El patrimonio genético de la madre influye
directamente durante el embarazo en el desarrollo normal del feto, y en
particular del cerebro, lo que puede ayudar a comprender el autismo o el
síndrome del intestino irritable.
Durante la concepción de un niño, el padre y
la madre transmiten cada uno una parte de su patrimonio genético.
En 2011 un equipo de investigadores integrado
por Jacques Mallet y Francine Cote, del Centro Nacional de investigaciones
científicas (CNRS) de Francia descubrieron una influencia de la progenitora
sobre el feto independientemente de los genes que haya adquirido de sus padres.
Los resultados conseguidos indican que durante el embarazo el patrimonio genético de la madre influye directamente en el desarrollo normal y adecuado del feto, principalmente del cerebro. El estudio fue publicado por la revista
de la Academia de Ciencias Estadounidense PNAS.
Jacques Mallet indicó que este descubrimiento
tiene implicaciones para la comprensión del autismo, un problema de desarrollo,
o del síndrome del intestino irritable, que afecta al 20% de la población
francesa.
Así, los investigadores establecieron el papel crucial de la serotonina materna – que depende de sus propios genes – en el desarrollo fetal, en particular del cerebro, pero también del corazón y del
tubo digestivo.
Para probarlo, recurrieron a ratas genéticamente
modificadas, a algunas de las cuales se les privó del gen tph 1, que genera el
95% de la serotonina que circula por la sangre. Posteriormente efectuaron
cruces genéticos para la reproducción de los animales.
Hecho el estudio, se detectó que el elemento
dominante es el nivel sanguíneo de serotonina de la madre. Si la serotonina es baja, los
recién nacidos presentan anomalías en su arquitectura cerebral, fuera cual
fuera su propia capacidad de producción de esta sustancia.
Los investigadores no descubrieron ninguna
influencia del progenitor en estos procesos.
¿ Qué es la serotonina y cómo influye ?
La serotonina es sinónimo de placer.
La serotonina es un neurotransmisor que se
encuentra en varias regiones del sistema nervioso central y que tiene mucho
que ver con el estado de ánimo.
El comportamiento humano depende de la
cantidad de luz que el cuerpo recibe por día. De esta manera se produce durante
las estaciones menos soleadas (otoño e invierno) un aumento de la depresión y falta
de estimulo sexual. Cuando llega la primavera y el verano, la serotonina se condiciona a la luz que recibe el organismo, lo que conlleva un aumento
progresivo del bienestar y la felicidad con mayor estimulo sexual, producto de
las concentraciones de este neurotransmisor en el cerebro.
Se podría decir que la serotonina es la
hormona del placer y del humor. Según los estudios, para que se produzca la eyaculación u
orgasmo, el hipotálamo libera Oxitocina a través de la hipófisis (hormona que
segrega en la neurohipofisis y que también es responsable de las contracciones
durante el parto).
Funciones de la serotonina
Entre las principales funciones de la
serotonina está la de regular el apetito mediante la saciedad, equilibrar el
deseo sexual, controlar la temperatura corporal, la actividad motora y las
funciones perceptivas y cognitivas.
La serotonina interviene en otros conocidos
neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, que están relacionados
con la angustia, ansiedad, miedo, agresividad, así como los problemas
alimenticios.
La serotonina también es necesaria para
elaborar la melatonina, una proteína que es fabricada en el cerebro en la
glándula pineal, y es la encargada de la regulación del sueño. La serotonina
aumenta al atardecer por lo que induce al sueño y permanece elevada hasta el
amanecer cuando comienza a descender.
Otra función importante de este
neurotransmisor, es actuar como el reloj interno de nuestro cuerpo, lo que a su
vez determina nuestros ciclos de sueño y vigilia. El reloj interno es el
encargado de coordinar varias funciones biológicas como la temperatura
corporal, la hormona del estrés, cortisol, y los ciclos del sueño. La correcta
coordinación de estos 3 elementos hace que podamos dormir profundamente y
despertar descansados.
Los hombres producen hasta un 50% más de serotonina que las mujeres, por lo tanto, éstas son más sensibles a los cambios en los niveles
de serotonina.
Cambios en los niveles de serotonina
El estrés, los niveles de azúcar en la sangre y los cambios hormonales, sobre todo en los estrógenos, son algunas de las
causas por las que serotonina se ve alterada. Los niveles bajos de serotonina,
se asocian a desequilibrios mentales como la esquizofrenia, autismo infantil,
trastorno obsesivo compulsivo, hiperactividad infantil, depresión, estados de
agresividad, migrañas, estrés e insomnio.
El aumento de serotonina en los circuitos
nerviosos produce una sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y
concentración. La serotonina se puede medir a través de la sangre, aunque no se
obtendrá mucha información, debido a que el cerebro y el resto del cuerpo se
encuentran separados por la barrera hemato-encefálica, una especie de pantalla
que no permite el paso de cualquier sustancia al cerebro. Por eso el cerebro
fabrica sus propios neurotransmisores.
Cómo aumentar la serotonina
El equilibrio de los niveles de serotonina puede lograrse naturalmente mediante una alimentación apropiada, actividad física diaria, absorción del sol a través de la piel, una correcta hidratación.
Hacer deporte
Para producir la serotonina en nuestro organismo, se necesita obligatoriamente el triptófano que es el aminoácido precursor. Numerosos estudios realizados sobre personas depresivas mostraron que la práctica de un deporte aumenta la tasa de triptófano y por lo tanto la tasa de serotonina, contribuyendo así a luchar contra la depresión.
Meditar
La meditación permite reaccionar de manera diferente a los acontecimientos, cambiar los hábitos mentales bien anclados en el cerebro. En el nivel neuronal, meditar permite modificar las conexiones entre las neuronas efectuadas por los neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Comprender el funcionamiento de una neurona puede ayudar a meditar serenamente sabiendo que un cambio se produce progresivamente gracias a la plasticidad neuronal.
Gozar de la Naturaleza
Caminar por el bosque, hacer un paseo bajo el sol, vincularse a la naturaleza es naturalmente agradable. A condición de tomarse el tiempo para hacerlo, aunque sólo sea unos minutos al día. Y no es necesario esperarse a un sol radiante para gozar de los beneficios del brillo solar. En efecto, el sol actúa positivamente sobre la producción natural de serotonina incluso cuando se tiene la impresión de que el día está nublado. Sacar provecho de la luz diurna es vital.
Tener pensamientos positivos
Según el estudio de Simón N. Young, 'How to increase serotonin in the human brain without drugs' (Cómo aumentar la serotonina en el cerebro humano sin drogas), el vínculo entre serotonina y pensamiento positivo se haría en ambos sentidos: tener pensamientos positivos aumentaría la tasa de serotonina, igualmente una tasa elevada de serotonina ayudaría a tener más pensamientos positivos.
Tomar suficiente sol
La luz ayuda probablemente a la síntesis de la serotonina. Los investigadores encontraron una correlación positiva entre la síntesis de serotonina y el número total de horas de sol tomadas en un día. Gracias a autopsias, observaron que el nivel de serotonina era más elevado durante los meses de verano que en los meses de invierno.
Comer bien
La serotonina está muy unida a nuestra alimentación. Regula nuestra tendencia a comer dulces e indirectamente a nuestro peso. Varios alimentos como los huevos, pavo, legumbres contienen el triptófano que permite producir la serotonina. Pero si la alimentación no fuera suficiente (en el caso de estrés intenso o de una depresión) la griffonia simplicifolia, una planta que contiene mucho triptófano, puede ser un complemento alimenticio eficaz para aumentar la serotonina.
Hacer deporte
Para producir la serotonina en nuestro organismo, se necesita obligatoriamente el triptófano que es el aminoácido precursor. Numerosos estudios realizados sobre personas depresivas mostraron que la práctica de un deporte aumenta la tasa de triptófano y por lo tanto la tasa de serotonina, contribuyendo así a luchar contra la depresión.
Meditar
La meditación permite reaccionar de manera diferente a los acontecimientos, cambiar los hábitos mentales bien anclados en el cerebro. En el nivel neuronal, meditar permite modificar las conexiones entre las neuronas efectuadas por los neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Comprender el funcionamiento de una neurona puede ayudar a meditar serenamente sabiendo que un cambio se produce progresivamente gracias a la plasticidad neuronal.
Gozar de la Naturaleza
Caminar por el bosque, hacer un paseo bajo el sol, vincularse a la naturaleza es naturalmente agradable. A condición de tomarse el tiempo para hacerlo, aunque sólo sea unos minutos al día. Y no es necesario esperarse a un sol radiante para gozar de los beneficios del brillo solar. En efecto, el sol actúa positivamente sobre la producción natural de serotonina incluso cuando se tiene la impresión de que el día está nublado. Sacar provecho de la luz diurna es vital.
Tener pensamientos positivos
Según el estudio de Simón N. Young, 'How to increase serotonin in the human brain without drugs' (Cómo aumentar la serotonina en el cerebro humano sin drogas), el vínculo entre serotonina y pensamiento positivo se haría en ambos sentidos: tener pensamientos positivos aumentaría la tasa de serotonina, igualmente una tasa elevada de serotonina ayudaría a tener más pensamientos positivos.
Tomar suficiente sol
La luz ayuda probablemente a la síntesis de la serotonina. Los investigadores encontraron una correlación positiva entre la síntesis de serotonina y el número total de horas de sol tomadas en un día. Gracias a autopsias, observaron que el nivel de serotonina era más elevado durante los meses de verano que en los meses de invierno.
Comer bien
La serotonina está muy unida a nuestra alimentación. Regula nuestra tendencia a comer dulces e indirectamente a nuestro peso. Varios alimentos como los huevos, pavo, legumbres contienen el triptófano que permite producir la serotonina. Pero si la alimentación no fuera suficiente (en el caso de estrés intenso o de una depresión) la griffonia simplicifolia, una planta que contiene mucho triptófano, puede ser un complemento alimenticio eficaz para aumentar la serotonina.
Alimentos esenciales para aumentar la
serotonina
El triptófano es precursor de la serotonina. Este aminoácido esencial tiene una función muy importante, ya que ayuda a regular los niveles adecuados de serotonina en el cerebro y es capaz de traspasar la barrera cerebral. El organismo no lo puede producir por lo que debe ser obtenido a través de la dieta.
Es recomendable abandonar tanto dulces como hidratos de carbono refinados y reemplazarlos por alimentos de origen vegetal, frutas y cereales integrales.
* Tanto lácteos como huevos, al ser proteicos, son muy ricos en triptófano, fundamental para la síntesis de serotonina.

* Los frutos secos como las nueces, almendras
o avellanas tienen buenos niveles de triptófano y son altamente recomendables.
* Las carnes y las proteínas en general,
sobre todo del pescado o el pollo, son interesantes fuentes de triptófano.
* Los plátanos están llenos de nutrientes y
fibras y contienen muy poca grasa en comparación con el chocolate; también son
ricos en vitaminas, minerales y oligoelementos, y proporcionan al organismo un
rápido aporte de energía.
* La piña es rica en minerales y vitaminas y
contiene compuestos activos que estimulan la producción de serotonina, Y si se
toma piña por la noche, se estará administrando una pastilla natural para
dormir por la noche, ya que el cerebro convierte el triptófano en melatonina,
la hormona del sueño.
* Los glúcidos complejos son absorbidos por el cuerpo de manera completamente diferente a los glúcidos simples. Los glúcidos simples como el arroz blanco y el pan blanco hacen aumentar muy rápido la tasa de azúcar en la sangre, causando una elevación de la tasa de insulina, que va a bajar al cabo de un momento. Los glúcidos complejos son absorbidos mucho más lentamente por el cuerpo, evitando así los altos y bajos bruscos causados por los glúcidos simples.
Los glúcidos complejos son :
* menestras como arvejas y lentejas
* pan integral
* pastas integrales
* arroz integral
* feculentos como los camotes
* Ácidos grasos sanos como los omega-3. Los ácidos grasos omega-3 tienen un efecto sobre el funcionamiento de la serotonina en el cerebro. El DHA es un constituyente esencial del cerebro que debe ser abastecido a través de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3. Se encuentran en:
* pescado, como el salmón y el aceite de pescado;
* nueces, semillas y aceites a base de semillas.
Chocolate negro. Comer chocolate negro aumenta la tasa de serotonina en parte a causa del resveratrol – sustancia natural presente en uvas, moras, los cacahuetes, cacao. El resveratrol aumenta a la vez los niveles de endorfinas y de serotonina.
Evitar las bebidas a base de cafeína, sobretodo las bebidas energéticas
La cafeína suprime la serotonina, lo que también explica por qué suprime el hambre. Las bebidas energéticas contienen mucho azúcar que es absorbido muy rápidamente por el cuerpo, pero que también provoca una baja de energía tan pronto como la insulina comienza a bajar.
* Los glúcidos complejos son absorbidos por el cuerpo de manera completamente diferente a los glúcidos simples. Los glúcidos simples como el arroz blanco y el pan blanco hacen aumentar muy rápido la tasa de azúcar en la sangre, causando una elevación de la tasa de insulina, que va a bajar al cabo de un momento. Los glúcidos complejos son absorbidos mucho más lentamente por el cuerpo, evitando así los altos y bajos bruscos causados por los glúcidos simples.
Los glúcidos complejos son :
* menestras como arvejas y lentejas
* pan integral
* pastas integrales
* arroz integral
* feculentos como los camotes
* Ácidos grasos sanos como los omega-3. Los ácidos grasos omega-3 tienen un efecto sobre el funcionamiento de la serotonina en el cerebro. El DHA es un constituyente esencial del cerebro que debe ser abastecido a través de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3. Se encuentran en:
* pescado, como el salmón y el aceite de pescado;
* nueces, semillas y aceites a base de semillas.
Chocolate negro. Comer chocolate negro aumenta la tasa de serotonina en parte a causa del resveratrol – sustancia natural presente en uvas, moras, los cacahuetes, cacao. El resveratrol aumenta a la vez los niveles de endorfinas y de serotonina.
Evitar las bebidas a base de cafeína, sobretodo las bebidas energéticas
La cafeína suprime la serotonina, lo que también explica por qué suprime el hambre. Las bebidas energéticas contienen mucho azúcar que es absorbido muy rápidamente por el cuerpo, pero que también provoca una baja de energía tan pronto como la insulina comienza a bajar.
Ver :
Ejercitar el cerebro del niño
El estrés prenatal materno afecta al bebé
Ansiedad y estrés en la niñez
Importancia de la siesta
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