noviembre 29, 2017

Cómo Estimular las Funciones Cerebrales



El cerebro debe ser estimulado para que no se oxide


Funcionamiento del cerebro

La función del cerebro, como parte del Sistema Nervioso Central (SNC), es la de regular la mayoría de funciones del cuerpo y la mente. Esto incluye desde funciones vitales como respirar o el ritmo cardíaco, pasando por funciones más básicas como el dormir, tener hambre o el instinto sexual, hasta las funciones superiores como pensar, recordar o hablar.

Las funciones cerebrales superiores como el razonamiento, la memoria, la atención están controladas por los hemisferios y lóbulos cerebrales que forman parte del córtex.

El cerebro está compuesto por dos hemisferios. El derecho se encarga de la parte de las emociones, la creatividad o el arte, y el izquierdo controla funciones más relacionadas con la lógica o la razón, las matemáticas, es más analítico. En la parta de la nuca y unida al cerebro se encuentra el cerebelo, cuya función cerebral son las actividades fisiológicas básicas, como la respiración, los latidos del corazón o la temperatura corporal. A medida que envejecemos nuestro cerebro sufre un declive pero es menos acusado de lo que creemos.


Una parte de nuestro cerebro viene determinado por nuestra genética al nacer, son conocidas como habilidades innatas, hay personas que poseen una gran facilidad para recordar fechas o para los idiomas; pero aun así, podemos desarrollar nuestra función cerebral, entrenando la mente y potenciándola, tanto para mejorar aquellas cosas que de manera natural se nos dan bien, como cosas en las que fallamos. La dieta, el ejercicio físico, el consumo de alcohol o tabaco, también influyen en nuestra función cerebral, para mantenerla joven o para envejecerla prematuramente.

El mayor desarrollo de la función cerebral se produce entorno a los 25 años, posteriormente comienza el lento y progresivo proceso de envejecimiento. Sin embargo, las personas que mantienen su mente activa incluso en lo que se considera edades avanzadas, pueden envejecer físicamente pero no así su cerebro.


Funciones cognitivas

Las funciones cognitivas son los procesos mentales que nos permiten recibir, seleccionar, almacenar, transformar, elaborar y recuperar la información del ambiente. Esto nos permite entender y relacionarnos con el mundo que nos rodea. Las funciones cognitivas están interrelacionadas y en ocasiones se solapan.

Funciones cognitivas principales :

Atención. Es la función cognitiva con la que se selecciona entre los estímulos que llegan simultáneamente al cerebro, tanto externos (olores, sonidos, imágenes…) como internos (pensamientos, emociones…), los que son útiles y adecuados para realizar una actividad motora o mental.

Memoria. La memoria es un proceso muy complejo que permite la codificación, almacenamiento y recuperación de la información. Para que podamos hacer todas estas cosas, necesitamos que el sistema atencional opere correctamente.

Funciones ejecutivas. Casi todas hacen referencia al control de la cognición y regulación de los pensamientos y la conducta a través de varios procesos relacionados entre sí. Comprende todo un conjunto de habilidades complejas como la dirección de la atención, la planificación, programación, regulación y verificación de la conducta intencional.

Lenguaje. El lenguaje es un sistema de comunicación simbólico que se manifiesta, en el caso de los humanos, a través de las lenguas. El lenguaje no solo es importante para comunicarnos con los demás sino que también estructura nuestro pensamiento interno.

Funciones viso-perceptivas. Son aquellas que nos permiten reconocer y discriminar los estímulos. Nos ayudan a interpretar, atribuir y asociar lo que vemos a categorías conocidas e integrarlo en nuestro conocimiento. El funcionamiento correcto de estas funciones nos permite, por ejemplo, reconocer las caras de nuestros familiares y amigos, o saber si un objeto es un peine, unas llaves o un sombrero.

Las funciones viso-espaciales. Son utilizadas para analizar, comprender y manejar el espacio en que vivimos (ya sea en dos o tres dimensiones). Estas funciones incluyen procesos como la navegación mental, la percepción de distancia y profundidad, la construcción viso-espacial, rotación mental. Tareas como leer un mapa u orientarnos por la ciudad, pero también otras cosas como adivinar a qué distancia está el coche para decidir si cruzar o no en rojo, y caminar sin golpearnos con las cosas que están en nuestra ruta.

Es cierto que la inteligencia de un ser humano puede ser mejorada; es posible detener el envejecimiento mental del cerebro, y uno puede ayudarse a sí mismo a vivir más tiempo. Sí, todas esas afirmaciones son ciertas. El cerebro está lleno de cosas que la ciencia neurológica puede estimular para mejorar su función cognitiva. Cuando se estimulan estas funciones el poder del cerebro se incrementa y comienza a funcionar a un nivel más inteligente.


Como tener una mente activa sin importar la edad

Nuestro cerebro se encuentra en permanente transformación porque está dotado de una gran neuroplasticidad, entendida como la capacidad para transformar su estructura y su funcionamiento, sin que haya ninguna edad límite para seguir aprendiendo.

El cerebro humano es un músculo que hay que trabajar al igual que el resto de nuestros músculos si no queremos que se oxide.

Cada persona es diferente, y la función cerebral cumple una función vital en nuestro día a día, incluso cuando dormimos. La genética tiene importancia, especialmente en enfermedades neurodegenerativas y demencias.

La actividad mental estimula el cerebro, modificando los circuitos neuronales. La gimnasia cerebral fortalece las neuronas y sus conexiones, desarrollando la capacidad para realizar nuevos aprendizajes. Cuando “abonamos” el cerebro mediante el entrenamiento cognitivo y la adquisición de nuevas habilidades, somos más eficientes y mejora nuestra capacidad de adaptación.

Para desarrollar nuestra mente debemos tener presente que existen distintas áreas cognitivas que debemos ejercitar: el lenguaje, la creatividad, la memoria, la inteligencia numérica, incluso la inteligencia visual o espacial. Existen distintos métodos para ello, la clave está en la constancia y el ejercicio de la mente.

Los expertos recomiendan resolver pequeños problemas cada día. Pero no nos asustemos, no hay que volver a coger los libros de matemáticas. Los problemas pueden ser de cualquier tipo: acertijos, trabalenguas, problemas de lógica, pasatiempos, juegos de ingenio, adivinanzas... Existen multitud de opciones y algunas realmente divertidas. ¿Y si los hacemos con amigos? Involucrar a más personas, ya sea familia o amigos, convertirlo en un juego o un reto mejorará los resultados y será más fácil mantener la constancia de ejercitar la función cerebral.

Memorizar cosas ayuda a la mente a crear el hábito de ejercitar la memoria. Intentar memorizar cosas aunque aparentemente no tengan relación. Memorizar las capitales de países, los ingredientes de una receta, la letra de una canción o crear una lista de palabras, estudiarlas durante un tiempo y probar después cuantas palabras se recuerda. De este modo la mente se acostumbra a memorizar.


La alimentación, el ejercicio y el descanso, básicos para estimular la función cerebral

Una alimentación sana y equilibrada es esencial. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y el tabaco, que sólo consiguen dañar las neuronas. Aumentar la ingesta de fruta, verdura, legumbres, cereales, de alimentos con alto contenido en omega 3 como el pescado azul, el aguacate, los frutos secos o el aceite de oliva.

Batido para estimular el cerebro

Ingredientes
* 1 vaso de bebida vegetal de almendra (200 ml)
* ½ aguacate (rico en ácidos grasos mono insaturados)
* 1 ½ cucharada de chocolate negro en polvo, orgánico y sin azúcar (15 g) o el clásico chocolate en polvo (aporte de flavonoides, magnesio y vitamina B)
* 10 arándanos
* 1 cucharada de aceite orgánico extravírgen de coco (15 g) o una cucharada de miel (25 g)

Preparación. Colocar en la batidora el aguacate (palta) cortado en trocitos junto con el resto de ingredientes.

Grasas Omega-3 de Origen Animal

El ácido docosahexaenoico, o DHA, una grasa de omega-3, es un componente estructural esencial tanto del cerebro como de la retina. El 60 por ciento del cerebro está compuesto de grasas, 25 por ciento es DHA. El DHA es también un ingrediente estructural esencial de la leche materna, que se cree podría ser una de las principales razones por la que los bebés amamantados obtienen constantemente mejores calificaciones en las pruebas de coeficiente intelectual que los bebés alimentados con fórmula.

Las grasas omega-3 como el DHA se consideran esenciales porque el cuerpo no las puede producir, y debe consumirlas a través de su alimentación diaria. Los alimentos ricos en DHA son el pescado, el kril.

El DHA se encuentra en las neuronas en altos niveles, donde proporciona soporte estructural. Cuando el consumo de omega-3 no es adecuado, las células nerviosas se hacen rígidas y más propensas a la inflamación ya que la carencia de grasas omega-3 es reemplazada con colesterol y grasas omega-6. Una vez que las células nerviosas se hacen rígidas y se inflaman, la neurotransmisión apropiada de célula a célula y dentro de las células se ve afectada.

La composición de ácidos grasos insaturados del tejido cerebral normal es específica de la edad, lo que podría implicar que a medida que envejece, mayor será la necesidad de grasa omega-3 de origen animal para prevenir el deterioro mental y la degeneración cerebral.

Si bien los efectos metabólicos del aceite de kril y del aceite de pescado son esencialmente similares, el aceite de kril es más eficaz que el aceite de pescado a pesar de contener menos EPA y DHA. Esto se debe a que el aceite de kril contiene omega 3 con una estructura química que hace posible que el organismo tenga una mayor capacidad de absorción de fosfolípidos, debido a su composición molecular y es menos propenso a la oxidación (rancidez, ya que cuenta naturalmente con astaxantina  carotenoide de color rojo de origen vegetal estimado como el más activo antioxidante, se  le valora 11 veces más poderoso que el beta caroteno y en el orden de unas 550 veces más activo que la vitamina E  soluble en grasa.

El kril es un crustáceo parecido a los camarones, por su aspecto externo se le suele denominar comúnmente como el camarón del Antártico. Los fosfolípidos contribuyen a que exista suficientes cantidades de estos para garantizar la formación de las membranas de las células, regular el transporte celular y proteger a las membranas plasmáticas de la acción de los radicales libres.

Aceite de Coco

Uno de los alimentos principales que el cerebro necesita es la glucosa, que se convierte en energía. El cerebro produce su propia insulina para convertir la glucosa en el torrente sanguíneo en alimento que necesita para sobrevivir.

Si la producción de insulina en el cerebro disminuye, literalmente, empieza a estar hambriento ya que no tiene la energía de la glucosa que necesita para funcionar normalmente. Esto es lo que sucede con los pacientes de Alzheimer – partes de su cerebro empiezan a atrofiarse o estar hambrientas, lo que provoca problemas de funcionamiento y eventual pérdida de la memoria, habla, movimiento y personalidad.

El cuerpo convierte la grasa de
coco en energía para el cerebro
Afortunadamente, el cerebro tiene la capacidad de funcionar con más de un tipo de suministro de energía, y es aquí donde entra en juego el aceite de coco. Hay otra sustancia que puede alimentar al cerebro y prevenir la atrofia cerebral. Incluso puede restaurar y renovar la neurona y la función nerviosa en el cerebro después de haberse presentado el daño.

Se trata de cuerpos cetónicos o cetoácidos. Las cetonas son lo que el cuerpo produce cuando convierte la grasa  a diferencia de la glucosa  en energía, y una fuente principal de cuerpos cetónicos son los triglicéridos de cadena media (MCT) que se encuentran en el aceite de coco. El aceite de coco contiene alrededor de 66 por ciento de MCT.

De acuerdo con los principales investigadores, es beneficioso ingerir 2 cucharadas de aceite de coco todos los días. Las cetonas en el aceite evitarán enfermedades neurológicas degenerativas.

Vitamina D

Los receptores activados de vitamina D aumentan el crecimiento del nervio en el cerebro, y los investigadores también han localizado las vías metabólicas de la vitamina D en el hipocampo y el cerebelo, áreas que están involucradas en la planificación, procesamiento de la información y formación de nuevos recuerdos.

Los Institutos Nacionales de la Salud Mental recientemente concluyeron que es vital que la madre obtenga suficiente vitamina D durante el embarazo para que el cerebro del bebé se desarrolle correctamente. El niño también debe obtener suficiente vitamina D después del nacimiento para el funcionamiento "normal" del cerebro. En los adultos mayores, la investigación también ha demostrado que los niveles bajos de vitamina D están relacionados con una mala función cerebral, y los niveles elevados pueden impedir que los adultos mayores se mantengan mentalmente aptos.

La exposición adecuada al sol solucionará estos problemas, ya que el sol es irremplazable cuando se trata de la capacidad del cuerpo para producir cantidades adecuadas de vitamina D. La exposición solar adecuada es todo lo que se necesita para tener una función cerebral saludable. Quince minutos de exposición diaria a la luz solar es por lo general una cantidad aceptable.

Vitamina B12

Según las últimas investigaciones, las personas con altos niveles de marcadores de deficiencia de vitamina B12 son más propensas a tener menores puntuaciones en las pruebas cognitivas, así como también menor volumen total del cerebro, lo que sugiere que la falta de la vitamina puede contribuir al encogimiento cerebral. La nebulosidad mental y los problemas con la memoria mental son dos de los principales signos de alarma del que tiene deficiencia de vitamina.

La vitamina B12 está disponible en su forma natural sólo en las fuentes alimentarias de origen animal. Estos incluyen los mariscos, carne de res, pollo, cerdo, leche y huevos. Si no se consume suficiente cantidad de estos productos de origen animal con el fin de obtener un suministro adecuado de B12, o si la capacidad corporal para absorber la vitamina de los alimentos se ve comprometida, la suplementación con vitamina B12 es completamente libres de toxinas y de bajo costo.

Optimizar la flora intestinal

El intestino es el "segundo cerebro" y sus bacterias intestinales transmiten información al cerebro a través del nervio vago, el décimo nervio craneal que conecta el tronco cerebral con su sistema nervioso entérico  el sistema nervioso del tracto gastrointestinal . Hay una estrecha relación entre la flora intestinal anormal y el desarrollo anormal del cerebro, así como se tiene neuronas en el cerebro, también se tiene neuronas en el intestino  incluyendo neuronas que producen neurotransmisores como la serotonina , que también se encuentran en el cerebro y están vinculados con el estado de ánimo.

En pocas palabras, la salud intestinal puede afectar la función cerebral, la psique y el comportamiento, ya que están interconectadas y son interdependientes en un número de maneras diferentes.

Las bacterias intestinales son una parte activa e integrada del cuerpo, y como tal, dependen en gran medida de la alimentación y son vulnerables al estilo de vida. Si se consume una gran cantidad de alimentos procesados ​​y bebidas azucaradas, por ejemplo, las bacterias intestinales probablemente se verán severamente comprometidas porque los alimentos procesados ​​en general destruirán la microflora saludable y los azúcares de todo tipo alimentan las malas bacterias y levaduras.

Limitar el azúcar y los alimentos procesados, y consumir alimentos tradicionalmente fermentados  ricos en bacterias buenas , tomar un suplemento probiótico y amamantar al bebé, son algunas de las mejores maneras de optimizar la flora intestinal y posteriormente apoyar la salud del cerebro.

Ejercicio físico

Es bien sabido que cuando el cuerpo ejercita crea un mejor flujo de sangre por todo el cuerpo. Cuando un cuerpo está ejercitando regularmente, se mantiene una constante, aumentan las conexiones nerviosas y hace que se multipliquen. Esto ayuda a fortalecer sus conexiones dentro del cuerpo. El aumento de las conexiones incrementará el flujo de sangre al cerebro y ayudará a que produzcan “pensamiento crítico”.

Se ha demostrado científicamente que las actividades tradicionales orientales como el Taichi, el yoga, la meditación o los ejercicios de respiración, tienen beneficios muy importantes sobre la mente.

El ejercicio estimula al cerebro para trabajar en su capacidad óptima al multiplicar las células nerviosas, fortalecer sus interconexiones y protegerlo de daños. Durante el ejercicio las células nerviosas liberan proteínas conocidas como factores neurotróficos. Uno en particular, llamado factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), es activo en el hipocampo, la corteza cerebral y el prosencéfalo basal. Asegura la supervivencia y el crecimiento de las neuronas en presencia de fuerzas hostiles. Estas áreas del cerebro tienen un papel importante en el aprendizaje, la memoria y otras funciones. El BDNF está particularmente involucrado en la memoria a largo plazo.

El ejercicio físico previene la depresión porque secreta sustancias como la insulina, que es uno de los factores de desarrollo de las redes neuronales. La insulina aumenta la plasticidad neuronal. Cuanto más practicamos deportes, más estimulamos nuestra capacidad de producir nuevas sinapsis, no solo en las áreas motoras. El ejercicio físico retrasa el envejecimiento.

Además, el ejercicio ofrece al cerebro efectos protectores a través de :

* La producción de compuestos que protegen a los nervios
* Mayor flujo de sangre al cerebro
* Mejora el desarrollo y supervivencia de las neuronas
* Disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares como derrame cerebral.

Subir y bajar las cejas. De acuerdo con investigaciones recientes que se encuentran en la Revista de Investigación Creativa, simplemente levantando las cejas se puede estimular la creatividad. Atenciones perceptivas y conceptuales del cerebro son las que se encargan de las experiencias físicas, mientras que la atención conceptual se refiere a procesos mentales. Dado que estas dos facultades de atención están relacionadas, pueden ser manipuladas para producir algunos efectos interesantes. Cuando se levantan las cejas, esto resulta en la estimulación de la atención perceptual, lo que puede dar lugar a conexiones creativas que no estaban presentes antes.

Practicar el el Tai chi

En el aspecto físico, mejora la amplitud y fluidez de movimientos. En el aspecto mental, la necesaria concentración y la memorización de los movimientos mantienen activas las neuronas, ayudando a mantener íntegra la capacidad intelectual del individuo.

Sueño

El sueño no sólo es esencial para regenerar el cuerpo físico, sino que es necesario para alcanzar nuevas percepciones mentales y poder ver nuevas soluciones creativas a los problemas viejos. El sueño ayuda a "reprogramar" el cerebro para enfocarse en los problemas desde una perspectiva diferente, lo cual es crucial para la creatividad.

El sueño y la pérdida de sueño modifican la expresión de varios genes y productos genéticos que pueden ser importantes para la plasticidad sináptica. Las conexiones sinápticas se fortalecen mientras duerme.

Respetar los ciclos de sueño. Un ciclo de sueño dura 90 minutos en promedio y consta de varias fases que incluyen: sueño ligero, sueño profundo, sueño muy profundo, sueño REM. Una vez que el sueño REM ha terminado, han transcurrido 90 minutos y volvemos unos momentos a un estado de encadenamiento de micro-despertar con otro ciclo justo después.

Cuanto más se avanza en la noche, se tiene menos sueño profundo y más sueño REM. Por lo tanto, se tendrá más sueños al final de la noche y se recuperará mejor al comienzo de la noche con un sueño profundo porque es él lo más importante.

La falta de sueño conduce a la pérdida de las capacidades cognitivas: afecta la atención, las funciones ejecutivas, la memoria de trabajo, el estado de ánimo, el razonamiento lógico, el razonamiento cuantitativo e incluso las actividades motoras.

Escuchar música

Durante mucho tiempo se ha especulado que escuchar música puede aumentar la capacidad intelectual. Escuchar música se ha relacionado con un mejor funcionamiento cognitivo y mejor enfoque mental en los adultos sanos.

Las investigaciones han demostrado que escuchar música durante el ejercicio impulsó los niveles cognitivos y habilidades de fluidez verbal en las personas diagnosticadas con la enfermedad arterial coronaria, relacionada con un declive en las capacidades cognitivas. En el estudio, los signos de mejora en las áreas de fluidez verbal se duplicaron después de escuchar música en comparación con la sesión sin música.

La formación musical mejora las capacidades intelectuales en varios dominios cognitivos: estimula las habilidades espacio-temporales, el vocabulario, la localización de ciertos sonidos en un entorno ruidoso, la memoria de trabajo y las habilidades motoras y sensoriales.

Las terapias de música. La música es un tipo de medicamento que crea una mejora cognitiva para mejorar el sistema inmunológico. Cuando se escucha música relajante, el cuerpo reduce su nivel de estrés, por lo tanto produce con mayor eficacia múltiples anticuerpos para combatir las enfermedades y otras dolencias. Con el tiempo este efecto fortalecerá la capacidad del cuerpo para resistirse a los agentes que causan enfermedades y dolencias.

Desafiar la mente

Uno de los métodos más simples para aumentar la función cerebral es seguir aprendiendo. El tamaño y la estructura de las neuronas y las conexiones entre ellas realmente cambian a medida que se aprende. Esto puede incluir otras formas que van más allá del aprendizaje de libros como viajar, aprender a tocar un instrumento musical o hablar un idioma extranjero, o participar en actividades sociales y comunitarias.

Aprender un idioma nuevo

Sobre todo si se supera los 40 años se convierte en un estímulo para mantener al cerebro activo. Es una manera de exigirse a si mismo, que es lo que el cerebro requiere.

Ciertas partes del cerebro se desarrollan, especialmente el hipocampo, la parte del cerebro implicada en la adquisición de nuevos conocimientos y la consolidación de la memoria. Hablar varios idiomas permite además retrasar los efectos de la edad.

Por tanto hay que desterrar esas ideas: ¿Dónde voy yo con mi edad?, ¿A mis años voy yo a aprender inglés? Eso es para jóvenes.

Aeróbicos cerebrales

Al igual que con el aprendizaje, desafiar el cerebro con ejercicios de entrenamiento mental puede mantener el cerebro en buen estado a medida que envejece. Esto puede ser algo tan simple como pensar en gente famosa cuyos nombres empiezan con la letra A, armar rompecabezas o jugar juegos de mesa que hagan pensar. Incluso, la investigación ha demostrado que navegar en internet activa regiones en el cerebro que están relacionadas con la toma de decisiones y razonamiento complejo. Así que a diferencia de ver pasivamente la televisión, usar el internet es una tarea atractiva que en realidad puede ayudar a mejorar la capacidad intelectual. Ver :


Nuestro cerebro se cree lo que le decimos, si nos decimos que somos demasiado viejos, nuestro cerebro se lo 
creerá también, pero de igual modo, si aún nos sentimos jóvenes, no importa que físicamente ya no lo seamos, 
nuestro cerebro creerá que sí. Nunca sé es demasiado joven ni demasiado viejo para aprender, para 
empezar una nueva actividad, un nuevo pasatiempo o hacer algo que siempre quisimos. Todo esto, 
nos ayuda a mejorar nuestra función cerebral, independientemente de la edad que tengamos
Lo más importante, tener claro que nunca es tarde para comenzar a potenciar la mente.

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