Tanto en nuestra etapa postnatal
como adulta, en la zona encefálica conocida como zona sub-ventricular (SVZ),
sigue existiendo neurogénesis, la cual, según todos los indicios, está
controlada por mecanismos intrínsecos de células madre neurales que
interaccionarían con señales conductoras extracelulares.
En algunos casos, si una región
que controla una función se daña, parte de ésta puede moverse a otra. Esto
ocurre porque las neuronas sobrevivientes, que estaban previamente conectadas a
la zona afectada, pueden formar nuevas conexiones y recuperar así parte de su
función.
Los mecanismos de auto-reparación
disminuyen con la edad, por eso una persona joven recobra con más facilidad una
función alterada o perdida. Actualmente, los científicos de esa especialidad
estudian el nacimiento de nuevas neuronas en etapas adultas, como una opción de
neuroreparación que ocurre naturalmente.
Descubren mecanismo de auto-reparación en el cerebro después de un accidente cerebrovascular
Un accidente cerebrovascular sucede cuando un coágulo de sangre
bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro, lo que lleva a una interrupción del
flujo sanguíneo y por lo tanto a la falta de oxígeno. Muchas neuronas mueren,
resultando en problemas motrices, sensoriales y cognitivos.
Los investigadores observaron que tras un ataque cerebral inducido
a ratones, las células de soporte – llamadas astrocitos – comienzan a formar
neuronas en la zona lastimada del cerebro. Utilizando métodos genéticos para
localizar el destino de las células, los científicos pudieron demostrar que en el área los astrocitos formaban neuronas inmaduras, que después se desarrollan
en neuronas maduras.
El equipo de investigadores también logró identificar el mecanismo
de señalización que regula la conversión de astrocitos a neuronas. En un
cerebro sano, este mecanismo se encuentra activo e inhibe la conversión. Tras
un accidente cerebrovascular, el mecanismo de señalización es suprimido y los
astrocitos pueden comenzar a convertirse en neuronas nuevas. También
descubrieron que al bloquearlo, incluso en ratones que no habían tenido un
ataque, los astrocitos formaban células nuevas.
Esto indica que no solamente un accidente cerebrovascular puede
activar el proceso latente en los astrocitos. Si este nuevo mecanismo también
opera en el cerebro humano, podría tener gran importancia clínica, no solo para
pacientes que hayan sufrido de un ataque cerebral, pero en el reemplazo de
neuronas que han muerto, restaurando funciones en pacientes con enfermedades
neurodegenerativas.
Neuroregeneración celular
Investigadores de la Escuela
Universitaria de Medicina Duke, en Carolina del Norte, en un estudio
publicado en Nature Neuroscience en octubre 2014, identificaron unas neuronas específicas – denominadas Neuronas
colin-acetiltransferasa – residentes en la zona sub-ventricular de
roedores que contribuirían en la neuroregeneración.
Estas neuronas estudiadas mostraron diferencias morfológicas y
funcionales con otras neuronas vecinas y liberarían el neurotransmisor acetilcolina al activarse y controlar la
proliferación neurogénica.
La liberación de la acetilcolina, junto a otros factores, sería
fundamental para dar la señal a las células madre neurales para aumentar la
neurogénesis con el incremento del número de los denominados neuroblastos.
La investigación revela un
mecanismo hasta la fecha desconocido sobre la
conexión entre la neurogénesis llevada a cabo en la zona sub-ventricular del
cerebro y la activación de un tipo concreto de neurona presente en dicha zona,
lo que daría futuras pistas para posibilitar
la modulación neuroregenerativa, es decir, terapias, tanto en cerebros – y por
lo tanto en individuos – sanos como enfermos.
La cúrcuma regenera las células madre del cerebro
Según un estudio realizado por investigadores
del Instituto de Neurociencia y Medicina en Jülich, Alemania, publicado en
línea en la revista Stem Cell Research & Therapy en setiembre 2014, un
compuesto bioactivo de cúrcuma – la turmerona aromática – promueve la
multiplicación de las células madre en el cerebro, lo que podría ser clave para
desarrollar nuevas terapias para trastornos neurológicos y el Alzheimer.
La cúrcuma, especia procedente
de la India, se ha usado por mucho tiempo en la medicina asiática tradicional
para tratar malestares gastrointestinales, dolor de artritis y energías bajas. Tiene
un sabor tibio, amargo y se usa frecuentemente para darle el sabor o el color a
los polvos de curry, a las mostazas, a las mantequillas y a los quesos.
El estudio examinó los efectos de la turmerona aromática sobre las
células madre endógenas neutro (NSC), que son las células madre que se
encuentran en el cerebro adulto. Demostró
en las pruebas de laboratorio su potencial para elevar la proliferación de las
células madre endógenas neutras (NSC) hasta en un 80%, sin tener ningún impacto
en la muerte celular. Las NSC desempeñan un papel clave en la auto-reparación y
recuperación de la función cerebral en las enfermedades neurodegenerativas.
A través de imágenes de
tomografía por emisión de positrones (muestra cómo están funcionando los
órganos y tejidos) y un trazador para detectar las células proliferantes, los
investigadores vieron que la zona sub-ventricular (donde se generan las nuevas
neuronas) era más ancha, al igual que el hipocampo.
La zona sub-ventricular y el
hipocampo son los dos sitios del cerebro de mamíferos adultos donde se sabe que
se producen la neurogénesis y el crecimiento de las neuronas.
Este estudio muestra que los beneficios anti-inflamatorios de la
cúrcuma se extienden al cerebro y al sistema nervioso lo que podría hacer que
sea ideal en una dieta para potencialmente ayudar con los problemas
neurodegenerativos y auto-inmunes.
La cúrcuma, un aditivo alimentario muy saludable
A pesar de que hasta la fecha se desconocía esta capacidad de auto-reparación
del cerebro que ofrece la cúrcuma, ya se sabía que este aditivo alimentario
contaba con muchas propiedades medicinales. En la India, por ejemplo, que es
donde está más extendido el uso de este condimento, la cúrcuma se usa desde
hace miles de años como remedio a base de hierbas dentro del Ayurveda, un
antiguo sistema de medicina tradicional y natural originado en dicho país.
En la medicina moderna la cúrcuma está considerada como una de las
principales especias con capacidad para la prevención y el tratamiento de un
amplio grupo de enfermedades debido a sus propiedades antioxidantes,
antiinflamatorias, anticancerígenas, antimutagénicas, anticoagulantes, hipotensoras, anti-fertilidad, antidiabéticas, antibacterianas, antifúngicas,
antiprotozoarias, antiveneno, antivirales, antifibróticas, antiulcerosas e
hipocolesterolémicas.
Puede ser indicada para múltiples enfermedades con distintos fines
como cáncer, problemas cardiovasculares, trastornos biliares, anorexia, tos,
diabetes, artritis, trastornos hepáticos, ojos, reumatismo, sinusitis, piel,
problemas pulmonares, problemas gastrointestinales, dolores, heridas,
esguinces, trastornos del hígado, cerebro, enfermedades de Alzheimer y
Parkinson, contracepción y trastornos del sistema inmune.
A diferencia de los fármacos químicos se trata de un producto
natural y del que no se conocen efectos secundarios.
Descubren un mecanismo de auto-reparación del cerebro para evitar
Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas
Dr Gomez-Nicola y Dr Hugh Perry |
Un equipo de investigación
conducido por el Dr. Diego Goméz-Nicola del centro de ciencias biológicas de la
Universidad de Southampton cuyo estudio se publicó en la revista Brain en junio 2014, ha descubierto la
neurogénesis, es decir, el mecanismo de reparación automática del cerebro
adulto que puede ayudar a preservar la función del cerebro en las
enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, priones (trastorno
neurodegenerativo) o el Parkinson.
La degeneración progresiva y la
muerte del cerebro, que ocurre en muchas enfermedades neurodegenerativas, es muchas
veces vista como un proceso imparable e irrevocable. Sin embargo, el
cerebro tiene un potencial auto-reparador que es fundamental para la
renovación de ciertas poblaciones de neuronas en el cerebro.
Los investigadores han detectado
un aumento de la neurogénesis en el giro dentado que contrarresta parcialmente
la pérdida neuronal que se produce en enfermedades neurodegenerativas.
El giro dentado está en una región
cortical simple que parte del mayor sistema funcional del cerebro, el hipocampo
que controla el aprendizaje y la memoria. Este proceso se conoce
como neurogénesis.
Se ha utilizado un modelo de
enfermedad priónica – proteína que produce enfermedades neuronales
degenerativas – en ratones y la investigación identificó el tiempo en que se
producía la generación de estas neuronas recién nacidas y lo integró en los
circuitos del cerebro. Se observó que mientras este mecanismo de reparación
automática es eficaz para mantener algunas funciones neuronales al principio y
a mitad de esta etapa, falla en las etapas más avanzadas de la enfermedad.
Este avance supone una ventana
temporal para la intervención terapéutica potencial, con el fin de preservar
los efectos beneficiosos de la neurogénesis mejorada.
Este estudio pone en evidencia
que el cerebro tiene la capacidad de poder orquestar una respuesta auto-reparadora.
La continuación de esta línea de investigación está abriendo nuevos caminos
para identificar qué señales específicas se utilizan para promover esta mayor
respuesta neurogénica, y centrarse más en la neurogénesis como enfoque
terapéutico para promover la regeneración de las neuronas perdidas.
El estudio también implica al
profesor Hugh Perry y la Dra. Mariana Vargas-Caballero de la Universidad de
Southampton, así como las universidades de Hamburgo y Valencia. Ha sido
financiado por el séptimo programa marco de la Unión Europea y el Consejo de
investigación médica (MRC).
Descubren que algunas partes de la corteza cerebral actúan cuando
el hipocampo está dañado
En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de
California y del Instituto Garvan de Sydney, Australia (mayo
2013) descubrieron que cuando el centro de aprendizaje del cerebro se daña, los
circuitos complejos neuronales actúan para compensar la función perdida y
encontraron las regiones cerebrales
involucradas en la creación de estos caminos alternos, que generalmente están
lejos de la región dañada.
Los investigadores descubrieron que algunas partes de la corteza
prefrontal del cerebro actúan cuando el hipocampo – que es la zona clave del cerebro para el aprendizaje y
la memoria – deja de funcionar
correctamente.
Para el estudio, los investigadores realizaron experimentos de
laboratorio con ratas y se dieron cuenta de que los roedores eran capaces de
aprender nuevas actividades aún con daños en su hipocampo. Lo lograron gracias
a su experiencia previa.
El hipocampo, que recibe su nombre por la forma de caballito de
mar que lo caracteriza, desempeña un papel muy crítico en el procesamiento,
almacenamiento, y retención de la información. Es muy susceptible al daño
causado por paros cerebrovasculares o falta de oxígeno y está relacionado con
la enfermedad del Alzheimer.
Encontraron que las regiones prefrontales de la corteza compensan
de diferentes maneras a la corteza infra-límbica, silenciando su actividad y a
la corteza pre-límbica, incrementando su actividad.
Los investigadores estiman que deben entender exactamente cómo
diferenciar entre las funciones de silenciamiento y las de activación, desde un
punto de vista conductual y farmacológico. Es muy importante reforzar
ambas áreas. El cerebro trabaja silenciando y activando diferentes
comunidades de neuronas. Para formar recuerdos, debe filtrar lo que es
importante y lo que no.
El comportamiento es muy complejo y siempre involucra partes del
cerebro que se comunican unas con otras, en donde el mensaje proveniente de una
parte afecta la respuesta de la otra.
El cerebro está interconectado : puede ir de una neurona a otra por
medio de seis conexiones sinápticas. Así es que hay múltiples alternativas que el cerebro puede utilizar, pero que
normalmente no usa a menos que se vea obligado a hacerlo.
El comportamiento crea cambios moleculares en el cerebro y si se
conocen estos cambios se pueden inducir mediante terapias de fármacos. Así, los
tratamientos futuros podrán ser químicos o conductuales.
Además el estudio señala que, aunque es muy probable que en los
cerebros con Alzheimer ya se llevan a cabo estos mecanismos de compensación,
este descubrimiento tiene un potencial significativo para poder ampliar la compensación y ayudar a miles de personas con
este tipo de padecimientos.
Éste es el primer descubrimiento de su tipo y podría ayudar a la
comunidad científica a desarrollar nuevos tratamientos para la enfermedad de
Alzheimer, paros cerebrovasculares y otro tipo de padecimientos cerebrales.
Células neuronales regeneran el cerebro – Activina A
Los Dres. Bryce Vissel y Andrea Abdipranoto, neurocientíficos del
Garvan Institute of Medical Research de Sydney, han demostrado, en un estudio publicado en la revista Stem Cells en junio 2009, que
las células neurales del cerebro producen una molécula con capacidades
antiinflamatorias – Activina A – y que permite que el cerebro pueda auto-repararse.
A principios de la década de los 90 se descubrió la existencia de
células madre neuronales en el cerebro, pero fueron necesarios 10 años para
demostrar que son capaces de regenerar neuronas.
El siguiente paso consistió en averiguar cómo se produce la
regeneración de los tejidos y qué aspectos bloquean esa regeneración, especialmente
en Parkinson y en Alzheimer.
Los científicos provocaron una rápida neurodegeneración en el
cerebro de ratones, seguida de una respuesta regenerativa inmediata, para
averiguar qué mecanismos intervienen en el proceso regenerativo.
Descubrieron que el proceso regenerativo se debe a elevados
niveles de la molécula Activina A, secretada por las propias células
neurales. A continuación, los científicos provocaron la neurodegeneración,
bloqueando al mismo tiempo la Activina A. El proceso regenerativo se detuvo
casi por completo.
Descubrieron que la acción de la Activina A se basa en su
capacidad para bloquear el proceso inflamatorio en el cerebro desencadenado por
neurodegeneración o lesión. Esta hipótesis se confirmó sustituyendo la Activina
A por otra molécula con capacidad antiinflamatoria. Este antiinflamatorio
también permitió el proceso regenerativo.
Después de este estudio usando un modelo de degeneración aguda, el
grupo proyecta llevar a cabo estos experimentos usando modelos de degeneración
crónica.
Parece que la inflamación agrava el daño ya existente en el
sistema nervioso central de personas con Parkinson, Alzheimer y enfermedades de
las neuronas motoras. Vissel y sus colegas opinan que la inflamación crónica
crea un círculo vicioso muy dañino, al impedir la regeneración y al mismo
tiempo contribuir al declive progresivo.
De confirmarse la hipótesis de estos autores, la Activina A y sus
derivados tendrían un potencial terapéutico importante para estas enfermedades.
La administración de oxígeno a presión más alta mejoraría y restauraría la actividad neuronal del cerebro
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, en un estudio publicado en PLoS ONE en febrero 2013, demuestran que el oxígeno restaura las funciones neurológicas en las áreas de cerebro dañado por un accidente cerebro vascular, trauma o enfermedades metabólicas. Con consecuencias tales como trastornos motores, psicológicos, de memoria u otros.
La idea de los investigadores era que mayores niveles de oxígeno en el aire ambiente podrían despertar las neuronas "dormidas". El cerebro consume el 20% del oxígeno del cuerpo, lo que permite que 5 a 10% de las neuronas funcionen simultáneamente.
Los investigadores reclutaron a 74 personas que habían sufrido, hace 6 a 36 meses, un accidente cerebro vascular. Se dividieron en dos grupos: uno recibió tratamiento hiperbárico en el inicio del estudio, el otro comenzó dos meses más tarde el tratamiento hiperbárico de dos meses. El tratamiento consistió en 40 sesiones de 2 horas, cinco veces por semana, en cajas con aire enriquecido con oxígeno.
La actividad cerebral de los pacientes fue seguido por varios métodos de proceso de imágenes. El análisis de las imágenes demostró que el tratamiento provocaba un aumento significativo de la actividad neuronal. Con consecuencias como la reversión de la parálisis, aumento de la sensibilidad, retorno del lenguaje... Con una mejoría evidente de la vida cotidiana de estas personas. Estos resultados muestran que la neuroplasticidad del cerebro puede ser reactivada, incluso meses o años después de una lesión cerebral.
Según los investigadores está bien establecido que muchos trastornos cerebrales se deben a una falta de eficacia de la distribución de energía en el cerebro.
Reparan la corteza cerebral adulta mediante un trasplante de neuronas derivadas de células madre embrionarias
Investigadores del Laboratorio de ciencias experimentales y clínicas – INSERM, Universidad de Poitiers – y el Instituto de Investigación Interdisciplinaria en Biología Humana y Molecular, Bruselas, según un estudio publicado en Neuron en marzo 2015, lograron remplazar una zona dañada del córtex gracias a la terapia celular.
El cerebro es un órgano cuyo poder sólo es comparable con su fragilidad. Está dotado de una gran plasticidad. Sin embargo, el cerebro también es muy frágil. Si se produce una lesión (debido a un derrame cerebral, una lesión traumática, una enfermedad neurodegenerativa o neurológica), no puede reconstruir las células y conexiones desaparecidas. La única solución es aprender mediante una larga rehabilitación, pasando por otras vías, para recuperar las capacidades perdidas.
Los investigadores fueron capaces de injertar las neuronas en la corteza visual lesionado de ratones adultos, y observar la recuperación neuroanatómica y funcional de la zona del cerebro.
Primero tuvieron que obtener las neuronas adecuadas a partir de células madre embrionarias cultivadas in vitro. Un centenar de diferentes tipos de neuronas habitan en la corteza – capa externa del cerebro –, organizadas en seis capas y en distintas áreas del cerebro. A continuación, los investigadores injertaron las células obtenidas y observaron su comportamiento durante doce meses. El sistema se instaló al cabo de mes y medio y se formaron las conexiones.
Después de 12 meses, el injerto se había logrado en el 61% de los animales. Seis de 47 injertos contenían una gran proporción de células no neuronales, lo que podría indicar la formación de un teratoma, tipo de tumor formado por células no diferenciadas adecuadamente.
El estudio también sugiere que para una corteza pueda beneficiarse de un injerto neural, éste debe hacerse con las neuronas correspondientes a la zona lesionada.
Uno de los principales retos de la reparación del cerebro, según los investigadores, es la restauración de una conectividad neuronal específica y compleja. Esto implica la generación de patrones particulares de capas corticales y áreas del cerebro para reconstruir las redes funcionales.
Ahora esperan obtener otros tipos de neuronas, especialmente las neuronas motoras. También van a probar estos trasplantes en monos, que están más cerca del hombre.
Cultivo de neuronas para la reparación del cerebro
Un equipo de la Universidad de Pennsylvania, en un estudio publicado en la revista Journal of Neural Engineering en febrero 2012, presenta un método de producción para el cultivo de axones, creando una red neuronal in vitro. Una pista para reparar las redes neuronales dañadas del cerebro.
Cuando un accidente cerebro vascular, traumatismos o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, destruyen las redes neuronales del cerebro, éstas no se reconstruyen o muy poco.
Las neuronas son células nerviosas conectadas entre sí por largas fibras conductoras llamadas axones. Es lo que se denomina materia blanca. Cuando los axones están dañados, se regeneran muy limitadamente, y la transmisión de la señal eléctrica de una neurona a otra es interrumpida.
El equipo ha diseñado un método de fabricación de los axones en laboratorio. Un tubo delgado como un capilar de agarosa (azúcar) se llena con una matriz extra celular. A continuación, esta matriz es "sembrada" con los cuerpos celulares de las neuronas de la corteza cerebral, por ejemplo. Poco a poco, según el estudio, los axones comienzan a crecer a lo largo del túbulo y permanecen vivos durante 22 días.
Esta estructura llamada micro-Tenns (micro-ingeniería tisular red neuronal) podría utilizarse para reparar las vías de los axones dañados. Esta estrategia es diseñada para la implantación mínimamente invasiva y facilitar la reparación del sistema nervioso, proporcionando al mismo tiempo las neuronas de recambio y las fibras axonales a largas distancias.
Se espera que esta estrategia de medicina regenerativa será un día capaz de hacer crecer redes neuronales individualizadas, adaptadas a cada necesidad específica de los pacientes. En última instancia, podrían sustituir a los circuitos neuronales perdidos y mejorar la función cerebral.
La administración de oxígeno a presión más alta mejoraría y restauraría la actividad neuronal del cerebro
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, en un estudio publicado en PLoS ONE en febrero 2013, demuestran que el oxígeno restaura las funciones neurológicas en las áreas de cerebro dañado por un accidente cerebro vascular, trauma o enfermedades metabólicas. Con consecuencias tales como trastornos motores, psicológicos, de memoria u otros.
La idea de los investigadores era que mayores niveles de oxígeno en el aire ambiente podrían despertar las neuronas "dormidas". El cerebro consume el 20% del oxígeno del cuerpo, lo que permite que 5 a 10% de las neuronas funcionen simultáneamente.
Los investigadores reclutaron a 74 personas que habían sufrido, hace 6 a 36 meses, un accidente cerebro vascular. Se dividieron en dos grupos: uno recibió tratamiento hiperbárico en el inicio del estudio, el otro comenzó dos meses más tarde el tratamiento hiperbárico de dos meses. El tratamiento consistió en 40 sesiones de 2 horas, cinco veces por semana, en cajas con aire enriquecido con oxígeno.
La actividad cerebral de los pacientes fue seguido por varios métodos de proceso de imágenes. El análisis de las imágenes demostró que el tratamiento provocaba un aumento significativo de la actividad neuronal. Con consecuencias como la reversión de la parálisis, aumento de la sensibilidad, retorno del lenguaje... Con una mejoría evidente de la vida cotidiana de estas personas. Estos resultados muestran que la neuroplasticidad del cerebro puede ser reactivada, incluso meses o años después de una lesión cerebral.
Según los investigadores está bien establecido que muchos trastornos cerebrales se deben a una falta de eficacia de la distribución de energía en el cerebro.
Reparan la corteza cerebral adulta mediante un trasplante de neuronas derivadas de células madre embrionarias
Investigadores del Laboratorio de ciencias experimentales y clínicas – INSERM, Universidad de Poitiers – y el Instituto de Investigación Interdisciplinaria en Biología Humana y Molecular, Bruselas, según un estudio publicado en Neuron en marzo 2015, lograron remplazar una zona dañada del córtex gracias a la terapia celular.
El cerebro es un órgano cuyo poder sólo es comparable con su fragilidad. Está dotado de una gran plasticidad. Sin embargo, el cerebro también es muy frágil. Si se produce una lesión (debido a un derrame cerebral, una lesión traumática, una enfermedad neurodegenerativa o neurológica), no puede reconstruir las células y conexiones desaparecidas. La única solución es aprender mediante una larga rehabilitación, pasando por otras vías, para recuperar las capacidades perdidas.
Los investigadores fueron capaces de injertar las neuronas en la corteza visual lesionado de ratones adultos, y observar la recuperación neuroanatómica y funcional de la zona del cerebro.
Primero tuvieron que obtener las neuronas adecuadas a partir de células madre embrionarias cultivadas in vitro. Un centenar de diferentes tipos de neuronas habitan en la corteza – capa externa del cerebro –, organizadas en seis capas y en distintas áreas del cerebro. A continuación, los investigadores injertaron las células obtenidas y observaron su comportamiento durante doce meses. El sistema se instaló al cabo de mes y medio y se formaron las conexiones.
Después de 12 meses, el injerto se había logrado en el 61% de los animales. Seis de 47 injertos contenían una gran proporción de células no neuronales, lo que podría indicar la formación de un teratoma, tipo de tumor formado por células no diferenciadas adecuadamente.
El estudio también sugiere que para una corteza pueda beneficiarse de un injerto neural, éste debe hacerse con las neuronas correspondientes a la zona lesionada.
Uno de los principales retos de la reparación del cerebro, según los investigadores, es la restauración de una conectividad neuronal específica y compleja. Esto implica la generación de patrones particulares de capas corticales y áreas del cerebro para reconstruir las redes funcionales.
Ahora esperan obtener otros tipos de neuronas, especialmente las neuronas motoras. También van a probar estos trasplantes en monos, que están más cerca del hombre.
Cultivo de neuronas para la reparación del cerebro
Un equipo de la Universidad de Pennsylvania, en un estudio publicado en la revista Journal of Neural Engineering en febrero 2012, presenta un método de producción para el cultivo de axones, creando una red neuronal in vitro. Una pista para reparar las redes neuronales dañadas del cerebro.
Cuando un accidente cerebro vascular, traumatismos o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, destruyen las redes neuronales del cerebro, éstas no se reconstruyen o muy poco.
Las neuronas son células nerviosas conectadas entre sí por largas fibras conductoras llamadas axones. Es lo que se denomina materia blanca. Cuando los axones están dañados, se regeneran muy limitadamente, y la transmisión de la señal eléctrica de una neurona a otra es interrumpida.
El equipo ha diseñado un método de fabricación de los axones en laboratorio. Un tubo delgado como un capilar de agarosa (azúcar) se llena con una matriz extra celular. A continuación, esta matriz es "sembrada" con los cuerpos celulares de las neuronas de la corteza cerebral, por ejemplo. Poco a poco, según el estudio, los axones comienzan a crecer a lo largo del túbulo y permanecen vivos durante 22 días.
Esta estructura llamada micro-Tenns (micro-ingeniería tisular red neuronal) podría utilizarse para reparar las vías de los axones dañados. Esta estrategia es diseñada para la implantación mínimamente invasiva y facilitar la reparación del sistema nervioso, proporcionando al mismo tiempo las neuronas de recambio y las fibras axonales a largas distancias.
Se espera que esta estrategia de medicina regenerativa será un día capaz de hacer crecer redes neuronales individualizadas, adaptadas a cada necesidad específica de los pacientes. En última instancia, podrían sustituir a los circuitos neuronales perdidos y mejorar la función cerebral.
Neurofeedback
El Neurofeedback es un sistema de entrenamiento cerebral
descubierto a principios de los años 60 en los Estados Unidos.
Permite ayudar al cerebro a auto-regularse y a reorganizarse
mediante un soporte informático y auditivo que le reenvía información sobre su
propio estado y cuyo objetivo principal es que el cerebro adopte un mejor
funcionamiento, solicitándole sus cualidades principales como la plasticidad,
la resiliencia (capacidad de adaptación a nuevas situaciones) y la capacidad de
aprendizaje.
Una desorganización de las ondas cerebrales conlleva problemas
físicos, cognitivos o emocionales.
No es un tratamiento médico, sino un entrenamiento cerebral que no
requiere ningún esfuerzo de concentración. Es un mecanismo simple que ayuda al
cerebro a reorganizarse, el proceso no es consciente.
Se dirige a niños, adolescentes y adultos, que sufren de :
* alteraciones del sueño
(insomnio, terrores nocturnos)
* migrañas, stress, angustia
* falta de confianza en sí mismo
o falta de concentración
* hiperactividad
* fobias
* depresión
* TDAH (déficit de atención con
o sin hiperactividad)
* trastornos del comportamiento
* trastornos psicomotores
* síntomas ligados al stress
post-traumático
* epilepsia – convulsiones
* autismo
* Parkinson
* Alzheimer
* fibromialgia
* dolores crónicos
* dislexia
El principal objetivo de este sistema de Neurofeedback es el de
mejorar la calidad de vida utilizando las capacidades naturales de
auto-reparación del cerebro. Se consigue gracias a la plasticidad del cerebro,
la capacidad que tiene de auto-regularse, es decir la capacidad natural de
adaptación a través del aprendizaje.
Ver :
Descubrimiento de una nueva célula nerviosa – Regeneración de neuronas con células artificiales híbridas
La microglía
Astrocitos – células cerebrales en forma de estrella
El cerebro comparado a internet y a una computadora
Reproducen digitalmente por primera vez un fragmento de neocorteza cerebral
Investigación sobre las mutaciones genéticas causantes de trastornos cerebrales
Últimos descubrimientos del cerebro humano
¿El cerebro envejece? Las neuronas continúan generándose
La microglía
Astrocitos – células cerebrales en forma de estrella
El cerebro comparado a internet y a una computadora
Reproducen digitalmente por primera vez un fragmento de neocorteza cerebral
Investigación sobre las mutaciones genéticas causantes de trastornos cerebrales
Últimos descubrimientos del cerebro humano
¿El cerebro envejece? Las neuronas continúan generándose
El intestino – Segundo cerebro
Plasticidad neuronal en el niño
La fagoterapia: virus contra bacterias resistentes a los antibióticos
Teoría de la antimemoria
Envejecimiento cerebral
Plasticidad neuronal en el niño
La fagoterapia: virus contra bacterias resistentes a los antibióticos
Teoría de la antimemoria
Envejecimiento cerebral
No hay comentarios.:
Publicar un comentario