Las neuronas espejo están relacionadas con los comportamientos
empáticos,
sociales e imitativos y constituyen una herramienta fundamental para el aprendizaje
sociales e imitativos y constituyen una herramienta fundamental para el aprendizaje
Éstas son unas células cerebrales que cumplen la misión de reflejar en
nuestro cerebro aquello que estamos observando. Las neuronas espejo pueden definirse como un un grupo de neuronas, que
tenemos los primates, que se activan tanto cuando realizamos una acción como
cuando vemos a otro realizarla. Las neuronas espejo nos permiten
“reproducir” no sólo las acciones de otras personas, sino las intenciones y las
emociones que hay detrás de esas acciones.
Origen del descubrimiento de las neuronas espejo
En los años 90 un grupo de neurocientíficos, dirigido por Giacomo
Rizzolatti de la Universidad de Parma (Italia), descubrió ciertos grupos de
neuronas en el cerebro que parecen estar relacionadas con los comportamientos
empáticos, sociales e imitativos.
Se descubrieron mientras pretendían estudiar las neuronas encargadas de los movimientos de las manos en los monos. Para sorpresa de los investigadores, estas neuronas no sólo mostraban actividad cuando el simio realizaba algún movimiento concreto con sus manos, también se activaban cuando el mono en cuestión veía a otro miembro de su especie realizar ese mismo gesto – como si él mismo estuviese llevándolo a cabo –. Luego se descubrieron en humanos y algunas aves. En el ser humano se las encuentra en el área de Broca y en la corteza parietal.
Cuando estas neuronas especializadas se activan otras zonas del cerebro
también lo hacen, como el sistema límbico. De esta manera, nos permiten ser capaces
de reconocer gestos faciales, acceder a nuestros recuerdos y aprendizajes
previos y unir toda esta información para interpretar la situación y darle un
significado.
El sistema límbico es la base de nuestro cerebro emocional. Esta zona cerebral es funcional desde que
nacemos e incluso desde el vientre materno. Engloba el lóbulo temporal, la
amígdala, el hipocampo y la zona órbito-frontal. Esta última funciona como
estación de repetición, pues percibe y transmite información al resto del
cuerpo sobre el estado anímico propio y ajeno.
El lóbulo frontal es nuestro cerebro ejecutivo. Se encarga de modular y de gestionar las emociones del sistema límbico para que podamos encajarlas en el ambiente que nos rodea. Es decir, permite que seamos seres funcionales en la sociedad y nos capacita para actuar correctamente de acuerdo a las normas sociales, así como para ser reflexivos con nuestros sentimientos y acciones.
Comprender las sensaciones y las emociones
Con este mecanismo no sólo somos capaces de observar una acción, una
emoción o una sensación, sino que somos
capaces de hacer representaciones internas de los estados corporales asociados
a estas acciones, emociones y sensaciones, pudiendo evocar una acción
similar o experimentar una emoción o sensación similar.
La peculiaridad de estas células es que no solo permiten reflejar aquello
que vemos fuera en nuestro interior a nivel motor, sino también a nivel
emocional. Estas neuronas están conectadas al sistema límbico – relacionado con la regulación de las emociones, la memoria y la atención –.
Hay estudios que demuestran que los niños que imitan y observan las expresiones
faciales presentan una mayor activación de estas neuronas, y a mayor activación
de éstas, mayor empatía muestran. Esto ocurre porque si el niño ve a alguien sonreír, sus neuronas
espejo crean una simulación interna de esa sonrisa en su cerebro, envían estas
señales al sistema límbico y acaban por sentir lo mismo que la persona que
sonríe.
Por eso, en el periodo de aprendizaje de las conductas y las respuestas
emocionales, se requiere de la observación y la imitación de las reacciones de
quienes nos rodean, las cuales acaban configurando nuestra propia experiencia.
Las neuronas espejo también reflejan las emociones de los demás en nuestro
cerebro, no solo sus acciones. Esto es de vital importancia para comprender por
qué nos emocionamos ante una representación teatral, una película o durante la
lectura de una novela, o un cuento en el caso de los niños. Y lo mismo ocurre
en el momento del aprendizaje.
Las neuronas espejo en el aprendizaje
Los expertos en neurociencias suponen que estas neuronas desempeñan una
función importante dentro de las capacidades cognitivas ligadas a la vida
social, tales como la empatía – capacidad de ponerse en el lugar de otro – y la
imitación – fundamental en los procesos
de aprendizaje –. De aquí que algunos científicos consideran que la neurona
espejo es uno de los descubrimientos más importantes de las neurociencias en la
última década.
Las neuronas espejo son esenciales para que podamos imitar a los demás,
algo clave en el aprendizaje. En diferentes disciplinas como los deportes o el
aprendizaje del lenguaje resulta imprescindible la imitación.
Ya desde el nacimiento este grupo de neuronas se encuentra activo y es lo
que nos permite aprender a comer, vestirnos, hablar… Las neuronas espejo
también son muy importantes a la hora de planificar nuestras acciones, y a la
hora de entender las intenciones que existen tras los actos de los demás. Los
seres humanos nacemos dotados de mecanismos que nos permiten imitar las acciones
que percibimos. Desde muy pequeños, con tan solo unos días de vida, somos
capaces de representar expresiones faciales que facilitan nuestra
socialización; y a las pocas semanas ya podemos manifestar emociones básicas
como alegría o enfado.
La misión de estas células es reflejar la actividad que estamos observando.
Se activan cuando ejecutamos una acción determinada, y también cuando
observamos a otro individuo realizando esa misma acción. Permiten “reflejar” la
acción de otro en nuestro propio cerebro, de ahí su nombre.
El nombre que le pusieron a este tipo de neuronas dice bastante de lo que
son. Se activan, por ejemplo, cuando vemos a alguien haciendo algo. Cuando lo
hacen, permiten que nuestro cerebro refleje el mismo patrón de activación que
el de la persona que realiza la acción. Es decir, para nuestro cerebro es como si estuviéramos haciendo lo que el otro
hace, de manera que funcionan como un espejo.
Cuando escuchamos hablar a alguien y le vemos gesticular, se activan
nuestras neuronas espejo encargadas del control de la lengua y los labios
durante el habla. Las regiones cerebrales que controlan los músculos fonadores (en la laringe) están tan activas como si estuviésemos hablando nosotros mismos. Incluso antes
de la adquisición del lenguaje, los seres humanos ya hacían uso de estas
células especializadas para comunicar e interpretar la gesticulación que
configuraba un medio rudimentario de comunicación.
Las neuronas espejo y nuestra interacción social
Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, estas células hacen posible
que “empaticemos” con los contenidos, habilidades o destrezas que vamos
asimilando. La existencia de estas neuronas nos convierte en seres sociales, y
así como una sociedad se configura debido a unas acciones cooperativas,
durante el aprendizaje también debemos propiciar situaciones que favorezcan la
cooperación. Una educación excesivamente individualista y competitiva entre los
alumnos, no es un reflejo de lo que posteriormente debería ser una vida adulta
en sociedad.
El sistema de neuronas espejo nos permite descodificar (recibir e
interpretar) las expresiones faciales. Si estamos observando una expresión
específica o haciéndola nosotros mismos, se activan las mismas regiones de
nuestro cerebro. Y cuanto mejor interpretamos las expresiones faciales, más
activo es nuestro sistema de neuronas espejo.
Los humanos somos seres sociales, estamos programados para aprender de los
demás. Todos nosotros llegamos más lejos y más rápido trabajando de forma
cooperativa. Ver a los padres, al profesor, u otro estudiante mostrar una
habilidad, nos aporta una experiencia de aprendizaje mucho más completa
que si únicamente escuchásemos una explicación. Por eso debemos educar con el
ejemplo.
Estos hallazgos sugieren que el
sistema de neuronas espejo desempeña un papel clave en nuestra capacidad de
empatizar y socializar con los demás, porque comunicamos nuestras
emociones principalmente a través de expresiones faciales. Y, de hecho, los
estudios han encontrado que las personas con autismo, parecen tener un sistema
neuronal espejo disfuncional.
Neuronas espejo y empatía
La empatía es la habilidad de nuestro cerebro
emocional para leer o percibir los pensamientos y sentimientos de los demás. Desarrollarla nos permite experimentar
las emociones de los demás como si fueran propias, comprender su psiquismo y
garantizar el apoyo o la actuación que una persona necesita.
La empatía es una de las cualidades básicas de nuestra condición humana y
es fundamental en el hecho de que seamos en esencia seres sociales.
Es importante diferenciar entre la empatía y la simpatía, pues aunque a
través de la simpatía logramos percibir los sentimientos ajenos, ésta no nos
permite comprenderlos.
La empatía supone comprender y experimentar los estados emocionales de
los demás como si fuesen los nuestros. La sensibilidad para captar los mensajes
no verbales es algo que hay que practicar de la misma forma que practicamos
ecuaciones matemáticas o análisis sintácticos.
La empatía también tiene uno de sus pilares en el sistema de neuronas
espejo. Ellas no solo ayudan a reflejar las acciones observadas, sino que le
otorgan significado y participan de una interpretación de cada suceso,
haciéndonos construir teorías, más o menos fiables, en dependencia de cuan rica
sea nuestra experiencia, acerca de las intenciones y el mundo interior del
resto de las personas.
Sin empatía no solo no podríamos entender qué
quiere decir nuestro hijo cuando nos dice que tiene hambre o miedo a la oscuridad, sino que tampoco
podríamos emocionarnos viendo una película o siquiera llegar a sentir algo de
interés por la persona más cercana que tengamos.
Las neuronas espejo, nos permiten, literalmente
sentir lo que otras personas sienten, “vivir” sus emociones. Las neuronas espejo son la base de la empatía.
Las emociones son contagiosas
Somos muy influenciables. Tanto que
el estado de ánimo de los demás nos puede afectar, haciendo que nuestro humor
cambie. Cuando alguien con quien trabajamos está triste y su rostro nos
transmite esa tristeza, no solo somos capaces de saber que algo le pasa, sino
que además nuestro ánimo puede verse afectado; y es que la empatía no solo nos
permite conocer lo que el otro piensa, también nos permite ponernos en su
lugar, con sus circunstancias.
Se ha comprobado que forzar la risa
puede hacer que uno se sienta mejor. El simple hecho de fingir la
emoción de la alegría hará sentirse mejor. También lo hará el estar con un
grupo de amigos que no para de bromear, seguramente las risas de los demás
contagian.
Teniendo en cuenta que las emociones de los demás pueden ser muy
contagiosas y afectarnos, el exponernos a acciones que realizan los demás
también puede serlo, sobre todo a una edad temprana. Así, la exposición a la violencia en los niños por
medio de la televisión puede aumentar el grado de violencia en su conducta,
ya que tendemos a imitar lo que vemos, teniendo en cuenta que no somos robots y
podemos elegir nuestros actos.
Neuronas espejo y autismo
Las personas con trastorno autista sufren, entre otros síntomas, retrasos
en la adquisición del lenguaje y tienen muy afectado el sistema de
reconocimiento emocional. No son capaces de percibir las emociones, tanto
propias como las de los demás.
Por ello, los científicos pensaron que, en las personas con autismo, este sistema
de neuronas espejo estaba “roto”. Más recientemente se ha visto que esto no es
así. El sistema no está roto, sino que sufre retrasos en el desarrollo.
Mientras la mayoría de nosotros tiene en la infancia una actividad de las
neuronas espejo muy grande, la actividad de las neuronas de los niños con
autismo es más débil. Sin embargo, ésta va aumentando con la edad, es normal a
los 30 años e inusualmente elevada posteriormente.
Otros estudios también muestran que no siempre este grupo de neuronas está hipoactivado
en niños con autismo. De hecho, se activa de forma normal ante la presencia de
personas que les son familiares.
Al parecer, cuanto más severos sean los síntomas del autismo, menos activo
será el sistema de neuronas espejo. Los estudios han demostrado que los niños
con autismo tienen dificultades para entender la intención de los demás sobre
la base de la acción que observan. Para discernir lo que hacen los demás,
dependen del significado del objeto o del contexto en el que se realiza la
acción.
Actualmente se están haciendo pruebas de usar el comportamiento imitativo
para tratar de contrarrestar este déficit. Técnicas parecidas de entrenamiento
imitativo también se están explorando para rehabilitar a personas cuyas
habilidades motoras han sido dañadas por un accidente cerebrovascular u otra
lesión cerebral.
La investigación de neuronas espejo
Está ayudando a los científicos a reinterpretar
las bases neurológicas de las interacciones sociales. Estos estudios están mejorando nuestra
comprensión sobre:
* El autismo, la esquizofrenia y otros trastornos caracterizados por la
dificultad en las interacciones sociales.
* La evolución del lenguaje.
* Nuevas terapias para ayudar a los enfermos de accidente cerebrovascular a
recuperar el movimiento perdido.
Identifican neuronas espejo
en humanos
Investigadores de UCLA en un estudio, publicado en la revista Cell de abril 2010, comunican haber
conseguido registrar por primera vez la actividad de neuronas espejo en el
cerebro humano.
Los investigadores registraron la actividad individual y múltiple de las
células nerviosas tanto de las regiones motoras del cerebro como de otras
regiones relacionadas con la visión y la memoria. Comprobaron que la mayoría de
las neuronas respondía solamente a la observación o ejecución de una acción,
pero un 8% de ellas respondían a ambas, células que serían precisamente
neuronas espejo.
Además, mostraron que un subconjunto específico de estas neuronas espejo
aumentaban su actividad durante la ejecución de un acto, pero su actividad
decrecía cuando la acción era sólo observada.
Proponen la hipótesis de que la disminución de actividad de estas células
durante la observación puede inhibir que el observador realice el mismo acto.
Puede que este subconjunto de neuronas espejo nos ayude a distinguir entre las
acciones de los demás y las nuestras.
Los investigadores tomaron sus datos directamente de la actividad cerebral
de 21 pacientes que eran tratados en el Ronald Reagan UCLA Medical Center para
mitigar su epilepsia. Hubo que implantarles electrodos en el cerebro para
identificar el foco de sus ataques de epilepsia para así diseñar un
tratamiento. Aprovechando la oportunidad estudiaron las neuronas espejo con el
consentimiento de los pacientes.
El experimento incluía tres partes: la expresión facial, coger algo y un
experimento de control. Se grabó la actividad de 1.177 neuronas en los 21
pacientes mientras que éstos observaban o realizaban las mismas acciones.
En la parte de observación los voluntarios observaron varias acciones
representadas en la pantalla de un ordenador portátil. En la fase de actividad
se pidió a los sujetos que realizaran una acción basada en la representación
visual de una palabra. En la tarea de control se presentaban las palabras de la
misma manera, pero se les pedía no ejecutar la acción.
Los investigadores encontraron que las neuronas se activaban tanto cuando
el individuo realizaba la tarea como cuando la observaba. Las neuronas espejo
que efectuaban las respuestas estaban localizadas en el córtex frontal medio y
en el córtex temporal. Es la primera vez que se ve a dos sistemas neuronales
reflejando respuestas a nivel celular, tanto en monos como en humanos.
El nuevo hallazgo demuestra que las neuronas espejo están localizadas en
más áreas del cerebro humano de lo que previamente se creía. Dado que
diferentes áreas del cerebro están especializadas en diferentes funciones – en
este caso el córtex frontal medio está especializado en la selección de
movimientos y el temporal en la memoria –, el hallazgo sugiere que las neuronas
espejo proporcionan una respuesta rica y compleja al reflejar las acciones de
los demás.
Debido a que las neuronas espejo se activan tanto al efectuarse la acción
como al ver ésta realizada por los demás, se cree que este reflejo es el
mecanismo neuronal mediante el cual las acciones, intenciones y emociones de
las personas pueden ser automáticamente entendidas.
Este estudio sugiriere que la distribución de estas células, que vinculan
la actividad de uno mismo con las de los demás, es más amplia de lo que
previamente se creía. En el autismo puede estar implicada una disfunción en
este tipo de neuronas, pues en este caso los síntomas clínicos incluyen
dificultades con la comunicación verbal y no verbal, con la imitación de los
otros y problemas de tener empatía hacia los demás. Por tanto, tener un mejor
conocimiento del sistema de neuronas espejos podría ayudar a diseñar
estrategias de tratamiento para este desorden.
Fenómeno neurológico llamado
sinestesia “tacto-espejo”
De acuerdo con una investigación del Departamento de Psicología de la University
College of London, publicada en
la revista científica Nature Neuroscience en junio 2007, la sinestesia
“tacto-espejo” – permite a ciertas personas experimentar sensaciones táctiles
cuando observan que otra persona está siendo tocada – suele ser más empática.
Los investigadores señalan que cuando uno observa que alguien está siendo
tocado, se activan en el cerebro la corteza somato-sensorial primaria y
secundaria, junto con regiones temporales superiores, entre otras zonas que
están relacionadas con el tacto. Al activarse esas células nerviosas, llamadas
neuronas espejo, logramos imaginar, no sólo a nivel mental sino también
sensorial, lo que los otros están sintiendo.
Pero las personas que experimentan sinestesia
“tacto-espejo” van más lejos: no imaginan lo que el otro siente, sino que
literalmente lo sienten en su propio cuerpo. Según los investigadores, esa
facultad es producto de una hiperactividad de las neuronas espejo que las lleva
a experimentar sensaciones táctiles, por ejemplo, en la cara o en la cabeza
cuando miran a otras personas cuyas caras o cabezas son tocadas por algún otro.
Los investigadores realizaron un estudio en el que participaron 30
personas, 10 de las cuales padecían ese tipo de sinestesia. Los participantes
debían informar cuando alguien los tocaba dónde sentían el contacto, mientras
observaban a otra persona que también era tocada.
El experimento demostró que las personas con sinestesia tacto-espejo
confundían el contacto sobre su propio cuerpo con el contacto que experimentaba
otra persona a la que estaban mirando. Esto ocurría porque asumían como propias
las sensaciones del otro. Por el contrario, los voluntarios que no tenían
sinestesia tacto-espejo no se confundían.
Posteriormente, los 30 participantes debieron responder un cuestionario
cuyos resultados revelaron que los sinestésicos tacto-espejo tenían una mayor
empatía emocional.
Este estudio sugiere que las neuronas espejo involucradas en la sensación
táctil modulan de cierta forma la capacidad empática de las personas.
¿ Existe relación entre las neuronas espejo y los
dilemas morales ?
En una investigación realizada por científicos de la UCLA, publicada en Frontiers in Integrative Neuroscience de
diciembre 2017, explican los resultados de un estudio en torno al modo en que
las neuronas espejo responden al dolor de otras personas, un fenómeno llamado
“resonancia neuronal”.
Para la realización del experimento, los
investigadores mostraron dos videos a un grupo de 19 personas, uno de ellos
mostraba una aguja hipodérmica perforando una mano, y el otro mostraba una mano
siendo acariciada suavemente con un trozo de algodón.
Durante la exposición a ambos videos, los
científicos utilizaron resonancia magnética para medir la actividad cerebral de
los voluntarios y luego preguntaron a los participantes cómo se habrían
comportado en una variedad de dilemas morales, entre ellos: un bebé llorando en
un escenario de guerra donde el ruido pone en peligro a otras personas.
La teoría de los científicos es que las personas con una resonancia
neuronal mayor que el resto de participantes son más propensas a elegir
opciones como callar al bebé, mientras que personas con una actividad intensa
en el córtex frontal inferior – región del cerebro esencial para la empatía y
la imitación – serían menos propensas a causar dolor de forma directa, como
hacer algo para callar al bebé.
Los investigadores no encontraron ninguna correlación entre la actividad
cerebral de las personas y su disposición a dañar hipotéticamente a alguien en
interés de un bien mayor, como silenciar al bebé para salvar más vidas.
Para los investigadores, este estudio confirma que la preocupación genuina
por el dolor de los demás desempeña un papel causal en los juicios sobre el
dilema moral. Ahora, lo que se explorará es si la toma de decisiones de una
persona en dilemas morales puede verse influenciada por la disminución o la mejora
de la actividad en las áreas del cerebro que fueron examinadas en este estudio.
Neuronas espejo trasmiten al
espectador experiencias grabadas con cámaras subjetivas
Investigadores de la Universidad de Alicante han descubierto que las
neuronas espejo son las responsables de que los espectadores sientan las mismas
sensaciones que los protagonistas de los videos grabados con cámaras de acción,
tipo GoPro. Los resultados del estudio, en el que se analiza una horquilla de
diez años, se publicaron en la revista Communication
and Society en setiembre 2015, con el artículo “The action cam phenomenon: a new trend in audiovisual production”.
Se trata de los videos grabados con cámaras de acción por los propios protagonistas
y que luego se cuelgan en redes sociales.
Han definido el nuevo tipo de imagen en narrativa audiovisual como Out-Embodied-Shot (OBS por sus siglas en
inglés). Se trata de un plano subjetivo que genera una gran identificación con
el espectador gracias a la proyección interior que producen las neuronas
espejo. Este nuevo plano subjetivo surge a partir de la "feliz
coincidencia" que dicen los investigadores supuso la invención de la red
social de videos en Youtube y el desarrollo de las cámaras de acción como la
GoPro, entre 2004 y 2005.
Han explicado de forma científica el fenómeno empresarial y comercial que
ha supuesto el éxito de las llamadas cámaras de acción y los millones de videos
compartidos en Youtube en los últimos tiempos. Out-embodied shots son todos aquellos planos donde se muestra el
cuerpo del que realiza la acción con una cámara vinculada, de alguna forma al
cuerpo.
Durante la década 2004-2014 las cifras de generación de videos realizados
con cámaras de acción, subidos a Youtube, y visionados, escapan a cualquier
previsión. Estas tecnologías han permitido que las personan cuenten en primera
persona lo que hacen, sobre todo aquello que implica movimiento o acción, y en
esta narración audiovisual el sujeto que graba la acción también aparece en el
encuadre, siendo un plano subjetivo con presencia del autor y al que han
llamado OBS, ya que se vincula directamente con las teorías que explican el
fenómeno de la corporeización del pensamiento o embodied mind.
Los planos OBS tienen un elevado atractivo para las personas que los
visionan. Según los autores, las neuronas espejo funcionan replicando la acción
que se observa, de forma que el observador llega a "sentir" las
mismas emociones que quien grabó las imágenes. La aparición en el video de la
imagen del propio narrador que ejecuta la acción refuerza el sentimiento de
identificación del observador que, por unos minutos, puede vivir sensaciones
similares. Estos videos presentan un nuevo estilo realista basado en una imagen
perfectamente nítida con gran ángulo de visión por el angular que suelen
incorporar este tipo de cámaras. El invento de las action cam ha provocado una inflexión en el panorama audiovisual
porque ha abierto una serie de posibilidades creativas y narrativas antes
inexistentes. En el análisis realizado, los expertos en Comunicación han
observado tres tipos distintos de planos subjetivos.
El uso del término embodiment
responde a la concepción actual que hacen las Ciencias Cognitivas al entender
que el cerebro no es independiente del cuerpo, por lo que la cognición se
encuentra determinada por una organización biológica integral donde confluyen
lo anatómico, lo bioquímico y lo neuro-fisiólógico del ser humano.
Las neuronas espejo serían las respuestas a nuestra respuesta emocional
cuando vemos una película, ya que las acciones de otros "resuenan" en
nuestras neuronas. La embodied simulation
theory explica la fascinación que generan estos videos, sobre todo los de
acciones intensas como los saltos en paracaídas o el surf sobre grandes olas.
Ver :