septiembre 27, 2025

La Fibra Dietética Actúa sobre el Cerebro y la Salud en General



La salud mental y la nutrición están íntimamente vinculadas
La dieta desempeña un papel crucial en el funcionamiento óptimo del cerebro


No existe una “dieta saludable” universal que sirva para todo el mundo. La mayoría de los profesionales coinciden en que necesitamos una dieta equilibrada en cuanto a grupos de alimentos, y que es mejor añadir verduras y alimentos fermentados que restringirnos innecesariamente. Además, el consumo de alimentos que favorecen la salud intestinal mejora la salud en general.

La importancia de la fibra se conoce desde hace décadas. Facilita el tránsito intestinal y también es un nutriente prebiótico.

Los prebióticos no se digieren ni absorben activamente, sino que sirven para fomentar el crecimiento de bacterias beneficiosas en nuestros intestinos. Estos microorganismos ayudan a digerir los alimentos para que obtengamos más nutrientes de ellos, favorecen la integridad de la barrera intestinal y evitan la proliferación de bacterias nocivas.

Aparte de su efecto sobre las bacterias, la fibra también puede influir en nuestro sistema inmunitario cuando interactúa directamente con los receptores expresados por nuestras células. Estos beneficios pueden incluso ayudar al sistema inmunitario a ser más tolerante y reducir la inflamación.

La dieta occidental es pobre en fibra y rica en alimentos ultra-procesados. Se recomienda consumir entre 25 y 38 gramos de fibra al día, dependiendo de la edad, el sexo y el nivel de actividad. La mayoría de la gente consume aproximadamente la mitad de la cantidad recomendada, lo que puede ser perjudicial para su salud general.

Los cereales integrales, la fruta y la verdura, las menestras, los frutos secos y las semillas son buenas fuentes de fibra alimentaria. Se hace mucho hincapié en la fibra soluble y menos en la insoluble, pero en realidad la mayoría de los alimentos contienen una mezcla de ambos tipos, y ambos tienen sus ventajas.


Fibra alimentaria

La fibra forma parte de la gran familia de los hidratos de carbono – polisacáridos – y desempeña una función estructural en los alimentos. A diferencia de los hidratos de carbono contenidos en la pasta, el arroz, las patatas, etc. – esencialmente almidón –, que son “digeribles”. Las fibras son hidratos de carbono “no digeribles”. En otras palabras, el ser humano no dispone del equipo enzimático necesario para digerirlas y asimilarlas.

La fibra – o carbohidratos no digeribles – llega al colon sin haber sido descompuesta. Es nuestra microbiota – también conocida como flora intestinal – la que se encarga de fermentarlos para producir una serie de metabolitos beneficiosos para nuestra salud. Además, algunos de ellos, como la celulosa, no son fermentados por la microbiota, como si comiéramos papel. Sin embargo, son útiles para nuestro organismo, ya que aumentan el volumen de nuestro bol alimenticio y regulan las cantidades que ingerimos.

Existen 2 categorías principales de fibra

Fibra soluble

La fibra de esta categoría llega intacta – o casi intacta – al colon, el lugar principal de nuestra microbiota, que se ocupa de ella. A continuación, es fermentada – “consumida” – por las bacterias más o menos lentamente, para producir compuestos beneficiosos entre los que se encuentran los famosos ácidos grasos de cadena corta. Éstos tienen la capacidad de actuar sobre diversas vías metabólicas en el hígado, los músculos, el tejido adiposo y el cerebro.

Además, algunas de estas fibras modulan la absorción de diversos nutrientes como la glucosa, un azúcar que se asimila muy fácilmente – frenando –, o el colesterol – captando –.

Pectina, ꞵ-glucanos, inulina, gomas, psyllium, FOS (Fructo-OligoSacáridos) y GOS (Galacto-OligoSacáridos)... En general, se pueden calificar de “suaves” para el intestino.

Fibras insolubles

Celulosa, lignina, hemicelulosa... Se encuentran en las paredes de las frutas y verduras y en los cereales integrales, porque conservan el salvado (la cáscara). Estas fibras atraviesan el tubo digestivo sin sufrir ningún proceso digestivo y apenas se fermentan, pero no por ello son menos útiles.

Aumentan el volumen del bol alimenticio que llega al intestino reabsorbiendo el agua que el alimento contenía originalmente. Este proceso provoca contracciones intestinales y estimula el tránsito. Esto es muy diferente del efecto anti estreñimiento del zumo de ciruelas pasas (guindones), que es rico en dihidroxifenilisatina. Por lo tanto, tienen una acción mecánica y se conocen como “irritantes”.

Aunque los alimentos que son fuente de fibra son una combinación de fibras insolubles y solubles, son más o menos ricos en ellas.

Alimentos más ricos en fibra soluble

Fruta en general: manzanas, peras, fresas, naranjas, etc.
Verduras: calabacines, zanahorias, cebollas, etc.
Cereales: como patatas (papas), avena, etc.
Legumbres (menestras): como las alubias blancas (frijol blanco) y las judías (frijol rojo)...

Alimentos más ricos en fibra insoluble

Frutos oleaginosos (semillas): almendras, nueces, etc.
Verduras: judías verdes (vainitas), algunos tipos de col, etc.
Cereales integrales
Legumbres (menestras) en general: lentejas verdes, guisantes partidos (arveja partida), etc.

No toda la fibra es buena

Sorprendentemente, no toda la fibra es buena. La fibra es un término genérico que designa los polisacáridos vegetales que no podemos digerir. Existen muchos tipos, que varían en fermentabilidad, solubilidad y viscosidad en el intestino. La fuente también es importante. No es lo mismo la fibra de una planta que la de otra.

Además, el consumo excesivo de suplementos de fibra puede provocar síntomas como estreñimiento, hinchazón y gases. Esto se debe en parte a que existen diferentes microbiomas intestinales y no todos tienen la misma capacidad de metabolizar la fibra para producir moléculas beneficiosas como los ácidos grasos de cadena corta.

En algunos casos, como en las personas con enfermedad inflamatoria intestinal, la ausencia de bacterias capaces de digerir la fibra puede dejar fibra intacta para interactuar directamente con las células intestinales y causar efectos inflamatorios. Datos recientes han demostrado incluso que el consumo excesivo de fibra soluble, como la inulina, un suplemento común, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de colon en un modelo animal experimental.

Los beneficios de la fibra alimentaria

Existen numerosas pruebas de los beneficios de la fibra alimentaria. La fibra no sólo está relacionada con la salud del colon, sino que también influye en la salud general y en la salud cerebral a través del eje intestino-cerebro. Las dietas bajas en fibra se han relacionado con trastornos gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal.

Además, una ingesta adecuada de fibra reduce el riesgo y la mortalidad asociados a las enfermedades cardiovasculares y la obesidad. Los estudios demuestran que ciertos tipos de fibra pueden mejorar la función cognitiva.

La fibra contribuye a la sensación de saciedad después de las comidas y a regular los niveles de azúcar y colesterol en sangre. Asegúrese de incluir fibra en su dieta y, si es necesario, tome complementos alimenticios sin superar la dosis recomendada.

Algunas enfermedades gastrointestinales, como la celiaquía, no parecen verse afectadas por el consumo de fibra. Además, no hay consenso sobre el tipo de fibra y la dosis que serían beneficiosos para el tratamiento de la mayoría de las enfermedades.

Los prebióticos promueven el desarrollo de bacterias intestinales que pueden influir en la salud y la inmunidad del intestino en el contexto de muchas enfermedades, aunque no toda la fibra es igual. Aunque la fibra no cura las enfermedades, una dieta sana puede apoyar el trabajo de los medicamentos y los tratamientos, y puede mejorar su eficacia.

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Intervención basada en fibra dietética para la microbiota intestinal, el sueño y la salud mental en adultos con síndrome del intestino irritable



Investigadores de la Universidad Edith Cowan y de la Universidad Curtin (Australia) realizaron un estudio de alcance, publicado en la revista Nutrients de junio 2021, de artículos relativos a la suplementación con fibra en adultos con síndrome del intestino irritable.

El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal funcional común que afecta al 4-5% de la población mundial. El trastorno se asocia con la microbiota intestinal, la dieta, el sueño y la salud mental.

El objetivo de este estudio es identificar las investigaciones existentes en las que se haya administrado una intervención dietética relacionada con la fibra a personas con SII y se haya informado de los resultados en al menos dos de los tres temas siguientes: microbiota intestinal, sueño y salud mental.

Se realizaron búsquedas en cinco bases de datos digitales para identificar y seleccionar artículos según los criterios de inclusión y exclusión. Se incluyeron cinco artículos en la revisión, ninguno de los cuales informó sobre los tres temas o sobre la combinación de microbiota intestinal y sueño. Dos estudios identificaron alteraciones en la microbiota intestinal y la salud mental con la administración de suplementos de fibra. Los otros tres estudios informaron sobre la salud mental y los resultados del sueño mediante cuestionarios subjetivos.

La investigación relacionada con el SII carece de estudios del tipo de biología de sistemas dirigidos a la microbiota intestinal, el sueño y la salud mental en pacientes sometidos a intervención dietética.

Se necesitan más investigaciones sobre el síndrome del intestino irritable para investigar el papel de la microbiota intestinal humana – como los ácidos grasos de cadena corta – en el sueño y la salud mental, tras la aplicación de modificaciones dietéticas o suplementos de componentes. Además, es necesaria la aplicación de evaluaciones objetivas del sueño para detectar cambios en el sueño con mayor precisión y menor sesgo.


Respuesta variable a los subtipos de fibra alimentaria en la enfermedad de Crohn (EII)


Investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá), en un estudio publicado en la revista Frontiers in Pediatrics de enero 2021, destacan el papel de los subtipos de fibra alimentaria, en particular durante la enfermedad de Crohn.

La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria crónica (EII) que puede afectar a todo el tracto digestivo. La enfermedad se ve favorecida por la predisposición genética, los factores ambientales y la disfunción del sistema inmunitario.

La dieta ofrece una alternativa segura y atractiva a las opciones de tratamiento disponibles para muchas enfermedades. Sin embargo, la investigación apenas está empezando a dilucidar el papel de la dieta en enfermedades crónicas como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).

La EII crónica y gravemente debilitante, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, se caracterizan por la inflamación intestinal, la desregulación inmunitaria y la disbiosis (desequilibrio de la microbiota intestinal). Está demostrado el papel de la genética, la microbiota y el medio ambiente, incluida la dieta, en la patogénesis de la enfermedad. Esto es especialmente cierto en el caso de los niños con EII, en los que los tratamientos basados en la dieta han dado excelentes resultados.

La fibra alimentaria constituye un interesante grupo de factores dietéticos que vinculan fácilmente la microbiota con la salud intestinal. La fibra no es digerida por las células humanas, sino fermentada por los microbios intestinales en el intestino. En la última década se han acumulado pruebas que respaldan la importancia de la fibra alimentaria en el mantenimiento de la salud intestinal y en la EII.

Sin embargo, estudios más recientes ponen de manifiesto la complejidad de esta interacción y la importancia de comprender el papel de cada subtipo de fibra alimentaria, especialmente durante una enfermedad. Hasta la fecha se han descrito unos diez subtipos de fibra alimentaria, clasificados como solubles o insolubles, con estructuras químicas diversas y grandes diferencias en sus perfiles de fermentación.

Hasta la fecha, muchos estudios han descrito los beneficios de los subproductos de la fermentación en individuos sanos y los posibles beneficios para la salud en determinados modelos de enfermedad. Sin embargo, sigue habiendo una laguna en nuestra comprensión de cómo cada una de estas fibras individuales afecta a la salud humana en contextos disbióticos en los que puede no lograrse una fermentación adecuada.

Esta revisión destaca las oportunidades para definir mejor el papel de las fibras dietéticas individuales en la regulación de la inflamación en la EII.

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La influencia de la dieta en el cerebro



Ingesta de nutrientes

Una dieta equilibrada y nutritiva aporta al cerebro los nutrientes esenciales que necesita para funcionar correctamente. Por ejemplo, los ácidos grasos omega-3, presentes en el pescado azul, los frutos secos y las semillas, son importantes para la salud cerebral y pueden ayudar a mejorar la concentración, la memoria y la función cognitiva.

Reducción de la inflamación

Ciertos alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas y verduras de colores, pueden ayudar a reducir la inflamación del cerebro. La inflamación crónica puede contribuir al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, entre otras.

Regulación del estado de ánimo

Ciertos alimentos pueden influir en nuestro estado de ánimo al afectar a la producción de neurotransmisores, las sustancias químicas que regulan nuestro humor. Por ejemplo, los alimentos ricos en triptófano, como el pavo y los productos lácteos, pueden ayudar a aumentar la producción de serotonina, un neurotransmisor asociado a la regulación del estado de ánimo.

Impacto en la plasticidad cerebral

Una dieta sana puede favorecer la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse. Ciertos alimentos, como los ricos en vitaminas del grupo B, antioxidantes y ácidos grasos omega-3, pueden favorecer el crecimiento y la regeneración de las células cerebrales.

Prevención de enfermedades cerebrales

Una dieta equilibrada puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cerebrales como el Alzheimer, el Parkinson y el ictus. Mantener una dieta sana puede ayudar a reducir la acumulación de placas amiloides en el cerebro y prevenir el daño celular y la inflamación asociados a estas enfermedades.

También es importante tener en cuenta que cada persona es única y que las necesidades nutricionales pueden variar. Es aconsejable consultar a un profesional de la salud o a un nutricionista para obtener consejos adaptados a su situación individual.

Brainfood – mejorar la concentración a través de la alimentación

Brainfood (alimentación para el cerebro) incluye alimentos que mantienen o mejoran el rendimiento intelectual. Los alimentos para el cerebro proporcionan al cerebro lo que necesita.

Los alimentos beneficiosos para el cerebro desempeñan un papel importante en nuestro bienestar general. Favorecen la actividad cerebral y pueden mejorar la concentración y la memoria.

Para garantizar un buen rendimiento, nuestro cerebro necesita diversas vitaminas y otros nutrientes:

Hidratos de carbono. Proporcionan energía al cerebro. Se distingue entre hidratos de carbono simples, como el azúcar, y complejos, como el almidón.

Ácidos grasos omega-3. Influyen positivamente en la transmisión de los impulsos nerviosos en el cerebro. También mejoran la circulación sanguínea y el metabolismo energético.

Vitaminas C y E. Estas vitaminas cerebrales reducen el estrés oxidativo. Ralentizan el proceso de envejecimiento y protegen las células y las moléculas.

Vitamina B. La vitamina del cerebro y los nervios. Mejora el funcionamiento del sistema nervioso. La vitamina B5 también garantiza la formación de acetilcolina, un neurotransmisor importante en el cerebro.

Magnesio. Ayuda al sistema nervioso.

Una dieta diseñada para mejorar la concentración contiene los siguientes alimentos:

Productos de cereales integrales
Huevos
Productos cárnicos
Queso
Aguacate (palta)
Copos de avena
Frutos secos
Brócoli
Plátanos

La dieta también influye en la memoria. Los alimentos que mejoran la memoria contienen ácidos grasos omega-3, antioxidantes, flavonoides, ácido fólico y vitamina E. Una dieta que mejore la memoria contiene los siguientes nutrientes:

Bayas
Pescado
Espinacas
Frutos secos
Manzanas
Chocolate negro
Semillas de calabaza



La variedad en nuestra dieta es importante no sólo para aprovechar los beneficios de una amplia variedad de vitaminas y minerales esenciales, sino también para evitar comer demasiado, o demasiado poco, de un nutriente concreto. Además, hace que nuestras comidas sean interesantes y sabrosas. Explore distintos alimentos y aprenda a seleccionarlos, prepararlos y disfrutarlos, pero no se deje distraer por la última moda. Concéntrese en crear un “superplato” lleno de alimentos diferentes, sanos y sabrosos.





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agosto 26, 2025

El Bebé Bilingüe o Multilingüe




Hablar una segunda lengua activa el cerebro de los niños y mejora sus conexiones cognitivas


La adquisición del lenguaje en los niños es una de las características más fascinantes de la especie humana, así como uno de los problemas más difíciles de la lingüística y la ciencia cognitiva.

Lejos de ser una cuestión de consenso, este tema ha dividido realmente a las comunidades investigadoras en estos campos: el siglo XX estuvo marcado por la idea de Noam Chomsky, tan influyente como controvertida, de que la adquisición del lenguaje nativo era prueba de una facultad gramatical universal e innata en los seres humanos, que los distinguía de otras especies animales.

La mitad de la población mundial es bilingüe. Los expertos estiman que no sólo casi la mitad de la población mundial es bilingüe, sino que el multilingüismo es en realidad más común que el monolingüismo. Basta con mirar a algunos de los países más poblados del mundo, como India y China.

No es de extrañar que un niño aprenda más de una lengua materna. De hecho, es algo que debería fomentarse, en lugar de impedirlo como un obstáculo para el desarrollo del niño o su integración cultural y social. Numerosos investigadores han destacado los numerosos beneficios cognitivos y sociales del bilingüismo a lo largo de la vida. Entre ellos, la mejora de la memoria, el retraso de la aparición de enfermedades neuro-degenerativas y una mejor adaptación a diferentes contextos sociales.


El bilingüismo en el cerebro del bebé


¿Cuáles son los procesos que permiten a un niño adquirir un dominio completo de su lengua materna en pocos años de vida, mucho antes de aprender a atarse los zapatos, y con un grado de competencia que los adultos casi nunca igualan?

Si es tan impresionante que un bebé pueda aprender un solo idioma, ¿cómo se explica que pueda llegar a aprender dos, tres o incluso más?

La clave del bilingüismo infantil parece residir, por un lado, en un conjunto de aptitudes cognitivas generales en los seres humanos de todas las edades – como la analogía, la abstracción y la memoria enciclopédica – y, por otro, en la asombrosa plasticidad cerebral del niño, sobre todo entre los 0 y los 3 años.

Las conexiones neuronales para el lenguaje del bebé

Desde su nacimiento el cerebro empieza a construir su realidad, y esta realidad no es igual en todos los bebés, si no que va en función de lo que vaya descubriendo a su alrededor en los próximos meses y años de vida. Uno de los puntos más importantes en los primeros años es el lenguaje. El cerebro, desde el primer minuto de vida, empezará a recopilar información sobre las voces, ruidos, música... Todo el ambiente del bebé irá creando una realidad en su cerebro, que se preparará para las situaciones que está viviendo en ese momento y que conoce.

Si desde que nace el bebé escucha dos idiomas de una forma natural el cerebro creará una realidad diferente al bebé monolingüe. En su mundo, es habitual de escuchar y hablar en dos idiomas indistintamente, y esto se reflejará creando conexiones cerebrales específicas para el lenguaje. Así el cerebro del bebé se preparará para acceder a la información de los dos idiomas en cualquier momento. Además, al niño no le supondrá ningún esfuerzo, ya que es lo normal para él.

Las conexiones cerebrales para el lenguaje empiezan a estructurarse desde la tercera semana de vida y se hacen en función de la información que recoge el cerebro de su entorno, a través de los diferentes sentidos. Alrededor de los 3 años, la mayoría de las conexiones cerebrales del lenguaje ya están finalizadas. El cerebro del bebé que ha estado expuesto de continuo a dos idiomas habrá diferenciado dos formas de comunicación, que empleará dependiendo de quién se dirija a él (su padre, su madre, el abuelo...) y habrá creado las conexiones para que no le suponga esfuerzo algo que tiene que hacer a diario, hablar en dos idiomas diferentes.

Desde su nacimiento, un niño es capaz de retener y categorizar estímulos lingüísticos extremadamente ricos en información sobre su pronunciación, estructura y significado, así como sobre los contextos familiares y sociales en los que se utilizan. Sobre la base de esta información, un niño puede deducir muy rápidamente que un conjunto de construcciones lingüísticas difiere de otro en términos de convenciones para dos idiomas diferentes – por ejemplo, francés y español –, sobre todo después del primer año.

A los niños de entre 3 y 8 años también les resulta más fácil aprender otro idioma y desarrollar el bilingüismo. La razón es que las conexiones cerebrales están muy recientes y además el cerebro aún está en un estado permanente de aprendizaje, con lo que a un niño de 4 años le resultará más fácil aprender un segundo idioma que a uno de 6 y así sucesivamente.

De este modo, adquieren una habilidad conocida como “alternancia códica” (code-mixing), que les permite pasar fácilmente de un idioma a otro, por ejemplo dependiendo de con quién estén hablando, y a veces dentro de la misma frase.

Dar tiempo al niño

Por supuesto, que el bilingüismo sea fácil para un niño no significa que su desarrollo lingüístico sea idéntico al de un monolingüe. Ya sea para niños que aprenden dos idiomas simultáneamente, o un segundo idioma antes de los tres años, dominar dos gramáticas alternativas para contextos sociales especializados representa una carga cognitiva adicional. No es raro que un niño bilingüe tarde algo más que un monolingüe en aprender completamente el idioma que tienen en común. Esta ligera discrepancia, que a veces se manifiesta en forma de “mezclas” inter-lingüísticas, desaparece rápidamente a medida que el niño crece.

Para orientar más al niño y facilitar su adquisición bilingüe, se suele citar el enfoque parental de “una persona, un idioma”. Por ejemplo, si uno de los progenitores habla más español al niño mientras que el otro utiliza más el francés, el bebé podrá distinguir más rápidamente entre los dos sistemas lingüísticos y convocarlos en interacciones con personas concretas, como hispanohablantes y francófonos.

Además, un equilibrio en la frecuencia de uso de los dos idiomas en casa permitirá al niño anclarlos bien cognitivamente con vistas a un uso regular en años posteriores. Si la pareja habla dos lenguas y quiere transmitírselas a su hijo, es posible que adquiera algunos hábitos, pero no debe preocuparse demasiado: háblenle con frecuencia en estos dos idiomas y él se encargará del resto.


Alternancia códica

La alternancia códica, o code-switching en inglés, es el acto de pasar de un idioma a otro, o de un registro lingüístico a otro, en el mismo discurso o enunciado. Es un fenómeno común entre los multilingües, que utilizan varios idiomas en su comunicación.

La alternancia códica en efecto, se produce cuando un hablante utiliza elementos de distintos idiomas o registros en una conversación, ya sea dentro de la misma frase o al pasar de una frase a otra.

Este fenómeno es especialmente notable en bilingües y multilingües, que dominan varios idiomas y pueden utilizarlos en diferentes contextos.

Funciones

La alternancia códica puede emplearse con diversos fines, como :

Expresarse con mayor precisión. Elegir la palabra o expresión más adecuada para expresar sus pensamientos, aunque esa palabra pertenezca a otro idioma.

Marcar la identidad. Mostrar la pertenencia a un determinado grupo social o cultural.

Reforzar la comunicación. Facilitar la comprensión mutua entre interlocutores.

Adaptar el discurso a la situación. Cambiar el registro lingüístico para adaptarlo al interlocutor o al contexto de la conversación.

En resumen, la alternancia códica es un fenómeno lingüístico común que permite a los hablantes multilingües utilizar distintos idiomas o registros lingüísticos en su comunicación, ya sea por motivos de precisión, identidad o adaptación al contexto.

Alternancia códica en los niños

La mezcla de idiomas, o alternancia de códigos, en niños bilingües puede tener efectos tanto positivos como negativos en el aprendizaje de palabras, dependiendo del contexto y de la forma en que se utilice. Mientras que algunos estudios sugieren que puede dificultar el aprendizaje de nuevas palabras, sobre todo cuando se mezcla dentro de las frases, otros indican que no siempre es perjudicial e incluso podría ser beneficiosa en determinadas situaciones.

Posibles efectos negativos

Codificación obstaculizada. Algunos estudios han demostrado que la mezcla de idiomas, sobre todo dentro de una misma frase, puede dificultar temporalmente la codificación de las palabras nuevas que siguen al segmento mezclado. Esto sugiere que la naturaleza impredecible del lenguaje mixto puede dificultar que los niños establezcan vínculos claros entre las palabras nuevas y su significado.

Comprensión del vocabulario. Las investigaciones indican que un alto índice de mezcla lingüística por parte de los padres puede estar correlacionado con una menor capacidad de comprensión del vocabulario en los niños, lo que podría sugerir un efecto inhibidor sobre la adquisición de nuevo vocabulario.

Costes de procesamiento. Algunas investigaciones sugieren que la alternancia códica, incluso cuando es común en una comunidad bilingüe, puede conllevar costes de procesamiento, lo que podría tener un impacto en el aprendizaje de palabras en comparación con la exposición a un solo idioma.

Posibles efectos positivos

Aprendizaje estadístico. Los niños bilingües pueden ser más capaces de aprender las regularidades estadísticas del lenguaje, lo que puede ser beneficioso para el aprendizaje de palabras.

Adaptabilidad. La exposición a la mezcla de idiomas puede hacer que los niños se adapten mejor a los distintos aportes lingüísticos, lo que podría ayudarles a gestionar las complejidades del uso del lenguaje en el mundo real.

Pertinencia para la comunidad. Cuando la alternancia códica coincide con los patrones lingüísticos utilizados en la comunidad del niño, puede no suponer un obstáculo importante para el aprendizaje de palabras.

Factores a tener en cuenta

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Dosificación. La frecuencia y el contexto de la mezcla de idiomas desempeñan probablemente un papel crucial. La exposición repetida a nuevas palabras, incluso en contextos lingüísticos mixtos, podría mitigar los posibles efectos negativos.

Distancia lingüística. El grado de similitud o diferencia entre los idiomas implicados en la mezcla también puede influir en el impacto sobre el aprendizaje de palabras.

Estatus socioeconómico. La investigación sugiere que los niños de entornos socioeconómicos más altos pueden tener mejores habilidades de procesamiento del lenguaje, lo que podría influir en su capacidad para navegar por la mezcla de idiomas.

Diferencias individuales. Las capacidades individuales de aprendizaje de idiomas de los niños y la calidad de la aportación lingüística de sus cuidadores también pueden influir en su respuesta a la mezcla de idiomas.

En conclusión. Aunque la mezcla de idiomas puede plantear problemas para el aprendizaje de palabras en determinadas situaciones, no es negativa en sí misma. Los efectos dependen de varios factores, y los niños bilingües pueden seguir adquiriendo competencias lingüísticas en proporciones normales. Es esencial que educadores y padres comprendan estos factores para apoyar eficazmente el desarrollo lingüístico de los niños bilingües.

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Efectos de la mezcla de idiomas en el aprendizaje de palabras en niños bilingües



Investigadores de la Universidad Concordia (Vancouver) en un estudio, publicado en Bililingualism: Language and Cognition en agosto 2021,  estudiaron los efectos de la mezcla de idiomas en el aprendizaje de nuevas palabras por parte de los niños.

La mezcla de idiomas es habitual en los entornos de aprendizaje de los niños bilingües.

Los investigadores hicieron pruebas con dos grupos de niños bilingües de 3 años: francés-inglés (experimento 1) y español-inglés (experimento 2). Los niños aprendieron dos palabras nuevas, una en frases monolingües (“¡Mira! ¿Ves el perro en el teelo?”) y la otra en frases mixtas con un cambio de idioma a mitad de frase (“¡Mira! ¿Ves el perro/chien en el walem?”).

Durante la fase de aprendizaje, los niños identificaron correctamente los nuevos objetivos cuando escucharon frases unilingües y mixtas. Sin embargo, en la prueba, los bilingües francés-inglés no reconocieron la palabra encontrada en las frases mixtas. Los bilingües español-inglés no reconocieron ninguna de las dos palabras, lo que subraya la importancia de examinar poblaciones bilingües múltiples.

Esta investigación sugiere que la mezcla de idiomas a veces puede dificultar la codificación por parte de los niños de palabras nuevas que aparecen más adelante, pero deja abiertos varios posibles mecanismos subyacentes.

El estudio también demuestra que si los padres mezclan idiomas en presencia de sus hijos, corren el riesgo de afectar a la comprensión de ambos idiomas por parte de sus hijos. Esto se debe a que cuantas más lenguas se mezclen, más difícil les resultará a los niños aprender palabras nuevas.


Los efectos del bilingüismo en el aprendizaje intersituacional de palabras por los niños en diferentes condiciones de variabilidad



Investigadores de la Universidad de Boston examinaron en un estudio, publicado en el Journal of Experimental Child Psychology en enero 2023, si la duración de la experiencia bilingüe y las habilidades lingüísticas contribuían al aprendizaje de palabras en situación (XSWL) en niños bilingües español-inglés en edad escolar.

El aprendizaje intersituacional de palabras (XSWL) es un mecanismo por el cual los individuos aprenden el significado de las palabras siguiendo patrones de co-ocurrencia entre las palabras y sus posibles referentes durante exposiciones múltiples. En esencia, se trata de comprender el significado de una palabra observando los objetos o acontecimientos con los que tiende a asociarse en distintas situaciones.

Los investigadores compararon el rendimiento en una condición de alta variabilidad, en la que los niños estaban expuestos a varios hablantes y ejemplares simultáneamente, con el rendimiento en una condición en la que los niños no estaban expuestos a ninguna variabilidad, ni a nivel de hablantes ni de ejemplares.

Los resultados revelaron efectos graduales del bilingüismo y de la capacidad lingüística sobre el XSWL en condiciones de mayor variabilidad. Concretamente, el bilingüismo favoreció el aprendizaje cuando la variabilidad estaba presente en la entrada (input), pero no cuando la variabilidad estaba ausente de la entrada (input). De manera similar, las fuertes habilidades lingüísticas favorecieron el aprendizaje en condiciones de alta variabilidad.

Por el contrario, los niños con habilidades lingüísticas más débiles aprendieron más asociaciones palabra-objeto en la condición sin variabilidad que en la condición de alta variabilidad. En conjunto, los resultados sugieren que la variación del aprendiz y la variación del input interactúan y modulan los mecanismos de aprendizaje léxico en los niños.

Los niños bilingües tienden a mostrar una ventaja en el aprendizaje de palabras, sobre todo cuando se enfrentan a la variabilidad en el input; por ejemplo, diferentes hablantes, diferentes ejemplos del mismo objeto. Esto sugiere que su experiencia en el aprendizaje de idiomas puede hacerles más capaces de extraer correspondencias palabra-objeto a partir de un input ruidoso o complejo.

He aquí un análisis más detallado:

La variabilidad es importante. Cuando los niños están expuestos a palabras que varían en la forma de pronunciarse – diferentes hablantes – o en el aspecto de los objetos –diferentes ejemplos –, ello puede suponer un reto para el aprendizaje de las palabras.

La ventaja del bilingüismo. Los niños bilingües suelen mostrar una mayor capacidad para aprender palabras en estas condiciones variables que los monolingües.

Aprendizaje estadístico. Esta ventaja puede deberse a la mayor capacidad de los niños bilingües para utilizar mecanismos de aprendizaje estadístico con el fin de identificar patrones en el input, incluso cuando es complejo o ruidoso.

Modulación por la experiencia lingüística. Los resultados sugieren que la experiencia de un bilingüe con varios idiomas puede influir en cómo procesa y aprende de la variabilidad del input.

Posibles mecanismos. Algunas teorías sugieren que el bilingüismo mejora habilidades cognitivas como la atención y la memoria de trabajo, lo que puede facilitar el aprendizaje de palabras frente a la variabilidad.

No siempre hay diferencias. Aunque a menudo se habla de los beneficios del bilingüismo, algunos estudios no muestran diferencias significativas en el aprendizaje de palabras entre niños monolingües y bilingües, sobre todo cuando la variabilidad está ausente o controlada.

La importancia del contexto. El impacto del bilingüismo en el aprendizaje de palabras puede depender de diversos factores, como el tipo específico de variabilidad, la edad del niño y la cantidad y calidad de la exposición lingüística.


Flexibilidad social bilingüe



Científicos de la Universidad de Connecticut en un estudio, publicado por Cambridge University Press en setiembre 2017, investigan si el bilingüismo también ofrece una ventaja en términos de flexibilidad social.

¿Es el bilingüismo mejor que el monolingüismo? Trabajos anteriores muestran que los bilingües tienen una ventaja sobre los monolingües en términos de flexibilidad cognitiva, es decir, la capacidad de pasar de un conjunto de ideas a otro.

Los investigadores definen la flexibilidad social como la capacidad de pasar fácilmente de un entorno social a otro y adaptarse a él; y de leer con precisión las señales sociales del entorno.

Se recogieron datos de 465 monolingües y 206 bilingües. Los bilingües declararon una mayor flexibilidad social que los monolingües. Los análisis de mediación mostraron que la flexibilidad social de los bilingües les daba una ventaja sobre los monolingües en cuanto a la frecuencia de las interacciones sociales.

Este estudio proporciona la primera prueba de una ventaja bilingüe en la flexibilidad social y sugiere que cuando los bilingües alternan entre dos idiomas, también pueden alternar entre dos mundos culturales, proporcionando herramientas para adaptarse a diferentes entornos sociales y facilitando la frecuencia de las interacciones sociales.

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Ventajas, desventajas e implicaciones de mezclar idiomas y cambiar de código



Un estudio realizado en el circuito de Sibbinda (Namibia) llegó a la conclusión de que los niños que mezclan idiomas o cambian de código pueden comprender más fácilmente lo que aprenden. Los alumnos encuestados en este estudio mostraron más interés por las lecciones, fueron capaces de relacionar las palabras con su significado más fácilmente y mostraron una mejor comprensión de las lecciones.

Y lo que es más, estas acciones tienen un impacto positivo en los profesores, ya que pueden utilizarlas en su beneficio y ayudar a los alumnos con dificultades a mejorar sus habilidades de aprendizaje.

El estudio también reveló que el cambio de código ayuda a los profesores a explicar la gramática del nuevo idioma. En general, estos recursos son positivos, pero también es importante saber cuándo utilizarlos.

El National Center on Cultural and Linguistic Responsiveness (EE.UU.) recomienda la mezcla de idiomas y el cambio de código en situaciones muy concretas, como:

* Para mejorar la relación con sus hijos.

* Para animar a los niños a probar cosas nuevas y a no tener miedo cuando realizan una tarea difícil.

* Para que los niños participen más en clase.

Un error muy común es repetir la misma frase en dos idiomas. Esto ocurre cuando se repite una frase en un idioma y luego en el otro. Esto no ayuda al desarrollo lingüístico de los niños.

De hecho, sólo asimilan la información del idioma que conocen mejor e ignoran el segundo. Es mejor mezclar los idiomas.

Un estudio, realizado por profesionales de la Universidad Concordia de Vancouver, demuestra que si los padres mezclan idiomas en presencia de sus hijos, corren el riesgo de afectar a la comprensión de ambos idiomas por parte de sus hijos. Esto sucede porque cuanto mayor es la mezcla de idiomas, más difícil es para los niños aprender palabras nuevas. Las palabras que los padres conocen pueden resultarles desconocidas.

Sin embargo, los expertos insisten en que los entornos bilingües no influyen en el aprendizaje de los niños. Aunque la exposición a una mezcla de idiomas sea inicialmente difícil para la adquisición de vocabulario, probablemente tenga beneficios a largo plazo.

La importancia de apoyar el bilingüismo de los niños


Hablar un segundo idioma activa el cerebro de los niños y mejora sus conexiones cognitivas. Por eso los padres deben animar a sus hijos a aprender un nuevo idioma desde una edad temprana.

Una mejor comprensión de la sociedad que les rodea, una comunicación más amplia con su familia o amigos, una mente abierta, la posibilidad de un futuro mejor y una carrera profesional más prometedora... Éstas son sólo algunas de las ventajas de ser bilingüe.

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Las ventajas de ser un bebé bilingüe



Mejor desarrollo cognitivo. Los niños bilingües desarrollan una mayor flexibilidad mental, la capacidad de hacer malabarismos con diferentes tareas y normas, y la capacidad de cambiar de perspectiva con más facilidad.

Mejores habilidades lingüísticas. Pueden tener mejor comprensión y expresión verbal en ambos idiomas, así como mayor facilidad para la escritura y la comunicación en general.

Apertura cultural y social. El bilingüismo favorece una mayor apertura a otras culturas, una mayor empatía y una mejor capacidad para relacionarse con personas de distintos orígenes.

Ventajas en el mercado laboral. En un mundo cada vez más globalizado, las competencias lingüísticas son muy apreciadas por los empleadores, lo que supone una clara ventaja para los bilingües.

Mejor rendimiento académico. Los estudios sugieren que los niños bilingües pueden obtener mejores resultados en determinadas áreas académicas, como matemáticas y ciencias, gracias a su capacidad para pensar de forma más abstracta y resolver problemas de manera innovadora.

Posible retraso de la aparición de ciertas formas de demencia. La investigación científica sugiere que el bilingüismo puede retrasar la aparición de ciertas formas de demencia.


El bilingüismo precoz ofrece una amplia gama de beneficios cognitivos, 
sociales y potencialmente profesionales, haciendo que los niños bilingües sean individuos más 
adaptables y abiertos de mente, preparados para navegar por un mundo cada vez más diverso




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