso del adolescente sobre la esperanza de vida

Un estudio realizado por investigadores de Brigham and Women Hospital (Boston), publicado en marzo 2014 en Journal of Clinical Endocrinology and Métabolism, analiza el impacto de la obesidad, o del sobrepeso sobre la esperanza de vida futura de los adolescentes. 

La muestra del estudio es relativamente elevado : más de 2 millones de adolescentes (2159) nacidos entre 1950 y 1993, viviendo en Estados Unidos. Se midió su índice de masa corporal a los 17 años.

Los investigadores encontraron un riesgo de deceso más elevado antes de los 50 años, para los adolescentes obesos o con sobrepeso.

El estudio también demostró que no hubo mejora de la tasa de supervivencia entre 1950 y 1980.

Estos resultados indican que si bien la esperanza de vida para la población en general continúa aumentando, así que la calidad de vida  especialmente para las personas de edad avanzada , ello no beneficia a los adolescentes obesos.


¿ Por qué existe un riesgo de morir antes de los 50 años si un adolescente es obeso o con sobrepeso ?

En primer lugar, porque el riesgo de cáncer o de enfermedades cardiovasculares es más importante. Pero hay más : una obesidad a una edad temprana favorece la aparición de enfermedades endocrinas, como el desarrollo de la diabetes de tipo II, de enfermedades articulares, la persistencia del asma de la infancia, enfermedades respiratorias (apnea del sueño), hipertensión arterial, etc.

Y a largo plazo, otras patologías pueden aparecer (trastornos de la función renal, de la función hepática, etc.).



Algunos cambios saludables

Cuando un adolescente tiene sobrepeso o padece obesidad es el médico el que debe decidir si el chico o la chica deben seguir una dieta. Nunca tienen que ser ellos mismos o sus padres los que tomen tal decisión porque pueden poner en peligro su salud. El médico determinará el tratamiento a seguir.

Pero además de acudir al médico hay algunos cambios en la vida familiar que pueden ser muy saludables para el adolescente con problema de peso y para el resto de la familia. Además no se debe esperar a que aparezcan los problemas para que la alimentación de los adolescentes y de toda la familia sea saludable.

Inculcar una alimentación saludable a sus hijos adolescentes es esencial y es mejor comenzar cuando todavía son pequeños. A medida que sus hijos crecen, explíqueles conceptos como tamaño de la porción, consumo de calorías y opciones de alimentos saludables.

* El peso no es una cuestión estética. Es importante que los adolescentes tengan claro que la principal razón para mantener un peso adecuado no es estética sino de salud. De esa manera se combatirán posibles problemas: el sobrepeso y trastornos de la alimentación como la anorexia nerviosa.

* Actuar como un ejemplo. Si sus hijos los ven comer sano y hacer ejercicio de forma regular, son más propensos a seguir su ejemplo.

* Reducir el "tiempo de pantalla". No va a ser fácil de limitar el tiempo de televisión y computadora, pero esto conduce a la inactividad física.

* No utilizar la comida como premio o como sanción al no permitirles comer. Esto conduce a posibles trastornos de la alimentación.

* Mantener la despensa y refrigerador con refrigerios bajos en grasa, leche y verduras frescas.

* Evitar sodas y en general bebidas azucaradas. La leche desnatada y el agua son mucho más sanos.

* Consumir cada día un mínimo de cinco porciones de frutas y verduras frescas.

* Evitar la comida chatarra o basura.

* Cocinar en casa. Es el modo de consumir alimentos frescos y más sanos. Y a la hora de cocinar es mejor evitar las frituras y optar por preparar los alimentos a la plancha o asados.

* No comer por aburrimiento o por estrés. La comida no es un sustituto de nada. Cuando se entra en la espiral de comer por aburrimiento, estrés o ansiedad es mucho más fácil llegar al sobrepeso e incluso a la obesidad.

* Hacer ejercicio. Intentar hacer ejercicio el mayor número de días a la semana. Algunos trayectos son perfectos para hacerlos caminando y muchas veces es posible sustituir el ascensor por las escaleras. El organismo lo agradecerá. Y hay cantidad de posibilidades que pueden incluir a toda la familia: largos paseos caminando o en bicicleta, partidos de pelota en el parque o cualquier otro ejercicio físico que incluya a toda la familia será beneficioso para todos sus miembros.



El Ejercicio en la Adolescencia previene la Obesidad

Según un estudio de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, Illinois, publicado en 2010 en el Journal of the American Medical Association, la actividad física regular en la adolescencia de manera constante, sobre todo las mujeres, previene el aumento posterior de peso : 150 minutos de ejercicios entre moderados y vigorosos por semana, como correr, caminar rápido, jugar baloncesto o actividades diarias como las tareas de casa.

Los investigadores  dirigidos por Arlene L. Hankinson, profesora del departamento de medicina preventiva siguieron durante 20 años a tres mil 554 hombres y mujeres que tenían entre 18 y 30 años de edad al inicio de la investigación. El resultado de la investigación anima a las personas a mantener su estilo de vida activo y efectuar un programa de actividad durante décadas.


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