junio 26, 2022

EL Sentido de la Orientación Es Diferente en Hombres y Mujeres




El sentido de la orientación es innato en los seres vivos. Se trata de la habilidad que tenemos para ubicarnos en el espacio, para saber hacia dónde nos dirigimos partiendo de nuestra ubicación actual, incluso en situaciones en las que nos encontramos en ambientes que no nos resultan en absoluto familiares.

Sin embargo, a pesar de ser algo congénito encontramos desemejanzas entre las diferentes personas. Los hombres tienen mejor sentido de la orientación. Esto se debe principalmente al diferente comportamiento del cerebro en hombres y mujeres.


Las mujeres tienen más memoria y los hombres se orientan mejor

Según un estudio de la Universidad de Pensilvania publicado por la Academia estadounidense de las Ciencias (PNAS) en diciembre 2013, las conexiones en el cerebro de los hombres y de las mujeres son diferentes y se complementan entre sí.

Los científicos hallaron claves neurológicas que explican esta disparidad. La conectividad entre las diferentes partes del cerebro se produce de forma diferente en ambos sexos. En el caso de las mujeres las conexiones entre ambos hemisferios son mayores, mientras que en los hombres las conexiones interiores en cada hemisferio son más frecuentes.

El estudio, que ha analizado los mapas de conectividad cerebral de 521 mujeres y 428 hombres de entre 9 y 22 años, señala que las mujeres tienen un mayor número de conexiones entre los dos hemisferios del cerebro, mientras que los hombres presentan más vínculos entre la parte frontal y la trasera.

En el caso de las mujeres, estas conexiones implican que las mujeres tienen una memoria superior, una mayor inteligencia social y mejores aptitudes para ejecutar varias tareas a la vez y para encontrar soluciones en grupo.


Las conexiones cerebrales de los hombres se producen entre el centro de coordinación de acciones y el cerebelo, importante para la intuición, lo que facilita aprender y ejecutar una sola tarea y proporciona generalmente un mayor sentido de la orientación.

Los resultados de este trabajo coinciden con otros similares de la misma universidad, que atribuía una mayor capacidad de atención, memoria e inteligencia social a las mujeres, mientras que los hombres mostraban una mayor capacidad y velocidad de tratamiento de la información.

Los resultados indican que el cerebro masculino está estructurado para facilitar la conectividad entre percepción y acción coordinada, mientras que el femenino facilita la comunicación entre el modo de procesamiento analítico y el intuitivo.


El sentido de orientación es mejor en los hombres que en las mujeres


Investigadores de la Universidad de Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) en un estudio publicado en la revista Behavioral Brain Research de diciembre 2015, afirman que los hombres tienen mejor sentido de la dirección que las mujeres y, más aun, que cuando las mujeres toman un poco de testosterona, su sentido de la orientación mejora.

Lo que han demostrado con su investigación es que la razón por la que los hombres se desenvuelven mejor que las mujeres en tareas de orientación espacial se debe a las hormonas sexuales.

Para llegar a esta conclusión, el equipo realizó dos estudios diferentes. El primero contó con la participación de 18 hombres y 18 mujeres, quienes tuvieron que resolver 45 tareas de orientación en un laberinto tridimensional, en 30 segundos cada una. Así vio que los hombres resolvieron un 50% más de tareas que las mujeres.

Durante los ejercicios de orientación, los autores usaron un escáner de resonancia magnética para comprobar las diferencias de actividad cerebral entre hombres y mujeres cuando intentaban orientarse.

Así vieron que, aunque ambos géneros usaron grandes áreas del cerebro para orientarse, estas eran diferentes. Los hombres usan más el hipocampo, mientras que las mujeres emplean en mayor medida las áreas frontales.

Según los investigadores, esto puede deberse a que los hombres utilizan direcciones cardinales cuando se orientan, lo cual es más eficiente y está en sintonía con el hecho de que el hipocampo es necesario para usar las direcciones cardinales.

Para el segundo estudio los investigadores contaron con la participación de 42 mujeres que fueron divididas en dos grupos. A las del primer grupo se les suministró testosterona antes de realizar el ejercicio y a las del segundo solo un efecto placebo. Así, las mujeres que recibieron testosterona tuvieron mejores resultados en lo que respecta al sentido de orientación, aunque no fueron tan buenas como los hombres del estudio anterior. También mostraron actividades cerebrales que las de efecto placebo no.

De esta manera quedó demostrado que la testosterona tiene un efecto que, aunque limitado, es positivo en la cognición espacial. Orientarse es un proceso complejo. Una dosis de testosterona no puede cambiar toda la experiencia de una vida.

Además, este estudio podría tener relevancia en la investigación del Alzheimer, una enfermedad que afecta más a mujeres que hombres y entre sus primeros síntomas está la pérdida de orientación. Existe la discusión del papel de las hormonas sexuales en el riesgo del desarrollo de esta enfermedad, aunque aún falta profundizar para determinar su relación.

Razones de por qué los hombres tienen mejor sentido de orientación que las mujeres

* Diferencias en el desempeño con respecto al sexo,

* Las características de la tarea asignada,

* La habilidad para analizar y poner en marcha las estrategias,

* Uso de diferentes centros neuronales,

* Diferencias anatómicas,

* Diferencias hormonales; entre otras.


Identifican un nuevo tipo de neurona relacionada con la orientación espacial

Investigadores del Instituto de Neurociencias, la Universidad Miguel Hernández, y el Trinity College de Dublín en un estudio, publicado en la revista Neuroscience de enero 2017, han identificado un nuevo tipo de neurona, las barrier-cells, relacionada con la orientación espacial.

Los investigadores señalan que nuestro cerebro cuenta con una especie de GPS interno, localizado en el hipocampo. Este sistema se apoya en diferentes instrumentos para determinar nuestra posición en el espacio. La actividad de estas neuronas reflejaría la representación interna del espacio en el que nos movemos.

Las células de barrera informan sobre la dirección de movimiento a modo de brújula, mientras que otras dan información sobre la distancia recorrida, las que muestran los límites físicos y las que se activan cuando se está en posiciones específicas del espacio.

Trabajo realizado en ratas. Para alcanzar esta conclusión los científicos registraron la actividad neuronal de ratas mientras exploraban un campo abierto en busca de comida, estableciendo así la relación entre la actividad de las neuronas y la posición ocupada. Posteriormente, establecieron barreras en el campo de exploración de las ratas y pudieron observar un tipo de neuronas que presentaban una actividad muy elevada al visitar zonas cercanas a una de las barreras.

Las barrier-cells facilitarían la labor de las células de lugar integrando información sobre la geometría de nuestro entorno y actualizando ésta durante la exploración en diferentes contextos espaciales. Estas neuronas se encuentran en el subículo, situado en el sistema límbico, y se puede observar su deterioro en patologías como el Alzheimer, la esquizofrenia o la epilepsia.


Un videojuego revela la razón por la cual los hombres tienen mejor sentido de orientación que las mujeres

Según científicos de la University College of London en un estudio, publicado en la revista Current Biology de agosto 2018, la diferencia tiene más que ver con la discriminación y la falta de igualdad de oportunidades que con cualquier habilidad innata.

Los hallazgos provienen del análisis de una prueba para la demencia. Pero la misma también ha proporcionado una visión sin precedentes de la capacidad de navegación de las personas en todo el mundo.

El experimento es en realidad un juego de computadora, Sea Hero Quest, que ha tenido más de 4 millones de jugadores. Es una aventura náutica, para salvar los recuerdos perdidos de un viejo marinero, en la que con un toque de la pantalla de un teléfono inteligente, se puede trazar un recorrido por islas desérticas y océanos helados.

El juego registra anónimamente el sentido de orientación y la capacidad de navegación del jugador.

Y una conclusión clara es que los hombres eran mejores para navegar que las mujeres. Pero, ¿por qué?

Asunto cultural

Los investigadores han encontrado la respuesta examinando los datos del Índice de brecha de género del Foro Económico Mundial, que estudia la igualdad en áreas que van desde la educación hasta la salud, el empleo y la política.

No creen que los efectos que ven sean innatos. En los países donde hay una gran igualdad entre hombres y mujeres, la diferencia entre hombres y mujeres en la prueba de navegación espacial es muy pequeña.

Pero cuando hay una gran desigualdad, la diferencia entre hombres y mujeres es mucho mayor. Y eso sugiere que la cultura en la que viven las personas tiene un efecto sobre sus capacidades cognitivas.

Sea Hero Quest produjo otros hallazgos

* Dinamarca, Finlandia y Noruega tienen las mejores habilidades de navegación del mundo, posiblemente por su "sangre vikinga".

* El sentido de la orientación disminuye constantemente después de la adolescencia.

* Las personas en los países más ricos también tienden a ser los mejores navegantes.

La popularidad del juego lo ha convertido en el experimento de investigación de la demencia más grande del mundo. Estar perdido o desorientado es uno de los primeros signos de la enfermedad.

El siguiente paso en la investigación es ver si la captura de caídas repentinas en la capacidad de navegación se puede utilizar para detectar la demencia.

Los datos de Sea Hero Quest proporcionan una referencia inigualable de cómo la navegación humana varía y cambia según la edad, la ubicación y otros factores. Esto realmente es solo el comienzo de lo que se podría aprender con este poderoso análisis sobre el sentido de orientación.

El proyecto fue financiado por Deutsche Telekom y el juego fue diseñado por Glitchers.

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Las mujeres se orientan peor que los hombres: ¿mito o realidad?

Las diferencias que presentan hombres y mujeres en la orientación y navegación espacial constituyen un tema controvertido. La explicación más plausible señala que las disimilitudes se deben a un aprendizaje dispar a lo largo de la evolución.

Múltiples experimentos sobre el aprendizaje y la memoria espacial han demostrado que los machos y las hembras de numerosas especies de mamíferos, entre ellas los humanos, a menudo difieren en el uso de diversas fuentes de información para resolver tareas espaciales y de navegación.

No se trata solo de que los hombres, por lo general, resuelvan un problema espacial más rápido que las mujeres (diferencia de sexo cuantitativa), sino de que unos y otras suelen utilizar estrategias distintas para resolver el mismo problema (diferencia de sexo cualitativa).

Tanto las ratas como el ser humano macho parecen más propensos a emplear información geométrica – ángulos, puntos cardinales y distancias – para alcanzar su destino, mientras que las hembras tienden a utilizar puntos de referencia – objetos prominentes: un edificio, una escultura, un parque, etcétera –. Por ello, en el sexo masculino se habla de estrategias de orientación o euclidianas, y en el femenino, de estrategias topográficas o basadas en puntos de referencia. Así se ha demostrado en diversos estudios.

En 1986, investigadores de la Universidad de Connecticut y de la Universidad de Temple, estudiaron el modo en que hombres y mujeres explican cómo dirigirse a un lugar. El estudio se llevó a cabo con estudiantes de psicología de la Universidad de Temple. Los resultados fueron reveladores: para indicar el camino, las chicas se basaban, sobre todo, en puntos de referencia (por ejemplo, edificios singulares o accidentes geográficos), mientras que los chicos informaban sobre distancias o puntos cardinales (norte, sur, este y oeste).


Dos años después, investigadores de la Universidad Duke, solicitaron a voluntarios de ambos sexos que navegaran por un laberinto acuático virtual, en el que tanto unos objetos del entorno (muebles y objetos varios) como la geometría de la habitación virtual estaban disponibles simultáneamente como puntos de referencia distantes que permitían alcanzar una meta. Una vez hubieron aprendido la tarea, los investigadores llevaron a cabo una serie de manipulaciones que pusieron de manifiesto que las chicas dependían predominantemente de los puntos de referencia mientras que los chicos dependían sobre todo de la geometría de la habitación. Experimentos parecidos llevados a cabo con ratas y diversas formas de laberinto han replicado los mismos resultados. ¿A qué se deben estas diferencias? ¿Cómo se explican?

En busca de una explicación

Se han propuesto diversas hipótesis para dilucidar las diferencias de sexo, tanto cuantitativas como cualitativas, que a menudo se encuentran en las tareas espaciales. La explicación más ampliamente aceptada radica en el tamaño del territorio que se frecuenta a lo largo de la vida. Esta hipótesis biológica concuerda con el argumento de que las diferencias que se observan entre los machos y las hembras de numerosos mamíferos son el resultado de alguna forma de selección natural. Así, ambos sexos han desarrollado distintas estrategias de búsqueda y navegación espacial a causa de la presión selectiva del ambiente, que ha dado lugar a habilidades diferentes.

En síntesis


* Existen diversas hipótesis sobre las diferencias de sexo en las habilidades espaciales. La más plausible sitúa el motivo en nuestros antepasados: su organización en sociedades de cazadores-recolectoras ha sido determinante.

* Así, los hombres destacan en las capacidades de orientación y navegación, necesarias para la caza, mientras que las mujeres sobresalen en las habilidades en espacios limitados, relacionadas con la recolección de alimentos.

El hipocampo se dibuja como una estructura clave en las capacidades de orientación y navegación espacial. Gracias a la plasticidad cerebral, el entrenamiento podría aumentar la sustancia gris del hipocampo.

Explicación científica ¿Por qué los hombres tienen mejor sentido de orientación que las mujeres?

La explicación científica de por qué los hombres tienen mejor sentido de orientación que las mujeres pudiese encontrarse en su habilidad espacial para la navegación.

En realidad, han sido muchas las teorías que han intentado encontrar esta respuesta. Se sabe que los hombres tienen mejor sentido de orientación que las mujeres, pero, ¿a qué se debe?

Algunas hipótesis han sugerido que esto es gracias a su habilidad espacial, la misma que en tiempos remotos les permitió navegar, recorrer mayores extensiones de territorio y cazar, además de aparearse. Es decir, su buena capacidad de orientación les era favorable, además, para reproducirse.

Uno de estos planteamientos insinúa que, desde pequeños, los hombres desarrollan esta capacidad espacial mucho mejor que las mujeres gracias a los juegos y actividades, lo cual les confiere un conocimiento más amplio sobre el ambiente.

Algunos investigadores, incluso, han estudiado la capacidad de orientación de poblaciones lejanas, como las tribus de Namibia, por ejemplo, las cuales tienen una necesidad de movilidad similar a la de tribus pasadas. Estas investigaciones han demostrado que los hombres pertenecientes a estas tribus tienen una mayor capacidad de rotación mental y de navegación, sobre todo el momento de hacer precisiones sobre la distancia, a diferencia de las mujeres que habitan en la misma población.

Además, también se ha encontrado que los hombres de estas tribus hacían viajes más largos que el promedio de hombres y que se reproducían con más rapidez, con diferentes mujeres.

Por ello, hay quienes consideran que existe una relación entre la habilidad espacial y el sexo, catalogando la competición propia del género masculino como un factor adicional para desarrollar la habilidad.

Factores culturales. En todo caso, tampoco pueden quedar desestimadas las teorías que confieren el mayor peso a los factores culturales, en lo que respecta a que los hombres tienen mejor sentido de orientación que las mujeres.

Para quienes encuentran la solución en las causas culturales, la respuesta se debe a la desigualdad que existe en las sociedades y el peso que tiene la cultura sobre las capacidades cognitivas, tanto de hombres como de mujeres.

Factores hormonales. Para algunos autores, podría obedecer a la cantidad de testosterona que posee el hombre. Sin embargo, queda por clarificar si al administrarse testosterona, las mujeres también podrían lograr o alcanzar ese sentido de orientación que tiene el género masculino, por lo que, esta explicación, quizá no tenga mucho peso.

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Lo que sí ha cobrado relevancia es la hipótesis de que los hombres usan más el hipocampo que las mujeres al momento de resolver algunas tareas. En cambio, en las mujeres predomina el uso del área frontal.

De ser esto así, quedaría resuelta la explicación científica de por qué los hombres tienen mejor sentido de orientación que las mujeres, y esto se debería a que el hipocampo desempeña un papel fundamental para identificar puntos cardinales.


La relación del hipocampo y la memoria espacial es clave en la localización espacial


Mediante diferentes investigaciones se ha demostrado que el hipocampo es una estructura cerebral fundamental en la memoria de localización espacial. Gracias a esta estructura somos capaces de movernos por un hotel, así como por una ciudad y por cualquier lugar.

Células de lugar

Las células de lugar tienen un papel importante en la relación del hipocampo y la memoria espacial. En el hipocampo se encuentran un gran número de células de lugar. Al parecer, estas neuronas solo se activan cuando un individuo se encuentra en un lugar concreto, esto es, los campos de lugar de la neurona.

Cada célula de lugar posee un campo de lugar en una parte distinta del entorno.

La orientación espacial

Saber dónde estamos, qué posición tenemos respecto a nosotros mismos o respecto a otras personas, o saber dónde se encuentra un objeto en relación a un punto determinado... son conocimientos y habilidades que adquirimos desde muy pequeños durante el desarrollo de las capacidades de orientación espacial.

La primera definición que encontramos de orientación en el Diccionario de la Lengua Española es “acción y efecto de orientar u orientarse”. A su vez, orientar se define como “fijar la posición o dirección de algo respecto de un lugar, especialmente un punto cardinal”.

Las definiciones nombradas reducen el significado de la habilidad de orientación a la localización respecto a un lugar. Es cierto que saber localizar un punto en un mapa, y saber ubicarnos en él es esencial, aunque también podemos añadir a la definición la capacidad de conocer la propia posición del cuerpo en el espacio o respecto a uno mismo.

La orientación espacial es una habilidad natural en los seres vivos que permite conocer y determinar la posición del propio cuerpo en relación al espacio. Esto nos permite movernos con libertad por el mundo y realizar actividades como escribir o movernos por una ciudad.

La orientación espacial es esencial para la exploración y descubrimiento del mundo que rodea a una persona. Los niños aprenden quiénes son a través de esta exploración y los adultos aprenden y se involucran en el contexto en el que viven.

La importancia de adquirir esta habilidad la podemos observar en el ámbito escolar donde se define el aprendizaje de la orientación y la representación espacial como una capacidad que permite describirse a uno mismo en relación a un objeto situado en el espacio, siendo capaz de realizar desplazamientos en los diferentes ejes, izquierda-derecha, delante-detrás, o arriba-abajo.

Desarrollo del concepto de orientación espacial

En el siglo pasado, el investigador sobre el factor físico del espacio McGee (1979) definió la orientación espacial como “la comprensión de la disposición de elementos con un patrón de estímulo visual, la aptitud de no confundirse cuando se cambia la orientación de una configuración espacial, y la habilidad de determinar la orientación espacial con respecto al propio cuerpo”.

McGee también propuso una serie de habilidades que estaban directamente relacionadas con la orientación espacial:

* Conocer y establecer las relaciones entre objetos dentro de un espacio.

* Conocer las relaciones entre objetos teniendo en cuenta la orientación del propio cuerpo que es esencial para la comprensión espacial.

* Reconocer elementos como únicos, aunque sean vistos desde diferentes ángulos y perspectivas, o cuando el objeto está en movimiento.

* Conocer las características físicas de objetos y contextos para no equivocarse cuando las características espaciales varían.

* Ser capaz de percibir y comprender modelos sobre el espacio y poder mantener la orientación en relación a otros objetos dentro del mismo espacio.

Algunos años después de los estudios realizados por McGee, otros investigadores propusieron otra definición y características más adecuadas a lo que se entiende por orientación espacial.

Por ejemplo, se ha propuesto que lo esencial de la habilidad de orientación espacial era la formación de imágenes visuales y la transformación de estas imágenes para comprender el espacio. En este caso, los procesos que estarían implicados en las tareas espaciales son la representación visual, la manipulación de objetos, el conocimiento y movimiento del cuerpo, entro otros.

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Tareas para mejorar el desarrollo de la orientación en el ámbito escolar

Desde los primeros años de vida y, sobre todo, durante la escolarización, se promueve el desarrollo de habilidades espaciales. Las actividades espaciales implican el desarrollo cognitivo activo de todos los niños.

Tareas de orientación estática y de los objetos

Para realizar estas tareas es necesario conocer y comprender el esquema corporal y los diferentes polos de éste – izquierda-derecha, arriba-abajo, delante-detrás –. También es necesario el manejo correcto del lenguaje para verbalizar la posición del propio cuerpo o el de otra persona.

En los ejercicios de esta categoría se entiende que uno mismo, otra persona, o los objetos con los que se trabaja permanecen inmóviles.

Ejercicio 1. Reconocer las partes del cuerpo de uno mismo y de otra persona. Se proporcionan instrucciones para ir señalando o realizando acciones con las diferentes partes del cuerpo.

Ejercicio 2. En este caso es necesario utilizar instrumentos para trabajar con ellos, por ejemplo, juguetes pequeños fáciles de manejar, en este caso se propone un coche pequeño y un camión. Los dos objetos anteriores se van cambiando de posición sobre una mesa y se indica al niño colocar los objetos en diferentes posiciones (por ejemplo, coloca el coche delante del camión).

Plegar y desplegar

En estas tareas es necesario poseer capacidades y conocimientos sobre el aspecto físico de los objetos. Por ejemplo, para realizar un cubo tridimensional es necesario conocer el paralelismo de las aristas que forman las caras, además de conocer las nociones de dimensiones, forma y tamaño.

Ejercicio. Se ofrece varias figuras planas y se pregunta cuál de ellas es un cubo. Este ejercicio se puede realizar con aquellas figuras geométricas en tres dimensiones.

Tareas de orientación en espacios reales

Para la realización de estas tareas es necesario que un niño comprenda que se encuentra en un espacio físico, uno mismo, otra persona, o un objeto.

Al igual que en las tareas de orientación estática, es necesario que un niño posea capacidades de lenguaje para poder explorar una ubicación o puntos de referencia, además de poseer capacidades de dibujo básicas para poder dibujar mapas o crear recorridos sobre un mapa o plano. En niños mayores se incluye el aprendizaje y conocimiento del sistema de coordenadas.

Ejercicio 1. Sobre un espacio real se pueden realizar tareas de exploración del espacio con movimientos, o sin movimientos, por ejemplo, realizando trayectos en un mapa, plano o maqueta.

Ejercicio 2. Para la representación espacial se pueden realizar tareas de interpretación de la información gráfica que se proporciona. Por ejemplo, se pueden localizar objetos en un mapa, leer trayectos, o realizar tareas de interpretación de puntos con el sistema de coordenadas.

Tareas exploración espacial

Para realizar estas tareas correctamente es necesario la organización de la información sobre un espacio que se ha recorrido y, así, poder crear representaciones tridimensionales.

Ejercicio. Durante el trayecto en autobús de una excursión escolar, el maestro puede pedir a los niños que observen las calles y las casas por donde van pasando. Cuando regresan al aula se realiza una maqueta de las calles por las que pasaron previamente.

Interpretación de información gráfica

Este tipo de ejercicios combinan el conocimiento del esquema corporal, la orientación de una persona (a la derecha, a la izquierda…), y de orientación en un mapa o maqueta (calles, objetos…).

Ejercicio. Sobre un mapa con calles y elementos definidos se indican direcciones y trayectos para llegar hasta un punto. Después se realizan preguntas sobre otros elementos en el mapa, o sobre cómo llegar hasta otro punto (trayecto).


8 maneras de mejorar el sentido de la orientación

1. Planea tu ruta

Si no sabes cómo es el lugar al que tienes que ir muchas veces puedes consultar por internet.

Si tienes acceso al Streetview de Google o a fotografías del lugar al que tienes que ir, imagínate caminando la ruta, visualizando lo que tienes alrededor.

En cada desvío que tengas que tomar intenta fijar puntos de referencia de algún objeto o establecimiento que te llame la atención. Tu memoria los recordará cuando hagas la ruta real.

2. Relájate

Estresarte no te servirá de nada. Preocuparse demasiado aumentará la carga cognitiva de tu cerebro y acabará por reducir su capacidad natural de ubicarse en el espacio.

Planificar el viaje debería ayudarte a reducir la ansiedad.

3. Concéntrate

Intentar hacer muchas cosas a la vez mientras te orientas puede no ser una buena idea. Hablar por teléfono, enviar mensajes de texto o incluso pensar en otra cosa afecta a tu sentido de la orientación.

Trata de concentrarte en lo que estás haciendo y mira lo que tienes a tu alrededor.

4. Encuentra puntos de referencia

Deambular por una ciudad nueva resulta menos abrumador si estableces unos puntos de referencia que destaquen en el paisaje y que ayuden a determinar tu ubicación.

Trata de detectar algo que te resulte familiar o distintivo y mantenlo siempre a la vista. Si estás en un pueblo o ciudad, puede tratarse del edificio más alto.

En cada paso, verifica dónde te encuentras en relación con ese punto: te ayudará a construir un mapa mental del área que tienes que recorrer.

5. Mira lo que tienes detrás

Pregúntate si reconocerías el lugar en el que estás si volvieras a pasar por ahí.

Con frecuencia la gente suele fijarse solo en lo que tiene delante, pero los que miran atrás y se fijan en lo que hay alrededor suelen orientarse mejor.

Este es un consejo particularmente bueno para ayudarte en caso de que tengas que hacer el mismo recorrido en tu viaje de vuelta.

6. Crea recuerdos

Intenta asociar los lugares por los que pasas con algunos recuerdos, te ayudará a reconocer el camino a seguir.

Este consejo puede ser especialmente útil cuando tienes que volver a hacer el mismo camino. Si estabas teniendo una conversación o escuchando una canción cuando hiciste ese trayecto por primera vez, son recuerdos útiles que puedes usar como pistas para reconocer el camino cuando tengas que volver a hacerlo.

7. Toma fotos

Sacar fotos mientras vas caminando y repasarlas antes de volver a hacer ese camino puede ayudarte a recordar los pasos a seguir.

Si tienes que volver a hacer el mismo viaje más de una vez, toma fotos en tramos clave y repásalas después. Varios estudios demuestran que las fotografías son más útiles a la hora de orientarse que el video.

8. Recuerda tus pasos

Construye un mapa mental del trayecto y te sentirás más seguro la próxima vez que tengas que hacerlo.

Cuando acabes de recorrer un trayecto, intenta volver por el camino que has seguido mentalmente. Haciendo esto reforzarás las vías neuronales en tu cerebro, fortaleciéndolas y consolidando tus recuerdos.

Si aún así te encuentras a la deriva y sin saber a dónde ir, siempre puedes utilizar el GPS de tu celular, pero tienes que saber que cuanto más confíes en la tecnología menos estarás ejercitando tu sentido de la orientación.


Si existe una diferencia en la capacidad de orientarse en el espacio
 entre hombres y mujeres, parece pequeña y probablemente más relacionada
 con los estereotipos de género que con una diferencia en la capacidad innata.





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