La bacteria de la Borreliosis es transmitida por la picadura de una garrapata infectada
La
enfermedad de Lyme es una infección provocada por la bacteria Borrelia
burgdorferi. Esta bacteria se suele encontrar en animales como los ratones
y los ciervos. Puede infectar a los seres humanos a través de las picaduras de
las garrapatas del género Ixodes (conocidas como garrapatas de pata
negra o del ciervo). Estas garrapatas se infectan con la bacteria Borrelia
burgdorferi al picar a animales infectados, transmitiendo la infección a
los seres humanos al picarles e introducirles la bacteria en el torrente
sanguíneo.
Las
garrapatas son muy difíciles de ver. Las garrapatas inmaduras, o ninfas, tienen
aproximadamente el tamaño de una semilla de amapola. Y los ejemplares adultos
tienen el tamaño aproximado de una semilla de sésamo. Muchas personas que
contraen la enfermedad de Lyme no recuerdan que le haya picado ninguna
garrapata. No todas las picaduras de garrapata provocan la enfermedad de Lyme.
La
enfermedad toma su nombre de Lyme, una pequeña población de Connecticut, Estados
Unidos, donde se advirtió por primera vez en el año 1975 la relación entre las
enfermedades artríticas en niños y las picaduras
de garrapata. Unos investigadores intentaban descubrir el porqué un gran
número de niños estaban siendo diagnosticados con artritis reumatoide infantil
en Lyme y dos ciudades vecinas. Descubrieron que la mayoría de los niños
afectados vivían cerca de zonas arboladas propensas a tener garrapatas.
Epidemiología
La
enfermedad es bien conocida en Europa y han aparecido casos en otros
continentes. La enfermedad de Lyme suele producirse en el verano y el comienzo
del otoño y afecta con mayor frecuencia a los niños y adultos jóvenes que viven
en zonas boscosas.
La
borreliosis de Lyme está distribuida en la mayoría de los países europeos,
algunos países de Asia y tres zonas enzoóticas de Estados Unidos (Costa
Noreste, Minnesota y California). En Australia y Sudamérica (Chile y Brasil,
Colombia, México).
Identificación de garrapatas ixodidas en Piura y Amazonas (Perú)
Las
garrapatas no conocen fronteras o respetan límites. El área de residencia no
refleja con precisión el riesgo de contraer la enfermedad de Lyme, porque las
personas y las mascotas que viajan pueden transportar con ellas, a su destino,
las garrapatas infectadas. Esto crea una dinámica que da lugar a numerosas
oportunidades para exponerse a la enfermedad de Lyme en cualquier sitio en
donde hay árboles, pastos y bosques.
Las
evidencias encontradas, tanto de estudios serológicos como de casos reportados
deben alertar a todos los pediatras a tener dentro de los diagnósticos
diferenciales a la Borreliosis de Lyme, tanto en casos de enfermedad cutánea
como neurológica.
Signos
y síntomas de la enfermedad de Lyme
El
primer síntoma, y el más evidente, de la enfermedad es un sarpullido localizado
que comienza como un círculo rosado o rojo que se expande con el tiempo y que
puede alcanzar varias pulgadas de diámetro o incluso más. Puede aparecer de 3 a
30 días después de ocurrida la picadura. Algunas personas pueden tener un solo
círculo, mientras que otras pueden tener muchos.
La erupción suele tener un
aspecto característico de "ojo de buey", con un punto circular de
color rojo en el centro rodeado de un sarpullido rojo en forma de anillo que se
va extendiendo. La erupción puede ser más difícil de ver en personas de piel
oscura o morena, donde puede parecer un simple moretón. La mayoría de las
personas que desarrollan el sarpullido no sentirán nada, pero en otras
personas, el sarpullido puede doler, picar, arder o estar caliente al tacto. La
erupción suele aparecer en la cabeza, el cuello, la ingle, los muslos, el
tronco y las axilas.
Primer estadio de la enfermedad de Lyme
* Debilidad
* Cefalea,
dolor muscular y articular
* Fiebre
* Inflamación
de los ganglios linfáticos
* Conjuntivitis
Segundo estadio de la enfermedad de Lyme
Se
presenta pocos meses después de la picadura de garrapata. Durante éste es
habitual que aparezcan síntomas similares a la gripe. La infección
afecta, además de a la piel, a otros órganos.
Neuroborreliosis.
La afectación del sistema nervioso se produce por medio de meningitis e
inflamación de las raíces nerviosas (meningopolineuritis o síndrome de
Garin-Bujadoux-Bannwarth). Pueden darse dolores, parálisis y anomalías
neurológicas originados en los nervios de la médula espinal. En la mayoría de
casos se inflama un único nervio (neuropatía
periférica). La inflamación puede, por ejemplo, paralizar el nervio
facial. Un síntoma típico de este tipo de parálisis (es la
caída unilateral de la comisura de los labios.
Aunque
es poco frecuente, los síntomas del trastorno del sistema nervioso provocado
por la enfermedad de Lyme en etapas posteriores podrían incluir :
* Problemas
para concentrarse
* Cambios
en el estado de ánimo
* Cambios
en los hábitos del sueño
* Pérdida
de la memoria
* Debilidad
muscular
Afecciones
cardiacas. Provoca miocarditis y pericarditis, y desencadena arritmias
cardiacas típicas.
Linfadenosis
cutánea benigna. Caracterizada por la inflamación de la piel y la formación de máculas de color rojizo-azulado con un tamaño de varios
centímetros. Aparece fundamentalmente en los lóbulos de las orejas, los pezones
y el escroto.
Si
las dos primeras fases de la enfermedad de Lyme no se detectan y/o no se tratan
de forma apropiada, puede sobrevenir la tercera. Los síntomas de la última fase
de la enfermedad de Lyme pueden aparecer en cualquier momento desde varias
semanas hasta varios años después de la picadura infectante.
Este
estadio de la enfermedad, de
gran gravedad, se caracteriza entre otros por la llamada artritis de Lyme y la mayor afectación
del sistema nervioso.
Artritis de Lyme. Consiste en la
inflamación intermitente o crónica de una sola articulación (monoartritis) o de
varias (oligoartritis) y se presenta con mayor frecuencia en la rodilla. Puede
cursar con dolor en los tendones y músculos, que no obstante son difíciles de
distinguir de otras patologías.
Acrodermatitis crónica atrófica de Herxheimer.
En algunos casos, la piel de las manos
y los pies se torna muy fina y adquiere una tonalidad azulada. También los
nervios pueden sufrir daños. En raras ocasiones la evolución de la enfermedad
durante este estadio es tan grave que se produce parálisis de ciertas partes del cuerpo.
Diagnóstico y pruebas
Generalmente las picaduras de garrapata no son dolorosas. Al tener un abanico tan amplio de síntomas, la enfermedad de Lyme resulta difícil de diagnosticar. Afortunadamente, hay un análisis de sangre que permite detectar anticuerpos contra la enfermedad.
Diagnóstico y pruebas
Generalmente las picaduras de garrapata no son dolorosas. Al tener un abanico tan amplio de síntomas, la enfermedad de Lyme resulta difícil de diagnosticar. Afortunadamente, hay un análisis de sangre que permite detectar anticuerpos contra la enfermedad.
Las
personas que han estado enfermas con la enfermedad de Lyme durante menos de un
mes no suelen tener aún los anticuerpos contra la enfermedad. Esto significa
que no tendrán un análisis de sangre positivo. Además, si una persona con
enfermedad de Lyme en la primera etapa toma antibióticos, es posible que el
resultado de la prueba de detección de la enfermedad de Lyme nunca dé positivo.
Sin
embargo, el análisis de sangre casi siempre da positivo en las personas que han
estado enfermas durante 4 semanas y no han tomado antibióticos.
Es
posible que las personas que tienen hinchazón articular o problemas en el
sistema nervioso necesiten realizarse pruebas especiales. Es posible que el
médico necesite extraer parte del líquido de la articulación hinchada o de la
columna vertebral para detectar indicios de la afección.
Detección
de anticuerpos
La
presencia de anticuerpos en la
sangre muestra que el sistema de defensa del cuerpo (sistema inmune) está combatiendo los agentes patógenos. Se hallan
en la sangre anticuerpos contra las bacterias Borrelia burgdorferi.
Además
de la detección de anticuerpos
en la sangre, se puede buscar anticuerpos en el líquido cefalorraquídeo cuando
el cerebro o la médula espinal
están afectados (neuroborreliosis).
Tratamiento
La enfermedad de Lyme se trata con antibióticos. En la primera etapa responde muy bien al tratamiento. En la mayoría de los casos, se necesitan de 14 a 30 días de tratamiento con un antibiótico para combatir las bacterias. Los casos de enfermedad de Lyme que se diagnostican con prontitud y se tratan con antibióticos casi siempre se curan sin problemas. Los afectados suelen volver a encontrarse bien al cabo de varias semanas de tratamiento.
Tratamiento
La enfermedad de Lyme se trata con antibióticos. En la primera etapa responde muy bien al tratamiento. En la mayoría de los casos, se necesitan de 14 a 30 días de tratamiento con un antibiótico para combatir las bacterias. Los casos de enfermedad de Lyme que se diagnostican con prontitud y se tratan con antibióticos casi siempre se curan sin problemas. Los afectados suelen volver a encontrarse bien al cabo de varias semanas de tratamiento.
Es
importante tomar todos los medicamentos para prevenir la propagación de la
enfermedad de Lyme a las articulaciones, al sistema nervioso o al corazón.
La
enfermedad de Lyme en etapas posteriores también se trata con antibióticos. Los
medicamentos que reducen la hinchazón y el dolor pueden aliviar la artritis
asociada con la enfermedad de Lyme en etapas posteriores. Si es necesario,
puede drenarse el exceso de líquido de las articulaciones.
Fagoterapia
La Borrelia, responsable de esta enfermedad, es tratada con antibióticos, pero los tratamientos son pesados y no siempre la eliminan. Formando parte de las bacterias más rápidas y móviles conocidas, ella capaz de invadir todos los tejidos del cuerpo humano, haciéndose invisible y, como tal, inalcanzable por los antibióticos. Durante la duración del tratamiento, puede presentarse en forma de quiste esponjoso, atrayendo a los leucocitos que terminan aglutinándose a su alrededor y así disimularla. La bacteria se escapa sana y salva, dejando lesiones creadas por el cúmulo de glóbulos blancos.
Los bacteriófagos no pueden realmente matar a Borrelia, pero sí permiten debilitarla grandemente. Al desalojarla, el fago ayuda a exponer la bacteria a la acción de los antibióticos, que luego pueden destruirla.
Fagoterapia
La Borrelia, responsable de esta enfermedad, es tratada con antibióticos, pero los tratamientos son pesados y no siempre la eliminan. Formando parte de las bacterias más rápidas y móviles conocidas, ella capaz de invadir todos los tejidos del cuerpo humano, haciéndose invisible y, como tal, inalcanzable por los antibióticos. Durante la duración del tratamiento, puede presentarse en forma de quiste esponjoso, atrayendo a los leucocitos que terminan aglutinándose a su alrededor y así disimularla. La bacteria se escapa sana y salva, dejando lesiones creadas por el cúmulo de glóbulos blancos.
Los bacteriófagos no pueden realmente matar a Borrelia, pero sí permiten debilitarla grandemente. Al desalojarla, el fago ayuda a exponer la bacteria a la acción de los antibióticos, que luego pueden destruirla.
Prevención
No
es posible prevenir directamente
la enfermedad de Lyme, ya que no
existen vacunas ni fármacos preventivos. Por tanto, el método más seguro para
prevenir esta enfermedad es evitar las
picaduras de garrapata.

Después
de haber pasado tiempo en la naturaleza, se debe inspeccionar el cuerpo y el de
los niños a conciencia en busca de garrapatas.
Al hacerlo prestar especial atención a las corvas y, sobre todo en el caso de
los niños, al nacimiento del cabello.
No
hay ninguna forma infalible de evitar contraer la enfermedad de Lyme. Pero hay
muchas formas de minimizar el riesgo de contraerla.
Si se
hace ejercicio al aire libre o jardinería, pescar, cazar o acampar, tomar
precauciones :
* Llevar
botas o zapatos cerrados, camisas de manga larga y pantalones largos. Meter el
extremo inferior de las perneras de los pantalones dentro de los zapatos, botas
o calcetines para que las garrapatas no puedan subirse por las piernas.
* Ponerse
ropa de color claro para que resulte más fácil detectar las garrapatas.
* Si
se lleva el pelo largo, recogerlo o ponerse un gorro para protegerlo.
* Al
aire libre, no sentarse en el suelo.
* Inspeccionar
el cuerpo y las ropas regularmente. Echar la ropa a lavar después de pasar un
tiempo en un área donde abundan las garrapatas.
* Examinar
a los hijos y a las mascotas para ver si tienen garrapatas.
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