marzo 17, 2014

Lateralidad Cerebral en el Niño




Lateralidad : entre los dos hemisferios cerebrales tiene que haber uno que “domine”


La lateralidad es el proceso a través del cual el niño llega a hacer un uso preferente de una parte del cuerpo sobre otra, debido a la supremacía que un hemisferio cerebral ejerce sobre el otro.

La lateralización es el proceso por el que se desarrolla la lateralidad. Es importante una adecuada lateralización previa, para el aprendizaje de la lectura-escritura y la completa madurez del lenguaje.

Esta definición de la lateralidad reviste profunda importancia  para la relación del niño con el medio, para establecer las bases de la comunicación a través del cuerpo y fundamentalmente de sus extremidades (los puntos corporales claves en el manejo de elementos y en los desplazamientos son las manos y los pies) con el mundo de los objetos y ajustarse a las prácticas socioculturales establecidas en cuanto a la utilización de una y otra mano.

Cuando se habla de lateralidad, se debe separar la corporal de la cerebral.

La lateralidad corporal, es la preferencia, y por ende, el uso más frecuente y efectivo de una mitad lateral del cuerpo sobre la otra, ejemplo: brazo, mano, pierna, pie, ojo… derecho o izquierdo.

La lateralidad cerebral, genera la lateralidad corporal. Esto se debe a la especialización o predominio de un hemisferio sobre el otro.

En cuanto al desarrollo de la lateralidad, hasta casi los tres años, el niño va experimentando con ambos lados del cuerpo.

Entre los 2 y 3 años el niño reconoce y nombra las diferentes partes del cuerpo, se define el predominio lateral y el uso permanente y constante de la mano  o la pierna más hábil.

A los 4 años reconoce uno y otro lado de su cuerpo y de las cosas.

Entre los 5 y 6 años reconoce su derecha e izquierda con seguridad y en distintas posiciones y proyección de esas nociones en las demás personas y objetos que se encuentran en el espacio.

Cuando un niño aún no ha logrado definir la lateralidad se dice que es ambidiestro (desarrolla con ambas manos las mismas habilidades). La mayoría de los niños pequeños van cambiado de mano o usan la dos manos al mismo tiempo. Es alrededor de los 4 años cuando se establece la preferencia sobre una u otra mano.

Alrededor de los 7 u 8 años es cuando se sabe si el niño es diestro o zurdo, ya que es cuando opta por la mano de la escritura y se produce la "lateralización definitiva".

Lateralización pura. Es cuando domina el mismo lado en pie, mano y ojo.
Lateralización cruzada. Es cuando, por ejemplo, se es diestro de mano y zurdo de ojo o viceversa.

Nuestro cuerpo y nuestro sistema nervioso están compuestos por sistemas dobles: dos oídos, dos ojos, dos manos, dos pies, etc.

Cada lado del cuerpo está controlado preferentemente por un hemisferio cerebral, el del lado contrario. Por ejemplo, la mano y el pie izquierdo están controlados por el hemisferio derecho. Cuando damos una respuesta ésta tiene que ser única (al hablar, leer, escribir o movernos). Sería difícil moverse si cada lado del cuerpo hiciera movimientos hacia direcciones contrarias.

Por esto, entre los dos hemisferios cerebrales tiene que haber uno que “domine” o mande sobre el otro y así poder ejecutar una sola respuesta, sin necesidad de “pelear” cada vez entre ambos hemisferios para ver cuál se impone.

Se debe estimular a los niños para que realicen las actividades con ambas partes del cuerpo y con las dos manos, a fin de que cuenten con los suficientes datos y experiencias, y poder así elegir la mano preferente.

En general se sugiere incentivar o apoyar la preferencia derecha, pero sin forzar o insistir. Si se fuerza al niño a utilizar la mano contraria a su lado dominante, su sistema nervioso puede desorganizarse, repercutiendo esto en una mala organización del espacio vital y por ende, del espacio gráfico.

Según el predominio de las partes físicas incluidas en la lateralidad (manos, ojos, oídos, brazos, piernas y pies), se pueden establecer distintos tipos de lateralidad :

* Lateralidad diestra : se usan los miembros del lado derecho
* Lateralidad zurda : se usan los miembros del lado izquierdo
* Ambidextrismo : se usan miembros de ambos lados
* Zurdería contrariada : el sujeto fue obligado a usar la mano derecha para escribir por ejemplo, pero usa los miembros izquierdos para otras actividades.
* Lateralidad cruzada : por ejemplo, diestro de mano y zurdo de pie o de ojo.

Identificación de la lateralidad


Para conocer la dominancia de la mano se le pide al niño que realice las siguientes actividades:

* Dar cuerda un reloj
* Utilizar tijeras y escribir
* Para la dominancia de pie: saltar en un solo pie, patear la pelota
* Dominancia de ojo: mirar un agujero, telescopio
* Dominancia de oído: escuchar el tic-tac del reloj.

Se analizará si se realizaron todas las actividades con miembros u órganos del lado derecho o izquierdo, entonces se puede saber si el niño es de dominancia definida. Si alternó derecha con izquierda se dirá que tiene dominancia cruzada.

Es importante que se brinde al niño desde los 2 y 3 años, oportunidades varias para emplear la mano y la pierna más hábil y reforzar su uso (tomar elementos, patear pompones, etc).

El dominar la lateralidad ayudará mucho al niño a ubicarse con respecto a otros objetos. El no hacerlo podría repercutir en las dificultades de aprendizaje de algunas materias. Por ejemplo en el caso de las matemáticas se sabe que para sumar y restar varias cantidades se empieza de derecha a izquierda y si no ha trabajado su lateralidad le será difícil ubicarse frente al papel.

¿Como apoyar a los niños en la adecuada determinación de su lateralidad?


Es muy importante que, mientras los niños son pequeños, se les de la oportunidad de definir por ellos mismos cuál será su hemisferio dominante. Por ejemplo, dejarle las herramientas de dibujo o escritura sobre la mesa, para que él las tome por sí mismo. No dárselas directamente en la mano derecha. Realizar con los hijos actividades que fomentan el uso de una mano en el papel dominante y la otra mano en el papel de apoyo, como lavar platos, untar mermelada en un pan, servir agua en vasos, ensartar cuentas en un collar, etc. Es mucho mejor ser un buen zurdo que un mal diestro. Dicho de otra forma, un zurdo frustrado jamás será “diestro”, en todo el sentido de la palabra.


Actividades para desarrollar la lateralidad

* Identificar la mitad derecha e izquierda en su propio cuerpo, en el de su compañero y en su imagen frente a un espejo.

* Manipular, con su mano derecha, la mitad derecha de su cuerpo, iniciando en la cabeza, ojos, oreja, cuello y tronco.

* Llevar diariamente una cinta de color en la muñeca de la mano derecha.

* Señalar en su compañero, puesto de espaldas, partes de su lado derecho e izquierdo, esta misma actividad se realizará con el compañero puesto en frente.

* Frente a un espejo grande y dividido en dos partes iguales con cinta adhesiva, señalar su lado derecho e izquierdo.

* Hacer movimientos oculares de izquierda a derecha.

* Ejercicios unilaterales: con la mano derecha topar su pie derecho.

* Ejercicios simultáneos: con su mano izquierda topar su ojo derecho.

* Ejercicios con el brazo izquierdo y derecho: arriba, lateral, derecha.

* Lectura de carteles de imágenes: el niño debe identificar los dibujos del cartel, siempre de izquierda a derecha, esta misma actividad puede realizarse con colores.

* Dictado de dibujos: la maestra pedirá dibujar figuras geométricas, controlando que el niño realice esto de izquierda a derecha.

* Trazar  líneas horizontales, verticales y con cambios de dirección.

* Hacer dibujos simultáneos: utilizando dos hojas de papel el niño hará círculos simultáneos en las dos hojas y con las dos manos.


Esta serie de ejercicios son pautas que para el maestro o padre de familia realice en el período preescolar, pero mucho juega la creatividad para encontrar otras alternativas. También se puede hacer uso de juegos y juguetes destinados a desarrollar la lateralidad de manera muy divertida.


¿Qué factores determinan que un niño sea diestro o zurdo?


Los factores que influyen en que un niño sea diestro o zurdo pueden ser genéticos, pero también ambientales, puesto que la preferencia por el uso de un lado u otro del cuerpo, a veces, viene determinada por la manera en que el niño se acostumbra a realizar los movimientos. Es importante que se experimente con ambos lados del cuerpo durante los primeros años de vida.

Como causas o factores intervinientes, algunos profesionales citan a los factores neurológicos (predominio de un hemisferio sobre el otro), otros tienen en cuenta los factores familiares (imitación de los modelos parentales o figuras significativas), sociales (utilización de objetos e instrumental preparado para una mano determinada), etc.

La mayoría de personas diestras (que usan más su hemisferio izquierdo) procesan la información de manera “secuencial lineal” en el que un esquema debe completar su procesamiento antes de que se pueda comenzar con el siguiente.

En cambio, los individuos cuyo hemisferio derecho es dominante, procesan la información con “simultaneidad visual“, modo en el que varios esquemas se procesan simultáneamente.

Un efecto lateral de estos modos de procesar la información es que los individuos de lateralidad cerebral izquierda necesitan completar una tarea antes de empezar la siguiente. A los individuos de lateralidad cerebral derecha, en contraste, les conforta cruzar varias tareas, para lo que tienen mayor habilidad. Esto les hace aparecer a la mayoría, lateral cerebral izquierda, como si no terminasen nada. Alternativamente, los individuos de “simultaneidad visual” tienen una excelente habilidad multi-tarea, lo que quizá esté en el origen de las anécdotas que sugieren que son más creativos.

La mayoría de personas procesan la información usando el “análisis”, que es el método de resolver un problema descomponiéndolo en piezas y analizando estas una por una. Los individuos de “simultaneidad visual” procesan la información usando la “capacidad de síntesis”, en donde se resuelve un problema como un todo, intentando usar un método de relaciones para resolver el problema.

Finalmente, nada es tan categórico. El estilo de procesamiento tiene matices, donde algunas personas son más “visualmente simultáneas” y otras son más “lineales secuenciales”, y dependiendo de las circunstancias, se pueden alternar esas modalidades.

Niños diestros o zurdos


Que un niño sea diestro o zurdo no es importante, lo esencial es que el niño tenga bien definida la lateralidad o dominancia de un lado u otro del cuerpo y esto se consolida en torno a los 5 años de edad.

La lateralidad se manifiesta en la mano con la que escribe el niño y también implica el pie con el que chuta el balón, el ojo en el que tienen más agudeza visual o el oído que coloca más cerca de la fuente de sonido para identificar qué es lo que oye. Esto es lo que se conoce como dominancia lateral diestra o zurda y éste es el resultado de un proceso largo y no siempre visible.

A partir de los 4 o 5 años lo importante es que la lateralidad esté bien definida. 

¿ Cómo se desarrolla la lateralidad en los niños ?


Lo más habitual es que la lateralidad aflore de forma espontánea en torno a los 4 ó 5 años y, hasta entonces, está bien que el niño explore y sea capaz de realizar la pinza entre el dedo pulgar e índice con ambas manos.

Una vez que se define como diestro o zurdo se puede potenciar esta preferencia y, sobre todo, intentar que sea homogénea con las dominancias de ojo, oído y pie.

Si este proceso no da como resultado una lateralidad bien definida pueden surgir problemas o retrasos en la adquisición de la lectura-escritura y el aprendizaje. Incluso niños que aprenden a leer y escribir con facilidad pero que no consiguen una buena velocidad lectora o de escritura pueden estar experimentando una lateralidad mal definida. Es decir, que el hemisferio cerebral que domina no sea siempre el mismo o que no esté muy claro cuál es el dominante para determinadas funciones (leer, escribir, coger cosas, hacer fuerza…).


Lateralización y aprendizaje escolar


No hay que angustiarse por "conseguir" que el niño sea diestro o zurdo sino simplemente apoyarle para que use aquella parte del cuerpo que le sale de forma espontánea o con más soltura y observar si su mano dominante coincide con su ojo, oído y pierna dominantes.

Sobre todo porque a la hora de leer o escribir en el colegio el cerebro funciona de forma más eficiente si la información que le llega está toda en un mismo hemisferio cerebral. Es decir, lo que oye por el oído izquierdo llega con más facilidad a la mano izquierda para escribirlo.

Así mismo, lo que escribe con la mano derecha se contrasta más rápidamente con la información del ojo derecho y así poder rectificar sobre la marcha aquello que escribe. La concordancia entre la mano, el oído y el ojo preferente es la que más influye en el aprendizaje escolar dado que ambos, ojo y oído, intervienen en la lectura y la mano se suma además a la escritura. La dominancia de pie tiene menos relevancia en este sentido.


Persona zurda. En una exploración del cerebro, donde el amarillo y el rojo muestran un aumento la actividad, una persona zurda involucrada en el reconocimiento de palabras tiene ocupadas las áreas de la corteza derecha.

Persona diestra. En la misma prueba en un sujeto diestro, el lado izquierdo de la corteza muestra un modelo similar, con gran parte de la actividad en la región frontal y en las áreas temporales y parietal.

La lateralidad es importante en la evolución del niño. Influye en la idea que el niño tiene de él mismo, en el establecimiento de su esquema corporal, en la percepción de la simetría de su cuerpo. Contribuye a establecer la estructuración espacial : al percibir el eje de su cuerpo, el niño percibe también su entorno con relación a este eje.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario