Los hombres se casan con las mujeres con la esperanza de que ellas
nunca cambien, mientras que las mujeres se casan con los hombres con la
esperanza de que ellos sí lo hagan. Esta frase de
Albert Einstein sirve para ejemplificar cómo los hombres y las mujeres somos
diferentes en muchos aspectos. Y si nos introdujéramos en los cerebros de ambos
géneros, podríamos observar que hay
diferencias notables en las conexiones neuronales entre ambos, las mismas que
dan sustento a las diferencias a nivel cognitivo y conductual.
El cerebro del hombre y el de la mujer no se estructuran de la
misma manera, al menos en cuanto a las conexiones entre los hemisferios.
Científicos estadounidenses han analizado los circuitos neuronales de cerca de
un millar de hombres y mujeres, desde la infancia hasta la edad adulta.
el conectoma – mapa de las
conexiones neuronales – apunta a que algunas diferencias en los comportamientos
de hombres y mujeres pueden ser atribuidas al modo en que nuestros cerebros
están "conectados" internamente.
Las diferencias entre hombres y mujeres están en las conexiones
cerebrales
Un estudio realizado por
diferentes instituciones de investigación estadounidenses publicado en Procedimientos
de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) en abril 2016, sostiene que el
cerebro humano alberga tanto características masculinas como femeninas.
Trabajos anteriores han mostrado que existen diferencias entre
sexos a nivel cerebral, pero nunca se había hecho un estudio con tantos
participantes para observar las conexiones neuronales a lo largo de todo el
cerebro.
El trabajo señala que los patrones de conectividad cerebral de los
hombres forman un sistema más eficiente para las acciones coordinadas y las
percepciones. Por el contrario, en el cerebro femenino, las conexiones
favorecen el razonamiento analítico, el procesamiento de información y la
intuición.
Se analizaron los cerebros de
949 personas de entre 8 y 22 años con el objetivo de observar las diferencias
entre ambos géneros. Para esto, utilizaron una
técnica llamada diffusion tensor imaging (DFI), la cual se basa en la
formación de imágenes cerebrales en tercera dimensión que captan el movimiento
de agua dentro del cerebro. Así, los investigadores
pueden conocer las conexiones estructurales en el cerebro.
Para comprobar las diferencias específicas en los circuitos
neuronales entre las distintas regiones del cerebro y en ambos géneros, los
autores dividieron a los individuos por rangos de edad en función de las etapas de vida: niñez, adolescencia y edad adulta.
Los resultados mostraron que los cerebros de los hombres tienen una buena conexión intrahemisférica,
esto es, dentro del mismo hemisferio, mientras que los de las mujeres tienen
una buena comunicación interhemisférica, es decir, entre los dos hemisferios,
al nivel donde se localiza el telencéfalo, la parte más grande del cerebro. Por
otro lado, los hombres tienen mejor
conexión entre hemisferios a nivel del cerebelo, región importante para el
control motor, mientras que las mujeres tienen buena conexión intrahemisférica
a este nivel.
En la parte superior el cerebro masculino, en la inferior el femenino. En azul las conexiones en un mismo hemisferio, en naranja los circuitos entre hemisferios |
Esto sugiere que los
cerebros de los hombres tienen una estructura que facilita la conexión entre la
percepción y la acción coordinada, mientras que el de las mujeres facilita la
comunicación entre los modos de procesamiento analítico e intuitivo.
Dichos resultados son consistentes con otras investigaciones donde las mujeres
han demostrado ser mejores para poner atención y memorizar caras y palabras,
mientras que los hombres sobresalen por realizar mejores actividades que
involucran procesamiento espacial y velocidad sensomotora.
Este trabajo da más argumentos para explicar por qué los hombres son buenos para ciertas
tareas y las mujeres para otras. Por ejemplo, ellos son mejores para
aprender y desempeñar una tarea en cuestión como andar en bicicleta o navegar
en direcciones, mientras que ellas tienen mayor habilidad para la memoria
superior y para las tareas de cognición social, por lo que son mejores para
desempeñar muchas actividades a la vez y generar soluciones que funcionan para
los grupos.
Además, los autores observaron que existían muy pocas diferencias
entre sexos en las conexiones cerebrales en niños menores de trece años. Sin
embargo, estas diferencias se acentuaron en edades entre los catorce y los 17
años y en adultos jóvenes.
No existen diferencias significativas entre ambos sexos en la
amígdala – mujeres y hombres sienten las emociones de la misma manera
Un estudio sobre las diferencias entre los cerebros de hombres y
mujeres, realizado por la Universidad Rosalind Franklin de Medicina y Ciencia
(Chicago), publicado en NeuroImage en enero 2017, ha revelado que en la especie humana no existen diferencias
significativas entre ambos sexos en un área cerebral específica: la
amígdala.
La amígdala – porción pequeña del cerebro – es la parte del cerebro responsable de las emociones,
empatía, agresión y excitación sexual.
Los resultados se contraponen a los de estudios realizados en
animales (por ejemplo, en ratas), que habían indicado que la amígdala es
desproporcionadamente mayor en los cerebros masculinos. Trasladados estos
resultados a humanos, se había sugerido que esta diferencia de tamaño
contribuiría a las diferencias sexuales en la emotividad y en la prevalencia de
trastornos como la ansiedad y la depresión.
El presente estudio consistió en un meta análisis con enfoque
estadístico en el que se combinaron los resultados de múltiples investigaciones
previas; decenas de estudios realizados con una técnica llamada resonancia
magnética cerebral.
En total se analizaron 58 comparaciones publicadas de volumen de
amígdala en grupos de hombres y mujeres sanos (o de niños y niñas). Aunque
estos estudios informaban de que la amígdala es alrededor de un 10% mayor en
los cerebros masculinos, esta diferencia es comparable al tamaño mayor de los cuerpos
de los varones y, más concretamente, se relaciona con el 12% más de volumen
cerebral que tienen, con respecto a las mujeres.
Tras corregir las medidas para ajustarlas al tamaño total del
cerebro, la diferencia entre hombres y mujeres del volumen de la amígdala
resultó insignificante (<0,1% en la amígdala derecha y 2,5% en la amígdala
izquierda), y no estadísticamente significativa.
El hipocampo de hombres y mujeres es igual de grande
Una investigación de la Universidad Rosalind Franklin de Medicina
y Ciencia publicada en NeuroImage en agosto 2015, demostró que el tamaño del hipocampo, parte del cerebro asociada a la consolidación de
nuevos recuerdos y a la conexión de las emociones con los sentidos, es
prácticamente del mismo tamaño en el hombre y en la mujer.
Lise Eliot, profesora asociada de neurología en la Facultad de
Medicina de la universidad, dirigió un equipo de estudiantes en un
meta-análisis de volúmenes del hipocampo medidos con resonancia magnética, que
no encontró ninguna diferencia significativa entre hombres y mujeres.
El meta-análisis es una técnica estadística que permite a los
investigadores combinar los resultados de muchos estudios independientes en una
revisión exhaustiva. El equipo examinó los resultados de 76 trabajos
publicados, en los que participaron más de 6.000 personas sanas.
Los
hipocampos se encuentran a ambos lados del cerebro, bajo la corteza cerebral.
Los hallazgos del equipo desafían la afirmación habitual de que un hipocampo
desproporcionadamente mayor explica la tendencia de las mujeres hacia una mayor
expresividad emocional, habilidades interpersonales más fuertes y una mejor
memoria verbal.
Los mapas cerebrales reflejan las diferencias de comportamiento
entre hombres y mujeres
Investigación realizada por científicos de la Perelman School of
Medicine de la Universidad de Pennsylvania, publicada en la revista Philosophical
Transactions of the Royal Society B en febrero 2016.
La investigación se llevó a cabo con 900 personas. A todas ellas
se les realizaron escáneres cerebrales con la técnica de imágenes por
resonancia magnética con tensores de difusión (DTI o ITD); así
como una batería computarizada de test psicológicos, destinados a medir la
seguridad y la velocidad de su rendimiento cerebral. Con estas técnicas,
los investigadores lograron desarrollar un conectoma estructural – un mapa
de las conexiones neuronales del cerebro de cada sujeto.
Este conectoma reveló que algunas diferencias en los
comportamientos de hombres y mujeres iban en paralelo a ciertas distinciones
relacionadas con dichas subredes cerebrales.
En concreto, una conectividad estructural más fuerte en las
funciones motora, sensorial y ejecutiva encajaba con mayores habilidades
espaciales y motoras en los hombres. En las mujeres, las subredes asociadas con
la cognición social, la atención y la memoria presentaban una mayor
conectividad, lo que encajaba con unas habilidades cognitivo-sociales y de
memoria superiores en ellas que en los varones.
No hay un cerebro masculino y otro femenino
Un grupo de investigadores israelíes, alemanes y suizos de la
Universidad de Tel Aviv en un estudio publicado en Proceedings of the National
Academy of Sciences (PNAS)
en diciembre 2015, ha comparado la anatomía de 1.400 cerebros de hombres y
mujeres para concluir que, más que dos categorías, lo que hay es un mosaico
cerebral.
Los investigadores recopilaron imágenes del cerebro de voluntarios
de varios proyectos científicos. Las neuro-imágenes se obtuvieron con distintas
tecnologías y métodos para evitar sesgos. Mientras unas determinan mejor el grosor
de la corteza cerebral, otras registran la estructura y dimensiones de las
distintas áreas del cerebro.
No hay ninguna región en las muestras que revele una clara
distinción entre una forma masculina y una forma femenina, es decir, que se
presente de forma evidente solo en los hombres o solo en las mujeres. En
realidad, hay un alto grado de superposición entre mujeres y hombres en todas
las regiones estudiadas.
Para que un cerebro humano pudiera clasificarse como exclusivamente
de hombre o de mujer, explican los científicos, debería haber un alto grado de
dimorfismo y una gran consistencia interna en los rasgos definitorios. Pero la
comparación entre la materia blanca, la materia gris y las conexiones
cerebrales de 1.400 cerebros concluyó que las características de ambos sexos se
solapan. Hay rasgos que están más presentes en uno u otro sexo, pero no hay una
barrera nítida que separe los unos de los otros.
La mayoría de los humanos tienen cerebros compuestos por mosaicos
de características que los hacen únicos, algunas son más comunes entre las
mujeres en comparación con los hombres y otras lo son más en los hombres
respecto de las mujeres y aún otras son comunes tanto a hombres como a mujeres.
Lo que significa que, en lo que respecta a la estructura del cerebro, hay
muchas maneras de ser mujer. Tantas como de ser hombre.
Los hombres tienen más materia blanca, y las mujeres tienen más
materia gris
Un estudio de la universidad de Pensilvania, publicado en
ScienceDaily en 1999, que analizó mediante escáneres cerebrales a 949 personas
con buena salud (521 mujeres y 428 hombres) de entre nueve y 22 años, concluyó
que las redes cerebrales podrían explicar las diferencias de comportamiento
entre los dos sexos y algunas creencias comunes sobre su comportamiento, como
que los hombres tienen más habilidades motoras, o que las mujeres tienen mayor
intuición.
Tras realizar una resonancia magnética a 80 voluntarios sanos, de
entre 18 y 45 años, se llegó a la conclusión de que las mujeres tienen un mayor porcentaje de materia gris, y los hombres
tienen un mayor porcentaje de materia blanca, además de una mayor cantidad de
líquido cefalorraquídeo. De hecho, este mayor parte de materia gris en
las mujeres tendría bastante lógica, pues se sabe que las mujeres suelen
tener un cráneo más pequeño, por lo que no necesitarían tanta materia blanca – conexión entre áreas cerebrales – por puro espacio anatómico.
Además, los investigadores especulan que dicho porcentaje añadido
de materia gris contribuiría a las diferencias en el funcionamiento cognitivo
entre hombres y mujeres, especialmente en la capacidad de estas últimas para
superar a los hombres en tareas como el lenguaje.
La investigación reveló en el hombre una mayor conectividad
neuronal de adelante hacia atrás, y dentro de uno de los hemisferios, lo que
sugirió que sus cerebros estaban estructurados para facilitar la conectividad
entre el centro de la percepción y la acción coordinada. En cuanto a las
mujeres, estas conexiones unían el hemisferio derecho, donde se halla la
capacidad de análisis y el tratamiento de la información, hasta el hemisferio izquierdo,
centro de intuición.
Lo cual explicaría por qué las mujeres son más intuitivas, tienen
mejor memoria, habilidades sociales e inteligencia emocional, y por qué los
hombres poseen una mejor coordinación y percepción del espacio, están más
orientados a la acción, y son mejores en tareas que requieren una respuesta
inmediata.
La parte izquierda del cerebro es responsable del pensamiento
lógico, mientras que al derecho corresponde el intuitivo. De esta manera, si
una tarea implica ambos procesos, parece que las mujeres podrían hacerlo mejor.
Según los investigadores, estos resultados sugieren que los
cerebros masculinos están estructurados para facilitar la conectividad entre la
percepción y la acción coordinada, mientras que los cerebros femeninos estarían
diseñados para facilitad la comunicación entre los modos de procesamiento
analítico e intuitivo.
El estudio concluyó que los hombres eran más aptos para aprender y
ejecutar una sola tarea, mientras que las mujeres tenían una memoria superior y
una mayor inteligencia social.
El
cerebro se divide en dos grandes zonas: La materia gris (núcleos neuronales) y
la materia blanca (conexiones entre neuronas). Se compone de tres estructuras:
cerebro, cerebelo y tronco cerebral.
Por su parte, el cerebro se divide en los hemisferios derecho e
izquierdo, donde se encuentran la materia gris y la materia blanca. La zona más
externa o corteza se compone de materia gris, donde se encuentran los núcleos
neuronales. Dicha materia gris contiene
las zonas especializadas en las tareas cognitivas como la memoria, la
atención, la conciencia, el pensamiento o el lenguaje. Esta materia gris
ocupa el 40% del cerebro, mientras que la materia blanca ocupa el otro 60%
restante.
La sustancia blanca permite la comunicación desde y hacia la
materia gris, y entre las diferentes zonas corporales y dicha materia gris,
donde se procesará la información finalmente en la corteza.
*
* *
Diferencias entre el cerebro de hombres y mujeres
Más allá del feminismo moderno y otras corrientes de moda, el
hombre y la mujer no son exactamente iguales, sí lo son como seres humanos, en
sus valores y derechos, pero desde el punto de vista biológico, la evolución
los ha dotado con sistemas nerviosos distintos para realizar los papeles
necesarios en la supervivencia de la especie, algo que ocurre en todo el reino
animal.
Especialización cerebral
Aunque el cerebro del ser humano en general puede realizar muchas
tareas y concentrarse en algunas más específicas que otras, lo cierto es que el
aparato mental del hombre está más orientado a la especialización, esto es, que partes de cada hemisferio se
focalizan en determinadas labores. En el caso de la mujer, hay una utilización
más integral de ambos hemisferios en un número mayor de actividades, lo que se
llama multitareas.
Segmentación de la información
En el cerebro masculino,
la información se separa en grupos o segmentos que no están necesariamente
relacionados, desde las emociones a las relaciones personales, hasta contenido
profesional. En el femenino, todo se enlaza como un sistema. Por eso las mujeres
tienden a ser holísticas.
Concentración en las tareas
A causa de estas diferencias
entre los cerebros del hombre y la mujer, los varones suelen
concentrarse a fondo en las actividades que realizan, sin distraerse en otros
aspectos. Las mujeres, por el contrario, observan cada evento del mundo como un
dibujo completo, con cada una de sus partes interactuando.
Los sentidos en el hombre y la mujer
También en los sentidos y la percepción del mundo hay diferencias entre el hombre y la mujer.
En el hombre, la vista es la función dominante, la vía por la cual le
entra al sistema nervioso la mayor parte de la información. En las mujeres
todos los sistemas operan en conjunto, como los ciegos, tienen muy
desarrollados los sentidos del oído, el olfato y el tacto, pero sumados a la
visión.
En el hombre el hemisferio
cerebral izquierdo tiene una mayor dominancia. En el caso de las
mujeres, se da un balance en el uso de ambos hemisferios, el izquierdo y el
derecho. Por eso en las habilidades
cognitivas, podemos observar que hay una mayor tendencia en los hombres
a ser buenos en las matemáticas y las operaciones de cálculo, mientras que las
mujeres tienen facilidad para el lenguaje, actividad que requiere del uso de
varias zonas dentro del cerebro.
Capacidad de planificación
Las zonas de la corteza prefrontal, sede de las funciones ejecutivas, son más voluminosas en las mujeres que en los hombres. Eso explicaría por qué las mujeres tienen más funciones de planificación, organización y control de impulsos.
Empatía emocional
Esa capacidad de ponerse en el lugar del otro y entender sus
sentimientos está más presente en la mujer, y eso se debería a las diferencias
en el sistema de neuronas espejo, la cual se activa cuando reconocemos
emociones en la expresión de otros. En cambio, los varones utilizan más el
sistema de uniones temporo-parietales, es decir, el de la empatía cognitiva que
lleva a la búsqueda de soluciones.
Memoria emotiva
La amígdala, importante para recordar los sucesos emotivos
reacciona distinto en varones y mujeres. Los primeros conservan más la memoria
de la esencia, es decir, se activa más la amígdala derecha, lo contrario que en
las mujeres que recuerdan más los detalles.
Orientación y visión espacial
El hipocampo, la estructura cerebral para la orientación espacial,
es mayor en mujeres que en varones. Eso explicaría que los hombres tiendan a
estimar las distancias, mientras que las mujeres se basan en puntos concretos
de referencia.
En promedio, el cerebro de los hombres es más grande que el de las
mujeres, pero eso no es sinónimo de más o menos inteligencia. La razón se basa
en el disformismo sexual asociado al mayor tamaño corporal de los varones. Sin
embargo, las diferencias en inteligencia se atribuyen más a las conexiones
neuronales, relacionadas a la carga genética de cada uno y a sus experiencias
personales.
Agresividad
Los varones tienen sobredimensionada el área premamilar, una
región del hipotálamo vinculada a la defensa del territorio que es más activa
que en las mujeres.
Conducta sexual
La parte del cerebro que procesa la sexualidad es dos veces mayor
que el de las mujeres, y en otros mamíferos como los roedores, los machos
tienen hasta 7 veces más este comportamiento.
Cerebro multitarea
La mujer tiene el don de poder hacer varias cosas al mismo tiempo,
a diferencia de los hombres, según un estudio de la Universidad de Pensilvania
realizado en el año 2013. Sin embargo, también es cierto que no siempre el
resultado sea eficiente.
Los resultados de todas estas investigaciones apuntan a que los
cerebros de hombres y mujeres son muy distintos pero también muy parecidos. Es
decir, implican que la discusión sobre el dimorfismo sexual cerebral de los
humanos no tiene una respuesta simple. No debería sorprendernos, dada la
complejidad de este órgano, considerado un hecho evolutivo excepcional.
Desde un punto de vista médico, comprender bien las diferencias
cerebrales entre ambos sexos es importante porque estas pueden ayudar a
comprender por qué hombres y mujeres sufren enfermedades mentales diferentes y
a tratarlas. Por ejemplo, se sabe que los hombres son mucho más propensos a
padecer autismo que las mujeres y las mujeres más propensas a la depresión o la
ansiedad que los hombres.
Algunos especialistas creen que las diferencias entre los cerebros
masculino y femenino se deben a la tradicional división de trabajo que ha
existido no sólo en el ser humano, sino también en otros animales que nos han
precedido en la escala filogenética.
Français : La structure cérébrale des hommes et des femmes
Ver :
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