La ventaja de aprender un segundo idioma es una mayor integridad de la materia
blanca,
es decir, una mayor eficiencia en la transmisión de la información
El bilingüismo es la capacidad de una persona para utilizar indistintamente dos lenguas en cualquier situación comunicativa y con la misma eficacia.
El
multibilingüismo es la capacidad que tenemos de poder entender y hablar varias
lenguas a la vez sin dificultad de pasar de una lengua a otra. Por bilingüe hay
que considerar no sólo la persona que habla dos idiomas nacionales, sino
también dialectos o idiomas regionales.
* Mejora
de los procesos atencionales, sobre todo de la atención sostenida y dividida.
* Mejora
de procesos básicos como la memoria de trabajo, necesaria para el mantenimiento
de cualquier conversación.
* Mejora
de la ejecución de cualquier plan de acción.
Bilingüismo simultáneo. Es fruto de una
exposición a diferentes lenguas durante etapas muy tempranas de crecimiento,
incluso en las etapas pre-lingüísticas de los primeros meses de vida.
Bilingüismo sucesivo. Un idioma se
aprende cuando ya existe una lengua primaria bien asentada.
Cerebro monolingüe y cerebro bilingüe
El cerebro bilingüe
no es igual que el monolingüe. Ni a nivel fisiológico ni funcional. Hablar más
de una lengua hace que el cerebro trabaje de forma distinta, que se activen
diferentes áreas neuronales y que aumente la densidad de la materia blanca, la sustancia aislante que recubre las conexiones nerviosas. Esas diferencias se
traducen en la práctica en mentes más flexibles y eficientes, con mayor
capacidad de atención y concentración, de resolución de problemas y de memoria,
y protegen contra el deterioro cognitivo provocado por la edad o por una lesión
cerebral.
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Diferencias en la circunvalación frontal inferior en un cerebro monolingüe (rojo) y en un bilingüe (azul) |
Es decir, que la principal
diferencia entre un cerebro monolingüe y otro bilingüe está en su capacidad
para tomar decisiones. No es que unos sean más inteligentes que otros, sino que
desarrollan otro conjunto de habilidades. Por ejemplo, los bilingües
desarrollan capacidades cognitivas que les
permiten adaptarse a los cambios en las tareas que están desarrollando.
Esto se debe a que su cerebro está constantemente eligiendo la lengua en la que
se expresa, lo que le da mucha más flexibilidad. También les permite
concentrarse y memorizar mejor.
![]() |
Actividad cerebral bilingüismo vs monolingüismo |
Se
ha comprobado que las personas bilingües y monolingües utilizan partes
diferentes del cerebro para cambiar de tarea cognitiva: mientras que los
bilingües usan la misma área cerebral que para cambiar de lengua y controlar la
lengua que hablan – el frontal inferior izquierdo o área de Broca y los
ganglios basales –, los monolingües tienen una menor participación de estas
zonas y un mayor control de estas funciones desde áreas homólogas del
hemisferio derecho.
Como
las estructuras cerebrales que regulan el control atencional – el ignorar la
información irrelevante – son las mismas que utiliza un bilingüe para focalizar
una lengua u otra según con quien está, la práctica proporciona más eficiencia al
bilingüe.
Beneficios del bilingüismo
Los
beneficios del bilingüismo han sido confirmados por múltiples investigaciones,
especialmente cuando la adquisición de esos idiomas comienza desde temprana
edad.
Ser
bilingüe supone una ventaja para la capacidad cognitiva del cerebro, la misma
que juega a favor de quienes buscan ejercitarlo para mejorar importantes
actividades como la memoria y la atención.
Las
personas bilingües también practican constantemente la flexibilidad cognitiva
al decidir cuál lengua hablar y cuál suprimir de acuerdo con el contexto en que
se encuentran, habilidades que también se aplican a la capacidad para adaptarse a
cambios de manera fácil y procesar información de un modo eficiente.
Durante
el primer año de vida, y como un primer paso en el desarrollo del lenguaje, los
cerebros infantiles están altamente afinados para recoger y almacenar
información sobre los sonidos que son relevantes e importantes para el idioma
que escuchan a su alrededor.
Los científicos ya saben que los
adultos jóvenes bilingües y los niños realizan mejor las tareas que dicta
el sistema de control ejecutivo del cerebro.
Situado en la parte frontal del
cerebro, este sistema es la base de la capacidad para pensar de forma compleja,
controlar la atención y hacer todo lo que pensamos como un pensamiento
excepcionalmente humano.
Por otro lado, el ser bilingüe
tiene ventajas económicas. Las personas que hablan más de un idioma tienen más
oportunidades de empleo. Hoy en día, en esta fuerza de trabajo global, las
compañías buscan cada vez más emplear personas bilingües.
Actualmente los estudios revelan
que las ventajas del bilingüismo persisten en la edad madura, incluso cuando la
agudeza natural del cerebro se reduce.
Factor edad
Las
investigaciones indican que la edad a la que se aprende una segunda lengua
importa y deja huella en el cerebro y en la habilidad para hablarla, pero no
necesariamente afecta a los beneficios cognitivos que conlleva ser bilingüe. La
mayor efectividad en tareas de atención también se da en personas que han
aprendido el segundo idioma más tarde.
En
el cerebro del bilingüe se activan las dos lenguas, aunque sólo hable una,
porque ha de esforzarse y realizar una serie de procesos mentales extras para
evitar que el segundo idioma interfiera, para escoger de entre las dos lenguas
la palabra que precisa en ese momento y descartar la del otro idioma; así que
ejercita el control ejecutivo aunque no use la segunda lengua constantemente.
Lo
que cuenta es qué lengua llega antes al cerebro, porque aunque el segundo
idioma se aprenda muy pronto y se tenga un alto nivel, su representación y
procesamiento en el cerebro es diferente.
Para
la fonología importa la edad a la que se aprende el idioma porque el mapa
fonológico se hace muy temprano, pero también afecta a cómo se procesa la
sintaxis.
Los
bebés nacen preparados para todos los idiomas y son capaces de apreciar las
diferencias fonéticas de cualquier lengua, pero en el primer año se
“sintonizan”, aprecian mejor los fonemas de la lengua que escuchan y dejan de
apreciar otros.
En
el caso de los bebés bilingües, la sintonización implica que al año diferencian
los fonemas de las dos lenguas que oyen.
Relación entre el cerebro y el
aprendizaje de un segundo idioma
La
ciencia está llevando a cabo estudios en el cerebro. En estos estudios se está
observando qué pasa a medida que aprendemos más cosas, entre ellas un segundo
idioma. Los efectos
del bilingüismo en el cerebro se han analizado profusamente en los últimos años
desde distintos puntos de vista. Hay investigaciones que apuntan a que hablar
dos idiomas permite combatir mejor el Alzheimer o la demencia y es que el
asentamiento de un segundo idioma en el cerebro, retrasa estas enfermedades, no
las puede curar, pero si retrasar su efectos.
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Mapa del cerebro bilingüe |
Los
niños aprenden su lengua materna muy fácilmente y si tienen que aprender un
segundo idioma, lo aprenden sin dificultad. Si que es verdad que a las personas
mayores, les cuesta el doble aprender el idioma ya que está demostrado
científicamente que mientras los niños guardan el segundo idioma en la misma
zona del cerebro, los mayores tienen que emplear otra zona del cerebro para
conseguir aprenderlo.
El cerebro de una persona
bilingüe funciona como un semáforo. Cuando tiene que elegir una palabra, da luz
verde al idioma que está usando y frena con una luz roja el término del que no
necesita. Este proceso natural de selección, que hace centenares de veces al
día, es como una gimnasia involuntaria que mejora su materia gris. Las personas que hablan varios idiomas
ejercitan más la mente y aprenden de forma natural a desechar distracciones.
El bilingüismo
aporta una mejora de las funciones cerebrales en todas las edades. Tiene una
enorme importancia en el aprendizaje en periodos infantiles y refuerza la
importancia de conocer dichas lenguas en la primera infancia.
Los estudios sobre
la influencia del aprendizaje de lenguas en el cerebro también dan la razón a
los multilingües, ya que éstos utilizan y mejoran muchas más áreas neuro-funcionales
a la hora de llevar a cabo cualquier función cognitiva. En este sentido
diferentes estudios neurofisiológicos demuestran que el aprendizaje de otras
lenguas favorece diferentes conexiones cerebrales y aumenta la conectividad de
las mismas en áreas diferentes a las propiamente lingüísticas como puede ser la
activación del hemisferio derecho y de áreas occipitales del mismo.
Parece que tanto el
idioma materno como el segundo idioma comparten representaciones neutrales en
las áreas clásicas del hemisferio izquierdo fronto-temporal. Sin embargo, el
lenguaje con menos habilidad también involucra regiones bilaterales visuales
posteriores durante el mismo tiempo.
Los
expertos consultados creen que cuanto más parecidas son las lenguas que se
hablan, más esfuerzo ha de realizar el cerebro del bilingüe para distinguirlas
y separarlas, lo que implicaría una mejora de las habilidades cognitivas. Se
cree que es más fácil aprender una tercera lengua si ya se sabe dos.
En las personas
mayores el desarrollo más intenso de las áreas del cerebro encargadas de las
funciones de ejecución y atención que propicia el bilingüismo favorece la salud
cerebral y retrasa el desarrollo del Alzhéimer o de la demencia.
El
cerebro es como un músculo, y cuanto más se hablen las dos lenguas y mejor se
conozcan sus estructuras y su léxico, más se ejercita y mayores beneficios se
obtienen.
Los adultos, a la
hora de aprender un idioma, cuentan con recursos que los niños más pequeños no
pueden tener. El más evidente es la capacidad cognitiva, pero también la
posibilidad de auto-motivarse, de aprender deliberadamente, etc. Sin embargo,
más allá de la psicología del desarrollo, lo que hace posible el aprendizaje de
varios idiomas es la necesidad. En ese sentido, tanto los bilingües simultáneos
como los sucesivos usan los idiomas respondiendo a un contexto determinado.
Desarrollo del lenguaje en los niños
A mediados del siglo XX, muchos
estudios defendían que los niños que estudiaban varias lenguas tenían un
vocabulario más pobre, aprendían más lentamente y cometían más errores. Sin
embargo, estudios recientes demuestran que los niños que dominan varias lenguas
no tienen mayores dificultades en el procesamiento del lenguaje y en procesos
cognitivos similares. Es más, incluso son mejores en funciones básicas como los
procesos de la atención. En dichos procesos, los niños multilingües son capaces
de procesar varios estímulos sensoriales a la vez y al mismo tiempo procesar
cognitivamente estímulos en los que tienen focalizada la atención. Estos
procesos de atención son necesarios para llevar a cabo las funciones ejecutivas que
se desarrollan principalmente en áreas pre-frontales durante la primera
infancia, hasta los cinco o seis años.
Se ha descubierto que las bases
del lenguaje se forman desde antes del nacimiento, cuando el feto está en el
vientre de la madre. Durante el tercer trimestre el feto adquiere su capacidad
auditiva y empieza a captar los sonidos de su entorno, y un sonido que escucha
constantemente es la voz de la madre. Es por eso que los bebés, al nacer, el
primer sonido que reconocen es la voz de la madre.
Estudios culturales han mostrado
que los llantos y balbuceos que hacen los bebés al nacer suenan diferente
dependiendo del idioma que hablen los padres. Los bebes franceses lloran en
nota creciente, mientras que los alemanes lloran en nota decreciente, imitando
los contornos melódicos de sus idiomas, explicó la científica Annie Murphy Paul, quien ha investigado
ampliamente cómo se desarrolla el aprendizaje del feto en el vientre.
Los expertos en educación
aseguran que los primeros cinco años de vida son cruciales en el desarrollo del
lenguaje de los niños, ya que es cuando se desarrolla el 90% de su cerebro. Es
por eso que, durante esos primeros años, es muy importante que los padres
hablen, canten, y lean con los pequeños constantemente ya que, entre más
palabras oyen, más desarrollarán sus habilidades de lenguaje y su vocabulario.
Uno de los motivos por los que
los niños multilingües mejoran mucho las funciones ejecutivas y los procesos de
memoria es porque mientras los monolingües cuando hablan o escuchan cualquier
lengua solamente tienen que acudir a un sistema de almacenamiento de la
información, los multilingües necesitan varios almacenamientos de memoria,
correspondientes a los diferentes idiomas aprendidos.
Esto les confiere una mayor capacidad de relación y diferenciación
de la lengua, al mismo tiempo que necesitan utilizar más recursos cognitivos;
el resultado es una mayor capacidad de atención, mayores recursos cognitivos y
neuro-funcionales.
El cambio constante de una
lengua a otra a la que están sometidos constantemente genera una mayor
actividad cognitiva y mayores recursos neuro-funcionales. Esto permite a los
niños bilingües una mejora importante de las funciones cognitivas básicas, como
la atención y la memoria de trabajo, al estar de forma
automática ejerciendo constantemente funciones ejecutivas de gran complejidad.
Esta capacidad cognitiva les
facilita unas respuestas más rápidas
y con menos errores en diferentes situaciones complicadas de la vida diaria, en
las que se necesita seleccionar una respuesta entre estímulos distractores.
Muchas veces los padres, e incluso
los maestros, creen que si los niños crecen oyendo dos idiomas se van a
confundir y tardarán más en desarrollar el lenguaje. Sin embargo, se ha
demostrado que esta creencia es totalmente errónea.
Apenas con tan sólo unos días de
haber nacido, un bebé puede distinguir entre dos idiomas diferentes. Los niños,
cuando son pequeños, tienen una capacidad increíble para asimilar y aprender
diferentes idiomas a la vez, así que es el mejor momento para que aprendan
diferentes lenguas.
Según la Asociación de Niños
Multilingües, el mejor momento para aprender diferentes idiomas va de los cero
a los tres años de edad. Estudios de imágenes cerebrales muestran que los
diferentes idiomas se almacenan muy cerca uno del otro en el cerebro de los
niños que son bilingües desde que nacen. En cambio, en niños que se vuelven
bilingües más tarde, el cerebro almacena los idiomas de diferente manera. Esto
significa que después de los tres años los niños tendrán que hacer un mayor
esfuerzo para aprender un segundo idioma.

El impacto de aprender dos o más
lenguas diferentes antes de los seis
años permite por un lado tener dichas lenguas integradas en las misma
áreas cerebrales, es como si estuviesen fusionadas y se disparasen de forma
simultánea y con la misma velocidad. Podríamos decir que mantienen un sistema
unitario de adquisición y ejecución de dichas lenguas.
Cuando los idiomas se aprenden a
partir de los tres años, los niños serían capaces de distinguir claramente los
fonemas de las diferentes lenguas. El resultado es una mayor y mejor conciencia
de cada una de ellas y una mejor integración de las mismas en el mundo real, al
tener conciencia de dicha diferenciación.
A nivel intelectual se ha
demostrado que el saber más de un idioma aumenta las habilidades cognitivas – o
sea los niños bilingües se vuelven más inteligentes. El tener que asimilar y
diferenciar dos idiomas les desarrolla a los niños una mayor capacidad de
concentración y de flexibilidad mental. Estas habilidades los ayudan para
entender conceptos complejos, y resolver problemas tanto matemáticos como
lingüísticos.
Se ha comprobado que los niños
que entran a la escuela y siguen perfeccionando su idioma natal a la vez que
aprenden el inglés, tendrán más éxito académico, y aprenderán el inglés mejor.
Los estudios han demostrado que los estudiantes que aprenden en programas
bilingües tienen mejores resultados en los exámenes estandarizados que los
niños monolingües.
*
* *
Investigación
El idioma materno prepara al
cerebro para aprender otras lenguas
Según
un estudio realizado por investigadores de la Universidad McGill en Montreal,
publicado en la revista científica Nature
Communications en diciembre 2015, el idioma materno nunca se olvida,
por más que una persona haya dejado de hablarlo temprano en su vida para
adoptar otro, e incluso podría influir en cómo se procesan los sonidos de otras
lenguas.
El
estudio permite comprender cómo funciona la plasticidad cerebral, o cómo el
cerebro desarrolla sus conexiones, y podría dar pie al desarrollo de métodos
educativos más efectivos para hablantes de distintos idiomas.
La
investigación sometió a tres distintos grupos de niños, entre los 10 y 17 años
de edad, a resonancias magnéticas funcionales (fMRI) mientras escuchaban
palabras inventadas que sonaban a francés, como "vapagne" o
"chansette".
El
primer grupo era de niños nacidos y criados en hogares franco-hablantes. El
segundo estaba compuesto por niños chinos adoptados antes de los tres años de
edad, por una familia franco-hablante, que dejaron de hablar chino y sólo
hablaban francés. El tercer grupo era de niños bilingües en chino y francés.
En
los cerebros de los niños exclusivamente franco-hablantes, las partes
involucradas en el procesamiento de los sonidos asociados al lenguaje se
activaron, mientras que en los otros dos grupos de niños expuestos al chino se
activaron esas partes, y otras más, como las asociadas a la memoria y a la
atención general.
Además,
los científicos observaron que los niños chinos que fueron adoptados por
familias francesas y que ya no hablaban chino, que al momento del estudio eran
monolingües, como quiera procesaban el lenguaje de una manera similar que los
niños bilingües.
Estos
resultados sugieren que los niños expuestos al chino como infantes procesan el
francés de una manera distinta a los niños que sólo hablan francés. Los
investigadores creen que los hallazgos de esta investigación demuestran la
influencia del lenguaje materno en el desarrollo cerebral, y la capacidad del
cerebro de adaptarse a nuevos idiomas.
Esta
nueva investigación agrega un otro ángulo al entendimiento de cómo el
bilingüismo funciona en el cerebro.
Las personas que hablan dos
idiomas tienen más materia gris
Un estudio del Centro para el
Estudio de Aprendizaje de la Universidad de Georgetown Medical Center (Estados
Unidos), publicado en la revista Cerebral
Cortex en julio 2015, ha determinado que las personas que hablan dos idiomas tienen más materia gris en la región
de control ejecutivo del cerebro que quienes dominan una sola lengua.
Se solía pensar que el
bilingüismo podía provocar un retraso en el desarrollo del lenguaje en los
niños; sin embargo, este estudio demostró que los individuos bilingües obtienen mejores resultados, en comparación con
los monolingües, en tareas que requieren atención, inhibición y memoria a corto
plazo, denominados como control ejecutivo.
Los investigadores compararon el
volumen de materia gris entre bilingües y monolingües adultos. Pensaron que la
experiencia con dos idiomas y la mayor necesidad de control cognitivo para usar
adecuadamente daría lugar a cambios en el cerebro en personas bilingües en
español e inglés en comparación con lo observado en las personas monolingües en
inglés. Y de hecho se observó mayor
materia gris en las regiones frontal y parietal del cerebro de los bilingües,
que son las implicadas en el control ejecutivo.
Así se comprobó que la materia
gris del cerebro difiere en volumen en función de las experiencias de cada
persona.
Otro objetivo era abordar si el
hecho de hablar dos lenguas lleva a tener ventajas cognitivas y una materia
gris más grande que la observada en los bilingües español-inglés, o si otros
aspectos de ser bilingüe, como el amplio vocabulario, podría ser responsable de
ello.
Los investigadores compararon la
materia gris en los bilingües de lenguaje de señas americano (ASL) e inglés
hablado con los usuarios monolingües de inglés. Tanto los bilingües
español-inglés como los ASL-inglés compartían cualidades asociadas con el
bilingüismo, como el rico vocabulario. Pero a diferencia de los bilingües de
dos idiomas hablados, los bilingües ASL-inglés pueden firmar y hablar al mismo
tiempo, lo que permite a los
investigadores probar si la necesidad de inhibir la otra lengua podría explicar
la ventaja bilingüe.
A diferencia de los hallazgos para
los bilingües español-inglés, no se encontraron pruebas de una mayor materia
gris en los bilingües ASL-inglés. Por lo tanto se concluye que la gestión de las dos lenguas habladas en la
misma modalidad, en lugar de un vocabulario más amplio, conduce a las
diferencias observadas en los bilingües español-inglés.
Aprender un idioma aumenta la
materia blanca del cerebro
Investigadores
de la Escuela de Psicología de la Universidad de Kent (Reino Unido) en un estudio,
publicado en la revista PNAS en enero 2015, han demostrado que el
bilingüismo tiene el mismo efecto positivo en el cerebro que el aprendizaje de
una segunda lengua en un entorno de inmersión a una edad adulta – en
condiciones similares a las de un hablante nativo cuando aprende su idioma
materno –.
Los
individuos que aprenden inglés como segundo idioma desarrollan una estructura
de la materia blanca del cerebro similar a la de los bilingües. Los resultados
indican que tanto unos como otros mejoran la cobertura de mielina. Estos
beneficios pueden darse hasta en edades adultas, independientemente del uso
continuado de la lengua.
En
sus experimentos, los científicos han mostrado el papel de la materia blanca, y
han resaltado que la cobertura de mielina – el componente que garantiza la
transmisión de los conocimientos en la materia blanca – mejora tanto en
personas bilingües, como en las que aprenden un segundo idioma.
La
materia blanca se denomina así porque los axones están envueltos en una capa de
grasa, la mielina. Esta sustancia es como un aislamiento que impide la fuga de
información en el axón – las avenidas principales que transfieren información – y asegura una mejor comunicación entre las neuronas.
Al
analizar las imágenes cerebrales obtenidas de los participantes, los
investigadores observaron que tanto unos como otros poseían los mismos grados
de mielinización de los axones.
Utilizaron
un método de resonancia magnética denominada Diffusion-Tensor Imaging
(DTI), que analiza el movimiento de las moléculas de agua a través de la
materia blanca del cerebro. Cuando detectaron una mayor dificultad del agua
para moverse a través de la sustancia blanca, supusieron que tenía un mejor
aislamiento, es decir, una mayor mielinización de los axones.
Las
imágenes mostraron una mayor integridad en varias zonas de la materia blanca en
los estudiantes de la segunda lengua similares a la que poseían los bilingües
de toda la vida (independientemente del uso de la lengua de los últimos). Esto
no se correspondía con los participantes monolingües.
Antes,
se decía que los bilingües natales conservaban la estructura de la materia
blanca debido a las mayores demandas cognitivas que vienen con el manejo de dos
idiomas durante muchos años. Ahora se cree que cualquier beneficio del
bilingüismo en la estructura del cerebro es simplemente un efecto de manejar
activamente dos idiomas sin presuponer su uso permanente, pues los
participantes tenían unos 30 años de edad y habían sido bilingües activos
durante cerca de 7-8 años.
En
otras palabras, el bilingüismo de inmersión, incluso en bilingües tardíos,
conduce a cambios estructurales que pueden aportar beneficios en la edad
avanzada, proporcionando asistencia para la preservación de la estructura de
materia blanca en el cerebro. Las ventajas que apuntan los investigadores son
una mayor integridad de la materia blanca, correspondiente una mayor eficiencia
en la transmisión de la información.
Según
los investigadores, el siguiente paso lógico para esta investigación consistiría
en la realización de un estudio longitudinal, en el que se escaneara la
actividad de bilingües de temprana edad durante un período de 3 años (o incluso
más). El objetivo, afirman, sería investigar la evolución temporal de estos
efectos, y hacer un gran balance de los beneficios para el cerebro al aprender
una segunda lengua en un entorno de inmersión.
En
definitiva, en el estudio se sugiere que el bilingüismo, que se practica desde
la vida temprana, afecta a la estructura de la materia blanca del cerebro y
conserva su integridad en la edad avanzada de la misma manera que se han
encontrado efectos similares en la materia blanca en individuos bilingües, que
aprenden su segunda lengua en un tiempo más tardío y son usuarios activos de
los dos idiomas.
Este
hallazgo es un fuerte argumento a favor de los beneficios generales del
aprendizaje adicional de idiomas y la importancia de su uso en un entorno de
inmersión.
Hablar dos idiomas retrasa el
envejecimiento del cerebro
Un estudio realizado por científicos
de la Universidad de Edimburgo, publicado en la revista Annals of Neurology en junio 2014,
se centra en si aprender un segundo idioma podría retrasar el envejecimiento
cerebral y la aparición del deterioro cognitivo.
En su estudio participaron 262 voluntarios,
cuyas funciones cognitivas fueron evaluadas cuando alcanzaron los setenta años
(previamente se conocían los datos de test de inteligencia realizados en su
niñez).
El objetivo de esta
investigación fue conocer si el
bilingüismo y el aprender un segundo idioma retrasaba el deterioro cognitivo,
o si por el contrario, las personas con menor envejecimiento cerebral podían
conocer una segunda lengua de manera más sencilla.
Según los resultados las
personas bilingües conseguían retrasar los primeros síntomas del deterioro
cognitivo.
Estas conclusiones demostraron
que aquellos individuos que aprendían un segundo idioma en la etapa adulta
también eran capaces de mantener su cerebro más joven.
La investigación vuelve a demostrar
que el entrenamiento cerebral no tiene edad, sino que activar
nuestras conexiones neuronales puede también mantener nuestra mente en forma.
El estudio concluyó que el bilingüismo favorecía las habilidades
cognitivas relacionadas con la inteligencia y la capacidad lectora. Además, los
investigadores vieron efectos muy positivos del entrenamiento cerebral mediado
por el aprendizaje del segundo idioma sobre la atención, la focalización y la
fluidez.
Nuestro cerebro es plástico y
puede adaptarse a las nuevas condiciones del medio. Estos cambios favorecen la
creación de nuevas conexiones sinápticas y por tanto, retrasan de manera clara
el deterioro cognitivo y el envejecimiento asociados a la edad.
La mejor gimnasia para el
cerebro es el bilingüismo
Dos equipos de investigación
estadounidenses estudian en la actualidad las ventajas que una segunda lengua
supone para el día a día. Ambos equipos se centran en la observación de las
partes del cerebro que se activan en las personas que solo dominan un idioma
frente a aquellas que funcionan en el caso de los que se comunican al menos en
dos lenguas con fluidez.
Según investigadores de la Universidad
de Northwestern y de Houston, en un estudio publicado en la revista Brain
and Language en 2014, los cerebros bilingües están mejor equipados para
procesar información.
Los científicos se sirvieron de
jóvenes texanos de entre 18 y 27 años, de los que 17 eran bilingües en español
e inglés y 18 sólo hablaban inglés, para continuar ampliando los conocimientos
sobre el funcionamiento de un cerebro acostumbrado a manejar dos idiomas. Se
estudiaba qué partes de su cerebro se activaban cuando escuchaban varias
palabras con pronunciaciones similares en inglés, y otras más diferenciadas, y
determinaron que los bilingües tienen
mayor capacidad para concentrarse en una tarea y aislarse del ruido o
las interferencias a su alrededor.
El Instituto de Aprendizaje y
Ciencias del Cerebro de la Universidad de Washington en Seattle, trabaja en la
misma línea y analizan el proceso informal que desarrollan los niños para aprender
varios idiomas a un tiempo.
Desde mediados de 2014, están en
contacto con la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Educación para ampliar
su investigación a centros escolares en la primera etapa infantil (de cero a
tres años).
El equipo de trabajo de Seattle,
incluye investigadores postgraduados que analizan el aprendizaje y el
comportamiento del cerebro de sus propios hijos, que son bilingües de inglés combinado
con diferentes idiomas. El cerebro de una persona que habla dos lenguas es
mucho más flexible, enfrenta situaciones más complejas por lo que busca mejor
las soluciones y acaba resultando mucho más ágil.
Ya han presentado sus
investigaciones en el Congreso de los Estados Unidos. Sus conclusiones sirvieron
para tranquilizar a la sociedad frente al temor bastante extendido que un
alumno que crece entre dos idiomas perjudica la lengua materna y el aprendizaje
de otras materias.
Hablar idiomas disminuye el
riesgo de padecer Alzheimer
Un grupo de investigadores del
hospital San Raffaele de Milán en un estudio, publicado en PNAS (Proceedings of
the National Academy of Sciences) en julio 2016, ha demostrado que la enfermedad
de Alzheimer se presenta más tarde en las personas bilingües y al mismo tiempo
con síntomas menos intensos.
Los investigadores han centrado
su trabajo en las personas que hablan dos o más idiomas. En el experimento
participaron 85 personas, algunas de las cuales hablaban idiomas y otras no.
Para obtener resultados utilizaron una tomografía por emisión de positrones que
medía el metabolismo cerebral y la conectividad funcional entre las distintas
estructuras del cerebro.
![]() |
Cerebro con Alzheimer (izquierda) muy reducido comparado con cerebro sano (derecha) |
Según las conclusiones, en las personas
con capacidad para hablar dos o más lenguas se producía un retraso de unos 5 años en el avance del
Alzheimer y poseen también una capacidad mayor para reconocer lugares y rostros.
La investigación pone de
manfiesto también que el efecto benéfico del bilingüismo para frenar los
síntomas de la enfermedad de Alzheimer depende mucho del uso que se haga de
ambos idiomas a lo largo de la vida.
Esto demuestra una relación
directa entre el bilingüismo y un mejor rendimiento del cerebro. La cuestión no
es tanto conocer dos lenguas, sino usarlas de una manera activa durante toda la
vida.
La investigación italiana es la
primera en estudiar el efecto del bilingüismo en un gran grupo de pacientes con
demencia de Alzheimer.
* *
*
No es demasiado tarde para
beneficiarse de un nuevo idioma
![]() |
Saber más de un idioma es bueno para la actividad cerebral |
Si se desea aprender un segundo
idioma, se necesita reservar algo de tiempo para ello y las pruebas sugieren
que la recompensa vale la pena.
Incluso aunque no se aprenda un
segundo idioma hasta la edad madura, todavía puede ayudar a evitar la demencia.
Ser bilingüe es una forma de
mantener el cerebro activo, es parte del enfoque de reserva cognitiva para el funcionamiento
cerebral.

Es importante que en esta etapa
de la vida se lleve a cabo un programa de estimulación cognitiva que permita
estimular, rehabilitar, entrenar y potenciar la atención y la memoria de forma
relajada y con ejercicios diarios. Con el aprendizaje de un segundo idioma se
conseguirá una mayor capacidad cognitiva y una mejora en la relación con los
demás y consecuentemente en la propia calidad de vida.
El aprendizaje de un idioma es
un proceso enriquecedor en el sentido en que proporciona los medios para
comunicarse con gente procedente de diferentes países al propio y, a su vez, despierta
en la persona que lo estudia el sentimiento de la curiosidad que le permitirá
seguir avanzando y conociendo acerca del idioma, el país y la cultura
extranjera, lo cual es muy positivo para adoptar una perspectiva más amplia de
la forma que tenemos de ver el mundo.
Beneficios psicológicos de
aprender una segundo idioma
Crecimiento del cerebro
![]() |
Aumenta la habilidad del cerebro para enfrentar las patologías |
Previene la demencia
El bilingüismo retrasa hasta
cinco años el inicio de la enfermedad de Alzheimer en personas con riesgo de
padecer esta demencia, lo cual es superior incluso al efecto que logran los
actuales fármacos.
Mejora la capacidad de escucha
Ser bilingüe mejora la capacidad
de escucha ya que el cerebro tiene que procesar más información para distinguir
los diferentes tipos de sonidos de dos o más idiomas.
Los niños que crecen en hogares
bilingües son capaces de distinguir idiomas que ni siquiera han escuchado
antes. Así por ejemplo, los niños de hogares que hablan español y
catalán, son capaces de diferenciar naturalmente entre el alemán y el francés.
Mejora la memoria

Los bilingües son mejores en la multitarea
Aprender un segundo idioma
también favorece cambiar de una tarea a otra más rápidamente, poseen una mayor
flexibilidad cognitiva y les resulta más sencillo adaptarse a circunstancias
inesperadas.
Incrementa la atención
Otro de los beneficios de los
bilingües es poseer un mayor control sobre su atención y la capacidad de limitar
las distracciones.
Dobla la activación
Duplica la activación cognitiva,
mejora la atención y la multitarea, las personas bilingües al tener dos
idiomas en su mente al mismo tiempo, deben elegir cuál es el lenguaje adecuado
a cada momento, lo cual parece otorgar una conmutación entrada y salida,
mentalmente benéfica.
Cambia la forma de ver el mundo
Aprender un nuevo idioma
literalmente cambia la forma de ver el mundo, aprender japonés, por ejemplo, el
cual emplea términos básicos para denominar la luz y el color azul oscuro,
podría ayudar a percibir el color de forma diferente.
Mejora el dominio de la primera
lengua
Por último, el aprender una
lengua diferente a la nativa ayuda a comprender mejor las normas y estructuras
del lenguaje abstracto, lo cual redunda en un mejor dominio del idioma propio,
además el descubrir nuevas culturas a través de su lenguaje permite obtener un
nuevo punto de vista de la propia cultura desde la perspectiva del otro.
El bilingüismo que vivimos hoy
es el de un mundo masivamente globalizado, con una lengua
franca claramente imperante (el inglés) e idiomas minoritarios pero que en mayor o menor medida
están expuestos a todo el mundo. La
posibilidad de ser bilingüe hoy en día significa la
posibilidad virtual de
conocer cualquier idioma que exista ahora mismo en algún lugar del planeta.
Ver :
![]() |
Sustancia blanca y sustancia gris del cerebro |
![]() |
Los bebés tienen consciencia perceptiva a los cinco meses Marcador neuronal de la consciencia |
![]() |
Actividad cerebral en el feto |
![]() |
Hemisferios cerebrales del niño |
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Lateralidad cerebral en el niño |
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Plasticidad neuronal en el niño |
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Importancia del cerebro en el aprendizaje |
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La lectura estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones cerebrales |
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La música favorece el desarrollo cerebral infantil |
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Actividades para ejercitar el cerebro |
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El ejercicio físico mejora el funcionamiento del cerebro |
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La mejor dieta para el cerebro |
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¿El cerebro envejece? Las neuronas continúan generándose |
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Fortalecimiento de la conectividad cerebral |
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Cómo estimular las funciones cerebrales |
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