La
OMS define el maltrato infantil como los abusos y la desatención de que son
objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o
psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o
de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o
dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una
relación de responsabilidad, confianza o poder.
El
maltrato que recibe un niño en la infancia produce en la adultez serios
trastornos emocionales y de personalidad. El adulto con maltrato en su infancia
tiene mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales por el
daño cerebral ocasionado.
Ante
el maltrato ocurre una producción excesiva de cortisol, la hormona que destruye
neuronas en regiones claves como es el hipocampo – minúscula estructura clave
en el proceso de memorización de nuevas experiencias –. Es una zona muy
vulnerable al exceso de cortisol por ser una de las pocas del cerebro donde se
sigue generando nuevas neuronas después del nacimiento.
Al
mismo tiempo, se activa de manera sostenida la amígdala – el centro del miedo –,
la corteza cerebral visual (como si ella continuara percibiendo el evento
traumático) y se desactiva la región del lenguaje verbal (se tiende a la
actuación de las emociones y no a su verbalización).
Los
niños maltratados tienen, asimismo, más desarrollado el hemisferio cerebral
derecho que el izquierdo, a la inversa de lo que ocurre en niños normales. El
hemisferio izquierdo es responsable de controlar el lenguaje, mientras que el
derecho las emociones, especialmente, las negativas.
Síndrome del niño sacudido
Es una forma grave de maltrato infantil
causada por una sacudida violenta de un bebé o de un niño.
El síndrome del niño maltratado puede
presentarse incluso con una sacudida de sólo 5 segundos.
Las lesiones ocasionadas por sacudir un bebé
generalmente ocurren en niños menores de 2 años, pero se pueden observar en
niños de hasta 5 años.
Cuando un bebé o un niño pequeño es sacudido,
su cerebro rebota contra el cráneo y esto puede ocasionar hematoma cerebral
(contusión cerebral), inflamación, presión y sangrado dentro del cerebro. Las
venas grandes que se encuentran a lo largo de la parte exterior del cerebro
pueden romperse, ocasionando más sangrado, hinchazón y aumento de presión. Esto
fácilmente puede causar daño cerebral permanente o la muerte.
El hecho de sacudir a un bebé o a un niño
pequeño también puede causar otras lesiones, como daño en el cuello, la columna
y los ojos.
Causas
En la mayoría de los casos, un padre, una
madre o un cuidador en un momento de enojo sacude al niño para castigarlo o
calmarlo. Estas sacudidas generalmente tienen lugar cuando el bebé está
llorando inconsolablemente y la persona que lo cuida se ve frustrada y pierde
el control. Muchas veces, el cuidador no tenía el propósito de hacerle daño; no
obstante, ésta es una forma de maltrato infantil.
Las lesiones tienen más probabilidades de
suceder cuando el bebé es sacudido y luego su cabeza golpea algo. Incluso
golpear un objeto suave, como un colchón o una almohada, puede ser suficiente
para lesionar a los recién nacidos y los bebés pequeños. Los cerebros de los
niños son más suaves, los ligamentos y músculos de sus cuellos son débiles y
aún no han alcanzado un completo desarrollo y sus cabezas son grandes y pesadas
en comparación con sus cuerpos. El resultado es un tipo de desnucamiento
o hiperextensión cervical, similar al que se observa en algunos accidentes
automovilísticos.
El síndrome del niño maltratado no se
ocasiona por dar saltos suaves, balancearlo mientras se juega, levantarlo en el
aire o al trotar con él cargado. De la misma manera, es poco probable que este
síndrome se presente a causa de accidentes como caerse de una silla, rodar por
las escaleras o caer accidentalmente de los brazos de alguien. Las caídas
pequeñas pueden ocasionar otro tipo de traumatismos craneales, aunque con
frecuencia son menores.
Síntomas
* Convulsiones (crisis epiléptica)
* Disminución de la lucidez mental
* Irritabilidad extrema u otros cambios en
el comportamiento
* Letargo, adormecimiento, ausencia de
sonrisa
* Pérdida del conocimiento
* Pérdida de la visión
* Paro respiratorio
* Piel pálida o azulada
* Alimentación deficiente, falta de apetito
* Vómitos
Es posible que no haya signos físicos de
lesiones, como hematomas, sangrado o hinchazón. En algunos casos, es posible
que esta afección sea difícil de diagnosticar y puede no ser detectada durante
una consulta médica. Sin embargo, las fracturas en las costillas son comunes y
se pueden observar en una radiografía.
Un oftalmólogo que examina los ojos del bebé
puede detectar sangrado por detrás del ojo o desprendimiento de retina. Sin
embargo, hay otras causas de este tipo de sangrado y se deben descartar antes
de hacer un diagnóstico de síndrome del niño maltratado. Asimismo, se deben
tener en cuenta otros factores.
Prevención
* Nunca sacuda a un bebé o niño, ni al
jugar ni por enojo. Incluso el hecho de sacudirlo suavemente puede llegar a
convertirse en una sacudida violenta, cuando se está enojado.
* Si usted está molesto o enojado con su
bebé, déjelo en la cuna, salga del cuarto, trate de calmarse y llame a alguien
para que le ayude.
* Llame a un amigo o a un familiar para que
venga y se quede con el niño si usted pierde el control.
* Para buscar ayuda y orientación, póngase en
contacto con la línea de maltrato al menor y la línea local para el manejo de
crisis.
* Busque ayuda profesional y asista a clases
sobre la crianza de los hijos.
* No ignore las señales si sospecha que un
niño es víctima de maltrato en su hogar o en el hogar de alguien conocido.
Maltrato Prenatal
Es evidente que todas aquellas circunstancias
que inciden negativamente en las condiciones y la calidad de vida de la madre
gestante producirán efectos negativos al feto. Existen factores sociales, toxicológicos,
médicos y de negligencia personal, relacionados al estilo de vida de la madre
considerados como maltrato fetal. Por ejemplo, una alimentación deficiente, el
exceso de trabajo físico o psíquico, embarazo no deseado, indiferencia
emocional, promiscuidad, enfermedades infecciosas o de transmisión sexual y por
supuesto el consumo de substancias tóxicas y estupefacientes influirán en el
desarrollo del feto.
El maltrato infantil reduce
la masa gris del cerebro
En un estudio realizado por investigadores
del King's College de Londres y de la Universidad Nacional de Singapur, publicado
en el American Journal of Psychiatry en
junio 2014, se ha descubierto un
déficit significativo de materia gris en varias regiones del cerebro de
personas que habían sufrido algún tipo de maltrato durante la infancia.
En el cerebro se distinguen dos tipos de
tejidos, la materia gris y la materia blanca y ambas necesitan estar intactas
para conservar la salud de las personas. Cualquier cambio en alguna de estas
regiones supone cambios en el desarrollo psicológico y neuronal.
La materia gris está compuesta
principalmente de cuerpos celulares neuronales agrupados en lugares específicos
en el cerebro y la médula espinal. La corteza cerebral está formada por materia
gris y ejecuta casi la totalidad de los pensamientos conscientes. Hay también
materia gris más profunda en el cerebro y otras estructuras formadas por esta
materia ayudan a coordinar los movimientos.
Los investigadores analizaron mediante
técnicas de neuroimagen la materia gris del cerebro y llegaron a la conclusión
de que el maltrato produce una cascada
de cambios fisiológicos y neurobiológicos que podrían provocar alteraciones
permanentes de la estructura cerebral.
Para llegar a estas conclusiones se tomaron
datos de un total de 331 individuos (56 niños o adolescentes y 275 adultos) con
historia de maltrato infantil, más 362 sujetos no maltratados (56 niños o
adolescentes y 306 adultos).
En comparación con los no maltratados, aquellas personas que sufrieron maltrato
infantil tenían un volumen significativamente menor de sustancia gris en
varias zonas del cerebro: el giro orbito-frontal y temporal superior derecho
que se extendía a la amígdala, la ínsula y los giros para-hipocampal y temporal
medio, así como en los giros frontal inferior y pos-central izquierdos.
En un niño bien tratado se produce la normal
secreción de neurotrofinas – también llamadas factores neurotróficos – son una
familia de proteínas responsables del adecuado crecimiento de las neuronas, para que
ellas migren y ocupen las regiones pertinentes, desarrollen las
ramificaciones necesarias que permitirán la creación de redes funcionales
eficientes y se mielinicen los nervios. Todo lo cual es básico para el
saludable desarrollo motor, intelectual, afectivo y vincular de los niños.
Por lo tanto, son razones para tratar bien a los niños y no dañarles física ni psicológicamente con el maltrato, ya que está suficientemente demostrado que éste tiene consecuencias graves no solo en el momento sino a lo largo de la vida.
Por lo tanto, son razones para tratar bien a los niños y no dañarles física ni psicológicamente con el maltrato, ya que está suficientemente demostrado que éste tiene consecuencias graves no solo en el momento sino a lo largo de la vida.
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Desarrollo cerebral del feto |
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